Entrevistan al líder del PSOE en El País, y el gran titular
es una refutación a Podemos. Probablemente, una muy razonable crítica,
que continúa en otros comentarios también destacados. Pero esto pone en
evidencia que el interés no está en el PSOE sino en como afronta el PSOE
el fenómeno Podemos. La palabra que nombra al nuevo partido aparece
insistentemente, de manera inexcusable y con visibilidad del cuerpo
cuarenta, en todas las entrevistas a políticos de todas las demás
organizaciones. Pocas veces una marca ha sido tan difundida por la
competencia. La contrapublicidad es superior en cantidad de impactos y
en ramificaciones a lo que alcanzan a divulgar de sí mismos los
promotores de ese partido, y eso que éstos se empeñan en chupar plano
como pocos.
Pero no hay manera. Cuanta más caña, más crecen. Y cuanto más crecen,
más nerviosos ponen al resto. Podemos lo invade todo, aparece en todas
las conversaciones, fascina e irrita con similar apasionamiento, y el
‘sí se puede” se ha convertido ya en un lema cotidiano para casi
cualquier cosa. Qué potencia la de Podemos. Las alarmas más vibrantes
suenan en los hogares donde, inesperadamente para la militancia paterna,
los hijos se dejan virtual coleta. Cada vez me llegan más lamentos de
gente bien afectada por ese virus. Y yo mismo he de admitir que cuando
en uno de estos artículos escribo la palabra Podemos se triplica y a
veces se cuadruplica el número de visitas. ¿Se entiende así que las
televisiones se den de tortas por invitar a Pablo Iglesias?
La competencia política de Podemos, en la izquierda y en la derecha,
está aupando el fenómeno a fuerza de tratar de frenarlo. Y es que
todavía no han descubierto el secreto. No es Podemos el que os quiere
echar, muchachos. Es la gente.
http://blogs.laopiniondemurcia.es/angelus/
No hay comentarios:
Publicar un comentario