jueves, 7 de junio de 2007

Pincha en España la "burbuja inmobiliaria", según las televisiones europeas

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El dolor del precio de la vivienda en España

Este reportaje nos ofrece un panorama de la situación actual del mercado de la vivienda para los británicos a través de las experiencias “negativas” de varios de ellos que decidieron comprar una casa en España.

Durante años, España ha sido el destino favorito de muchos británicos que buscaban una casa bajo el sol. Los que invirtieron en una propiedad en España no sólo han disfrutado del clima sino que también se aprovecharon del precio al alza de sus viviendas. Pero puede que ahora la época del boom esté acabada.
Cientos de casas recientemente construidas siguen vacías. Miles de personas están intentando volver de sus vacaciones a casa y como según dicen los analistas, la cosa puede ir a peor, han mandado a Jonathan Maitland a investigar.

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Marbella: la California de Europa.

Miles de británicos se han ido a vivir a Marbella, haciendo de esta una zona turística de moda pero la cosa parece que se está enfriando y que ya no se está vendiendo como antes. Por ello, algunos acuden a subastas, último recurso para los que están desesperados.

Es el caso de Richard Ortyl, de Manchester, que compró el año pasado una propiedad y por circunstancias personales tiene que deshacerse de ella. Afirma que se siente decepcionado por el trabajo que le está costando venderla. Compró la propiedad por 270,000 libras y quiere venderla por 300,000 libras. Cuando lo hizo, estaba seguro de que se trataba de una buena inversión. Sin embargo, según la encargada de la subasta, va a ser difícil venderla porque hay muchas propiedades en venta en el mercado.

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Hace tres años, Damian and Janine Rhynd compraron en Estepona un piso sobre plano pensando que lo venderían antes de escriturarlo y con los beneficios, comprar una segunda vivienda mejor en la misma urbanización. Estaban convencidos de que su plan funcionaría pero pronto se dieron cuenta de que cientos de británicos habían tenido la misma idea que ellos y finalmente con tal de vender la vivienda han perdido dinero pues lo compraron por 163,000 libras y tuvieron que rebajarle 34,000 libras (unos 50,000 euros menos) para poder venderla. El mercado de la vivienda en España no es tal y como esperaban.

¿Por qué las cosas están empezando a cambiar?

España era hasta hace poco el número uno en segundas viviendas destinadas a las vacaciones. ¿Cuáles son los motivos del cambio?

Uno es el aumento de la construcción. En España se está construyendo muchísimo. El año pasado se construyeron en España 900.000 nuevas viviendas, lo que equivale a cuatro veces las viviendas que se construyeron en el mismo periodo de tiempo en Gran Bretaña. ¿El resultado? Un exceso en la oferta.

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Han proliferado las nuevas urbanizaciones y los nuevos complejos.
Desde Marbella, Heather Ward, agente inmobiliaria, cuenta que en esas urbanizaciones, es muy común ver una casa habitada y rodeada de casas con carteles de “Se vende”. Muy a menudo esos mismos que viven ahí quieren irse también. A pesar de que tanta gente quiera vender, últimamente no es tan fácil.
Hace tres años, vendía tres casas en una semana pero en los últimos seis meses sólo ha vendido una casa.
Y cuanto más construyen, peor va la cosa.

Los constructores se dan prisa en decir que no hay ninguna crisis. De hecho, a nivel nacional, las cifras siguen siendo buenas.

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Sin embargo, no es del todo así. En Buddy’s Bar, en San Javier, comentan lo que está sucediendo con las casas que pretenden vender y que cuesta vender. Es el caso de una señora que puso la casa en venta en diciembre y en seis meses sólo ha recibido la oferta de unos españoles que le ofrecían 50,000 libras por debajo de lo que ella pedía. Es el caso también de Matt y Nicky Hood, un matrimonio, propietarios del Buddy’s Bar, cuya casa lleva dos años en venta. Costó 156,000 libras y ahora la han rebajado a 130,000 libras, sólo para que la gente se siga interesando por ella. “Comprar es fácil”, comenta el dueño, “lo difícil es vender”. Y los que como él se ven obligados a vender, no tienen más remedio que rebajar el precio de su vivienda.

