viernes, 17 de abril de 2009

La refinería de Escombreras deja de ser rentable y 'Repsol' parará muy pronto su producción

CARTAGENA.- La bajada de consumo de gasolina, el descenso continuado de beneficios en el refinado de cada barril de petróleo y la acumulación de pérdidas han obligado a la multinacional española Repsol YPF a tomar una decisión histórica: parar por tiempo indefinido su refinería del Valle de Escombreras. Sesenta años después de su puesta en marcha, la petrolera suspenderá este mes, de forma temporal, su producción en Cartagena, según avanzó 'La Verdad'.

La noticia trascendió de forma inesperada, aunque en las últimas semanas era un secreto a voces entre los directivos locales de la empresa y sus trabajadores. La fábrica de Escombreras es una de las más antiguas de toda la petrolera, con los beneficios más bajos de toda España y con unas unidades de producción obsoletas.

Éstas no contemplan la obtención de gasóleo ni queroseno, los dos productos que más demanda el mercado en la actualidad. Eso ha provocado que los márgenes de beneficios hayan caído en picado hasta el punto de que la vieja fábrica ya no es rentable.

Según informaron fuentes de la empresa aún no se ha determinado la fecha exacta de la parada «ni la duración de ella». Otras fuentes indicaron que podría producirse antes de que acabe este mes.

«Se trata de una decisión comercial debido a las consecuencias que sobre los márgenes internacionales del refino está teniendo la actual crisis económica internacional», explicó un portavoz de la empresa.

Añadió que el proyecto de ampliación y modernización que se está haciendo en Cartagena «cobra más sentido que nunca, ya que corregirá la situación en la que se encuentra actualmente la refinería, debido a su baja capacidad de producción de destilados medios (gasóleo y queroseno).

«Era modernizarnos e invertir para poder producir lo que el mercado nos pide o cerrar», añadieron las mismas fuentes.

En estos momentos hay trabajando 750 trabajadores en la refinería. La empresa aseguró en un comunicado que ninguno de ellos correrá peligro de perder su puesto de trabajo. Pero otras fuentes indicaron que se teme por el futuro de cien empleados que en estos momentos tienen contratos temporales. El resto, los indefinidos, seguirán haciendo cursos de formación para los trabajos que se realizarán en las nuevas instalaciones, de reciclaje o con pequeñas tareas en la fábrica.

La parada de las unidades de producción supone que de la refinería de Repsol no saldrá ni un solo litro de combustible ni los derivados del petróleo que allí se producen. Aun así la petrolera aseguró que esta situación no supondrá un perjuicio para clientes y usuarios, «ya que se van a garantizar todos los suministros, así como el mantenimiento de los sistemas de seguridad en los mismos niveles que en la actualidad».

La refinería de petróleos lleva funcionando ininterrumpidamente en el Valle de Escombreras desde 1950, año de su fundación. Entonces fue la primera refinería de la península, cuya construcción se inició en los años cuarenta bajo la denominación de Refinería de Petróleo de Escombreras, SA (REPESA).

Desde entonces y según aseguran desde la empresa nunca había tenido que parar todas sus unidades de producción. Ni siquiera cuando se incendió en 1969 los responsable decidieron paralizar la planta.

Durante ciertas épocas del año detienen alguna unidad para su mantenimiento, por lo que la parada que se realizará en los próximo días supondrá todo un hito en la historia de esta refinería.

Los primeros en sufrir el efecto dominó que supone dejar de producir combustible serán las decenas de empresas auxiliares que trabajan en la vieja factoría y que ocupan a alrededor de quinientos trabajadores.

Éstas empresas se dedican exclusivamente a tareas de mantenimiento. Los sindicatos, la patronal y los propios trabajadores de la factoría auguran que los primeros que peligran son las subcontratas. Los responsables de la refinería no quisieron pronunciarse a este respecto y sólo se limitaron a decir que ningún trabajador de Repsol perderá su trabajo.

Instrumentistas de control, electrónicos, metalúrgicos (tuberos, soldadores o montadores), los encargados del sistema de aislamiento, personal de laboratorio e incluso de limpieza de tanques de almacenamiento serán los primeros que podrían quedarse sin trabajo. La mayoría residen en la comarca y pertenecen a empresas locales, pero también del ámbito nacional que viven del trabajo que les ofrece la refinería.

El temor se centra ahora en saber cuándo y cuánto tiempo permanecerá la fábrica de la petrolera sin producir. El propio consejero de Universidades, Empresa e Investigación aseguró que Vázquez le comunicó que la actividad se reanudará cuando se recuperen los márgenes de beneficios o cuando termine la actual coyuntura económica.

La situación de crisis de la refinería no es nueva, según el portavoz del Ayuntamiento de Cartagena, Joaquín Segado. «Realmente el momento más crítico fue hace unos años cuando se decidió invertir para ampliar sus instalaciones. Si esto no hubiera sido así la situación ahora sería mucho peor», comentó.

La mayoría de los agentes sociales de la comarca coincidieron en la necesidad de cuidar a la empresa auxiliar y otros en que lo importante es que se está invirtiendo en modernizar el complejo y que ningún trabajador irá al paro.

