domingo, 8 de febrero de 2009

Diez razones para echarse a temblar... frente al trasvase del Tajo

MURCIA.- Todos los pueblos atraviesan momentos decisivos y éste es uno de ellos para la Región de Murcia, que ha asociado su desarrollo económico y social de los últimos 35 años al acueducto Tajo-Segura. Si nadie lo remedia (¿quién?), esta infraestructura está a punto de sufrir un zarpazo legislativo que la abocará a una muerte segura como consecuencia de la inacción del Gobierno central y la confusión que reina en la negociación política que se traen bajo mano, desde hace tres meses, los grupos parlamentarios del PSOE y PP en el Congreso de los Diputados, se razona hoy en 'La Verdad'.

No se sabe a ciencia cierta qué va a ocurrir con el Estatuto de Castilla La Mancha, pero a muchos, aquí en Murcia, no les llega la camisa al cuello. Conviene apuntar algunas claves:

LAS DE PERDER. Cualquier texto del Estatuto de Castilla-La Mancha referido al agua que se apruebe en el Congreso de los Diputados será perjudicial, en mayor o menor grado, para la Región de Murcia. Se plantea liquidar este canal sin que exista una alternativa sólida y garantista.

SIN CONTROL. José María Barreda, merced a su pacto con María Dolores de Cospedal, ganó la partida cuando se admitió a trámite el Estatuto. Eso le ha permitido abrir un debate político y territorial contra el Tajo-Segura, que era lo que deseaba. Si Cospedal no hubiera pactado el Estatuto en esos términos, la situación sería otra. Las cúpulas nacionales del PSOE y PP dejaron hacer a ambos «hasta que fue demasiado tarde», se lamentan ahora.

MAL PIE. Había razones sobradas para que todos los parlamentarios murcianos hubieran votado en contra de la admisión a trámite, en octubre pasado. La simple admisión supone cuestionar el trasvase y dejarlo a merced de la pura negociación política. Las consecuencias se están viendo ahora.

FUGA DE VOTOS. El PP nacional no va a tolerar más fugas de votos en su Grupo Parlamentario, después del episodio de los rebeldes de Murcia, Arsenio Pacheco y Alberto Garre. El líder, Mariano Rajoy, no se va a arriesgar a otra votación con deserciones de parlamentarios murcianos y valencianos. Perdería autoridad y el control de su grupo.

PELEA. María Dolores de Cospedal ha sido neutralizada por Valcárcel y Camps. Es la explicación de que el PP no haya aceptado la propuesta del PSOE y de la vicepresidenta Fernández de la Vega: Fecha de caducidad del 2015 en el preámbulo de la ley, reserva estratégica, reducción progresiva de los caudales trasvasables, etc. De hecho, el PP nacional no ha presentado aún su propuesta debido a las diferencias entre Cospedal, Valcárcel y Camps.

DE AQUELLOS POLVOS... La Mancha tiene una base para pedir que se elimine el Tajo-Segura: Es una disposición que se aprobó en la reforma de la Ley del Plan Hidrológico Nacional en el año 2005, bajo el mandato de Cristina Narbona. Ahora reclama que se cumpla, con un texto que desde Murcia y Valencia se considera inconstitucional porque invade competencias del Estado.

PRIMERO EL EBRO. El interés legítimo de Castilla La Mancha de querer poner fin al acueducto Tajo-Segura nace de la derogación del Trasvase del Ebro en el año 2004. Lo ha dicho su propio presidente, quien intelectualmente no acepta que se permita un trasvase en cabecera y no otro en desembocadura. Además, su antecesor, José Bono, votó a favor del Trasvase del Ebro en el año 2001 para deshipotecar la cabecera del Tajo. La Mancha reclama ahora esa deshipoteca.

RUPTURA. Esta semana será decisiva para conocer el rumbo del Estatuto. PSOE y PP han roto la estrategia conjunta. Irá cada uno por su lado. Aún queda trámite, puesto que las enmiendas tendrán que ser debatidas después por la Comisión que preside Alfonso Guerra.

CUMPLIR LA PALABRA. O se devuelve el Estatuto a las Cortes de Toledo, o Valcárcel, Camps y sus parlamentarios tendrán que cumplir su palabra y votar no a un texto que tendría un 99% de probabilidades contra el Tajo-Segura. Barreda tampoco piensa ceder. Pedro Saura y Jorge Alarte también proponen el voto en contra de sus diputados socialistas. Deberán retratarse. De la Vega, diputada por Valencia, y el ministro Fernández Bermejo, diputado por Murcia, votarán lo que diga el PSOE y el Gobierno central, y no sus circunscripciones.

¿Y ZAPATERO? El PSOE puede tirar para adelante y aprobar el Estatuto sin el PP. Las consecuencias políticas las pagaría principalmente Saura, ya que no se espera un texto amistoso. El PP murciano no tendría de qué alegrarse debido -en la parte que le toca- al efecto Cospedal. Lo peor: Pierde toda la Región. De la Vega y Zapatero deciden.

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