viernes, 3 de agosto de 2007

Vueling, participada por Caja Murcia, se desploma en Bolsa tras presentar unos malos resultados

MADRID.- La aerolínea Vueling, participada por Caja Murcia, se desplomó hoy en Bolsa con una caída superior al 25% hasta situar el valor en el entorno de los 17 euros, tras la presentación de sus resultados semestrales. La aerolínea registró una pérdida de 33,72 millones, lo que supone multiplicar por cinco sus 'números rojos' del mismo periodo del año pasado y que no prevé alcanzar los objetivos marcados en 2006 para el presente ejercicio.

Hasta el momento, se trata de la peor cotización de su historia, ya que sus títulos nunca habían cotizado por debajo de los 20 euros desde que salió al parqué el pasado día 1 de diciembre. El precio de salida a Bolsa de la aerolínea fue de 30 euros.

Los títulos de la aerolínea cotizaban hasta media sesión entre los 21,7 euros del precio más alto y los 18,13 euros del más bajo, tras intercambiarse en el mercado un total de 855.801 títulos, valorados en 16.957.565 euros hasta el momento.

La salida de Vueling a Bolsa estuvo marcada por el optimismo. Dos meses después del estreno, los títulos se cotizaban por más de 40 euros hasta alcanzar su precio más alto a finales de febrero, con 46,7 euros la acción. En los meses de marzo y abril los títulos de la aerolínea oscilaron entre los 38 y los 44 euros.

Sin embargo, a partir de mediados del mes de junio las acciones han ido retrocediendo de forma gradual, intercambiándose por un valor no superior a los 30 euros. Ya en julio, a partir del día 10, el valor ha descendido por debajo de los 25 euros, lo que supone una caída de más del 50% con respecto a los 44 euros que llegó a alcanzar.

El consejero delegado de Vueling, Carlos Muñoz, señaló hoy que la compra de nuevos aviones, que se debía anunciar después de la vacaciones de verano, se verá retrasada entre seis y doce meses tras los "decepcionantes" resultados registrados en el primer semestre del año.

Muñoz explicó que los motivos que llevan a este retraso "no son sólo económicos", si no que también ha influido el mercado actual de la venta de aviones. Muñoz consideró que "ahora no es el mejor momento para hacer adquisiciones de nuevas aeronaves".- (Agencias)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero D. Carlos, ¿es que no ha oido Ud. hablar del pico de Hubbert?.

Anónimo dijo...

Es que no hace Ud. más que invertir en sectores directamente relacionados con un petroleo cada vez más caro y escaso. Lease, compañías aereas de bajo coste a corto plazo, aeropuertos imposibles de amortizar a medio y largo, autopistas sin clientes, etc, etc....

Anónimo dijo...

EMPRESAS
Fin de fiesta para las ‘low cost’
low cost, Easyjet



@Carlos Ribagorda - 06/08/2007
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Malas noticias para las aerolíneas low cost. Los malos resultados presentados el viernes por la línea de bajo coste española Vueling son un síntoma de lo que para muchos es ya un hecho: el fin del ciclo positivo de este tipo de compañías, que anuncia un cambio de tendencia en este negocio.

Desde las aerolíneas tradicionales se recuerda que los datos de ocupación de estas compañías en el aeropuerto de Madrid-Barajas, último que han conquistado, son un buen termómetro. Según estos datos, a los que ha tenido acceso este periódico, Easyjet tenía en mayo una tasa de ocupación del 76,5% en Madrid, frente al 81,5% en el resto de aeropuertos españoles. Ryanair tenía un 69,5% en la capital frente al 75,3% de los otros aeródromos. En el caso de Vueling, las cifras son semejantes: 64,7% en Barajas, 71% en el resto. “Es una muestra de que algo está cambiando en el sector”, explican desde una línea aérea tradicional.

Porque no sólo Vueling lanzó el viernes un profit warning, reconociendo que no alcanzará en 2007 los ingresos ni los beneficios anunciados a principios de año, además de quintuplicar sus pérdidas del primer semestre y de retrasar un año la adquisición de nuevos aviones. También la irlandesa Ryanair, en el podium mundial de este sector, reconoció en junio que no cumpliría este año sus previsiones de beneficios. Aunque a finales de julio -cuando hizo públicas sus cuentas del primer trimestre- mejoró sus resultados y sus previsiones de crecimiento para final de año hasta el 10%, esa cifra, de cumplirse, estará lejos de la de otros años, cuando sus retornos crecían a ritmos del 30%.

