lunes, 16 de abril de 2007

Apunte de Argárico/El "tapado" defrauda la expectativa y aleja a los indecisos


Las últimas declaraciones del "tapado" obligado, Gómez Fayrén, lejos de suscitar esperanza entre los indecisos que prefieren no abstenerse (la participación prevista no pasará del 70% del censo, en ningún caso, en las próximas elecciones autonómicas y municipales) ha defraudado la expectativa y alejado definitivamente a la moderación murciana de una derecha extrema que no se avergüenza para nada de ser un histrión político en la Europa más centrista de los social-cristianos. Las verdaderas encuestas ya indican la tendencia sostenida del PP murciano a perder la mayoría absoluta.

No sé si sabe este inspector de Finanzas del Estado que la diferenciación es un factor de marketing pero, desde luego, la innovación lo es hoy bastante más si se aspira a seducir a una demanda heterogénea harto exigente, y también bastante harta en este caso. La imagen percibida tras esta comparecencia mediática increíble, a estas alturas del proceso político regional, no es que estemos ya ante más de lo mismo, es que Gómez Fayrén aparece como alumno aventajado de Valcárcel en la mejor línea de los Cerdá, los Bascuñana o los Marqués. Es la oportunidad de Pedro Saura.

Si la renovación del PP murciano cara al 27 de mayo tiene estas líneas estratégicas por las que ha discurrido el discurso del ex vicepresidente regional, es que su capacidad de reacción ante el devenir de los acontecimientos ya es nula, o bien que el destinatario del mensaje no es la opinión pública murciana en general sino unos poderes económicos pendientes de asimilar la catarsis necesaria y espontánea de un modelo económico irracional, inviable e insostenible, después de doce años demostrando todos sus muñidores el más clásico y heterodoxo principio de Peter.

La derecha sociológica murciana se merece algo mejor que una oferta de almoneda escenificada con dos caras relativamente nuevas y una tercera de repetición. El ex rector Ballesta está muy visto y medido con poder.Tampoco es nada nuevo digno de observar con cierto optimismo. Y en cuanto al fiscal Campos, parece lo más potable de cuanto se pone a la consideración del electorado pero todavía es un gran desconocido repleto de incógnitas. Si no me equivoco, lo más liberal-conservador de la Región terminará probando cuánto da de sí el planteamiento político-ideológico de Diego de Ramón, desde luego mucho más moderno y de centro que lo nos defrauda de Gómez Fayrén.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La renovación dentro del PP es imposible, no tienen otra receta, seguir mintiendo, piensan, es su salvación. Están con la soga al cuello.

Anónimo dijo...

Pregunten por el fiscal a los profesores de Derecho de la UCAM, no creo que les apetezca votar a su partido.

Anónimo dijo...

Si los capitostes de esta región no ven más salida politica que la del actual PP murciano para sus intereses es que estan ciegos, o en la ultraderecha corrupta. El dinero inteligente siempre fue moderado y cambiante con los tiempos.Recordemos al Principe de Salinas en el Gatopardo "Es necesario cambiar todo para que nada cambie".

Anónimo dijo...

Diego de Ramón, SI.

Anónimo dijo...

La derrota del PP resulta inminente y con total probabilidad antes del 27-Mayo, pues no hay más que hablar con sus militantes que coinciden en la mayoría de sus afirmaciones: "siempre están los mismos, no hay recambio ni opción a nuevas alternativas", "colaboramos en el programa electoral y finalmente comprobamos que nuestras propuestas no son tomadas en consideración", etc... Sí, con total probabilidad y pese a lo que publican sus marketing-encuestas realizadas por encargo del propio partido, el PP no perderá las elecciones, pues las ha perdido anticipadamente porque la desmoralización de sus militantes y la fuga de buenos profesionales de base más activos tan solo es el síntoma de un partido en "vías de liquidación".

Gómez Fayren no deja de ser una figura de la política que podría servir de base para la regeneración política interna, pero su "entrada en juego" para "apuntalar" los últimos residuos de un Valcárcel finiquitado le hacen perder credibilidad para el cambio, máxime si en las próximas semanas se ve obligado por su puesta en escena a "justificar" lo injustificable, asumiendo unas responsabilidades que no le corresponden, él mismo con su "integración" en el actual staf le hace enormemente vulnerable para liderar un cambio, una nueva alternativa interna.

Con los militantes desentusiasmados, como no puede ser de otra forma, con la única alternativa interna de cambio sosteniendo los cimientos de un Valcárcel que se cae por su propio peso y con un movimiento político independiente y de centro (tal es el caso de la Coalición Ciudadana Regional) que cada vez cuenta con más partidarios, todo hace suponer que, no ya perderán su propio electorado, sino que incluso es posible que dicho electorado les llegue a perder el respeto a todos por los escándalos que tienen delante y que ellos mismos han provocado.

Esta campaña se prevee probablemente "caliente" porque la derecha murciana ha perdido con el PP la posibilidad de expresarse institucionalmente y ya no les queda más que hacer un viaje hacia el centro, o incluso hacia la izquierda moderada que tampoco se diferencia tanto con el PP.

Respecto a Gómez Fayren, demasiado pronto para entrar en escena y demasiado tarde para liderar un cambio, aunque como es tanta la ilusión que le hace volver a la política, siempre tendrá un hueco como portavoz del grupo parlamentario popular en la Asamblea Regional, porque lo que es de Excmo. Presidente de la Comunidad, yo la verdad, como que no lo veo. Aunque eso sí, quizás su vuelta responde más a largo plazo y ello sea así, pensando en las elecciones generales del próximo año que para ello ni es demasiado tarde para liderar un cambio, ni demasiado pronto para la entrada en escena suponiendo que dado el "desmadre" que el PP viene sufriendo, podría llegar ZP y adelantar las elecciones, con lo cual el futuro PP de Fayren podría también resentirse de ello y finalmente tan solo le quedaría una opción: la de echar mano de un antiguo militante de derechas reconocido por él mismo y con una tacha indiscutible para "poner orden" en sus filas: Juan Ramón Calero.

Todo está por ver y en política todo, absolutamente todo ... es posible.