Antonio Pita, director territorial de 'Cajamar': "Tengo miedo al miedo y mucho respeto al paro"

MURCIA.- Antonio Pita Reyes, casado con ciezana, llegó a Murcia para dirigir la entonces Caja Rural, luego pasó brevemente por Cajamurcia y, enseguida, Cajamar se fijó en él para su gran expansión en la Región de Murcia. Mañana martes este gallego de Ortigueira, que preside el Centro Gallego, se jubila del cargo de director territorial de su entidad aunque no se marchará previsiblemente de Murcia tras haber echado fuertes raíces familiares, cosechado muchos amigos de verdad y enamorado de La Manga. 'El Faro' le ha hecho la siguiente entrevista, donde Pita, una vez más, ejerce de gallego precisamente porque se queda aquí y no puede decir todo lo que piensa.

¿Las cajas tienen buen futuro?
–Para mí todo. Han tenido pasado, tienen un presente extraordinario y tienen un gran futuro. Las cajas están muy cercanas a las economías familiares, a las pequeñas y medianas, a los autónomos y al profesional liberal. Gracias a las cajas, el ciudadano ha conseguido, entre otros, productos como las viviendas de protección oficial.

–¿Ahora toca fusiones?
–No creo que el futuro de las cajas tenga que pasar obligatoriamente por las fusiones para sobrevivir. Una caja pequeña puede seguir perfectamente con su estructura si hace sus cosas bien y fusiones no creo que se vayan a producir tantas. Hemos creado un factor psicológico que es importante que hace que la realidad sea diferente. A mí me preocupa ahora mucho el miedo al miedo.

–¿Qué culpa han tenido las entidades financieras en la crisis?
–Han confluido en esta crisis mundial muchos factores y uno de ellos ha sido el sector financiero, pero echar la culpa de todo al sector financiero no es correcto.

–¿Cuáles son los otros desencadenantes?
–El desencadenante se produjo mucho antes, en el momento en que todos hemos desequilibrado el sistema. La cultura del ahorro, que nos habían transmitido nuestros padres, se había perdido hace tiempo. Todos deseamos tener el mejor coche posible, el mejor nivel de vida y la mejor casa. El ahorro baja y la inversión sube con los tipos de interés bajo. Llega un momento en que desequilibramos los recursos para la inversión y tenemos que recurrir a otras latitudes donde existe más ahorro y menos inversión.

–Y llegan las hipotecas basura.
–El fenómeno de los activos tóxicos se produce en Estados Unidos, ya que los títulos que el sector español ha colocado en operaciones hipotecarias eran buenos. El miedo de los mercados mayoristas provoca un cierre del grifo a pesar de que nosotros hacíamos bien los deberes.

–¿Reestructuración e intervención en las entidades financieras?
–Si una entidad financiera tiene problemas hay que atacarlos con rotundidad. No se puede intentar paliar problemas porque lo que crea es incertidumbre y desconfianza entre el ciudadano. Habrá que garantizar los derechos de los depositantes y ahorradores. Que la solución pueda ser integrarla en otra es una posibilidad, o que su red de oficinas se integre en otros temas y la titularidad se disuelva.

–El problema más grave de Murcia son los 140.000 parados.
–Tengo miedo al miedo en esta crisis y mucho respeto al paro, y muchas veces el paro es producto del miedo. Estamos en un círculo vicioso. En estos momentos también se ha reducido mucho el consumo, y se está produciendo en matrimonios donde los dos son funcionarios. Consumir es bueno, como fomentar el ahorro, y si no se controla eso, el paro seguirá creciendo y en esta Región tiene un peso muy importante el sector servicios. Hay que ser más competitivos y recuperar la productividad.

–¿En el modelo económico de la bonanza primó más al ladrillo que el tomate?
–Nosotros, como caja rural, hemos invertido más en la agricultura. Los que dijeron que la agricultura no tenía futuro en esta Región estaban muy equivocados. Pero también por el clima tenemos unas condiciones muy ventajosas para fomentar el turismo dentro de un desarrollo económico sostenible.

–Y ahora la agricultura aguanta el tirón.
–La agricultura ha estado aquí en crisis permanente y por ello se ha tenido que readaptar de forma permanente para ganar en competitividad, produciendo más y mejor a menor coste. Y es una agricultura casi nada subvencionada, que ha tenido que echarle mucha imaginación para competir en toda Europa. ¿Por qué no hacemos con otros sectores lo mismo?

–¿Y el ladrillo?
–Nosotros sólo hemos trabajado con pequeños promotores, pero el tema es que se vendía todo. Estaban los ingleses de la tercera edad que vendían su casa en Inglaterra para adquirir otra en el Sureste español y disfrutan de las ventajas del cambio en sus pensiones. Por otro lado están los más de cien mil censados en la Seguridad y Social, muchos estabilizados laboralmente con su familia, que necesitaban una vivienda. Se vendía todo y en este contexto había que construir más. Y también el factor de vivienda como inversión. Pero todo eso se ha ido abajo y ahora la espiral es a la inversa y tenemos exceso de viviendas, porque hay mucho vendedor y poco comprador. También es verdad que la escalada del precio del suelo fue un factor determinante.

–¿Hay riesgos de deflación?
–Ese riesgo siempre existe, pero lo que tenemos que hacer es hablar menos de la crisis y dar confianza, ayudar a que el tejido productivo sea competitivo. Parar con la sangría del paro y empezar a incorporar a los parados al trabajo. Y creo que la Región de Murcia está en unas condiciones muy ventajosas para salir de la crisis económica, pero para ello debemos contribuir todos. Hay que hablar menos y hacer más, porque con tantas palabras lo que hacemos es aumentar la psicosis del miedo al miedo. Hay que ser positivistas. Como no consigamos que la ciudadanía y que los empresarios recuperen la confianza tendremos crisis para largo.

–El agua es otro factor determinante para el desarrollo.
–Hace años decidí que cuando me jubilara me vendría a vivir a Murcia, y en eso no influyó mi mujer, que es de Cieza. A finales de los cincuenta estando en Mallorca los murcianos iban a trabajar allí en la construcción. Esto era un erial y la valoración de una gota del agua la aprendí de los murcianos. La España húmeda tiene que abastecer a la seca con interconexión de cuencas. Pero se impone la sinrazón, la demagogia empieza a funcionar. En Murcia, como nos corten el trasvase Tajo-Segura, volvemos otra vez a la emigración y a la despoblación. Sin agua no tendremos agricultura, ni industria, ni turismo.

–El Estatuto castellano-manchego marca fecha de caducidad.
–Y eso me da miedo.

–¿No se ha polítizado mucho el agua?
–Posiblemente se haya politizado mucho y posiblemente hasta vamos a tener que traer agua del Ródano, porque aquello ya es Francia. El agua no es un tema de las autonomías, es un tema de Estado. En esta Región necesitamos agua por un tubo, porque si nos llegara de arriba porque lloviera continuamente, el clima sería distinto y no tendríamos ni una agricultura ni un turismo competitivo.

–¿Si alguien tiene unos ahorrillos, qué le recomienda que haga?
–Ponerlos a plazo fijo, porque es lo más rentable y lo más seguro.