Tal es el deterioro de la situación de la irlandesa que el viernes, el consejero delegado de la empresa, Michael O´Leary, arremetió contra Ferrovial, dueña de la gestora de los aeropuertos británicos BAA, culpándola de provocar los retrasos de sus vuelos por el defectuoso servicio que prestan “los españoles”.

Pero la realidad es que las críticas se deben a la decisión de Ferrovial de aumentar las tasas de los aeropuertos británicos. Una decisión que aprieta las cuentas de estas compañías, que basan su rentabilidad en volar desde aeródromos secundarios.

Si sube el precio del combustible, como así está sucediendo por el incremento del petróleo, y suben las tasas aeroportuarias, como ha hecho Ferrovial en Reino Unido, el futuro de las low cost empieza a depender en exceso del precio del billete.

Ésa es la razón, aunque no la única, de los pésimos resultados de Vueling en el primer semestre. Aunque ha aumentado el número de pasajeros transportados en un 78% y, consecuentemente, los ingresos en un 54%, no ha sido suficiente para reducir sus pérdidas. La razón es que el ingreso medio por pasajero ha bajado en el segundo trimestre un 23%, hasta 39,7 euros/pasajero. Esto es debido a la feroz competencia que existe entre todas estas compañías y también con las compañías tradicionales.

Concentración inevitable

La consecuencia de todo esto es clara: en los próximos meses habrá un recrudecimiento de esta competencia -se ven ofertas a diario de vuelos baratos de este tipo de aerolíneas-, lo que llevará a que sólo las más fuertes aguanten y sobrevivan. El resto tenderá a desaparecer o acabará en las garras de las más grandes. En estos momentos, sólo en Europa hay más de 150 aerolíneas. El proceso de concentración es, también en este sector, cuestión de poco tiempo.

En este escenario es en donde se enmarca la decisión de Easyjet, una de las más grandes low cost del mundo, de empezar a cobrar a partir del 1 de octubre por la primera maleta facturada. Era una de las pocas compañías que no lo hacía pero ahora se ha visto obligada a ello. Serán tres euros –Ryanair cobra siete-, que servirán a esta compañía para mitigar un poco los efectos de la subida del queroseno, la feroz competencia y el alza de las tasas aeroportuarias, y así ver desde arriba cómo van cayendo las low cost más débiles.

Anónimo dijo...

Vueling hace más ‘pobres’ a sus cajas: entraron a 31 euros y la acción está a 16
Vueling, Carlos Muñoz, Lázaro Ros, José Manuel Lara



@Carlos Hernanz.- - 07/08/2007
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Vueling está viviendo un viaje bursátil lleno de turbulencias. Ayer sus acciones cayeron otro 2,6%, para cerrar en unos inimaginables 15,38 euros, justo a la mitad del precio con el que se estrenó en bolsa: 30 euros. Y de eso no hace tanto tiempo, hablamos del 1 de diciembre de 2006. Desde entonces, una vertiginosa revalorización hasta los 47 euros registrados en febrero y un posterior descalabro que parece no tener fin han colocado a la aerolínea de bajo coste en el centro de todas las miradas.

El peor parado con los actuales guarismos de la low cost española es un recién llegado. Atalaya Inversiones, el vehículo de inversión empleado por CajaSol, Caja Murcia, Caja Granada, Caja Badajoz y Caja Castilla-La Mancha, entró en el capital de Vueling el pasado mes de junio a través de la compra de un 5% del paquete que Apax Partners mantenía en la compañía. En una venta express, una vez vencido el plazo de compromiso de permanencia, la firma de capital riesgo soltó el 21% que aún mantenía a 31 euros por acción.

Para esa operación, donde cada caja de ahorros asumió alícuotamente un porcentaje del 1%, Atalaya Inversiones, asesorada en la adquisición por Ahorro Corporación, desembolsó en torno a 25 millones de euros para hacerse con el 5% de Vueling. Hoy ese porcentaje vale menos de la mitad de lo pagado hace menos de dos meses. Y como las cajas, el resto de inversores institucionales –se dijo que Schroders compró un 4%- que acudieron a la venta express acumulan ahora unas minusvalías de calado.

