martes, 2 de septiembre de 2008

La Kutxa dio un ultimátum a Casanova al ver en peligro el proyecto de La Zerrichera

MURCIA.- Inverlur, la inmobiliaria de La Kutxa -la Caja de Ahorros de Gipuzkoa y San Sebastián- exigió por escrito al empresario Trinitario Casanova que cumpliera el contrato que habían firmado sobre la urbanización de finca La Zerrichera de Águilas, según revela hoy "La Verdad".

El grupo vasco le requería formalmente para que garantizara que podía hacer frente a la devolución del dinero que había recibido por la venta de los terrenos. La cantidad que Casanova pudo recibir por los terrenos que se pensaban urbanizar -sobre un total de 240 hectáreas- ascendía a 128 millones de euros.

De acuerdo con los datos del sumario de la investigación de la UDYCO los que ha tenido acceso "La Verdad", esta comunicación corresponde a un burofax enviado por Inverlur a Casanova el 17 de diciembre del año pasado.

En aquella fecha, el proyecto de urbanización se encontraba paralizado por el Tribunal Superior de Justicia -y así sigue-, al tiempo que el magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia, Antonio Alcázar, instruía el grueso de la causa contra ocho imputados, a los que se sumaron otros con motivo de la pieza separada abierta para esclarecer un presunto caso de cohecho. En este apartado se encuentra Trinitario Casanova.

Iñaki Munduate, que es la persona que envió el burofax, le expresa a Trinitario Casanova su «gran preocupación por la situación en la que se encuentra el contrato de compraventa de la finca de La Zerrichera», que fue suscrito entre las partes el 14 de octubre del 2005.

El burofax se lo leyó íntegramente por teléfono a Trinitario Casanova una persona que respondía el nombre de Borja. Inverlur le recordaba que la aprobación definitiva de todos y cada uno de los documentos de desarrollo y gestión urbanística del proyecto tiene como fecha tope el 28 de febrero del 2010.

INVERLUR LE DIO UNA SEMANA

Casanova dispuso parte del dinero

Iñaki Munduate subraya a continuación que le «preocupa enormemente» la situación actual del proyecto recurrido, el hecho de que Casanova esté imputado y «la reducción de capital» que ha realizado el Grupo Inversor Hispania «sin motivo aparente alguno».

«En la actual situación financiera, entiendo que la sociedad no se haya en condiciones de devolver las cantidades entregadas por esta parte si así se le exigiera, máximo cuando alguna de ellas, entregadas mediante pagaré, han sido ya descontadas en una entidad de crédito».

A continuación, Inverlur le requiere formalmente a Trinitario Casanova para que garantice que, en caso de incumplir su parte del contrato, puede hacer frente a la devolución del dinero. Le dio un plazo de una semana para que contestara. En caso contrario, la inmobiliaria de La Kutxa iba a realizar las gestiones necesarias «para conseguir la seguridad jurídica que desea».

Después de escuchar la carta por teléfono, Trinitario Casanova comentó: «Sí, pues nada, acojonados, vale eso es bueno pues». Un portavoz de la Kutxa señaló ayer que no tenían nada que comentar al respecto.

LA CLAVE DE LAS FECHAS

Se archiva y luego se reactiva

Es importante la fecha del 14 de octubre de 2005, cuando el Grupo Inversor Hispania e Inverlur firmaron el contrato de compra venta, ya que se produjo trece meses después de que el director general del Medio Natural, Carlos Brugarolas, emitiera un informe negativo sobre la recalificación de los terrenos, puesto que estaban dentro de una zona protegida como LIC y ZEPA.

El expediente fue archivado por el Ayuntamiento de Águilas, pero se reactivó en mayo del 2005, cuando el Pleno municipal volvió sobre sus pasos y aprobó la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que dejaba la puerta abierta a la recalificación de los terrenos, la cual se consumó el 24 de octubre con el informe favorable de la Dirección General Calidad Ambiental, en manos de Antonio Alvarado, y sin que mediara otro informe de la oficina competente de Medio Natural que corrigiera el primero.

El 1 de febrero del 2006, la Consejería de Obras Públicas aprobó el proyecto. Cuatro meses después, fue paralizado por el Ayuntamiento de Águilas tras un informe de la Consejería de Medio Ambiente, que había pasado a manos de Benito Mercader.