Y la cosa puede empeorar porque hay cada vez menos británicos que vienen a comprar una vivienda a España y mientras, cuanto más bajan los ingresos de los que aquí residen, más les urge vender. En el caso del matrimonio Hood, los ingresos que les da el bar no son suficientes para hacer frente a las deudas que tienen.

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Los grandes constructores ven sin embargo que la cosa no va tan mal aunque sí admiten que hay que el mercado debe frenar.

A la pregunta de si no deberían asumir la responsabilidad del exceso de viviendas construidas, con el ejemplo del número de casas nuevas construidas, 4 veces superior que en Gran Bretaña, Desmond O’Connor, de Alanda Homes, responde que el boom en la construcción en España lleva 8 años y que llevan prediciendo el final del boom desde hace 3 a 4 años.. El boom está probablemente acabando ahora pero las constructoras tienen la capacidad de bajar su producción hasta que la demanda vuelva a subir. Lo que no pueden decir los constructores es que el mercado va tan bien como antes. Eso sería mentir.

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Vuelta a la subasta. La encargada de la subasta admite que normalmente no se obtiene la cantidad que quisieran los propietarios en las subastas pero que se vende el 70% de las casas que se subastan. Se encuentra con gente en condiciones muy difíciles, gente cuya situación ha cambiado, gente que debe dinero a familiares y amigos, gente convencida de que iban a ganar mucho dinero, miles y miles de libras, comprando y vendiendo viviendas en España, cuando la realidad es bien distinta. La propia encargada de la subasta admite que prefiere no saber el precio que sus clientes pagaron por sus viviendas para no verse influida por ello.

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Un momento clave para entender esto fue cuando el valor de las acciones de una constructora cayó hace poco hasta un 60%. Para los expertos más pesimistas, eso significa que el precio de las casas también caerá pronto.

Merrin Somerset Webb, editora del Moneyweek, dice que es difícil hacer una estimación de cuanto pueden caer los precios de las viviendas, pero por lo general, los constructores piensan que la caída o estancamiento en los precios de las viviendas es cuestión de un año, y que el año que viene, volverán a subir. Pero según ella, no hay ninguna razón lógica para decir esto, excepto el querer que todo el mundo siga igual de feliz (y confiado).

Para los más optimistas, ya que el precio de las casas ha subido un 160% en diez años, puede que haya problemas en algunos sitios, pero que por lo general, a nade le tiene que entrar el pánico.

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Mark Stucklin afirma que la economía en España está creciendo y que no hay nada que indique que la vivienda vaya mal aquí. Puede que haya más competencia y que por eso, haya que luchar por vender, pero nada que indique que el mercado vaya mal.

Pero el problema no está tan sólo en el exceso de oferta sino que también la demanda ha bajado porque la gente se está asustando por culpa de las historias que están ocurriendo en España y que tienen que ver con los robos de terrenos o cómo sus propiedades se devalúan después de verse obligados a compartir parte de sus terrenos.

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Una de estas historias es lo que les ha ocurrido a Terry Venables y Linda Brennan que soñaban con una casa en un terreno muy grande y que compraron la casa de sus sueños a través de un anuncio en un periódico inglés. Al principio correspondía con lo que buscaban, una casa con mucha tierra, y con apenas vecinos alrededor. Pero lo que no sabían es que su casa estaba en medio de una zona en la que estaba prevista urbanizar y que su casa y sus terrenos iban a sufrir las consecuencias. De hecho parte de su casa ha sido demolida (un almacén y una despensa) para dar paso a una carretera a la que da directamente la puerta de su sala de estar. Según las leyes municipales, los promotores y el Ayuntamiento pueden hacerse con su casa y sus terrenos si consideran que es por el “bien” de la comunidad.

Para Terry y Linda, ha sido un duro golpe porque era la casa de sus sueños y no entienden cómo legalmente pueden llegar y literalmente robarte tu casa y tus terrenos por el supuesto “interés” de la comunidad. Y no sólo eso, sino que además de no recibir ninguna compensación económica por ello, han tenido que pagar 14.000 libras por los costes a la promotora. Miles de británicos están en esa misma situación.

Por ello, están decididos a volver a su país en cuanto puedan vender su casa.

Pero este tipo de casos no son los únicos que están haciendo que la gente no quiera seguir viniendo aquí.

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Hace dos años, entrevistaron a Robert and Lynn Mail. Compraron una casa y después les dijeron que había sido construida ilegalmente en terreno rústico (lo que les está ocurriendo a muchos británicos) donde sólo se puede construir una casa cada 10.000 metros cuadrados. Y como los promotores no disponían de los permisos pertinentes, su casa tenía que ser demolida. Después de ver cómo echaban abajo la casa de sus vecinos con sólo 24 horas de aviso, los Mail temen lo peor. Podrán irse de forma voluntaria de su casa o bien serán arrestados. En el último momento, resultó que el Ayuntamiento no contaba con todas las autorizaciones para poder llevar a cabo la demolición.

Después de dos años, aunque la casa siga en pie, la amenaza sigue ahí. Llevan tres años luchando por conservar su casa y no pueden hacer nada más, pues su futuro depende de ella.

Se dice que hay 100.000 casa ilegales que pueden enfrentarse a la demolición. Por ello, Robert Mail advierte a todo el que quiera venir que tenga mucho cuidado con lo que compra.

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Volviendo a Mark Stucklin y preguntándole por la mala imagen que tiene actualmente el sector de la construcción en España, este admite que por culpa de los robos de terrenos (land´s grabs) y de la corrupción, hay mucha gente que está desistiendo de comprarse una casa en España. Y puede que el cambio de tendencias en el mercado acabe con el intrusismo y deje paso a un sector que destaque por la calidad.

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Vuelta a la subasta. De los 5 lotes que se ofrecían, sólo se ha vendido uno. La mayoría de los que asisten a subastas suelen ofrecer menos de lo que piden los propietarios. Richard quería 300.000 libras por su piso (unos 390.000 euros). Han ofrecido unos 290.000 euros (220.000 libras) pero prefiere rechazar la oferta, pues es hasta inferior a lo que le había costado en un primer momento (270.000 libras) y finalmente piensa alquilar el piso por dos años.

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Como conclusión, hay dos factores que marcan el mercado actual español para los británicos y son el miedo y la avaricia. En Valencia han admitido que había una tendencia a la baja en cuanto a la compra de casas y un desarrollo excesivo en la región. Para afrontar el futuro, muchos de los proyectos que se pretenden desarrollar están paralizados o están siendo revisados.

PD): Quiero pedir disculpas si en algún momento he cometido algún error en la transcripción. Ruego me corrijáis. Un saludo, Rosita (www.portalmanzora.es)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Las siete etapas de la burbuja

Toda burbuja tiene su ciclo de vida. El reconocido economista Hyman Minsky las tipificó muy bien. No sé cuándo las escribió, pero sé que el hombre murió en 1996.

Fijaros bien cómo predijo, punto por punto, la situación en la que estamos:

Fase 1 - Planteamiento: Toda crisis financiera comienza con una perturbación. Puede ser el invento de una nueva tecnología, como internet. Puede ser un cambio en la política económica. Por ejemplo, los tipos de interés podrían reducirse inesperadamente. Sea lo que sea, las cosas cambian para un sector de la economía. La gente ve a ese sector de otra manera.

Fase 2 - Los precios comienzan a subir: Enseguida, los precios en el sector empiezan a subir. Inicialmente, ese incremento casi no es percibido. Muchas veces, estos precios más altos reflejan una mejora en los indicadores económicos. Según los precios van aumentando más, la gente empieza a notarlo.

Fase 3 - Crédito fácil: El aumento de precios no es suficiente para una burbuja. Toda crisis financiera necesita combustible para el cohete, y sólo hay una cosa que este cohete quema: crédito barato. Sin él, no puede haber especulación. Sin él, las consecuencias del planteamiento se desvanecen y el sector vuelve a la normalidad. Cuando una burbuja empieza, el mercado es invadido por agentes externos. Sin crédito barato, los agentes externos no pueden entrar.

El crédito barato es el billete de entrada para los agentes externos. Por ejemplo, los precios de la gasolina han aumentado fuertemente en los últimos años. Sin embargo, los bancos no están concediendo préstamos para que la gente almacene gasolina en sus garajes esperando que el precio se doble en tres meses. Pero los bancos sí que están dando préstamos a gente de poca solvencia para comprar casas con la idea de que se pueden vender enseguida.

El aumento del crédito fácil está muchas veces asociado a la innovación financiera. Frecuentemente, se desarrolla un nuevo tipo de instrumento financiero que infravalora los riesgos. De hecho, el crédito fácil y la innovación financiera son un cóctel peligroso. La Burbuja de los Mares del Sur comenzó con una novedosa figura llamada "sociedad anónima de responsabilidad limitada". En 1929, los precios fueron catapultados a la estratosfera con la ayuda de los "margin calls". Los precios de las casas ahora se han acelerado en forma de hipotecas "sólo interés", creadas para financiar compras de inmuebles sobrevalorados.

Fase 4 - Recalentamiento del mercado: Según el efecto del crédito fácil se va notando, el mercado comienza a recalentarse. El recalentamiento estimula los volúmenes y aparecen las escaseces. Los precios comienzan a acelerarse, y se recogen beneficios fáciles. Más agentes externos son atraídos y los precios se desbocan. Las subidas de precios atraen a los bobos, los codiciosos y los desesperados por meterse en el mercado. Así como un fuego necesita más combustible, la burbuja necesita más forasteros.

Fase 5 - Euforia: La burbuja entra ahora en su fase más trágica. Saldrán algunas voces prudentes y dirán que la burbuja no puede seguir más. Pondrán argumentos convincentes basados en indicadores económicos a largo plazo y simple lógica económica. Sin embargo, estos argumentos se evaporan en el calor del hecho inapelable: los precios aún están subiendo. Los prudentes son acallados por charlatanes, que justifican la locura de precios con el argumento eufórico de que ahora el mundo es diferente y que este mundo significa precios más altos.

Por supuesto, el argumento del "nuevo mundo" es cierto; el mundo es diferente cada día, pero eso no significa que los precios tengan que descontrolarse. Los charlatanes ganan y el optimismo injustificado se impone. En este punto, los charlatanes adornan su optimismo con la más cruel de las mentiras: cuando los precios toquen máximos, habrá un "suave aterrizaje". La idea de una apacible desaceleración de los precios calma los nervios. Los forasteros se quedan atrapados en la negación de la evidencia. Saben que los precios no pueden subir eternamente, pero rara vez actúan según ese principio. Todo es seguro, porque piensan marcharse justo antes de que la burbuja explote. Aquellos que no han entrado al mercado se enfrentan a un terrible dilema: no pueden entrar, pero tampoco pueden quedarse fuera. Saben que perdieron el tren al principio de la burbuja. Son bombardeados cada día con historias de gente que se hizo rica en dos días y amigos con grandes ganancias. Los fuertes se quedan fuera y asumen la oportunidad perdida. Los débiles compran y se tiran a los pies de los caballos.

Fase 6 - Los expertos recogen beneficios: Todo el mundo quiere creer en un futuro mejor, y la burbuja se aprovecha de eso. Una burbuja necesita que todos crean en un futuro mejor, y mientras esta euforia continúa, la burbuja se mantiene. Sin embargo, al tiempo que la locura se apodera de los forasteros, los expertos recuerdan el viejo mundo. Pierden su fe y comienzan a asustarse. Conocen su mercado, y saben que todo ha ido demasiado lejos. Los expertos comienzan a vender. Típicamente, los expertos intentan escurrirse sin ser percibidos, y a veces lo consiguen. Otras veces, los forasteros los ven mientras intentan largarse. En cualquier caso, sean detectados o no, el hecho de que esos expertos vendan es ya el principio del fin.

Fase 7 - El estallido: A veces, la marcha de los expertos infecta a los forasteros. Otras veces, es el fin del crédito fácil o alguna serie de noticias inesperadas. Pero sea lo que sea, la euforia es reemplazada por el miedo. El edificio se quema y todo el mundo corre hacia la puerta. Los forasteros comienzan a vender, pero no hay compradores. Llega el pánico. Los precios se desploman, el crédito se corta, y las pérdidas comienzan a acumularse.

Así que, españolitos hipotecados, que Dios os coja confesados. Los charlatanes os han timado, os han untado con bonitas palabras y os han arruinado para el resto de vuestras vidas. Ya veis que las inmobiliarias están saliendo a Bolsa, manipulando el valor de sus acciones artificialmente, cuando suben un poquito ellos venden lo que pueden, luego esperan a que bajen, compran un poco más, venden mucho más, y así se las van quitando de encima. Si podéis, VENDED, vended rebajando un poco el precio, quitaros el muerto de encima. Vended o llorad en soledad. Los comerciales no aparecerán para consolaros.

Anónimo dijo...

Spain the next Argentina?

Spain is selling off its foreign reserves -- gold, U.S. treasuries, British gilts, baby, bath water -- anything they can get their hands on. The Banco de Espana, reports London's Daily Telegraph, refuses to comment on the wholesale liquidation which, as of this writing includes 80 tonnes of gold. This kind of news, to those of us who have seen this sort of thing previously in places like Argentina, Thailand and Indonesia, will not be taken it lightly. These are the activities that usually come just before the banks close down, stock markets collapse and the populace ends up taking a major financial hit.

Needless to say, all of this argues for gold ownership but few in Spain at this point foresee a problem. All -- with the economy seemingly perking along and the real estate expansion still in progress -- still seems to be as it should be. The bright lights, however, could be blinding investors as to what's ahead. "The current account," says Spanish economist Alberto Mattelan, "is completely out of control. We [Spain] have the worst deficit in our history and worse than any other country in the western world. It has not yet become a 'street concern', but I can assure you that it is of great concern to us economists. This will turn bad over the next 18 months."

Implications for the European Union: Taking this a step further, Tim Congdon, a name familiar to those who read these pages [America's Deficit, the Dollar & Gold, USAGOLD Gilded Opinion, one of Britain's "wise men" advisors to the government on economic policy] points out that Spain's problems raise some interesting issues for the European Union. In essence, since there is no federal government in Europe, the possibilities for a bailout are minimal. In other words, if there is a real banking crisis, there is no one to guarantee bank deposits, or save the Spanish stock market, unless the European Union somehow recalibrates itself to deal with it. As such, the International Monetary Fund has warned in the past that the EMU is exposed to "systemic financial risk." Add to this a descent in housing prices from lofty highs and you have ingredients for a full blown financial crisis in Spain sometime soon with consequent effects on the rest of Europe and beyond.

Newsletter del Siglo XXI dijo...

'Financial Times': “El sector inmobiliario español se está descalabrando desde marzo”


La prensa financiera internacional vuelve a cargar las tintas contra la situación inmobiliaria española. Este miércoles, vuelve a ser Financial Times en una de sus Lex Column a propósito del debut bursátil de Realia. Su diagnóstico es claro y contundente: “Desde marzo, el sector se está descalabrando”.

“No hay mejor indicador para la salud del mercado que su apetito por las OPVs. No hay sorpresa, pues, por el fuerte descuento del 26% del precio de salida de Realia Business, que debuta hoy en Bolsa, respecto al precio máximo minorista. Desde marzo, el sector se está descalabrando –incluso su compañía más grande, Metrovacesa, corre el riesgo de ser expulsada del Ibex 35-. Astroc Mediterráneo, que ha perdido un 80% de su valor los últimos tres meses, está preocupado por sus cuentas y ha cancelado una ampliación de capital de 2.000 millones de euros. A pesar de las últimas caídas, muchos valores cotizan aún 10 veces por encima de sus niveles de 2005.

“Hay mucho que decir al respecto. El precio de las casas creció un 7,2% interanual en el primer trimestre, su porcentaje más bajo desde 1998. Los precios en el mercado del alquiler vacacional están bajando. Y sobre todo, se espera que el stock de viviendas exceda a la demanda en más de 200.000 unidades. Algo más preocupante: quizás la confianza está siendo devorada por la corrupción y la confusión sobre la regulación. Para los propietarios de viviendas y los accionistas que han disfrutado de retornos estelares, salir corriendo puede resultar ciertamente tentador.

“Pero hay motivos para una pausa. La economía española no muestra signos de desaceleración: el PIB subió un 4,1% en el primer trimestre. Incluso los beneficios de las compañías inmobiliarias se están sosteniendo. Un ejemplo de ello son los gustos de Colonial, diversificando afanosamente desde los pisos hacia centros comerciales, oficinas y, cada vez más, vivienda allende los mares.

“La fuerza de la Eurozona parece ser la última cosa que el tambaleante mercado inmobiliario español necesita. Las constantes subidas de los tipos de interés en los dos últimos años están dañando una industria donde entidades, constructores y compradores están encadenados hasta el cuello y el ajuste del ciclo está lejos de terminar. El gasto en viviendas ya se está suavizando. La salida a Bolsa de Realia muestra que la demanda de los valores del ladrillo va a ir por el mismo camino.”

De "El Confidencial"

Anónimo dijo...

Acerca de la vivienda en España hoy o de cómo los pobres no heredarán la tierra

Hay mucha gente en España que para vivir debe morir. Que para acceder a una vivienda digna debe dejarse toda su vida en ello. Un tanto por ciento muy elevado de gente está endeudada hasta las cejas para poder pagarse su vivienda. El precio de las casas hoy día es desorbitado.

Muchos jóvenes se quedan a vivir hasta muy tarde en casa de sus padres porque, ni empeñándose, les es posible acceder a una vivienda digna. No es fácil soportar las hipotecas necesarias para poder pagar ese desmedido precio. Un tanto por ciento muy elevado de gente a la que ni conozco ni sé dónde están, pero existen, se está forrando económicamente a base de engañar, timar y estafar a los anteriores. Entre los que se enriquecen de esa manera hay muchos promotores y arquitectos que navegan en el proceloso mar inmobiliario.

Y, finalmente, un tanto por ciento menos elevado de gente a la que sí se conoce y sí se sabe dónde trabajan, está permitiendo, protagonizando y promoviendo tamaño desatino. Y salen en los periódicos. Y deben estar enriqueciéndose ellos o sus mujeres (lo suelen poner a nombre de ellas que, claro, no salen en los periódicos), porque si no, no tiene explicación esta situación absurda. Entre éstos se encuentran muchos políticos de uno y otro bando, y también muchos arquitectos y conseguidores varios. Como decía un buen amigo mío, todos ellos con un gran espíritu de recogimiento.

Pues si no, ¿cómo se explica que la construcción en 2005 cueste unos 600 euros por metro cuadrado y luego en el mercado (no sólo de Madrid) se venda 10 veces más, a 6.000 euros por metro cuadrado? Que se haga esto con cualquier otro producto puede parecer bien a algunos (el mercado del libre comercio le llaman). Pero no debería parecer bien a nadie el que esto ocurra y se permita con el bien de primera necesidad por excelencia que es la vivienda.

Se nos dirá entonces que no es así. Que la vivienda social que ellos promueven, los políticos de ambos bandos, sólo cuesta la mitad, 3.000 euros por metro cuadrado. Pues a mí me sigue pareciendo inmoral. ¡Cinco veces más que el precio de coste! Es como matar, no se mata menos si se mata la mitad. No se roba menos si se roba la mitad. Y es que a algunos nos enseñaron a no matar y a no robar, sin más.

¿Y dónde esta el quid de esta cuestión tan peliaguda? ¿en el coste de la construcción? No. Cualquier constructor honrado, que los hay, haciendo bien las cosas, con buenos materiales y en los plazos precisos y con una buena calidad, puede construir una vivienda hoy, en el año 2005, a 600 euros por metro cuadrado. Y ganándolo bien.

¿Será entonces cuestión del suelo? Pues sí. Es el dichoso suelo. La tierra, “la buena tierra” de aquella preciosa novela de Pearl S. Buck, se ha convertido en el quid de la cuestión. Un suelo que no vale 'nada' un día, al día siguiente, por mor de una 'declaración de suelo urbano', puede valer mil veces más. Claro que lo suele comprar por 'nada' el mismo que luego lo declara 'urbano'. Con personas interpuestas ¡claro!, con testaferros. ¿No les parece a ustedes muy significativo que ninguno de los partidos políticos, ni cuando llegan ni cuando se marchan, ni cuando vuelven a llegar ni cuando vuelven a marcharse, digan nada del tema... del tema que más nos preocupa a todos y a cada uno de los que somos ciudadanos de a pie? Curioso. Aquello de que “los pobres heredarán la tierra" debe ser mentira. Los pobres heredarán otra cosa. Pero no la tierra. Pero no el suelo. Y mucho menos si es suelo 'urbanizable'.

Socializar el suelo o morir. Así es porque creo que, a estas alturas, es la única posible solución para acabar de raíz con este cáncer de la sociedad en la que vivimos. ¡Ya empezamos! Dirán algunos. Pues eso, ¡a ver si empezamos! Porque una Ley del Suelo muy antigua (del 56), que parece que sigue vigente, preveía un alto porcentaje de reserva del suelo urbano para vivienda social. Vivienda social, ¿les suena? O no se ha cumplido o se la han saltado a la torera.

Yo les podría decir que la última vivienda que ahora tengo entre manos, a punto de terminarse, se levanta sobre un rectángulo de 18 por 30 metros, con dos jardines y una amplia piscina, con un cuarto de estar de 80 metros cuadrados y un techo de ocho metros de altura, y con cuatro dormitorios y tres baños, y que va a costar menos de 250.000 euros. A lo mejor no se lo creen. Pues es verdad. ¿El secreto? El suelo, que es eso que ahora llaman gratis total. A lo mejor a esto se le puede llamar 'vivienda social' con toda propiedad.

Claro que la última vivienda que construí, mayor que la anterior, costó también 300.000 euros hace sólo dos años. Tiene más de 450 metros cuadrados y ha sido publicada en medio mundo. Por hermosa que no por barata. Y la anterior a ésta sólo costó 120.000 euros y anda ya por varias portadas de libros de Arquitectura. El secreto, una vez más, era el suelo, que en ambos casos era asequible.

Han llegado las cosas a tal extremo que la única solución es cortar por lo sano, como con el cáncer. Socializar el suelo, liberalizarlo, nacionalizarlo si fuere preciso, que lo es. Ni yo, ni ningún arquitecto que quiera dar lo mejor de sí a la sociedad puede acabar haciendo sólo casas para ricos. Una vez que intenté hacer viviendas sociales me echaron porque me negué a la corrupción que me proponía el correspondiente organismo oficial que, por cierto, todavía sigue vivo y coleando. Muy vivo y muy coleando.

Sonaba hace años una pegadiza canción de un estupendo grupo canario, los Sabandeños, que tras enumerar diversos signos de poder económico preguntándose “¿de quién es este…?”, volvía siempre al estribillo que repetía: “Es de los intermediarios en el negocio frutero”. Pues eso, el tema de la vivienda hoy día ha acabado como lo de la fruta canaria. En manos de los intermediarios. Con la diferencia de que la fruta es prescindible y la vivienda no.

* Alberto Campo Baeza es arquitecto.