El primero de los correctivos serios llegó con la salida de Apax Partners. Accionista de referencia antes del debut en el parqué, su renuncia a continuar en Vueling provocó un desplome del 8% en el precio de las acciones. La firma de capital riesgo salvó los muebles. Vendió por encima del rango de salida a bolsa y cerró su incursión en el capital con unas plusvalías de 130 millones de euros, que bien podrían haber sido de 170 millones si hubiera liquidado cuando los títulos estuvieron a 47 euros.

Lara todavía no pierde dinero

Quienes todavía no pierden son los accionistas fundacionales de Vueling. Entre ellos, su consejero delegado, Carlos Muñoz (5,5%), y su director general, Lázaro Ros (2%), pero también otro de los pesos pesados del capital y del consejo de administración, Inversiones Hemisferio (16%), el brazo inversor del empresario José Manuel Lara (Planeta), que entró en la low cost antes de la salida a bolsa a un precio de entre 8 y 10 euros por acción. Al editor catalán todavía le queda colchón para no perder dinero.

Sin embargo, dos ajustes bruscos en la cotización, como la del pasado viernes (-39%), harían esfumarse cualquier plusvalía latente, situación que podría poner en cuarentena la continuidad de algunos de los accionistas financieros que permanecen en el capital, como ocurre con Jet Blue (3,8%) o el propio Inversiones Hemisferio (16%). Más difícil sería la operación para Atalaya Inversiones, que tendría que deshacer una operación de hace solo dos meses. Un mes de agosto complicado

Anónimo dijo...

Los 'listos' de Vueling: Apax y Barger esquivan parte de la debacle bursátil
Vueling Airlines



@Carlos Hernanz - 10/08/2007
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Se olían la tostada. Dos de los principales accionistas de Vueling consiguieron esquivar parte de la debacle bursátil que ha hundido al precio de las acciones de la aerolínea de bajo coste hasta los 15 euros. Tanto Apax, que soltó su 21% en el capital la primera semana de junio, como Dave Berger, propietario de la low cost Jet Blue y accionista de la española con un 4%, sabían algo que el resto desconocía. O al menos lo intuían.

Antes de que Vueling comunicara el 3 de agosto los resultados de su segundo trimestre -multiplicó por cinco sus pérdidas (33,72 millones), un dato que tumbó la acción un 30% en una sola jornada-, Dave Berger había redistribuido su participación del 4%. Según consta en la CNMV, como ayer recogía Europa Press, Berger reasignó un 2% a Flying Watch Guys, uno de sus socios, reduciendo así su participación directa al 2%.

El otro regate a la debacle bursátil tuvo lugar en junio, cuando Apax soltó su 21% en una operación express. Ese día las acciones de Vueling perdieron un 8% en la sesión al conocer la salida del que hasta entonces era el primer accionista de la aerolínea. La low cost capitalizó por primera vez por debajo de los 30 euros, precio con el que se estrenó en el parqué, después de haber llegado a tocar los 47 euros. Una caída del 50% en solo cuatro meses.

Y mientras unos accionistas salvan su inversión, otros aguantan el tirón como pueden. Atalaya Inversiones, es decir, Caja Badajoz, Caja Castilla-La Mancha, Caja Granada, Cajasol y Caja Murcia, que compró un 5% del papel que soltó Apax a 31 euros por acción, cerca de 25 millones, ahora tiene que ver cómo su inversión se ha depreciado un 50% en sólo dos meses. “Alguien tendría que explicar esta decisión”, reprocha un ejecutivo de banca.

Fuga de directivos

Pero no todas las sombras se corresponden con la actuación de las cajas. También hay para los más grandes. Curiosamente, el broker que colocó en junio las acciones de Apax a 31 euros por título fue el banco de negocios Goldman Sachs, que justo un mes y medio después inició la cobertura de Vueling. Su primera recomendación fue ‘vender’ y otorgó un precio objetivo para la aerolínea española de 20 euros por acción, cuando todavía cotizaba a 24.

Aunque no todo lo negativo en Vueling es una cuestión bursátil. Al frente de la aerolínea siguen Carlos Muñoz y Francisco Ros, consejero delegado y director general, respectivamente, que han sido abandonados por un significativo grupo de altos directivos desde que la compañía debutara en bolsa, el pasado mes de diciembre. El último y más sonado fue su director financiero, Javier Carrasco, que apenas permaneció en el cargo medio año.