Resulta sorprendente que los que defienden ahora a María San Gil aplaudieran la decisión de Génova cuando segó la cabeza a Piqué por nacionalista.
Parece que el goteo contra la continuidad de Rajoy al frente del PP ya tiene su Hoja de Ruta y no estamos apuntando a la Fundación FAES. ¿Quién saltará mañana? Es la pregunta del millón, porque de aquí al congreso de los populares en Valencia quedan pocos días.
Dice la máxima que el poder une y la oposición desune, algo que no es aplicable a los socialistas murcianos porque estos se cargaron a Hernández Ros, a Collado y ahora van a por Saura. El avispero de los populares resulta interesante y para algunos divertido, aunque no tiene nada de novedoso.
Recuerda al final de la UCD, cuando Adolfo Suárez tiró la toalla en Mallorca por la “guerra de los barones”. También tiene otras similitudes a nivel regional con la caída de Juan Ramón Calero a primeros de los noventa cuando se opuso a la llegada a la presidencia de José María Aznar.
Al líder caído siempre le crecen los enanos y eso le está sucediendo a Rajoy. ¿Debate de ideas o debate de personas? Y esa pregunta vale para todos los procesos congresuales de los grandes partidos. De momento a Rajoy le sucede como a Saura en Murcia, le siegan la yerba, le piden que se vaya soterradamente pero nadie tiene el valor de presentar alternativa. Con la salida de la ponencia de María San Gil han aparecido el coro de las damas y señores con su corte mediática.
Ninguna ni ninguno quiere dar de momento la cara. Son los mismos y las mismas que saltaron como posesos cuando Ruiz Gallardón decidió postularse y antes cuando Rato pudo ser el sucesor de Aznar. Lo que parece cada vez más claro es que a Rajoy le sucederá como a Saura, pueden ganar sus congresos pero no serán los candidatos en sus próximas convocatorias electorales.
Los populares murcianos de momento dicen que son un bloque de hormigón, en torno a Rajoy con Camps de lugarteniente. San Gil, Aguirre, Botella no entran en sus planes ni en sus preferencias. Aquí prietas las filas ante el presidente Valcárcel que ahora está en México de viaje promocional.
No parece que cambie de posiciones de cara al Congreso, a menos que apareciera una oferta mejor, ni que la “aluminosis” se haya introducido en el gran feudo del PP. Están pasando de puntillas por el ortigal. Pero al final las borrascas madrileñas terminan también llegando a la Región. Y la batalla de sucesión está ahí. Valcárcel debería tomar nota de lo que está pasando con Rajoy.
Parece que el goteo contra la continuidad de Rajoy al frente del PP ya tiene su Hoja de Ruta y no estamos apuntando a la Fundación FAES. ¿Quién saltará mañana? Es la pregunta del millón, porque de aquí al congreso de los populares en Valencia quedan pocos días.
Dice la máxima que el poder une y la oposición desune, algo que no es aplicable a los socialistas murcianos porque estos se cargaron a Hernández Ros, a Collado y ahora van a por Saura. El avispero de los populares resulta interesante y para algunos divertido, aunque no tiene nada de novedoso.
Recuerda al final de la UCD, cuando Adolfo Suárez tiró la toalla en Mallorca por la “guerra de los barones”. También tiene otras similitudes a nivel regional con la caída de Juan Ramón Calero a primeros de los noventa cuando se opuso a la llegada a la presidencia de José María Aznar.
Al líder caído siempre le crecen los enanos y eso le está sucediendo a Rajoy. ¿Debate de ideas o debate de personas? Y esa pregunta vale para todos los procesos congresuales de los grandes partidos. De momento a Rajoy le sucede como a Saura en Murcia, le siegan la yerba, le piden que se vaya soterradamente pero nadie tiene el valor de presentar alternativa. Con la salida de la ponencia de María San Gil han aparecido el coro de las damas y señores con su corte mediática.
Ninguna ni ninguno quiere dar de momento la cara. Son los mismos y las mismas que saltaron como posesos cuando Ruiz Gallardón decidió postularse y antes cuando Rato pudo ser el sucesor de Aznar. Lo que parece cada vez más claro es que a Rajoy le sucederá como a Saura, pueden ganar sus congresos pero no serán los candidatos en sus próximas convocatorias electorales.
Los populares murcianos de momento dicen que son un bloque de hormigón, en torno a Rajoy con Camps de lugarteniente. San Gil, Aguirre, Botella no entran en sus planes ni en sus preferencias. Aquí prietas las filas ante el presidente Valcárcel que ahora está en México de viaje promocional.
No parece que cambie de posiciones de cara al Congreso, a menos que apareciera una oferta mejor, ni que la “aluminosis” se haya introducido en el gran feudo del PP. Están pasando de puntillas por el ortigal. Pero al final las borrascas madrileñas terminan también llegando a la Región. Y la batalla de sucesión está ahí. Valcárcel debería tomar nota de lo que está pasando con Rajoy.
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