sábado, 28 de junio de 2008

La CNMV investiga a Trinitario Casanova

MADRID.- Trinitario Casanova ya no podrá vender su 3,5% del Banco Popular al grupo fantasma que supuestamente estaba dispuesto a pagar por él un elevado precio. La razón es muy simple: ya no tiene ese paquete, según revela hoy "El País".

El empresario que controla el Grupo Hispania comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que ha dejado de tener una participación significativa (esto es, superior al 3%) en el Popular. No ha sido él el que ha decidido vender, sino que el acreedor que tenía las acciones en prenda ha vendido una parte para asegurarse el cobro de la deuda.

La operación alimenta la teoría de que el supuesto interés de un grupo inversor mexicano por hacerse con un 20% del Banco Popular pagando mucho más de lo que vale en Bolsa era una cortina de humo llamada a inflar la cotización del Popular en Bolsa.

Para Casanova, era vital que las acciones no siguiesen cayendo. Las había comprado con un préstamo y se había visto atrapado por la negativa evolución en Bolsa. Pagó a 12,36 euros acciones que ayer cerraron a 9,02. Casanova invirtió 526 millones, de los que 394 correspondían a un préstamo bancario con las acciones pignoradas en garantía.

Con la caída del Popular en Bolsa, esa garantía resultaba insuficiente, por lo que Casanova tuvo que aportar otros 99 millones en enero. Pero el Popular ha seguido a la baja y el banco ha exigido nuevas garantías. Al no aportarlas, el acreedor ha ejecutado la prenda y ha vendido parte de las acciones en Bolsa. Casanova no ha desvelado qué parte ha sido vendida.

Falsa noticia

Hace unas semanas, justo cuando la caída en Bolsa del Popular hacía inminente la amenaza de la ejecución de la prenda, un diario gratuito (que tuvo negocios con las empresas de Casanova) publicó la falsa noticia de que un grupo inversor mexicano liderado por el empresario Tomás Milmo iba a lanzar una OPA para hacerse con la mayoría del Popular. Algún otro medio dio credibilidad a que había un acuerdo casi cerrado de Milmo con accionistas como Nicolás Osuna o Américo Amorim, entre otros.

Esas falsas noticias, desmentidas por sus supuestos protagonistas, hicieron subir las acciones del Popular en Bolsa y evitaron la ejecución de las garantías del préstamo de Casanova. La CNMV pidió explicaciones y finalmente sólo el propio Casanova dijo estar negociando con "un grupo inversor mexicano" no identificado la venta de sus acciones. Según se iba desmontando la versión inicial, las acciones volvieron a caer.

Esta semana, Casanova y una sociedad recién constituida con un capital mínimo llamada Blueprime comunicaron un acuerdo de venta del 3,5% del Popular a 14,2 euros por acción. En realidad, el acuerdo no sólo no tenía sentido, sino que además era papel mojado, pues estaba sujeto a condiciones aparentemente imposibles de cumplir, entre ellas, el acuerdo del banco acreedor que tenía las acciones en prenda.

Blueprime decía estar en negociaciones avanzadas con varios accionistas para comprarles sus acciones, y aseguraba estar interesado en comprar el 20% del Banco Popular. La CNMV investiga quién está detrás de esa sociedad y si todo ha sido un montaje para impulsar la cotización.

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