viernes, 10 de noviembre de 2006

Cajamurcia pierde, gana o no juega, ¿cómo lo sabemos?


Lo peor de estas instituciones que tienen una ligera pátina democrática es que al amparo de ésta, la realidad es que son las más desconocidas. Las Cajas de Ahorro, que disfrutan de un estatus privilegiado en el ámbito financiero, son unas de esas instituciones opacas que esconden con la habilidad y audacia del prestidigitador, las miserias (que las tiene) las actuaciones ventajistas (que las practica y se aprovecha de un halo del mal llamado “retorno social” que casi siempre oculta tras de sí actuaciones arbitrarias y muchas veces caprichosas) con las que atienden peticiones interesadas, en esa especie de cajón de sastre donde encuentra cómodo un roto y un descosido.

Pero lo que más llama la atención es que en su estructura hay una participación asamblearia de diversos agentes, políticos, de impositores, etc., que suelen manejar con bastante soltura los dirigentes de las cajas, de forma que rara vez la composición de los órganos de representación está contaminada de gentes que no estén absorbidas por la estructura directiva que asistió solicita la formación de las candidaturas, que suelen ser únicas y sin ningún resultado incierto. ¿Se imaginan ustedes que las cajas tuvieran un resultado en la composición de la Asamblea o el Consejo de Administración que fuera incierto? Les daba algo a algunos, desde luego.

Así que se repite, legislatura tras legislatura con gentes que ya tienen oficio y ¿beneficio? Con ocupar sillones que parecen hechos a su medida. Sin empacho se perpetúan y como ya tienen oficio, nada pasa, nada se sabe, nada trasciende, nada ocurre. ¿Saben ustedes algo de Cajamurcia? ¿Cómo van las inversiones que hace y los líos en los que se mete? ¿Cómo ha respondido a toda la trama ladrillera que atravesamos? ¿Cuál ha sido su papel y cuál es su situación? ¿Tiene el agua al cuello por alguna historia en la que ha metido la pata? Porque los errores los pagamos todos con el trato financiero que nos da.

¿O es que se creen ustedes que no estamos pagando los errores en las inversiones que Cajamurcia ha cometido y comete cuando se mete en tareas de inversión industrial? ¿Cuánto nos va a costar el “fallo” de Bioferma? ¿Alguien sabe lo que ha perdido Cajamurcia? ¿Cuántas Biofermas hay en danza? En estas tramas que hoy nos agobian como ciudadanos ¿hasta qué punto Cajamurcia está en la tostada y por tanto corriendo el riesgo que no valoró cuando se inició la jugada? Es posible que cualquier iniciativa de inversión tenga que pasar por la Gran Vía. ¿Quién le da privilegios a Cajamurcia para que tenga la llave de casi todas las jugadas?. Eso no sólo es atribuible a la profesionalidad, ni mucho menos, vamos, ni de broma .

¿Se podrá hacer algo en esta Región en lo que no tenga nada que ver Cajamurcia o simplemente en lo que actúe como entidad financiera que es, nada más? Si lo vemos será en el futuro, porque al día de hoy, ni de broma.

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jueves, 9 de noviembre de 2006

Sánchez Carrillo "en capilla"



El concejal del Ayuntamiento de Murcia y presidente del comité electoral regional del PP, amén de recaudador preferente, el promotor-constructor Antonio Sánchez Carrillo, podría ser el primer político murciano conducido a declarar ante la Fiscalía del TSJ por unidades especiales de la Guardia Civil, según se ha podido saber hoy de fuentes solventes de Anticorrupción.

El aludido es aquí el “hombre fuerte” de la organización como máximo responsable de elaborar todas las candidaturas electorales pero está muy mal visto en Génova 13, donde desaprueban que ahora intente optar a un escaño en la Asamblea Regional buscando la protección de ser persona aforada.

