martes, 28 de noviembre de 2017

Guerra entre constructoras por el Plan de Carreteras de 5.000 millones

MADRID.- El Plan de Carreteras que el Gobierno ha pre­su­pues­tado en unos 5.000 mi­llones de euros está te­niendo cada día más de­trac­tores por sus re­trasos en ver la luz y por los te­mores que sean sólo las grandes cons­truc­toras las que se be­ne­fi­cien del mismo. Primero, han sido las pe­queñas em­presas las que hacen pre­sa­giar tales riesgos y, ahora ha sido el PSOE quien ha puesto en solfa al Ministerio de Fomento, según Capital Madrid

El PIC (Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras) no ha arrancado aún desde que se aprobó en julio pasado y, cada vez son más las partes críticas que están surgiendo, no solo por el retraso que está sufriendo -aún no se han clarificado muchos puntos sobre las condiciones-, sino por las suspicacias que se han creado sobre las grandes empresas.
Los socialistas han denunciado que “parece planificado por la patronal de la construcción Seopan”, al considerar que, serán las constructoras más potentes como ACS, Acciona, Ferrovial, OHL, Sacyr y FCC, entre otras, las que se llevarán los grandes proyectos, y en cambio, las pequeñas no recibirán ni las migajas. 
El portavoz de Fomento del PSOE en el Congreso, César Ramos, ha criticado que, con el modelo que se ha establecido de financiación público-privada, serán las empresas más potentes quienes accederán más fácilmente a este tipo de financiación.
Hay que recordar que, el PIC por el que se prevén construir o recuperar unos 2.000 kilómetros de tramos de la red estatal de carreteras será financiado en un 20% con inversión procedente de las constructoras y el 80% restante con fondos procedentes del Plan Juncker y del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Pago por finalidad
El sistema de financiación que se quiere aplicar es el de pago por finalidad. Con esta fórmula, el constructor recupera la inversión realizada en las obras -se prevé un periodo de 30 años-, a través de un canon anual firmado con la Administración en función del tráfico que registre y el estado de conservación de la infraestructura. El Gobierno estima que el presupuesto podría alcanzar los 350 millones de euros al año.
El Ministerio de Fomento lleva ultimando desde la vuelta del verano lo que se conoce como el nuevo Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC) pero, por varias razones -incluso por problemas con Hacienda- no acaba de ver la luz definitiva. El equipo de Íñigo de la Serna está discutiéndolo con el sector y con la patronal Seopan que preside Julián Núñez. En las discusiones, está participando también la patronal de medianas constructoras Anci.

Las constructoras andaluzas se ven fuera
El Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obras Públicas (Ceacop) ha sido uno de los grupos más críticos y quien, hasta ahora, más ha atacado al Ministerio de Fomento. Su presidenta, Ana Chocano, ha señalado que el nuevo Plan de Carreteras “deja fuera a gran parte de las constructoras e ingenierías andaluzas, que no podrán optar a un solo euro de los 5.000 millones con que está dotado el plan”.
La presidenta de Ceacop advierte en este sentido de que “el plan va en contra de la recién aprobada Ley de Contratos del Sector Público, un desarrollo que impone como obligación facilitar la contratación de las pymes, amentando así la libre concurrencia empresarial mediante la división en lote de los contratos”.
En su opinión, la fórmula que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha planteado “deja completamente fuera a las pequeñas empresas” y “entrega todos los proyectos a los grandes grupos constructores”. Por ese motivo, la Ceacop han anunciado que instará al Tribunal de Defensa de la Competencia para que vigile la adjudicación de los mismos.

Exigencias de Bruselas
El problema que pueden tener las pequeñas constructoras a la hora de presentarse a estos concursos es que, al tener los proyectos financiación del Plan Juncker y del BEI, la Comisión Europea pone como condición que deben ser obras de gran capacidad. Por ese motivo, en un principio, deben ir encabezadas por grandes empresas. Otra cuestión es que, posteriormente, las pequeñas constructoras participen indirectamente.
El portavoz de Fomento del PP en el Congreso, Miguel Barrachina, ha respondido al portavoz del PSOE, César Ramos, que en los grandes proyectos “no solo pueden estar estas empresas sino que van a entrar”, pues ha asegurado que la nueva Ley de Contratos del Sector Público “permite que entren pequeñas empresas”. Barrachina ha afirmado además que, desde el Ministerio de Fomento, “se está hablando con todas las asociaciones representativas del sector”.
Por otro lado, Fomento se ha comprometido a lanzar antes de que finalice 2017 el primer contrato del plan. Tal y como denunció hace tiempo Capitalmadrid, el Gobierno aprobó en julio pasado el plan de construcción y mejora de carreteras por valor de 5.000 millones de euros y todavía no se ha configurado ninguna licitación ni determinado el número de bancos que están dispuestos a financiar parte de los proyectos.
De la Serna ha vuelto a reiterar ese compromiso pero, a falta de poco más de un mes, sigue sin ver la luz ese primer contrato. Será en 2018 y 2019 cuando saldrán a concurso los 20 proyectos que abarca el citado plan. Las obras tendrán un presupuesto mínimo de 100 millones de euros.

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