El letrado subrayó que en una promesa de interés está "la base del fraude" y recalcó que lo que ofrecía la inmobiliaria era un producto financiero que hubiera requerido, dijo, la intervención del Banco de España. Por ello, aseguró que están estudiando "si la actuación de la entidad fue correcta o no y, en este caso, la posibilidad de presentar una reclamación patrimonial".
Escobar señaló que ahora la "máxima esperanza" de los afectados es que a través de la investigación "se siga el rastro del dinero", que según las sospechas de los perjudicados podría encontrarse en diversas cuentas y entidades bancarias de Marruecos, donde, al parecer, los responsables de Riviera Invest "tenían intereses y hacían muchos viajes", apuntó.
De otro modo, reconoció, será difícil que los afectados puedan recuperar la inversión, ya que las diversas sociedades creadas por Riviera Invest se encuentran en suspensión de pagos y los pocos terrenos que quedan con algo de valor están hipotecados.
El abogado aseguró que el montante total de la presunta estafa es "incalculable" porque todavía no se conoce con exactitud el número de afectados, la mayoría de los cuales se concentran en las zonas de Alicante, Andalucía y Murcia.
De igual modo, recordó que además de clientes particulares, la inmobiliaria ha contraído deudas con numerosos proveedores. De hecho, debe unos 12 millones de euros a bancos y otros ocho figuran en el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI).
Lo que sí aseguró Escobar es que la estafa alcanzará cifras "mucho más grandes de las que se habían calculado en un principio".
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