MADRID.- El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ha
asegurado que el consejo del grupo "apartó de su responsabilidad" al
expresidente Luis del Rivero en octubre de 2011 ante las "graves
consecuencias" que podía acarrear la "insostenible estrategia" que
mantenía para refinanciar los casi 5.000 millones de euros de deuda
asociada a la participación del 20% que tenía en Repsol.
Según indicó, el expresidente no facilitaba al consejo de Sacyr
información sobre el proceso, presentó "de forma sorpresiva" el acuerdo
de sindicación con Pemex, "concitó la oposición de las entidades
financieras e insistió en refinanciar todo el préstamo cuando los bancos
indicaban que era imposible".
El nuevo presidente argumentó que todo ello fue "agravando y
complicando" el proceso y suscitando "cada vez más quejas de un mayor
número de consejeros del grupo".
Manrique dedicó parte de su primer discurso como presidente ante
la junta de Sacyr a detallar el proceso y las causas que concluyeron en
la destitución del murciano Del Rivero como presidente y en la venta de la mitad
(un 10%) de la participación que la empresa tenía en la petrolera.
En la asamblea estuvo presente el hijo del expresidente. Luis del
Rivero hijo, que no intervino en la junta, indicó que
había acudido "a título personal", en virtud del paquete de 8.000
títulos que tiene del grupo.
De su lado, en su intervención, el nuevo presidente defendió la
venta de acciones de Repsol como "necesaria e inevitable". "Se realizó
en las mejores condiciones posibles, dadas las circunstancias, y permite
a Sacyr afrontar el futuro con garantías", aseveró.
Asimismo, Manrique garantizó que "ahora, el consejo de Sacyr está
en unidad, entendimiento y cohesión, volcado en el desarrollo de los
negocios tradicionales de la compañía".
El presidente indicó que la actual estrategia de Sacyr en Repsol
pasa por "contribuir al fortalecimiento del balance" del grupo
constructor.
"Para ello, nos mantenemos como un socio leal, apoyaremos al
consejo y una adecuada política de retribución al accionista", indicó,
pese a asegurar que el actual y previsto dividendo de Repsol permite a
Sacyr "atender con holgura el servicio de la deuda de unos 2.400
millones de euros, el 27% del total de 8.820 millones que sumaba a
cierre del pasado mes de marzo.
En cuanto a lo acontecido en Sacyr en 2011, Manrique relató que la
"falta de información clara y documental de Del Rivero sobre el proceso
de refinanciación de la deuda iniciado a comienzos de año empezó a
producir quejas cada vez más relevantes por cada vez mayor número de
consejeros del grupo.
"Ante las insistentes peticiones de información de los consejeros
sobre el proceso de reestructuración de la deuda vinculada a Repsol, Del
Rivero contestaba con evasivas y posponiendo las soluciones", apuntó.
"Según pasan los meses, la falta de información agrava la
situación cuando la refinanciación es cada vez más urgente (el préstamo
vencía el 21 de diciembre de 2011), dadas además las circunstancias
económicas y del mercado", añadió.
"En tanto, en una reunión extraordinaria del consejo de
administración celebrada en agosto presentó de forma sorpresiva un
acuerdo con Pemex para sindicar acciones de Repsol que, según dijo el
entonces presidente, facilitaría la refinanciación de deuda", relató
Manrique.
"Los hechos posteriores demostraron que no fue así, sino todo lo
contrario", añadió. "Desde el acuerdo con Pemex hasta la destitución de
Del Rivero, no sólo no se avanzó en la refinanciación, sino que se
concitó la oposición de las entidades financieras", indicó mientras que,
en tanto, "las quejas de los consejeros seguían creciendo".
"Pese a todo ello, el presidente persistió en su actitud de
refinanciar todo el préstamo de casi 5.000 millones de euros aunque las
entidades financieras ya indicaron en septiembre que era muy difícil por
no decir imposible", prosiguió.
"Como consecuencia de todo ello, en octubre de 2011, en el
ejercicio de su responsabilidad, ante las graves consecuencias que
podría acarrear esta estrategia insostenible, el consejo de Sacyr
decidió separar al presidente de sus funciones", explicó.
Según argumentó Manrique ante la junta, esta decisión fue
"necesaria para cambiar la estrategia y lograr refinanciar la deuda,
aunque fuera de forma parcial". En este punto, detalló que entonces las
entidades y sus asesores aconsejaron a Sacyr refinanciar parte del
crédito y vender parte de la participación en Repsol.
"La compañía y el consejo realizaron entonces todos los esfuerzos
para cerrar la venta del 10% de Repsol, aún conscientes de la falta de
tiempo de una venta de esta envergadura", continuó. "Con todo, se
alcanzó un acuerdo con la petrolera para venderle dicha participación y
refinanciar 'in extremis' el importe restante", concluyó.