Las investigaciones en marcha, a punto de concluir, parece que lo señalan como centro, y hasta “cerebro” bis, de una trama a la que presuntamente también se vincula al conocido y reconocido letrado Carlos Valcárcel Siso, hermano del presidente de la Comunidad Autónoma y socio fijo desde hace muchos años de Sánchez Carrillo en la Promoción y Construcción de viviendas.

El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, estrechamente vinculado al exministro cartagenero Federico Trillo (de siempre su hombre de máxima confianza en esta Región), estaría informado de todos los antecedentes y se mostraría conforme, si procede, con que se cumpla la ley sin excepciones ni privilegios.

Sánchez Carrillo habría sido investigado en un principio por sus supuestas conexiones con alguno de los imputados en el “caso Malaya”, como Juan Antonio Roca o Tomás Olivo, pero a raíz de las pesquisas se habría elaborado un mapa con los alcaldes murcianos presuntamente colocados en las candidaturas con “cierto sentido” oculto, para, al parecer, facilitar negocios especulativos a terceros, personalmente por este hombre de máxima confianza política de Ramón Luis Valcárcel y ahora salpicados por indicios racionales o dudas razonables de presunta corrupción urbanística, caso de Murcia, Cartagena, Mazarrón, Águilas, San Javier, Totana, Cieza, Torre- Pacheco, Fuente Álamo, Caravaca, Mula, Aledo, Molina, Ulea, Villanueva o Alcantarilla.

El momento no resulta políticamente fácil para el propio presidente de la Comunidad Autónoma, una vez perdido todo pié en Madrid, y abandonado aquí por casi todos sus aduladores y otrora beneficiados en este difícil trance. Los negocios de personas, más que próximas, a la sombra de su poder y las evidencias de irregularidad puestas de manifiesto por ilustres especuladores al llamar a Valcárcel “inútil y cobarde”, le colocan en una situación de extrema debilidad ante su partido, la sociedad, el electorado y el propio cuerpo regional de altos funcionarios. Puede finalmente no ser el candidato del PP a San Esteban por decisión firme de su dirección nacional y ser sustituido por el cartagenero Francisco Celdrán, actual presidente del Parlamento murciano.

El concejal Sánchez Carrillo, natural de Patiño, aparece en las investigaciones como la pieza maestra de un “puzzle” político-urbanístico que lo sitúan en el centro de una trama con conexiones claras en “Lo Poyo”, “Nova Carthago”, “La Zerrichera”, “Nueva Condomina”, “Puerto Mayor” “Cooperativa Edificio Banco Exterior” o “Polaris World”, entre otras.

Según fuentes de la Benemérita, su jerarquía frente al alcalde murciano Miguel Ángel Cámara y la alcaldesa cartagenera Pilar Barreiro estaría más que probada y, su repetición por tres veces como cabezas de lista en las elecciones municipales de 1995, 1999 y 2003, así lo confirmaría.

Ambos políticos, oriolano uno y ferrolana la otra, también han sido, o están siendo todavía, investigados por Anticorrupción desde hace algunos meses, especialmente la alcaldesa de Cartagena en las últimas semanas a raíz de su cambio de actitud ante determinados macroproyectos urbanísticos en su término municipal y desarrollados siempre por “amigos” de Sánchez Carrillo.

Autoridades gubernativas de la Región ha viajado esta semana a Madrid para ser informados de los operativos policiales especiales diseñados para combatir la delincuencia de "cuello blanco" y la corrupción urbanística entre los murcianos.


lunes, 6 de noviembre de 2006

La corrupción mancha la imagen de España


La corrupción urbanística empieza a manchar la imagen de España. Transparencia Internacional, la organización no gubernamental pionera y más importante en la lucha contra la corrupción en el mundo, sitúa la acción de los ayuntamientos como el principal problema de España desde el punto de vista de la corrupción.

