martes, 11 de diciembre de 2007

La CAM en trance / Francisco Poveda*


Esta misma semana el presidente de Caja Mediterráneo, la CAM, Vicente Sala Bello, va a proponer a la Asamblea General, en plena crisis financiera mundial, que la entidad venda en el momento oportuno una parte sustancial de lo que vale (20%) para poder afrontar una seria crisis de liquidez, no aceptada nunca públicamente por cuestión de imagen y potencial riesgo de mayor desconfianza. Es el trance más difícil, y apasionante, de los vividos en sus más de cien años de agregada existencia.

La dimensión alcanzada en poco tiempo por la CAM y la enorme profesionalización de su equipo directivo, la han hecho menos vulnerable que otras pese a su mayor exposición al riesgo crediticio hipotecario y a las interferencias constantes de políticos regionales, sin medida a favor de determinados intereses no generales, caso claro del diputado Eduardo Zaplana, en cuanto a financiación privilegiada y de cierto alto riesgo.

Vicente Sala era y es un empresario de éxito, sin formación superior pero con alguna experiencia anterior como consejero en la banca. Roberto López es un ejecutivo maduro salido de la propia entidad aunque capaz de comandar un equipo técnico, heterogéneo por su diversa procedencia y la irrupción de la mujer en los más altos niveles operativos de la CAM. Hasta aquí existe garantía teórica en una gestión que se ha demostrado aparentemente exitosa hasta el momento del estallido de la crisis financiero-hipotecaria de base inmobiliaria.

Pero siguiendo la doctrina conformada por el BCE desde entonces, en el sistema se detectan ahora exposiciones a riesgo de liquidez, de crédito y de modelo. Y la CAM no es ajena a esas exposiciones señaladas desde Francfort. ¿Cuánto vale realmente la CAM a día de hoy, 3.000, 4.000, 5.000 millones de euros? Ni Sala lo sabe porque el propio mercado la está revaluando cada día y, mucho me temo, que algo a la baja, en medio todavía de riesgos sistémicos subyacentes, según la apreciación del FMI.

Los mayores expertos en la materia, como González-Páramo, ya han señalado que las auditorias de 2007 seguramente marcarán a la baja, respecto del valor de mercado, la exposición a instrumentos de financiación estructurada. Y es que las reconocidas enormes tensiones de liquidez provocan que la confianza no reine entre las entidades, tal como se observa en el mercado interbancario, incluida la CAM por mayor afectada debido a su dimensión alcanzada y el contexto territorial concreto de sus mercados de clientes en la cornisa mediterránea.

Resulta urgente, pues, una fuga hacia delante antes de que KPGM firme la auditoria, con un crecimiento de activos dudosos en torno al 30% según las nuevas Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), de un ejercicio cuya segunda parte pueda provocar honda preocupación al revelarse tal cual. No en vano, el Banco de España instó en octubre a la CAM a vender suelo para ganar en liquidez y solvencia.

El mercado, en general, refleja ahora un extraordinario riesgo de liquidez de las propias entidades al desconocer ellas mismas sus particulares compromisos, antes de que el volumen de negocio comenzase a desplomarse en el cuarto trimestre, aparte de un elevado riesgo de financiación en relación con otras entidades y riesgo de crédito. ¿Encuentran refinanciación? Persiste una enorme y desproporcionada exposición al riesgo, episodios de turbulencia y tensiones, que impactan en los mercados globales del dinero, el crédito, los bonos, las divisas… Y nada de eso es ajeno a la CAM hoy.

La tensión actual global tiene su origen, fundamentalmente, en una información incompleta aunque la fundamental de calidad haya sido manejada desde el principio de la crisis por el BCE, en tiempo real, para poder actuar sin más dilación. Pero el BCE no sabe con precisión, ni puede saber, aunque debiera en la medida de lo posible, qué pasa en la CAM, que aún no ha valorado bien sus posibles pérdidas, tal vez porque los modelos vigentes se han demostrado inadecuados. Y también por una supuesta nula gestión del riesgo de liquidez en escenarios extremos como el actual. “Si no hay transparencia, el mercado seguirá distorsionado”, afirma el catedrático González-Páramo, consejero del BCE en representación del Banco de España.