44 CHALÉS A CAMBIO

Los dueños no vieron ni una peseta

Según consta en documentos oficiales, el 17 de octubre del 2005 (ocho días antes de recibir el visto bueno de la Consejería de Medio Ambiente y diez días antes de aprobarse la recalificación en el Pleno de Águilas) Trinitario Casanova recibió de la promotora de La Kutxa, Inverlur 5005 S.A.U, un primer pago de 23,2 millones de euros como anticipo por la compra de La Zerrichera, según consta en la escritura otorgada en Madrid el 28 de febrero del 2006, folio 7C9861331.

Ese mismo día, Trinitario Casanova vendió a Inverlur la finca por 105 millones de euros, más 16,8 millones de IVA, según consta también en escritura pública. Esta transacción se realizó quince días después de que el consejero Joaquín Bascuñana firmara la resolución que hacía los terrenos urbanizables y, por consiguiente, multiplicaban su valor.

Los once socios de Alhóndiga Agrisel de Águilas que le vendieron los terrenos al Grupo Hispania a cambio de 44 viviendas han declarado que aún no han recibido «ni una peseta».

Transcripción de la conversación telefónica del 19 de diciembre del 2007 entre Borja y Trinitario.

-Trinitario: Sí.

-Borja: Trino soy Borja.

-T.: Dime.

-B.: Perdona que te moleste, eh, te llamo porque ha llegado un burofax de INVERLUR, para tu atención, qué hago.

-T.: Ábrelo.

-B.: (Ininteligible).

-T.: Ábrelo, ábrelo.

-B.: Estás ahí?

(silencio, está Borja abriendo el sobre).

-B.: ¿Te digo?

-T.: Sí.

-B.: Te lo leo: Estimado señor Casanova, por la presente, te lo envía Iñaki Munduate.

-T.: Sí.

-B.: Dice, por la presente me pongo en contacto con usted, al objeto de manifestarle mi gran preocupación por la situación en la que se encuentra el contrato de compra-venta de la finca La Zerrichera, formalizado entre la mercantil Grupo Inversor Hispania y la Sociedad que representa, en fecha 14 octubre del 2005.

En el citado contrato privado, más concretamente, en su cláusula 8.2, las partes convenían que siendo obligación de la parte vendedora conseguir la aprobación definitiva de los documentos de desarrollo y gestión urbanística reseñado en la cláusula segunda del mismo, a saber el Plan Parcial, el Proyecto de Urbanización y el sector de reparcelación.

Llegado el día 28 de febrero del 2010 no se hubiera alcanzado la aprobación definitiva de todos y cada uno de ellos, la parte compradora podría optar entre dos alternativas. La primera de ellas, como recordará, permite a la Sociedad a la que represento, resolver la compra-venta, debiendo la vendedora, en tal caso, reintegrar a la compradora todas las cantidades recibidas hasta el momento incrementadas conforme al interés legal del dinero.

-T.: (Ininteligible).

-B.: Dicha cláusula fue reiterada de manera idéntica en la escritura pública de compra-venta firmada ante el notario, en Madrid, D. Jaime Decarte Casanova, el 28-2-2006. La situación actual con la modificación del PSU recurrida y usted imputado, por hechos presuntamente ocurridos con relación al proceso de modificación del mismo, unida al hecho de que recientemente he tenido conocimiento de que el Grupo Inversor Hispania ha realizado una importante reducción de capital, sin motivo aparente alguno.

Me preocupa enormemente. En su actual situación financiera, entiendo que la sociedad no se halla en condiciones de devolver las cantidades entregadas por esta parte si así se le exigiera, máximo cuando alguna de ellas, entregadas mediante pagaré, han sido ya descontadas en una entidad de crédito.

Por ello me pongo en contacto con usted, al objeto de requerirle formalmente, para que a la mayor brevedad posible garantice plenamente a esta sociedad, que en caso de incumplir su obligación, de alcanzar la operación definitiva, de los citados documentos urbanísticos para la fecha citada y optar estar parte por la resolución del contrato, Grupo Inversor Hispania, S. A., podrá hacer frente a las cantidades que deberá reintegrar.

En este sentido le hago saber que si en el plazo improrrogable de una semana (está fechado el 17) no he recibido noticias suyas, proponiendo una garantía adecuada al futuro cumplimiento de estas eventuales obligaciones futuras de su sociedad, la Sociedad a la que represento citará cuantas gestiones sean pertinentes al objeto de conseguir la seguridad jurídica que desea. Otro particular. Atentamente, Mundoate.

-T.: Sí, pues nada acojonados, vale eso es bueno, bueno, pues.

-B.: Cómo queda esto.

-T.: Mételo en un sobre y envíalo, para acá, mañana cuando llegue César, o lo que sea, da igual, sin prisa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto es un culebrón.