El informe 2006, recién publicado, parte de la base de que “el ámbito donde la corrupción es más elevada es el del nivel local de Gobierno”, sobre todo “en la costa (...) o en las inmediaciones de las grandes ciudades”. La causa de este fenómeno, según Transparencia Internacional, hay que buscarla en “la calificación del suelo urbano”, lo que ha provocado que España sea el país de la OCDE “donde el precio de la vivienda ha subido más en los últimos años”.

Transparencia Internacional recuerda un informe del Defensor del Pueblo en el que se indica que los convenios urbanísticos permiten que el titular de unos terrenos se comprometa a llevar a cabo determinadas cesiones de suelo, independientemente de lo que exige la ley, o incluso a pagar dinero, a cambio de que el municipio afectado reclasifique o aumente la edificabilidad mediante la firma del correspondiente convenio urbanístico. Esta práctica, según la citada ONG, ha hecho posible que en la actualidad “se estén generando situaciones de corrupción muy numerosas”.

En concreto, se citan nueve formas de operar:

1. Prácticamente todos los alcaldes están a favor de convenios urbanísticos como forma de conseguir ingresos.

2. La modificación de los planes es frecuente.

3. La vigilancia sobre construcciones ilegales y desviaciones del proyecto es poco intensa.

4. Las sanciones suelen consistir en multas y casi nunca en demoliciones.

5. En España hay una enorme cantidad de dinero negro que se refugia naturalmente en la construcción. Normalmente, un tercio del precio de la vivienda se paga con dinero opaco, con lo que las pérdidas para Hacienda son muy cuantiosas.

6. Se ha permitido el acaparamiento de suelo en manos privadas para generar una aparente escasez del mismo y la consiguiente subida de precios.

7. Se ha expropiado a particulares para ceder posteriormente a empresas con fines sociales, las cuales, con el suelo en su poder, lo han vendido después a precios astronómicos.

8. Se ha extendido la creación, por parte de constructores, de partidos ficticios que se presentan a elecciones locales para conseguir la concejalía de urbanismo y desde ella tomar decisiones que les favorezcan; en otras ocasiones se infiltran en los partidos tradicionales para conseguir esos mismos objetivos.

9. La corrupción urbanística se expande y no respeta institución alguna, así, donde dicha corrupción es muy importante, los juzgados han sufrido las consecuencias.

Financiación de los partidos políticos
El informe recuerda que en España, como en otros países europeos, aún está pendiente una adecuada regulación de la financiación de los partidos políticos. Y por lo tanto, hasta que se resuelve esa cuestión, “será normal que sigan surgiendo escándalos sobre sobornos y extorsiones en las obras públicas”.

La conclusión que saca Transparencia Internacional no deja lugar a dudas: “El problema de fondo no está en las actuaciones corruptas de actores individuales, sino en la corrupción institucionalizada vinculada a la obtención ilícita de fondos para los partidos. Éste es el principal cáncer y en el que el nuevo Gobierno deberá demostrar voluntad moralizadora”, concluye el documento.

El informe está firmado por el profesor Manuel Villoria, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, quien apunta que las administraciones locales, especialmente las que gobiernan los pueblos costeros, son las más vulnerables a la corrupción por su dependencia del urbanismo.

Este hecho, constatado a través de los procedimientos abiertos por la Fiscalía Anticorrupción y las sentencias del Tribunal Supremo, tiene su origen en la dependencia de los ayuntamientos de los ingresos urbanísticos.

Por esta razón, en opinión de Villoria, los alcaldes son tan proclives a firmar convenios urbanísticos. Además, la vigilancia sobre las construcciones ilegales "es poco intensa", mientras que las sanciones no tienen capacidad disuasoria "porque consisten en una multa y rara vez en la demolición".

En este contexto, Villoria cree esencial que los dos partidos mayoritarios alcancen un acuerdo de financiación municipal para cortar esta dependencia de los ingresos urbanísticos. También entiende imprescindible que se endurezca la ley de incompatibilidades para prohibir taxativamente que un constructor o un empresario que contrate con las administraciones sea alcalde.

