miércoles, 22 de mayo de 2019

El Defensor del Pueblo respalda al Consejo de la Transparencia frente a la CARM

MURCIA.- El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, ha remitido una carta a la Consejería de Transparencia y Participación de la Región de Murcia en la que reclama que estudie una vía de solución que dote al Consejo de la Transparencia de los medios económicos, materiales y personales adecuados, «junto con la autonomía que como ente independiente precisa». 

Este serio tirón de orejas del Defensor del Pueblo al Gobierno regional es uno de los puntos del orden del día de la reunión que hoy celebrarán los miembros del Consejo de la Transparencia de la Región de Murcia (CTRM).
El Defensor del Pueblo, a solicitud del presidente de esta institución, José Molina, ha examinado la situación del Consejo de la Transparencia, creado en 2015 para realizar funciones de autoría y control en materia de publicidad activa, conocer las reclamaciones que se presenten contras las resoluciones en materia de acceso a la información y una función consultiva en materia de transparencia. 
«Sin embargo, -dice la carta de Fernández Marugan- la falta de recursos personales y materiales impide el desempeño de las funciones asignadas, cuestión que ha sido planteada en varias ocasiones a esa Consejería de Transparencia, Participación y Portavoz del Gobierno de la Región de Murcia sin resultado».
El Defensor del Pueblo señala que, «según la normativa aplicable al CTRM le corresponde la elaboración y aprobación de su anteproyecto de cuentas, que tendrá que figurar como una sección dentro de los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma, circunstancia que no se ha dado, ya que los presupuestos son presentados directamente por esa Consejería, sin que se hayan tenido en consideración las dotaciones que el propio CTRM requiere». 
Más adelante señala la carta que la «ausencia de autonomía presupuestaria junto con la escasez de personal dificultan la ejecución del exiguo presupuesto, por lo que este ni siquiera se llega a ejecutar en su totalidad». 
Francisco Fernández Marugán añade que «la anterior circunstancia hace que las necesidades materiales del CTRM no se hayan cubierto, por lo que carece de unas instalaciones apropiadas, no cuenta con mobiliario, ni medios informáticos y de comunicación, incluso hay escasez de todo tipo de material de oficina. A la precariedad de medios materiales, prosigue la misiva, se une la falta de recursos humanos suficientemente dimensionados para la carga de trabajo que el cumplimiento de los objetivos exige».
Esta situación, a juicio del Defensor del Pueblo, afecta al servicio que se pretende ofrecer y «así se ha puesto en conocimiento del Gobierno de la Región en diferentes ocasiones, sin que se hayan podido superar los obstáculos que impiden el desarrollo idóneo de las funciones encomendadas al Consejo y repercuten de forma negativa en los ciudadanos».
«Ante la preocupación de no estar dando la respuesta que los ciudadanos esperan del CTRM, el presidente del mismo ha dirigido a la Inspección General de Servicios un escrito para que realice una inspección extraordinaria en el Consejo, que le ha sido denegada, pues en aplicación del Decreto 93/2012 es esa Consejería quien ostenta la competencia para efectuar dicha solicitud», señala el defensor del Pueblo.
La carta añade que con el fin de colaborar para que el CTRM pueda llevar a buen término la misión encomendada, «esta institución se ve en la obligación de poner estos hechos en conocimiento de esa Consejería para que se estudie una vía de solución que permita dotar al CTRM de los medios económicos, materiales y personales adecuados, junto con la autonomía que como ente independiente precisa».

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