Nuestras cajas son menos transparentes que las entidades norteamericanas (lo que ahora puede ocasionarle a la CAM un problema añadido con la Reserva Federal norteamericana por su presencia en USA a través de “CAM US Finance S.A., y de igual modo con el Banco de Inglaterra) cuya información al mercado es más detallada.

La CAM, ante su pretensión expresa de emitir cuotas participativas debería, a juicio de los mayores expertos, haber sido ya más precisa de “motu propio” sobre sus exposiciones, directas e indirectas, al riesgo. Los rumores se disipan con transparencia pero se alimentan con opacidad, artificios y/o medias verdades, que dinamitan la confianza a medio y largo plazo.

No obstante, la inspección forzada del Banco de España (casi permanente en la CAM desde comienzos de 2007) se ha intensificado desde el verano ante su intención de debutar en el mercado de valores y las advertencias razonadas de algún impositor como particular, dirigidas por conducto fehaciente al BCE y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Coincide la necesidad estratégica de la CAM de salir en busca rápida de una liquidez más onerosa a su cuenta de resultados, para no tener que frenar su expansión y la retroalimentación que ésta le proporciona, con el fin del idilio crediticio como consecuencia del proceso de ajuste en el sector de la construcción inmobiliaria. Porque el Banco de España confirma que la vivienda está sobre valorada entre un 25-35%.

Precisamente uno de los desequilibrios más reconocidos de la economía española es del mercado inmobiliario, al que la CAM se ha sobre expuesto desde hace diez años, aunque matice en su favor que “sólo un 17% respecto a la segunda residencia”, que es donde se ceba el ajuste del propio mercado sobre el sector.

La CAM es ya la quinta entidad española de crédito en cuanto a cuota de mercado (3,8%), precisamente por una espectacular evolución de los créditos hipotecarios que ha concedido, y sólo por detrás de La Caixa, BBVA, Caja Madrid y Banco de Santander. Ese esfuerzo de los últimos años es más que evidente como conjunción de muchas y diversas aportaciones profesionales y expertas. Pero una situación relativa de éxito no se tiene que corresponder necesariamente con otra absoluta del mismo rango aunque diga haber crecido un 22,1% en el tercer trimestre.

La clave del futuro de la CAM reside en que los efectos de la actual crisis financiero-hipotecaria no la instalen definitivamente en el comienzo de una crisis de solvencia. Ante un cambio de ciclo como el que estamos viviendo y cuya duración y consecuencias son todavía muy inciertos, las calificaciones favorables de las agencias de “rating” resultan muy provisionales al conjugarse su juicio en participio pasado y no en futuro imperfecto o ni siquiera presente de indicativo.

Además, una de ellas, “Moodys´s”, ha dicho ya que rebajará calificación de riesgo en entidades financieras si se dispara la morosidad. Es de esperar que las otras dos, contratadas también por la CAM, “Standard & Poor´s” y “Fitch” hiciesen lo mismo llegado el caso. Hoy por hoy coinciden las tres en “una gestión conservadora del riesgo, buena diversificación de fuentes de financiación, y reducción de la sobre exposición al riesgo inmobiliario” como un último retrato de la entidad, más histórico que estratégico, sin verificación precisa de organismo oficial alguno.

Sin embargo, el marco general no permite ser excesivamente complaciente sobre la evolución inmediata de la CAM en un complejo contexto español, que el FMI considera más expuesto a la actual crisis crediticia por deterioro del sector inmobiliario y que le lleva a aconsejar, como necesaria, una reforma de nuestro sector financiero.