En el informe se pone de manifiesto que aproximadamente el 30% del precio de las casas en España se paga con dinero negro, un dato que, a juicio de Villoria, no pasa desapercibido en Hacienda. En su opinión para poner freno a esta práctica sería necesario actualizar el catastro e investigar todas aquellas ventas que se produzcan formalmente por debajo de los precios establecidos.

En el informe se pone de relieve cómo la corrupción va vinculada a la inestabilidad política y a la aparición de partidos independientes con fuerte dependencia de grupos inmobiliarios, aunque también destaca que los partidos tradicionales se ven asaltados por militantes que responden a intereses ajenos al político.

Villoria sospecha que los sucesivos gobiernos realmente no ponen en marcha las medidas precisas para impedir la corrupción vinculada al urbanismo porque "la construcción representa un porcentaje importante del Producto Interior Bruto (PIB) y es difícil, por tanto, que se tomen medidas drásticas que se sabe que penalizarían una actividad clave".

Este panorama se cierra, según resalta el estudio de Transparencia Internacional, con la corrupción judicial. "La corrupción urbanística se expande y no respeta institución alguna. Así, donde es muy importante, los juzgados han sufrido las consecuencias", sentencia. Villoria precisa, además, que la judicatura española es una de las que peor imagen, "sino la peor", transmiten en Europa. "En teoría los jueces se autocontrolan, pero no lo hacen y muestran gran corporativismo".

Para Villoria 'negocios y política cada vez van más unidos' y destaca el sector de la construcción en España como 'el más peligroso para la ética empresarial, influye en el blanqueo de capitales de los grupos criminales, se conecta con la corrupción política de los ayuntamientos y con la financiación de los partidos políticos'.

Ya en su informe de 2005, TI decía que la retención de bolsas de suelo en el entorno de las ciudades más pobladas y con mayor densidad, a la espera de recalificaciones, viene a ser el denominador común de unas prácticas que sitúan a España entre los países más corruptos de la UE por obra y gracia del fraude inmobiliario. De acuerdo con esta organización, se trata de los lodos que arrastran las aguas de un sistema de ingresos “preconstitucional” de los ayuntamientos y las corporaciones locales en España. Según este análisis, la exigencia de que los promotores cedan hasta un 10% de los terrenos a la Administración local sin que se especifique en qué condiciones se ha convertido en “un impuesto revolucionario” que genera “irregularidades y desigualdades”, ya que favorece a los grandes constructores y propietarios.

El Gobierno planea ahora aumentar la cesión de suelo obligatoria a los ayuntamientos, lo que, de acuerdo con el análisis de este organismo fiscalizador, se traducirá en mayores riesgos de prácticas corruptas. Gran desproporción entre el peso del sector público y el privado. Pero siempre hay más recursos al alcance de los ayuntamientos. Los planes parciales son, a juicio de muchos, el parche idóneo para retocar a la medida la estructura urbana de una ciudad sin tener que llegar al meollo de unos planes generales que, en muchos casos, datan de los ochenta. Sobre ese escenario, con políticas de remiendos, es donde muchos promotores entran en acción. Éstos son sólo dos botones de muestra de un sector que ni se inmuta ante los planes del Ejecutivo de liberar suelo público para promover hasta 28.000 pisos protegidos al año.

El contraste de otros dos datos sirve para ilustrar grandes desequilibrios: durante el último año, auspiciado por el Plan de Vivienda (se ejecuta exista ministerio del ramo o no), se ha aprobado la construcción de algo más de 51.400 viviendas protegidas para su venta. Mientras, en el mercado libre se han empezado a levantar más de 650.000. El 51% de la inversión extranjera en España, destinada a inmuebles. Mucho tiene que ver en todo esto ese urbanismo a toda costa del sol y playa que ha convertido la costa mediterránea en la más amenazada por un boom sin precedentes. ¿Las causas? Pues, entre otras, una de peso. Y es que la compra de inmuebles copa ya el 51% de la inversión extranjera en España.

