sábado, 2 de agosto de 2008

Mentiras, incienso y mirra / Apunte de Verano de Vera Mª Cubí

Los rectores de la UMU y la UPCT han terminado por ponerse de rodillas ante el César, en una actitud vergonzosa y vergonzante por aquello de que "quien paga, manda". Ahora todo son parabienes y declaración de buenas intenciones porque es mentira que les importen los alumnos y la calidad de la enseñanza que, obviamente, ninguno garantiza a tenor de los puestos que ocupamos en el ránking mundial de universidades (Murcia en el 343 y Cartagena ni clasificada).

Mantenida de principio la ficción de la independencia y autonomía universitaria, este otro y nuevo par de farsantes han cedido ante las primeras presiones de una oportuna subvención compartida de 800.000 euros (otra más de una serie para tirar el dinero con gente tan incompetente y rechazada por los alumnos que se pueden permitir estudiar fuera de la Región) otorgada graciosamente desde San Esteban para callar bocas. Pero, ¿quién designa a los rectores? El que controla el dinero y el Consejo Social. El mismo.

Mendoza le tiene bien tomada la medida pues, a una sociedad regional ya muy corrompida. Sabe perfectamente como torcer voluntades y comprar conciencias. Si ha tenido éxito en plazas más resabiadas y lejanas, cuyo nombre está en la mente de los más avisados, qué no hará en este melonar preñado de pícaros y pillos, donde él mismo es un veterano de antes de Dominicana. Lo de Católica es sólo un recurso de marketing y su mercancía, extender títulos al que se siente incapaz de competir en excelencia. Él no engaña a nadie que no desee ser engañado, entendámonos. La cosa va de listo a listo con complicidades en Roma.

Pero aquí no le hace falta llegar ni al "Rolex"; le basta con leer a Pérez Reverte, él que no es muy ilustrado sino más bien un hijo de la calle explotado desde niño, y aplicarse un poco. No hay más secreto que el dominio de la naturaleza humana y sus flaquezas por el dinero. A saber cómo ha cambiado en días el criterio de los miembros de la "Aneca" para que el César tuviese una coartada legal perfecta. (Debe ser más que interesante tener acceso a la "caja B" de la UCAM, si es que existe como tal).

Además, no hay más que entrar a la web de la UCAM para comprobar los nombres de profesores de las universidades públicas que, burlando la ley de manera torticera, dan clases disfrazadas de conferencias para no tener incompatibilidad, no estar obligados a darse de alta como autónomos y tributar por un tipo impositivo mayor. Un presunto fraude en toda regla, desde el principio hasta el final con la velada complicidad de los correspondientes rectores, que miran a otra parte pero son cooperadores necesarios si hubiese delito. Aquí nos conocemos todos.

Y por eso Mendoza sabe cómo presionar al César y también que ambos rectores no traspasarán una actitud testimonial para la galería dentro de la más pura e inmoral ficción, en plena canícula, ante una sociedad bastante desarmada moralmente por desesperada ante su futuro.

De pipa de la paz y estrechar lazos con el César hablan las crónicas más sagaces para reflejar esta previsible bajada de pantalones ensayada 24 horas antes por Cobacho y Faura ante un consejero de Educación, al que habría que hacer algunos controles más que el de alcoholemia para comprobar qué clase de labor fuma en su pipa porque con su aroma evanescente ha "convencido" en minutos a este par de grillos, ahora afónicos.

En el manifiesto conjunto hecho público ayer tras la reunión en la Convalecencia, las dos universidades públicas de la Región, muestran su «firme compromiso de trabajar por un sistema público de educación superior que garantice una oferta universitaria de calidad para todos los ciudadanos y que permita la igualdad de oportunidades», así como su «voluntad decidida de seguir trabajando como motores del crecimiento y desarrollo de la Región de Murcia», refleja hoy "La Verdad".

Y tras los tópicazos de siempre para poder seguir medrando, los responsables de estas instituciones reiteran en el manifiesto su compromiso «con la excelencia en la docencia y en la investigación, así como con el impulso de la innovación y el desarrollo», y dejan claro que, «los ciudadanos de la Región de Murcia deben tener la absoluta seguridad de que las universidades de Murcia y Politécnica de Cartagena, como depositarias del espíritu y de la tradición universitaria, asumen la responsabilidad de realizar cuantas acciones sean necesarias para garantizar estos compromisos».

Mendoza tan conforme. Se ha salido con la suya y de ahí a conseguir Medicina, un paso porque la resistencia puede ser desactivada con nuevas promesas y dádivas a quien corresponda. El cartagenero, en esto, es un maestro en el arte de tratar con rufianes ilustrados, y cuanta más púrpura, más necesidades. Es cuestión de subir la oferta, no hay problemas. Pagan los padres de un atajo de vagos que antes le han sacado los cuartos a otros más codiciosos que ellos. Entre golfos anda el juego. Pero todos, muy golfos. Pobre Murcia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, entre golfos se lo guisan y se lo comen. Se entiende tu comentario perfectamente tenemos lo que nos merecemos. Esto es del que la pille pael.
La sociedad en la que me incluyo tiene la culpa de esto. Pobre Murcia no, pobre sociedad.

Anónimo dijo...

"Entre pillos anda el juego".

Anónimo dijo...

no se porque nos quejamos, tenemos lo que nos merecemos, y si no, echarle un vistazo a los resultados electorales

Anónimo dijo...

Los profesores universitarios pueden impartir cursos con un límite de horas por año. Lo que no está tan claro es que puedan hacerlo en otra universidad, y menos aún siendo privada. Este límite de horas viene fijado por normativa en vigor desde hace mucho tiempo. Y es la consejería de educación la que debe velar por que esto se cumpla y no se excedan las horas. En realidad, aquí nadie controla nada, ni cursos a empresas, ni a universidades, ni pagadas dentro de la universidad, ni nada. Los cursos son una buena excusa para ganarse unos euros por hora. Especialmente si se es director u organizador, y se tiene cierta manga ancha y clientes, puede hacerse un buen negocio. No se cobra demasiado para como está el mercado, especialmente en la UCAM, que debe pagar bien barato, pero con sueldos bajos de profesores, no está de despreciar. Y también por cuestiones curriculares, claro.