Doctores tiene ese organismo multilateral sin perjuicio de las dudas que puedan asaltar a algún cualificado impositor de la entidad en su insistencia sobre una situación objetiva de falta de liquidez, preocupante morosidad, casi total dependencia del mercado financiero externo, alta concentración de riesgo hipotecario y búsqueda constante de capitales ajenos como necesidad ineludible para la continuidad de su funcionamiento.

Según CC. OO., la CAM necesita obtener liquidez para aspirar a otro tipo de deuda. Es cierto. A través de “Ahorro Corporación” ha solicitado al BCE otros 350 millones de euros (exactamente la misma cantidad que “Caja Murcia” y la más alta entre otras cajas de ahorro españolas de un total de 3.000 millones) para recuperar cierta posición de liquidez antes de emitir cuotas participativas por tener muy agotadas ya, para obtener recursos, la deuda subordinada y las participaciones preferentes, en espera de que se estabilicen los mercados financieros, que es la condición impuesta por el Consejo de Administración para vender una parte sustancial de la CAM por unos 1.000/1.200 millones de euros como única solución posible para salir de su comprometida situación.

Un fiscal de Nueva York investiga ya la titulización hipotecaria como desencadenante de la actual crisis financiera global. En España se han titulizado sólo en octubre 350 millones de euros en cédulas hipotecarias. Tras las recomendaciones, sino exigencias, urgentes del Banco de España, la CAM ha tenido que provisionar un 150% más tras el repunte de la morosidad hipotecaria del promotor hasta un 1% y ver como se endurecía particularmente el control del organismo supervisor por más expuesta a la situación extrema de crisis del sector inmobiliario al haberle dedicado la mayor parte de su inversión crediticia. Se habla de hasta un 70% sobre el total, sin ser ésta una cifra suficientemente contrastada hasta el momento.

Según sus propios datos, la CAM prestó hasta septiembre pasado 57.000 millones de euros y obtuvo un beneficio neto de 326,77 millones, con unos ratios impecables y envidiables. La soberanía financiera de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia tiene mucho que ver con la solvencia de esta entidad. Vender ahora a extraños ajenos una quinta parte de la propiedad no debe resultar cómodo pero es el tributo a pagar por haber aprovechado en exceso lagunas en los marcos prudenciales como tendencia de los nuevos productos financieros. El propio FMI ya advirtió que eso podría resultar problemático y, por tanto, había que evitarlo. También le ha pasado lo mismo a otras grandes entidades extranjeras mucho mayores, desde la UBS hasta el Citigroup.

Las cuotas participativas que el Consejo de Administración pretende que este viernes le apruebe la Asamblea General servirán, seguro, para mejorar su estructura de capital pese a las lagunas jurídicas que las envuelven a raíz de la sentencia contraria del Tribunal Supremo 26/10/2005 y la doctrina jurídica al respecto de la propia Unión Europea, que permiten recurrirlas por cualquier impositor de la CAM.

Pero lo más preocupante es la duda que anida en determinados impositores sobre el montante pendiente de anteriores emisiones de títulos, obligatorios y vinculantes para la entidad, en mercados extranjeros y paraísos fiscales, a responder con patrimonio si existe falta de liquidez para su eventual reembolso, más allá del 20% del que ahora se habla.

Otra duda que subsiste, y que Vicente Sala ha despejado parcialmente al decir que necesariamente no se han de cotizar en Bolsa, es que si la CNMV no admite las cuotas de la CAM a cotización en el mercado español de valores, se pueden colocar en otros mercados e, incluso, en paraísos fiscales llegado el caso y ante la apremiante necesidad de liquidez.

Pero por si sí o por si no, algún avezado impositor ha revelado que tiene alertada a la Reserva Federal de los Estados Unidos aparte de advertidos a los consejeros generales de la CAM de que pueden incurrir en algún tipo de responsabilidad personal en base a su decisión del viernes.

