domingo, 6 de abril de 2008

La crisis del PP / Fermín Bocos

Mientras Zapatero en Bucarest nos dejaba la impagable foto-carné de lo que es y pesa en éstos días la política exterior de España, Madrid recuperaba el aire de las postrimeras del reinado de Isabel II.

En el solar de la derecha, todo son rumores y conspiraciones; los restaurantes están a tope. Todo son rumores y en todos se habla de Mariano Rajoy y de Esperanza Aguirre. En Madrid, gobierna la derecha (Esperanza Aguirre, mayoría absoluta) y en Madrid vive, pero sin gobierno, Mariano Rajoy, líder de un partido que ha mejorado en número de votos pero que ha perdido por segunda vez las elecciones.

Y, ése es el problema. Porque quien salió para La Moncloa se ha quedado en Génova y pretende una tercera oportunidad; oportunidad que no todos en su partido parecen dispuestos a respaldar. Así que en cuanto Rajoy designó tripulación parlamentaria para otros cuatro años de oposición, empezaron las conspiraciones. El PP tiene un congreso en el mes de junio al que Rajoy pretende llegar sin contrincantes. Hace dos semanas parecía posible, hoy resulta más que improbable. Rajoy se ha rodeado de afines –en su mayoría alevines-, dejando en el escaño, sin tarea ni focos, a los pesos pesados que la gente conoce.

Algunos se han resignado, otros no. Una cena entre Rajoy y Aguirre se ha explicado de manera que sirve tanto para dar pie al anuncio de una guerra como a la notificación de una tregua. Se habla de lista alternativa a Rajoy en el congreso de junio y también del cabreo que tiene Camps porque a González Pons Rajoy le ha dejado a la luna de Valencia. Tampoco están contentos en Cataluña, ni en Castilla-León, donde han ganado de calle pero no se lo reconocen. Ya digo, Madrid es un rumor y Rajoy cada vez recuerda más al Almunia de cuando Borrell saltó al ruedo y ganó las primarias.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El guirre es un buitre canario similar al alimoche en peligro de extinción. Pero que se resiste a desaparecer de su localizado territorio. Nuestro particular "guirre" madrileño es en Madrid votado y conocido. Pero cree Ud. Sr. Bocos que lo es en el resto de España? O más bien huele a un rancio, centralista y antiguo estilo capitalino de extrema-derecha? Así que si esa es la opción del PP, va listo...

Anónimo dijo...

SR. Bocos, mas vale solo que rendiendo pleitesia a un presidente tan nefasto como Bush. El PP esta mas proximo a la escision que del gobierno de España.

Anónimo dijo...

Miren cómo anda el PP de ese Rajoy que aspiraba a La Moncloa.Menos mal que nunca será presidente del Gobierno.

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«¿Tú qué quieres hacer?». Ésa era la pregunta retórica con la que José María Aznar encaraba cualquier nombramiento cuando tenía muy claro de antemano qué le iba a ofrecer a su interlocutor. Ésta también fue la cuestión que formuló Mariano Rajoy a Manuel Pizarro después de las elecciones. La diferencia es que el ex presidente de Endesa comprobó muy pronto que, en su caso, la de Rajoy no era una pregunta retórica.
Pizarro respondió al presidente del PP que estaba a su disposición, suponiendo que quien le había presentado en las elecciones como su fichaje estrella tenía planes para él. Pues no. Nunca llegó a ofrecerle nada concreto.
Todos los compañeros de escaño vieron al notario madrileño de muy mal humor el día de la sesión constitutiva del Congreso y atribuyeron el enfado a su equívoca situación. «El supuesto 'número dos', maltratado por su mentor», pensaron. «Cristóbal Montoro será el portavoz parlamentario de Economía y Pizarro no puede ocupar un cargo de responsabilidad en el aparato después del próximo congreso porque le falta cultura de partido», reflexionaron.
Pizarro comentó a personas de su confianza el pasado jueves que no se encuentra cómodo en la actual tesitura y que se toma un tiempo de silencio y descanso con su esposa en Ibiza.
No obstante, aseguró a todos los que se interesaron por su futuro que son falsos los rumores que circulan sobre sus planes para regresar al mundo de los negocios con César Alierta y que no tiene intención alguna de dejar el Congreso. Al menos, por ahora. «No he dejado todo para estar dos días en política», les dijo".

Recogido del "Diario Vasco"