ÁGUILAS.- El desplome de uno de los acantilados del Hornillo ha obligado a cerrar parte de esa playa a los bañistas. Las grandes rocas ocupan toda la arena, impidendo el paso, por lo que éste sólo puede hacerse a través del mar. Toda la zona ha sido precintada para evitar accidentes en caso de que se produzcan nuevos deslizamientos, cuenta hoy "La Verdad".
El derrumbe, según el concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco José Clemente, podría haber estado ocasionado por las lluvias de los últimos días. El edil popular explicó que «de inmediato los servicios técnicos del Ayuntamiento «redactaron un informe con lo sucedido y se hizo llegar a Costas para que tomara las medidas de seguridad oportunas en la zona».
En el informe, también se le precisaba a la Demarcación de Costas del Estado, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, la «necesidad de llevar a cabo un estudio geológico y geotécnico de la ladera que marque las futuras actuaciones para evitar nuevos deslizamientos».
Clemente añadió que «se ha acotado toda la zona para impedir el paso a los ciudadanos, ya que es realmente peligroso que se circule por el lugar hasta que no se estabilicen los esquistos pizarrosos que presentan importantes deslizamientos que podrían haberse visto agravados con la lluvias de los últimos días».
La Demarcación de Costas del Estado anunció ya la realización de un estudio geológico y geotécnico que precise la situación real de todo el acantilado. Fuentes de Costas afirmaron que el estudio, que se iniciará de inmediato, pretende no sólo determinar la situación real de todo el conjunto, sino también las actuaciones a realizar para intentar consolidar las rocas.
Añadieron que se trata de una zona de gran fragilidad como ya determinó un estudio anterior que «fue enviado a la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento». El nuevo estudio, explicaron, «revelará la situación actual de los materiales y las posibles soluciones que se pueden aplicar para evitar nuevos desplomes».
La Demarcación de Costas también ha señalado que las rocas serán retiradas de la playa y que deberá acometerse «la restauración de la zona». Costas también explicó que «pedimos al Ayuntamiento que mantuviera en la zona un perímetro de seguridad para evitar que la población se acercara por el riesgo que entraña en estos momentos».
Se ha colocado una valla de color rojo y unos carteles en los que se indica que está prohibido el paso a esa zona de la playa.
Junto con las rocas que se han desplomado, también ha caído al vacío parte de la senda marítima que se había construido para que los vecinos de las viviendas de las zonas altas pudieran bajar hasta la playa.
Se espera que en los próximos días se lleven a cabo las tareas de retirada de las rocas para lo que será preciso, según los técnicos, maquinaria pesada por el tamaño de los desplomes.
El derrumbe, según el concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco José Clemente, podría haber estado ocasionado por las lluvias de los últimos días. El edil popular explicó que «de inmediato los servicios técnicos del Ayuntamiento «redactaron un informe con lo sucedido y se hizo llegar a Costas para que tomara las medidas de seguridad oportunas en la zona».
En el informe, también se le precisaba a la Demarcación de Costas del Estado, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, la «necesidad de llevar a cabo un estudio geológico y geotécnico de la ladera que marque las futuras actuaciones para evitar nuevos deslizamientos».
Clemente añadió que «se ha acotado toda la zona para impedir el paso a los ciudadanos, ya que es realmente peligroso que se circule por el lugar hasta que no se estabilicen los esquistos pizarrosos que presentan importantes deslizamientos que podrían haberse visto agravados con la lluvias de los últimos días».
La Demarcación de Costas del Estado anunció ya la realización de un estudio geológico y geotécnico que precise la situación real de todo el acantilado. Fuentes de Costas afirmaron que el estudio, que se iniciará de inmediato, pretende no sólo determinar la situación real de todo el conjunto, sino también las actuaciones a realizar para intentar consolidar las rocas.
Añadieron que se trata de una zona de gran fragilidad como ya determinó un estudio anterior que «fue enviado a la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento». El nuevo estudio, explicaron, «revelará la situación actual de los materiales y las posibles soluciones que se pueden aplicar para evitar nuevos desplomes».
La Demarcación de Costas también ha señalado que las rocas serán retiradas de la playa y que deberá acometerse «la restauración de la zona». Costas también explicó que «pedimos al Ayuntamiento que mantuviera en la zona un perímetro de seguridad para evitar que la población se acercara por el riesgo que entraña en estos momentos».
Se ha colocado una valla de color rojo y unos carteles en los que se indica que está prohibido el paso a esa zona de la playa.
Junto con las rocas que se han desplomado, también ha caído al vacío parte de la senda marítima que se había construido para que los vecinos de las viviendas de las zonas altas pudieran bajar hasta la playa.
Se espera que en los próximos días se lleven a cabo las tareas de retirada de las rocas para lo que será preciso, según los técnicos, maquinaria pesada por el tamaño de los desplomes.
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