Lo deseable ahora es que todo se haga más que bien y las velas de la CAM vuelvan a henchirse con viento fresco a partir de una nueva hoja de ruta y la tripulación quede escarmentada de aventuras por los inciertos resquicios, con trampa, del sistema.

* Periodista.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La CNMV tiene ya decidido no autorizar la salida a Bolsa de las cuotas participativas de la CAM. La prensa nacional lo publicará mañana, dos días antes de la Asamblea General.

Anónimo dijo...

Porque ahora no se le exigen RESPONSABILIDADES A LOS ORGANOS DE REPRESENTACION (Presidente,Dierctor Gral,y miembros del Consejo Rector)por su imprudenes y osadas actuaciones que han dejado A LA CAM en este estado de falta de liquidez,AHORA SE VERAN MERMADAS LAS AYUDAS A LOS RECEPTORES SOCIALES VALENCIANOS Y MURCIANAS DE LA CAM,y PESE A ELLO SIGUEN EN SUS CARGOS CON TODOS SUS PRIVILEGIOS.Gastos de representación,tarjetas,dietas,sueldos,créditos,fundaciones,etc..
Una conciencia social de las Cajas de Ahorros.

Anónimo dijo...

La Confederación Española de Cajas de Ahorros nacía en 1928, por iniciativa de la Federación de Cajas de Ahorros Vasco Navarra, con el objetivo de aunar los esfuerzos de sus integrantes y actuar como organismo de representación en distintos foros.

En la actualidad, la CECA integra a las 45 Cajas de Ahorros españolas y está considerada, además como una entidad de crédito sin ninguna limitación específica.

La CECA presta a las Cajas de Ahorros un doble apoyo, por una parte, como asociación y, por otra, como suministrador de servicios especializados.

Anónimo dijo...

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, instó hoy a las entidades a aumentar sus provisiones ante el nuevo escenario que pueda surgir tras la crisis financiera, lo que podría provocar una reducción del ritmo de incremento de sus beneficios en 2008 respecto a ejercicios anteriores.

Quintás, que participó en un desayuno organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), señaló hoy que las entidades se están "posicionando" para el nuevo entorno que surgirá tras la crisis financiera, y subrayó que es posible que en 2008 no se vean incrementos de beneficio del 20%, sino inferiores, fruto de este ejercicio de "prudencia".

"El escenario económico ha cambiado para siempre", subrayó Quintás, pero si la evolución de la crisis no empeora, el sector se moverá en niveles "cómodos" para afrontar el cambio de ciclo, especialmente el inmobiliario.

"Como no sabemos lo que va a ocurrir, se podría crear un colchón para lo que pueda venir en los próximos meses", subrayó Quintás, para quien la duda es si habrá "tiempo para ello".

En este sentido, destacó que la crisis se encuentra en una fase de buscar soluciones y que existe un cierto temor por que no se encuentre esta solución antes de que "el sistema se colapse". A su juicio, los bancos centrales "están dando tiempo" mediante la inyección de liquidez para que las instituciones y las entidades encuentren salida al problema.

SITUACIÓN DE 'NIEBLA Y MIEDO'

No obstante, subrayó que "estamos en momentos de niebla y miedo", que se traduce en una situación de incertidumbre, y que, a pesar de los intentos coordinados para buscar soluciones al problema, la crisis es "asimétrica" y las medidas deben ser distintas.

En este sentido, el presidente de la CECA subrayó que la solvencia de las cajas es buena y la morosidad baja, por lo que España se encuentra en un buen momento para afrontar el nuevo entorno, aunque hay que ser "prudentes".

Asimismo, recordó que las participaciones industriales de las cajas suponen un baza importante para afrontar la situación, porque arrojan un importe aproximado en plusvalías potenciales de unos 20.000 millones, que las entidades pueden emplear en caso de una mala evolución de la situación actual.

No obstante, Quintás se mostró optimista y avanzó que, según sus cálculos, existe un 60% de probabilidades de que haya tiempo para encontrar soluciones a la crisis y un 40% de que la situación se agrave.