Según datos de Caixa Catalunya, en el año 2000 las adquisiciones de pisos por no residentes representaban tan sólo un tímido 9% del total. Es esta tendencia lo que marca un inédito furor urbanístico en la costa mediterránea y que se salda, por ejemplo, con una previsión para levantar hasta medio millón de viviendas en Murcia y Almería. Pero estos planes se dan de bruces con la tozuda realidad que muestra la Confederación Hidrográfica del Segura. En esta cuenca, según Medio Ambiente, no hay un litro de agua para el desarrollo urbanístico de hasta un total de 23 municipios. Pero si la urbanización del litoral mediterráneo se encuentra en el dique seco, no es menor el auge que están experimentando las zonas costeras del norte peninsular. Sólo en la comunidad gallega está previsto construir más pisos que en toda la Costa del Sol.

Un total de 76 municipios costeros están revisando sus planes generales para aumentar la edificabilidad y abrir hueco urbanístico a nada menos que 600.000 nuevas viviendas. Otro tanto sucede en Asturias y Cantabria, mientras que en el centro, en comunidades como Madrid, es tal la presión urbanística que son los municipos del área metropolitana los que desde hace años albergan a auténticos magnates del suelo. La nómina vuelve a ser tan reducida como heterogénea la procedencia de estos empresarios, algunos originarios del mundo del fútbol; otros, antiguos concejales, como sucede en Getafe. Sus negocios se suman a las grandes del sector (ACS, Acciona, Fadesa, Ferrovial, Obrascón, con grandes bolsas) que, además, ven ahora en las filiales de las cajas de ahorros a un nuevo competidor.

miércoles, 1 de noviembre de 2006

La vuelta de Javier Guillamón a Murcia


El actual vicepresidente murciano de la CAM, Javier Guillamón Álvarez, cesará en breve tras las negociaciones entre el PP y el PSPV-PSOE para cubrir los puestos vacantes en el consejo de administración de la entidad a comienzos de 2007. Ni en Valencia ni en Murcia tiene suficientes apoyos ahora como para mantenerse en el puesto. Su vuelta a casa como docente e investigador universitario no tiene retorno.

El vicepresidente alicantino, Armando Sala, muy relacionado con el sospechoso sector de la promoción inmobiliaria, tampoco repetirá ante su insensibilidad manifiesta con la Obra Social y sus peligrosas amistades, conservadas en su calidad de viejo aparejador. Su antigua relación personal con Zaplana también ha servido para descartar desde Valencia su continuidad. Un alicantino en la órbita de Camps será ahora su sustituto.

En total, el catedrático de Historia de la UMU ha estado casi una década en su actual cargo gracias al apoyo político recibido en su día de los diputados y ex ministros de Aznar, Federico Trillo y Eduardo Zaplana, y por la fuerte aportación previa de su suegro, el especulador Miguel Vivancos, a los recursos ajenos de la CAM. Sin embargo, su aportación intelectual a la actividad ordinaria ha sido casi nula y errática las más de las veces por su desconocimiento del negocio bancario y por no dar nunca la talla en la concepción de la actividad cultural.

Su fuerte concurso político, además, en el espinoso asunto de “Nova Cartago”, junto al Mar Menor, que ha enredado a la CAM en una investigación sobre presunta corrupción urbanística, ha terminado de una con Guillamón, quien también llegó a ser presidente de la cuestionada empresa promotora-inmobiliaria “Hansa Urbana”, hoy con polémica presencia en Mazarrón. Los sindicatos presentes en la entidad tampoco han aprobado nunca sus fuertes gastos en dietas y viajes, a cargo de la partida de representación, pagados finalmente por todos los impositores. Su imagen interna ha terminado siendo desastrosa.

