lunes, 3 de noviembre de 2008

El 'dossier' secreto que indignó a Cuevas

MADRID.- Apenas 48 horas antes de morir, el presidente de honor de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, salía satisfecho de su desayuno con su ex colaborador y flamante secretario general de la patronal, José María Lacasa. Iba a tener apoyo para el gran proyecto que se traía entre manos en la Fundación CEOE, un trabajo a fondo sin precedentes para proponer una reforma radical del sistema educativo en España, ese desastre por el que «la octava potencia del mundo» no tiene ni una universidad entre las 200 mejores del planeta, se escribe en "El Mundo".

El histórico jefe de la patronal, de 73 años, tenía ya financiación de Telefónica, El Corte Inglés o el BBVA y se le estaba pasando ya la indignación contra su sucesor, el actual presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Se desenfadaba como le ocurrió en el pasado con Felipe González, José María Aznar, Josep Piqué , Joaquín Almunia, Antonio Gutiérrez... y tantos otros que enfadaron al combativo Cuevas.

Murió el pasado lunes y Díaz Ferrán se despidió así de su mentor en la Tercera de ABC: «Gracias por tu hombría de bien y por todos los momentos que hemos compartido y las dificultades que hemos superado». ¿Dificultades? Para el lector no avisado quizá pasó inadvertido este término, pero para cualquier miembro de la cúpula de CEOE, estaba claro: Díaz Ferrán pasaba públicamente página al dossier que envió el pasado septiembre a los dirigentes de la patronal con el fin de despedir al ya ex secretario general Juan Jiménez Aguilar, pero con datos que dañaban la reputación de Cuevas.

Es extremadamente delicado informar sobre un documento que tanto molestó a alguien que acaba de morir y que ha recibido tan merecidas muestras de respeto desde la derecha a la izquierda del país.Pero es deber periodístico averiguar cuáles fueron esas «dificultades» que enfrentaron hasta hace apenas 10 días a nada menos que las dos cabezas visibles de la primera organización empresarial del país y que ha provocado un espectacular despido de Jiménez Aguilar.

El dossier -cuya copia ha obtenido El Mundo- se titula Informe Confidencial, cuenta con 20 páginas y documentos anexos y pretende probar que tanto Cuevas -presidente de CEOE hasta que en 2007 nombró sucesor a su amigo Díaz Ferrán- como Jiménez Aguilar mintieron al firmar que el 11 de diciembre de 2003 se produjo una asamblea general con 800 personas que tomó seis acuerdos. Tal reunión del órgano supremo de la patronal «no llegó a celebrarse en ningún momento», según el dossier, cuyas principales conclusiones reproducimos.

El acta ficticia dice que sí se produjo a las 11 horas «en segunda convocatoria bajo la presidencia de Don José María Cuevas Salvador» y, entre otros puntos, acordó «previo informe del tesorero Juan Manuel de Mingo [dirigente de El Corte Inglés] aprobar el cierre y liquidación de los Presupuestos de CEOE correspondientes a 2003; el avance de liquidación de Presupuestos de 2004 y el proyecto de Presupuestos para el año 2005». Sin embargo, el dossier de Díaz Ferrán acredita que aquel día sólo hubo un acto conmemorativo de la Constitución Española que motivó que acudieran a la sede de CEOE tanto el Príncipe Don Felipe, como los entonces vicepresidentes del Gobierno, Javier Arenas y Rodrigo Rato. El informe sostiene que tal falsedad supone «contravenir de forma flagrante normas legales (...) Resulta inevitable señalar que la responsabilidad directa de los hechos recae sobre quienes eran presidente y, sobre todo, secretario general de la Confederación en aquellos momentos».

El pasado 17 de septiembre, tras conocer el dossier, Cuevas acudió por sorpresa a la reunión del Comité Ejecutivo de CEOE y admitió que, en efecto, la asamblea general no tuvo lugar. Pero restó trascendencia al hecho y lo justificó por la falta de fechas que hubo en aquellos meses.

Otros miembros de la cúpula le dieron la razón y aseguraron que estas irregularidades administrativas son frecuentes en el mundo de la empresa por la excesiva burocracia. El propio Díaz Ferrán no dio más importancia a su dossier y se limitó a pedir la dimisión de Jiménez Aguilar «por falta de confianza».

¿Entonces, por qué envió el documento? Díaz Ferrán quería prescindir del secretario general tras un largo enfrentamiento de meses con él y consideró que el hallazgo de esa irregularidad era un pretexto suficiente como para forzar su dimisión. Ahora no habla de ello pero, según su propio dossier, los hechos no pueden quedar así ni con el despido de Jiménez Aguilar.

«Parece de todo punto conveniente para restituir el buen orden y la confianza en las instituciones de la propia CEOE el encargo y realización de una auditoría externa sobre los ejercicios económicos afectados», señala el informe. Sin embargo, Díaz Ferrán ha indemnizado con 1,8 millones a Jiménez Aguilar y almorzó el pasado día 22 con Cuevas para que siguiera al frente de la Fundación CEOE e incluso representara a la patronal en actos públicos.

Acaba así otro desconcertante episodio en la maltrecha patronal, tan necesaria contra la crisis económica. Si, como piensa ahora Díaz Ferrán, no fue tan grave lo que denunciaba, debió actuar con más prudencia, porque Cuevas no se merecía tal misil a estas alturas de su carrera. Tras su muerte, será difícil que surja otro presidente de CEOE con su personalidad. «No os avergoncéis de ser empresarios. Es mejor ser rico que pobre, aunque sólo sea por razones financieras», solía bromear con los miembros de la patronal. Su mejor legado es que tener las ideas claras es compatible con dialogar, dialogar, dialogar...

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