lunes, 11 de febrero de 2008

Abderramán II, refundador de Murcia / Santiago Delgado

Leo con agrado que vamos a tener monumento a Abderramán II, Emir de Córdoba, por cuya voluntad se trasladó la ciudad de Ello, entre Algezares y Los Garres, al centro del Valle Medio del Segura, llamado Myrtia, pronunciando la y griega casi como u.
La actual Murcia es la continuidad de aquella Ello, en la falda del Monte. Se trasladaron las mismas piedras sillares, y de aquella ciudad visigoda, y antes ibera, no quedó nada. No era inusual, en la Antigüedad, que un poderoso arrasase ciudades insumisas, y ordenase trasladar seres humanos y piedras a otro lado por él escogido.

La causa fue las disputas que por causa de la división entre aristocracia y plebe en los invasores musulmanes, se originaron a partir de un incidente menor. Los yemenies, pueblo; y los modaríes, aristocracia, se enzarzaron en batallas a campo abierto, saqueos y venganzas. Toda la zona se convirtió en territorio en armas.
Abderramán II, el Omeya, envió a su general. Pacificada la zona, y a modo de ejemplaridad, derruyó la ciudad de Ello, con Obispo en los Concilios de Toledo, y mandó construir otra, sucesora de aquella, en medio del valle. Levantó Alcázar y dejó tropa militar asentada. La capitalidad pasó de Orihuela a Murcia.

El general Omeya llamó a la ciudad Todmir, como la Cora, antaño Marca visigoda; pero la gente, que ya llamaba Myrtia a aquel sitio, al poco, llamó Myrtia a la ciudad.
www.elfaro.es

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, y por eso mismo que siempre hay quien destruye, ahora mismo Joven Futura se tiene que levantar a costa de lo que sea, destruyendo los restos arqueológicos capitales romanos de la Senda de Granada. Murcia, qué sinvergüenza eres!