El actual presidente de la Generalidad, Francisco Camps, del PP, no piensa ahora, pues, en Guillamón para mantenerlo como consejero elegido por las Cortes Valencianas y, por tanto, al no ser tampoco, por falta de confianza política, el candidato de Ramón Luis Valcárcel, ha de salir y dejar paso a otro de consenso esta vez, que muy bien pudiera ser en enero uno de los actuales consejeros del gobierno autónomo o persona muy próxima (como su hermano Carlos, el verdadero“cerebro” de la familia) en lugar del empresario Ángel Martínez, tal como se deseaba en 2003. (Sus relaciones con el Presidente están muy deterioradas por la libertad de crítica que ejerce el ex dirigente de la UCD murciana y su enorme pérdida de peso en un PP regional controlado “de facto” por el concejal y también íntimo amigo, Antonio Sánchez Carrillo).

La manejada candidatura del ex consejero Patricio Valverde, aparte de estar fuera de tiempo, resulta ya prácticamente inviable ante las investigaciones policiales sobre el fuerte incremento experimentado por su patrimonio en 300 millones de pesetas, valor de tasación de su actual residencia en la exclusiva urbanización “Monte Príncipe”, junto a “Altorreal”, construida por el cuestionado empresario cartagenero Alfonso García, quien antes recibió cuantiosas subvenciones del INFO para el parque eólico de La Unión cuando Valverde era director general o consejero de Industria e Innovación. Su parentesco con Egea Krauel hace también desconfiar en la sede central de la CAM en Alicante.

Durante la permanencia de Guillamón en la CAM, sus enfrentamientos frecuentes con el presidente y potentado Vicente Sala (nombrado en su día por los socialistas de Juan Lerma) y el vicepresidente valenciano, Gil Terrón, han sido el denominador común y el más notable balance del murciano en las reuniones del Consejo, que él siempre iniciaba con divagaciones para luego nunca concretar nada tras exasperar al presidente Sala. Sus relaciones con "Polaris World" tampoco eran bien vistas.

Ariete de Zaplana contra esa Presidencia y su principal valedor para conseguir los arriesgados créditos a “Terra Mítica”, Guillamón se ha “quemado” en su misión institucional para Madrid, Murcia y Vega Baja del Segura, precisamente por ser agente del hoy muy cuestionado cartagenero más que hombre en la CAM del otro asesor de Aznar en La Moncloa, el vallisoletano Carlos Aragonés, hoy en la órbita de Rajoy, en excedencia registrador de la Propiedad en Santa Pola. ¿Irá ahora su colega y sustituto Riquelme, también de consejero a la CAM?

Las relaciones nada discretas de Guillamón con la extrema derecha mediática de Alicante y sus extrañas alianzas con felones dentro de la nómina de la CAM para preparar la conjura de Zaplana contra el ex director general, Juan Antonio Gisbert, socialista, pronto le valieron la desconfianza de círculos económicos alicantinos históricamente relacionados con la entidad. El paso de Guillamón por Alicante le ha proporcionado numerosos detractores, entre quienes le han conocido personalmente, por mantener una postura demasiado identificada públicamente con sus dos mentores políticos de fuera. Para el empresariado clásico ha resultado ser un fiasco.

En su década prodigiosa, este catedrático nacido en la Ronda de Garay, en el seno de una conocida familia murciana (es hermano del decano del colegio de Ingenieros de Caminos, Juan Guillamón), tampoco supo granjearse las simpatías de los círculos económicos de la Región mientras la CAM ha seguido cediendo cuota de mercado en Murcia a favor de otras cajas, entre ellas “Cajamar” por ser la que más ha crecido a su costa. (En Alicante siempre lo consideraron como un infiltrado de “Cajamurcia” en la CAM por su vieja amistad y proximidad con su eterno director general, Carlos Egea).