CAPTACIÓN DE RECURSOS

El presidente de la CECA también recordó que las cajas de ahorros ya están trabajando para reducir el impacto de la crisis y que han rebajado el nivel de créditos. En este sentido, destacó que hasta octubre, las cajas redujeron su ratio de créditos sobre depósitos hasta el 18,9%, frente al 26,6% del ejercicio anterior.

Sin embargo, subrayó que las entidades tratan de mantener la captación de recursos y que el reto de las entidades españolas no es sólo reducir el volumen de crecimiento de créditos, sino que esta medida no cause daño a la economía real.

Asimismo, alabó la rigurosidad de las cajas a la hora de conceder los préstamos y recordó que en Estados Unidos, las tres cuartas partes de los créditos que se conceden no lo hacen ni las cajas ni los bancos.

OPORTUNIDADES BARATAS

Quintás también señaló que una de las consecuencias que puede tener la crisis del sistema financiero es la "reestructuración" de las entidades.

A su juicio, en Estados Unidos o en algunos países europeos tocados por la crisis puede desencadenarse una ola de fusiones, pero que en España puede traducirse en oportunidades "baratas" de compra para algunas cajas si las autoridades supervisoras lo permiten.

"En terreno interno, las fusiones y adquisiciones dependerán de cómo evolucione la crisis", señaló Quintás, pero subrayó que no cree necesario que se produzcan en un escenario de normalidad. Asimismo, destacó que a su juicio, no se producirán más operaciones que las anunciadas por algunas entidades en el Norte de España, en relación a las cajas vacas.

Anónimo dijo...

Los bancos y las cajas tienen una visión totalmente opuesta de cómo pueden evolucionar en 2008 las turbulencias financieras.

Mientras los primeros están convencidos de que a partir del primer trimestre empezará a mejorar la situación, las segundas lo ven mucho más difícil y creen que existe una gran posibilidad (del 40%) de que los problemas se enquisten y acaben en recesión económica mundial.

De hecho, aseguran que es “un fenómeno muy grave que está incluso subestimado en los medios”.

Ante esta catastrofista perspectiva, la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) cree conveniente dotar provisiones de forma voluntaria. Esos fondos saldrían de los beneficios y se repartirían en dos partidas: la de pérdida por deterioro de activos y la de dotaciones a provisiones (de carácter más voluntario).

En su intervención ayer en un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), el presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, se mostró convencido de que varias cajas harán dotaciones extraordinarias a final de año aunque no precisó cuál es la cuantía recomendable porque depende de cada caso.

Lo que sí adelantó es que no deberían tener miedo de minorar el crecimiento de sus beneficios de un 20% a un 10%, por ejemplo, ya que si los malos augurios no se confirman, el próximo año llevarán a resultados esas reservas, y si se cumplen, les pillará mejor preparadas.

Petición del Banco de España

Esta idea no habría partido de las entidades, según dejó entrever Quintás, sino del propio Banco de España, quien habría recomendado que se valoraran los riesgos con la máxima prudencia. Un portavoz del supervisor consultado por Público no quiso confirmar ni desmentir que haya realizado esta recomendación.

Desde la patronal bancaria, la Asociación Española de Banca (AEB), la visión es mucho menos pesimista y, por tanto, no se considera necesaria la dotación de estas provisiones, para las que, además, no encuentran un encaje en las cuentas, ya que —aseguran— las provisiones son obligatorias y no pueden hacerse de forma voluntaria desde que entraron en vigor las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).

El secretario general de la AEB, Pedro Pablo Villasante, defendió en la rueda de prensa de presentación de resultados que la situación actual es buena y que no existe ningún indicio que permita augurar la recisión que temen en las cajas. Cree que la situación empezará a normalizarse en el primer trimestre y que incluso el euribor volverá a ir en consonancia con la previsión de tipos y bajará al 4%.

