Costa Morata: "Nuestra región vive en la desvergüenza de matriz político-económica"

LORCA.- "Urbanismo, política y corrupción: quiebra moral del Estado", era el título de la conferencia pronunciada anoche por el profesor Pedro Costa Morata en el Centro Cultural de Lorca, organizada por la Asamblea Ciudadana “Lorca No Se Vende”, y a la que asistieron numerosas personas de la vanguardia social de toda la comarca ante el origen aguileño del ponente.

"El problema global que viene creando la situación de corrupción en gran parte de nuestros municipios, teniendo como objeto y centro el urbanismo, posee una trascendencia que supera los niveles ambientales, políticos y judiciales para situarlos en los ético-morales", comenzó diciendo Costa.

"Efectivamente, nuestra Región, y gran parte de España, vive un periodo de desvergüenza, de matriz político-económica, en el que no nos atrevemos a señalar la deslegitimación que se cierne sobre gran parte de nuestra vida social, debido al pésimo ejemplo que recibimos, a la arrogancia del delincuente, a la indolencia del poder político y, sobre todo, a la insuficiente respuesta de los resortes civiles que la sociedad necesita lanzar contra estas “fuerzas del escándalo”, corriendo el peligroso riesgo de acabar acostumbrándonos y adaptándonos a esta situación lamentable de convivir con la indecencia", continuó afirmando este premio nacional de Medio Ambiente.

"Como en otros momentos de la historia reciente de España, el movimiento social ecologista viene desempeñando un papel singular en esta lucha contra la delincuencia y el desorden político-urbanísticos, y así sucede en gran parte de España, sobre todo en las zonas del litoral", quiso recalcar este profesor de la Universidad Politécnica de Madrid

"En nuestra región, y ante el aspecto desolador que ofrece la clase política en el poder, y que se extiende a ciertos sectores empresariales y funcionariales, es la sociedad decente movilizada la que únicamente podrá revertir esta situación y esta tendencia, apoyándose sobre todo en el movimiento ecologista, cuya larga tradición combativa y su tradicional potencia ética es, hoy por hoy, el principal bastión de la resistencia frente a la inmoralidad", concluyó.