El cónsul español en Montevideo, muerto anoche, visitó Lorca hace poco tiempo

MADRID/LORCA.- El Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha confirmado ya el fallecimiento anoche del Cónsul General de España en Montevideo, el granadino Juan María López- Aguilar y Pérez-Griffo, de 62 años, después de que su coche particular cayese al Río de la Plata en el puerto de la capital uruguaya, de forma aparentemente intencionada aunque por el momento no se descarta ninguna otra hipótesis. Buzos de la Armada de Uruguay acudieron de inmediato al rescate.

El dilomático español había visitado Lorca en varias ocasiones durante los últimos años por su estrecha amistad con el embajador Sanz-Pastor, quien le invitaba a su finca de San Julián, en la pedanía de La Hoya, casi siempre con motivo de las vacaciones de Semana Santa, más en la época en que el ahora malogrado cónsul estaba destinado en Mauritania o en la OCDE, en París.

Al parecer, el suceso se produjo a primeras horas de la tarde, cuando el diplomático se acercó con su vehículo a un grupo de personas que pescaban en las ahora frías aguas del puerto de Montevideo, en el centro de la ciudad donde López-Aguilar se encontraba destinado desde hace cuatro años.

Según el relato aportado más tarde por testigos a las autoridades portuarias, el 'Mercedes Benz' del diplomático llegó al puerto a media tarde. La presencia del cónsul en la terminal marítima no llamó la atención, ya que es habitual que él mismo o empleados consulares concurran al puerto por asuntos oficiales.

Según el relato de estos pescadores, el diplomático se detuvo con su vehículo cerca de ellos y , sin descender del automóvil, les preguntó por la profundidad del agua en esa zona de la ribera. Cuando los pescadores le respondieron que el agua era muy profunda, el hombre, tras caminar por la zona, rompió la luna trasera del coche, un 'Mercedes Benz' con matrícula diplomática, y enfiló directamente al fondo del Río de la Plata. Segundos después desaparecía de la superficie.

Los testigos presenciales, estos pescadores y personal portuario, vieron con sorpresa, y declararon más tarde, que López Aguilar era el único ocupante de ese vehículo que cayó poco después de las 16:00 hora local (21:00 hora peninsular en España) en un muelle del puerto de Montevideo donde atraca el ferry que conecta con Buenos Aires. El coche estaba aparcado a pocos metros cuando el cónsul rompió la luna trasera y aceleró con el vehículo hacia la superficie del agua.

Como consecuencia de la caída, el coche desapareció en pocos segundos bajo la superficie del Río de la Plata. A su llegada, casi de inmediato, los efectivos de rescate de la Armada Nacional comprobaron que López Aguilar se encontraba ya sin vida. Llevaba la documentación consigo y fue plenamente identificado. 

Se rescató el cuerpo primero, mientras que el automóvil fue hallado a 30 metros del muelle y a seis metros de profundidad, y era sacado del agua con una grúa sobre las nueve de la noche (02.00 de la madrugada en España).

La Prefectura Naval Uruguaya investiga ahora la muerte del Cónsul General de España en Montevideo, luego de permanecer un rato en el interior del vehículo, a solas como había llegado, bajar las ventanillas, encender el motor y acelerar hacia el borde del muelle.

Los investigadores de la Armada y el juez encargado del caso esperan el resultado de las pruebas que realicen los forenses, quienes determinarán con exactitud las causas del fallecimiento. No obstante, y según los primeros indicios, las autoridades locales apuntan al suicidio como principal hipótesis en base a los testimonios de testigos directos.

Según contaron algunos pescadores que estaban en el lugar -en el muelle A- a un costado de la empresa Buquebus, el hombre arribó en su coche y les preguntó si se trataba de una zona muy profunda, a lo cual le respondieron afirmativamente, y si por allí llegaban las embarcaciones de Buquebus.

Acto seguido vieron que se subía al coche y luego sintieron un estruendo, notando que había roto el parabrisas trasero del vehículo, tras lo cual vieron como el vehículo se dirigía hacia el muelle y se precipitaba al agua.

La proximidad del invierno se hace sentir en la ciudad, el frío volvió a la capital uruguaya esta semana y el pronostico dibuja un escenario similar para los próximos días. El fin de semana se presenta con días nublados, e incluso probabilidad de lloviznas para hoy sábado.

Los habitantes de Montevideo deben prepararse para seguir afrontando bajas temperaturas, y no se descarta que López-Aguilar sufriese en el otoño austral una fuerte depresión relacionada con eventuales problemas de salud propios de su edad.

El cónsul español había concluido ya su misión en Uruguay y esperaba su traslado a Sao Paulo, en Brasil, con el mismo rango y fecha 1 de julio, según confirman fuentes solventes de Exteriores.

Hace muy pocos años, López-Aguilar y su entusiasta esposa Irene, presenciaron el desfile del Viernes Santo desde la tribuna del lorquino y embajador de España, José María Sanz-Pastor Mellado, en la zona de los 'azules', junto al pintor colombiano Willy Ramos y otro grupo de invitados de este alto funcionario, que luego de madrugada asistieron en la finca San Julián a la tradicional cena del Sábado de Gloria.

El trágico desenlace sorprendió y llenó de consternación a todos quienes lo conocían en Montevideo ya que se trataba de una figura muy apreciada en el ambiente diplomático y de los españoles afincados en Uruguay.

López-Aguilar se distinguía por ser un gran profesional, experto en temas de aviación y se caracterizaba por ser una persona llena de interés, gran viajero y hombre de vasta cultura. Era colaborador habitual en la prensa española.

El cónsul español será recordado hoy con una misa y posteriormente sus restos serán incinerados. La misa se celebrará en el colegio Seminario, de la capital uruguaya, y es convocada por la Embajada de España en Uruguay y el Consulado General de España en Montevideo.

Posteriormente, los restos del diplomático serán velados en una funeraria y luego incinerados, una vez realizada la autopsia.