Sin embargo, el portavoz de IU, José Antonio Pujante, criticó que las últimas inversiones de Repsol se hayan marchado a otras sedes españolas, como las situadas en Tarragona y Puertollano, «dejando a un lado la actualización de la refinería del Valle de Escombreras».

La producción actual de la refinería alcanza el 7,5% de la capacidad de refino de España. Una vez realizada la inversión prevista en la nueva planta, más del 50% de la producción del complejo serán destilados medios, fundamentalmente gasóleos y queroseno, lo que contribuirá a reducir de manera significativa el creciente déficit de estos productos en España.

Por eso, ahora todas las expectativas están puestas en la nueva factoría, que en realidad es una modernísima refinería dentro de la vieja inaugurada hace 59 años. En sus obras trabajan en la actualidad alrededor de dos mil trabajadores, de los que «ni uno sólo se verá afectado por la situación que está viviendo la empresa en estos momentos», señalaron fuentes de la multinacional.

En la nueva refinería Repsol está invirtiendo más de 3.600 millones de euros y, según los cálculos del director en Cartagena, Francisco Vázquez, podría estar finalizada para finales del año que viene o principios del 2011.

Este nuevo complejo industrial tendrá la capacidad de duplicar su producción hasta los once millones de toneladas de carburantes al año (220.000 barriles diarios). Su puesta en funcionamiento «reducirá el déficit de gasóleo en España», según Francisco Vázquez.

Los responsables de la obra prevén que llegarán a trabajar hasta seis mil empleados y que echarán más de veinte millones de horas.

La nueva refinería se convertirá en uno de los principales enclaves de producción de combustibles limpios de toda Europa y destacará en destilados medios como el gasóleo, a los que dedicará el 50% de toda su producción.

Viudes, primera víctima de 'Repsol'

La siguiente ficha en tambalearse por el huracán que ha provocado la notica de la paralización de la refinería de Repsol en Escombreras, es el Puerto de Cartagena. Según las previsiones de la Autoridad Portuaria, la llegada de buques petroleros se reducirá hasta el punto de que llegarán a perder alrededor de 300.000 euros cada mes que la planta esté parada. Esto supone casi el 10% de sus ingresos mensuales.

La noticia de la «parada técnica», según la empresa, fue recibida por el presidente portuario de Cartagena, Adrián Ángel Viudes, como un jarro de agua fría. «No sabemos cuánto tiempo durará esta situación, porque no tenemos información fidedigna. Lo mismo dura sólo una semana, un mes o hasta que se pueda poner en marcha las nuevas instalaciones que ahora están construyendo», explicó a 'La Verdad'.

Lo único que seguirá funcionando es el oleoducto desde el Valle de Escombreras hasta Puertollano (Ciudad Real) y su recién inaugurada dársena en el puerto. «La dirección de Repsol nos ha asegurado que la pérdida de ingresos será reemplazada con la llegada de buques importadores de productos ya refinados. Esto supondrá menos pérdidas, pero la operatividad del puerto bajará considerablemente», aseguró Viudes.

Mientras, la dirección de la refinería sigue sin anunciar cuándo llevará a cabo el parón, ni por cuanto tiempo. Previsiblemente podría ser a principios de la semana que viene, ya que, según apuntaron los representantes de los trabajadores, la empresa podría aprovechar la huelga que hay programada para el domingo y lunes, por demandas sociosanitarias, para comenzarla «alegando razones de rentabilidad».

El comité intercentros de Repsol, que negocia estos días el convenio colectivo, exigió a la compañía que facilite datos económicos sobre el volumen de ventas, costes de producción y márgenes comerciales de la refinería de Cartagena, «que ayuden a entender la decisión de paralizar la actividad».

Saura pide explicaciones a Valcárcel

Por su parte, el secretario general de los socialistas murcianos, Pedro Saura, pedirá la comparecencia del presidente Valcárcel en la Asamblea Regional para que explique "qué actuaciones va a desarrollar ante la empresa Repsol y qué conocimiento tenía sobre la paralización de la actividad en la refinería de Escombreras".

Saura recordó la enorme trascendencia que tiene para la actividad económica de la Comunidad Autónoma la refinería de Repsol, por ser un sector estratégico, "y también para el empleo, tanto directo como indirecto, en la comarca de Cartagena".

Por ello, el líder socialista consideró necesario que Valcárcel explique en la Asamblea Regional, no solamente lo que sabía sobre el cese en la actividad de Repsol, sino también "qué actuaciones ha puesto o piensa poner en marcha".

En este sentido, recordó que "cuando las cosas iban bien en Repsol, Valcárcel y la alcaldesa de Cartagena se partían la cara para hacerse las fotos; ahora tienen que dar la cara cuando las cosas no van tan bien".

1 comentario:

Anónimo dijo...

nadie sabe nada de economía... ni siquiera Valcácel -ese insigne profe de Secundaria de concertado- o Barreiros -otrora profe asociada de la Facultad de Empresariales: casi nada al aparato!