Mientras un grupo de concejales se enfrenta a la alcaldesa,
alabándola por un lado y rogándole que se vaya por otro, que así es la
política, la buena señora, que al parecer ya sabe que no repite y está
intentando salvar los muebles como diputada, está buscando el
pretendiente ideal para su sillón.
Pilar es como tod@s los polític@s: no saben irse sin nombrar
herederos. A veces uno piensa, por mal pensado, que lo hacen para que el
que venga detrás no escarbe en la gestión. Si mi Pili se marchara ya,
hoy mismo, sus acólitos actuales nunca revolverían en el cubo desastre
de sus gestiones y ahí quedaría todo. Tampoco lo haría el candidato
designado por ella, pero si éste es uno externo a los que están, bien se
podría pensar que si existieran trapos sucios, van a salir todos a la
luz pública.
Cuesta trabajo pensar que Paco Espejo, Cabezos, Segado, Nicolás, y
otros que no voy a nombrar de momento, vayan a permitir así sin más que
Pilar ponga de sucesor, por ejemplo, a Pedro Pablo Hernández de la COEC,
a su amigo Andrés Ayala o a Federico Trillo. ¿Verdad que cuesta creer
que los 'espejos' y compañía se dejen dar una patada en el culo y den
las gracias por el detalle? Por eso la alcaldesa debiera meditar muy
bien sus próximos movimientos porque ya no juega sola en la mesa de la
Alcaldía. Lo que actualmente tiene ya no son compañeros de viaje sino
pretendientes que aspiran a sucederla y a continuar en el Ayuntamiento.
Pilar debería revisar toda su gestión impositiva, esa de 'por mis
ovarios y te callas', no vaya a ser que pudieran existir, que no digo yo
que existan, cosillas de las que aún no se hayan hablado sobre Novo
Carthago, Puerta Nueva, Mandarache, Parque Mediterráneo, El Batel... y
últimamente El Hondón. Incluso hacer una retrospección mental y repasar
su vida municipal junto a Agustín Guillén. ¡Oye!, que si todo está bien,
pues no pasa nada. Ella misma.
El Hondón merece un comentario aparte. Hace una treintena de años,
cuando entraba a Cartagena, lo primero que encontraba era una especie de
boria con tufillo azufrado. Pero cuando salía por la noche, la boria
era niebla y el tufo irrespirable. No sé que pasa en esos terrenos, pero
si el héroe de Cartagena, Pepe Cavite, de Movimiento Ciudadano,
demostrase que los cartageneros hemos estado los últimos veinte años
sometidos a algún tipo de contaminación que pudiera haber afectado o
afectar a la salud de muchos ciudadanos y que la alcaldesa Pilar
Barreiro haya podido ser conocedora, creo que podría tener un problema
muy serio. Este tema sí justifica una buena manifestación, ¿eh,
Leandro?, que primero es la salud y luego curarla.
Volviendo al tema inicial, son muchos los pretendientes del sillón de
mi Pili y solo uno alcanzará el éxtasis orgásmico. ¿Quién será? Lo
sensato es que deje ya a Paco Espejo de alcalde, que al fin y al cabo ya
lo es de facto, y se marche 'pa Madriz'; aunque con esta alcaldesa
cualquier cosa racional... falla.
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