Puntos de fricción / Mateo Peñaranda

Cuando las barbas de Matas veas pelar... Valcárcel ponte a temblar

Las investigaciones de la corrupción del PP balear han llegado a Mazarrón como las del Levante almeriense han llegado hasta Águilas. La Región de Murcia sigue en el centro de mira de la Policía y los fiscales anticorrupción en espera de la añorada señal de 'Ahora, adelante'... cualquier lunes o martes de primavera.

Tanto es así, que el representante de una organización de la sociedad civil murciana, desalentado tras tanta denuncia de supuesta corrupción más que evidente y sin respuesta aparente, ha recibido de la instancia competente la respuesta de 'Todo a su tiempo mi querido amigo', dirigiéndose a alguien que ya no confía ni en este delegado del Gobierno y solo algo más en el anterior a la vista de tan escasos resultados para tanta sinvergonzonería desatada y sin control.

Otros murcianos de bien aseguraban desde el otoño que para marzo Valcárcel se vería mucho peor que Matas pero esta es la hora de que, aparentemente, aquí no se mueve una hoja mientras nuestra corrupción institucional se jacta en privado de tener bien amarrada a la Justicia murciana, aún sin haber logrado asumir sus competencias por la resistencia del Estado de ponerlas en manos de un político tan dudoso como nuestro presidente, también observado desde Bruselas hace más de un año por cuenta de la OLAF a instancia de parte.

Lo que pasa, me dicen aqui en Madrid, es que las investigaciones no se centran solo en el entorno de San Esteban sino que tienen su hijuela cartagenera con fuerte dosis de corrupción urbanística supuesta y que vienen muy alentadas desde Murcia por dos abogados incansables en su lucha contra el crimen organizado de guante blanco: De Ramón y Mazón, dos perlas de muy diferente extracción pero con el objetivo común de poner entre rejas a los bribones que se ríen de los ciudadanos con total impunidad hasta la fecha.

La perseverancia de ambos en denunciar el abuso del poder, desde la perspectiva correctora del Estado de derecho, es lo que viene haciendo que los obligados a actuar no se duerman o se paren desbordados por otras corrupciones en otros confines. Atentos a sus movimientos y logros, aparentemente pequeños, porque la cosecha de ambos no está cayendo en saco roto y más pronto que tarde el supuesto honorable quedará convertido en el villano que es y siempre ha sido.

Mientras un caos laboral se apodera de nuestro aparato productivo, más del 40% de nuestros jóvenes abandonan sin acabar la Secundaria, La Caixa pinta para Murcia un panorama más que desolador y que obligará a emigrar, nuestra clase dirigente, apestada en el resto de España (nadie quiere fusiones con Cajamurcia y desde el PP de Alicante (no el PSOE de Toledo) nos señalan como quienes riegan campos de golf con agua del trasvase Tajo-Segura) hay quien se lo está llevando crudo tomándonos por tontos al resto de los murcianos.

¿Cómo explica el consejero Cerdá todo el dinero público dado al magnate cartagenero Alfonso García, el consejero Cruz al tal Carabantes (sucesor de Trinitario Casanova) o al intermediario de la Paramount, en Dubai; el INFO de Valverde y Sardina a Polaris (lista de papeles y en su recta final concursal), el consejero Sotoca a Miguel del Toro o la consejera García a Aeropuerto de Murcia S.A. (si es que puede finalmente), cuando la crisis se apodera de la Región por un caos laboral?

El presidente de nuestro Parlamento, como su colega balear, y nuestro presidente de la Comunidad Autónoma, como su ex par de las islas, no pueden ser ajenos, en absoluto, a tal estado de saqueo y es de suponer que comiencen a temblar ante el giro de la Judicatura ante semejante burla del sistema y el maltrato institucional al común de los mortales. Europa no puede tolerar una España arruinada por la rapiña desde el poder y es la que está exigiendo la depuración que ya notamos en Valencia, Baleares, Cataluña o Madrid.

Es de verdadero escándalo que se siga dando dinero público - ahora tan escaso para tanta necesidad- a murcianos que se van a Marruecos a cultivar un tomate que compite con el de Mazarrón y Águilas en los mercados europeos. O a las empresas del ladrillo, que han traído la pobreza a una quinta parte de los murcianos sino más.

Tampoco se entiende bien que un quebrado Servicio Murciano de Salud quede al albur de una empresa dirigida por otro político instalado sobre fundadas sospechas de corrupción aunque no sea el único.

Este mes hay quien se ha preguntado en este blog si el defensor del pueblo murciano, Ruíz Abellán, puede presentar factura de la boda de su hija en un hotel de 'Polaris' y si el ex consejero y ex director del INFO, Patricio Valverde, puede hacer lo propio con la de los muebles de su nueva casa de 'Monte Príncipe' .

Que algún ciudadano se plantee estas cuestiones en voz alta significa que el armazón está podrido y lo percibe aquel observador de la realidad circundante.

Y sirva el final para dejar patente el comportamiento del tándem Saura-Tovar con el ex delegado del Gobierno, Ángel González, desde que lo consiguieron echar del cargo.

El catedrático fallecido es cierto que, en ocasiones, se reportaba a quien políticamente no debía pero sí se debía en virtud de su biografía. Nada que no haga el actual y hasta el mismo Saura sin la más mínima consideración a Zapatero; por cierto, a quienes los amigos del presidente de la Confederación, Zorita, han llamado por las calles 'Hijo de puta' sin que nadie de 'los suyos' le defienda.

Pero me consta que Zapatero tiene tomada buena nota de todo y sabe también qué entidad de ahorro financió los autobuses para que los regantes-agitadores murcianos hiciesen bulto en Valencia para complacencia del cuestionado señor Camps, el amigo de Valcárcel para la estrategia hídrica, y los tres en raya si añadimos a Jaume Matas y las investigaciones de los grupos especializados de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Hay tema... y esperanza. Sin duda.