Más morosidad

Tampoco coinciden las patronales sobre el futuro próximo de la morosidad. La CECA ve posible que se alcance el 3% —frente al 1% actual— aunque no lo considera un problema, mientras que en la AEB se descarta un alza de ese calibre y se asegura que la mora no es ahora una preocupación.

En lo único que coincidieron ayer CECA y AEB fue en que las turbulencias darán lugar a fusiones en el sistema bancario internacional y de ellas se beneficiarán las entidades españolas. Quintás fue el más optimista en este caso. Aseguró que Banco Santander podría aprovechar alguna gran oportunidad —en Estados Unidos o Europa— y convertirse en el quinto mayor banco mundial.

Dos visiones para el futuro de una crisis

Cajas

* Existe un 40% de posibilidades de que la crisis empeore y cause una recesión mundial e incidentes graves en el entorno financiero internacional. Es momento de niebla y miedo.

* Para estar preparado para ese peor escenario es conveniente dedicar parte de los beneficios a provisiones voluntarias. El Banco de España respalda esta opción porque siempre opta por la prudencia.

* La situación tienen que solucionarla ahora los gobiernos y las entidades financieras. El BCE sólo está para impedir el colapso del sistema.

Bancos

* La incertidumbre actual se empezará a aclarar en el primer trimestre de 2008. No hay ninguna posibilidad de que acabe en recesión. No vemos fantasmas en el horizonte.

* La situación no es para preocuparse. Es injusto hablar de crisis. Las entidades están suficientemente cubiertas. No somos conscientes de que el supervisor esté transmitiendo ese mensaje.

* La mejora vendrá de la mano de las autoridades monetarias. El BCE está haciendo muy bien su función y se ha movido con mucha celeridad.

Anónimo dijo...

¿Afrontamos una crisis económica?

¿Hay crisis?
Con el insistente rumor de una crisis financiera cerniéndose sobre los mercados internacionales, crecen tanto los silencios como las exageraciones en torno a sus consecuencias y, por ende, la inquietud en los ciudadanos de a pie, que ven amenazados sus bolsillos.
La inquietud está motivada fundamentalmente por el desconocimiento. La gran mayoría desconoce las causas de la crisis, las consecuencias y el alcance de las mismas, así como una posible solución. Asímismo, desconoce la maraña en la que se han convertido los flujos financieros y la repercusión mundial que finalmente tienen las fluctuaciones económicas.
¿De dónde viene?
La crisis que se está fraguando procede de Estados Unidos y, en concreto, del mercado inmobiliario cuya expansión ha provocado la proliferación de ofertas de hipotecas asequibles para familias con rentas cada vez más bajas.
Ante la subida de los tipos de interés, las familias más humildes se ven imposibilitadas para hacerlos frente y surgen los impagos que, si bien en principio deberían afectar al banco que emite la hipoteca, la globalización que caracteriza cada vez más al universo financiero convierte la moratoria en una cadena que termina afectando de manera global.
Los ciudadanos, los más afectados
La explicación de esa cadena de consecuencias se encuentra en que los bancos, para hacer frente a la concesión de hipotecas por encima de sus posibilidades, emite unos títulos financieros a modo de bonos que son adquiridos por otros bancos o entidades financieras. Estos inversores llegan atraídos por los intereses que pueden recibir y que son mayores cuanto mayor es el riesgo de la hipoteca, por lo que suelen ser adquiridos por empresas con grandes recursos.
A raiz de las pérdidas multimillonarias registradas por los bancos como consecuencia de los impagos, el acceso a la concesión de créditos se endurece, los bancos retiran sus fondos y se realizan menos inversiones.
Todo esto repercute en la subida de los tipos de interés, que no responde a otra razón que la de incentivar a los inversores para que vuelvan a colocar en los mercados los recursos que han retirado, de manera que, finalmente, el peso de la crisis recae en los ciudadanos, que cada vez deben afrontar las subidas en los tipos y ven disminuir su poder adquisitivo.