lunes, 31 de marzo de 2008

Bermejo como problema / Carlos Carnicero

Los funcionarios del ministerio de Justicia de toda España desfilaron ayer por la Gran Vía de Madrid en apoyo de su huelga que es ya indefinida. Los problemas que está generando este plante de funcionarios son bien visibles en la vida cotidiana porque afectan a todo tipo de pleitos, gestiones, trámites... No tiene visos de solución y la comunicación con el ministro en funciones, Mariano Fernández Bermejo, es inexistente. No existe interlocutor y lo que se espera es peor porque se sospecha que Mariano Fernández Bermejo seguirá en el ministerio.

Todas las filtraciones son coincidentes en que Fernández Bermejo continuará en el ministerio pero no por su idoneidad ni por la convicción del presidente de que es un elemento adecuado para ese servicio. En realidad lo que transciende es que el presidente es prisionero de un compromiso que Fernández Bermejo afirma que tiene con él. Cuando le nombró terciada la legislatura, la condición que puso quien iba a ser nombrado era que tuviera continuidad en su puesto más allá de la legislatura. Y por lo que parece, contra la lógica de la libertad que tiene que tener un presidente en la configuración de su Consejo de Ministros, accedió.

El ministro en funciones está desautorizado no sólo por su gestión polémica y bronca sino también porque se le ha apartado de la negociación con el principal partido de la oposición para renovar el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. Ese encargo lo recibió el ministro de Defensa en funciones cuando todavía ni siquiera había sido nombrado portavoz del Grupo Parlamentario en el Congreso. Si aún así se confirma como ministro, la situación no será cómoda para nadie y tampoco para él mismo.

Habrá que esperar a que Zapatero anuncie su gobierno. Si el ministro de Justicia en funciones sigue en su puesto nos espera un año complicado en ese departamento clave para la vida pública española y estará por ver cuanto tiempo puede el presidente ser fiel al compromiso que irreflexivamente asumió.

No hay comentarios: