ÚLTIMA HORA: Dos concejales del Partido Popular en el ayuntamiento de Águilas se han liado esta tarde a bofetadas y se han dicho palabras muy gruesas, uno a otro, sin que se sepa a ciencia cierta el motivo de la reyerta. El suceso ha tenido lugar dentro del mismo edificio consistorial y en presencia de algunos funcionarios aunque en ausencia del alcalde, Juan Ramírez Soto, al parecer, de viaje en Murcia.
Los dos concejales involucrados son Diego Martínez Parra, desde hace tres meses en proceso de abandonar el PP local por profundas divergencias con la estrategia política seguida por Ramírez a raíz del caso de La Zerrichera, y de otro lado Juan Pérez, cuñado de Ramírez, y con un fuerte incremento de patrimonio en los últimos años, según su propio testimonio expresado por los bares del pueblo.
Al parecer el primero es el "tapado" de Valcárcel para sustituir a Ramírez como cabeza de lista del PP en Águilas de cara a las ya cercanas elecciones municipales. El Presidente tendría en su cajón desde hace dos meses una candidatura completa y renovada para presentar en este municipio, clave para los intereses de alguno de sus promotores y de su gran protector ante quienes prefieren su relevo como primer mandatario regional.
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ÁGUILAS.- El grupo municipal de IU en el ayuntamiento de Águilas ha exigido hoy la dimisión del alcalde de Águilas, Juan Ramírez Soto, del PP, para que no sufra más la imagen pública de este municipio litoral murciano.
Miguel Antonio Carrasco Cayuela y Pedro Hernández González, Portavoz y Concejal del Grupo Municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Águilas, han elevado esta misma mañana al alcalde el siguiente escrito:
"Sr. Alcalde, dimita. Si de verdad quiere usted lo mejor para nuestro pueblo lo que debe de hacer es dimitir en caso de que el juez admita a trámite la querella de la Zerrichera pues, usted, como imputado está haciendo que el nombre de Águilas esté en todos los medios de comunicación, regionales y nacionales. Es una publicidad muy negativa para nuestro pueblo que usted puede evitar con su dimisión.
Con ello se conseguirá también que nuestro Ayuntamiento deje de estar en el punto de mira de fiscales y jueces.
Sr. Alcalde, ha cometido usted errores políticos, y esos errores se pagan.
Igual que su concejal José López Díaz tuvo que dimitir, haga usted un favor a la vida política aguileña y dimita".
El Grupo Municipal de Izquierda Unida quiere demostrar, por otra parte, la culpabilidad de Juan Ramírez con el tema de La Zerrichera aportando la documentación correspondiente.
Esta documentación está sacada de los 32 documentos que su Grupo Municipal ha llevado al Fiscal en junio de 2006 y en enero de 2007:
Documento 9:
24 de junio de 2004: Pleno donde se acuerda enviar el expediente a la Comunidad Autónoma. El Portavoz de Izquierda Unida le pregunta al Alcalde si hay alguien del PP (concejal) propietario de estos terrenos o parte de ellos. Ver páginas 7-8-9. Falta al Pleno José López Díaz. Votación: IU-PSOE= NO. Falta Pedro Gil.
Documento 27:
25 de octubre de 2005: Informe favorable de la Dirección General de Calidad Ambiental.
Documento 29:
27 de octubre de 2005: Pleno Ordinario donde se vota definitivamente el expediente de La Zerrichera y donde no asisten cuatro concejales socialistas. Lo declaran de urgencia en la página 14. Asiste el concejal del Partido Popular José López Díaz.
Votación: IU-PSOE= NO
Documento 31:
26 de mayo de 2006: Informe negativo sobre Impacto Ambiental de La Zerrichera por la Dirección General de Calidad Ambiental.
EXPLICACIÓN DE LOS DOCUMENTOS
En el acta de pleno de 24 de junio de 2004 (documento 9) se demuestra que Juan Ramírez supo, si no lo sabía antes, que un concejal suyo era propietario de parte de los terrenos. El portavoz de Izquierda Unida se lo dijo bien claro. Si no quiso investigarlo sería porque el alcalde estaba enterado de la trama y no le interesó apartar a José López del asunto de la recalificación.
Desde ese momento informado estaba Juan Ramírez pero José López tardó 17 meses en dimitir. El alcalde es culpable de callar y no investigar el asunto por no sabemos qué intereses. Esperemos que el juez sí aclare esos intereses de Juan Ramírez.
La Dirección General de Calidad Ambiental (documento 27) emite el 25 de octubre de 2005 informe favorable para urbanizar La Zerrichera. Pero el alcalde convoca el pleno para aprobar La Zerrichera el día antes, el 24, (documento 29) lo que no es legal, pues la normativa pone bien claro que cuando se convoca un pleno, todos los documentos deben estar terminados e incluidos en el expediente para que los concejales puedan estudiarlo.
Juan Ramírez tuvo tantas prisas en favorecer la urbanización de La Zerrichera que se adelantó y convocó el pleno faltando el informe medioambiental. Tres días después, en el pleno del día 27, quitó del orden del día la aprobación de La Zerrichera y lo presentó en ese mismo momento como asunto urgente. Con ello se saltaba la normativa legal, pues los asuntos urgentes pueden convocarse sin las 48 horas de antelación que se requieren en los temas ordinarios y la urgencia debe estar muy justificada.
Con ello, Juan Ramírez reconoció que la convocatoria el día 24 del pleno no fue legal. Pero, además, demostró trato de favor hacia la urbanización de La Zerrichera, pues lo que hubiera procedido era haberlo dejado sobre la mesa y traer esa recalificación en otro pleno. Con estas maniobras, el alcalde demuestra un interés muy personal con La Zerrichera. Esperemos que el juez sí aclare este interés personal de Juan Ramírez.
El 26 de mayo de 2006 (documento 31) la Dirección General de Calidad Ambiental reconoce al Ayuntamiento de Águilas que en la Zerrichera no se puede urbanizar porque incumple cinco aspectos, entre los que se encuentra la Red Natura 2000. Pero en el documento 27, la misma Dirección General emitió informe favorable, siete meses antes. Ahora, con el expediente encima de la mesa del Fiscal, asustados por lo que han hecho, emiten informe negativo intentando salvarse de la ilegalidad anterior.
Este cambio de informes demuestra que determinados políticos de Murcia también tuvieron en su día un trato de favor con la urbanización de La Zerrichera pero no sabemos por qué intereses. Esperemos que el juez aclare estos intereses de todos los imputados. Y si hubiera más culpables, pues que salgan a la luz también.
"Queremos dejar claro -apostilla el grupo municipal de IU- que las dos veces que nos hemos entrevistado con el Fiscal hemos podido comprobar un comportamiento exclusivamente técnico y jurídico por su parte, totalmente profesional y nunca hemos observado ningún interés ni tendencia política en las preguntas que nos ha hecho.
Aportamos fotocopia de un artículo en el que Juan Ramón Calero, Abogado del Estado y anterior líder del PP, apoya al Fiscal Jefe de la Región de Murcia y afirma que los que lo critican lo hacen por impotencia.
Consideramos muy sano para Águilas que el juez investigue esta trama, pues ello llevará a limpiar el buen nombre de nuestro pueblo.
Lo que realmente perjudica a Águilas es tener un alcalde imputado en un asunto donde las acusaciones son de prevaricación, tráfico de influencias, cohecho y falsificación de documentos oficiales.
Si Juan Ramírez quiere bien a nuestro pueblo, lo que debe hacer es dimitir para evitar que Águilas tenga un alcalde acusado e investigado.
Tener un alcalde así, sí que es un perjuicio para nuestro pueblo.
Cuando fue al fiscal Juan Ramírez afirmó que estaba muy contento con colaborar con la justicia. Ahora debe seguir estando contento pues la justicia lo llama para que colabore y aclare aspectos oscuros de este asunto.
Por ello, hemos el Grupo Municipal de Izquierda Unida ha presentado el escrito pidiéndole al alcalde que dimita de su cargo si el fiscal admite a trámite la querella, para que nuestro ayuntamiento no esté ni un día más en el punto de mira de fiscales y jueces".
Por otra parte, el juez titular del juzgado de instrucción número 3 de Lorca, Juan Alcázar, admitirá a trámite, con casi total seguridad, en los próximos días la querella presentada por el fiscal jefe del TSJ de Murcia, Manuel López Bernal, contra altos cargos del Gobierno regional y el alcalde de Águilas por supuestas irregularidades en la recalificación de la finca protegida de La Zerrichera, según señalan expertos en cuestiones jurídicas.
Sin embargo, al polémico caso todavía le queda un largo recorrido en los tribunales. Una vez que sea admitida la querella, se tienen que practicar unas diligencias previas, en las que los querellados tendrán que declarar ante el juez y se realizarán las pruebas documentales y testificales que tanto el magistrado como el fiscal y los abogados de la defensa y la acusación particular consideren necesarias.
Una vez que concluyan estas diligencias previas -en el plazo de seis meses a un año, según calculan los expertos judiciales citados- el juez tendrá que decidir si archiva el caso o abre juicio oral. En el caso de que se decida por esta última opción, se daría traslado del expediente a las partes para que realicen su escrito de acusación y de defensa. En cualquier caso, un hipotético juicio por La Zerrichera no se celebraría antes de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 27 de mayo.
Fuentes judiciales explican además que los querellados no están ahora mismo imputados, y sólo lo serían en el caso de que el juez se pronuncie sobre la querella y los llame a declarar en esta condición.
"Sería inviable, o al menos bastante raro, que el juez rechazara la querella de La Zerrichera, porque cuando la presenta un fiscal se supone que tiene fundamento, porque ya ha practicado diligencias", señalan las citadas fuentes, que aventuran que la clave de la polémica recalificación "estará en los informes técnicos".
3 comentarios:
Esperemos que el juez no tarde mucho tiempo en llamar a los imputados a declarar y que salgan esposados directamente camino al truyo, como castigo ejemplar. Sería una actuación muy pedagógica de cara al gobierno regional y también para los que se vean tentados desde cualquier formación políticas de aquí en adelante.
Miguel Fue el artífice de la denuncia. Bravo por ese concejal ejemplar.
La Esfinge siempre pregunta a Carlos Felipe Iracheta Aguilar.
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