sábado, 15 de diciembre de 2007

Iberdrola Renovables no convenció al mercado / Primo González


El estreno de Iberdrola Renovables, la mayor colocación bursátil de los últimos años, no ha sido un éxito. Iberdrola esperaba sacar una buena partida de millones por la venta de su filial verde pero se ha quedado con las ganas. La primera jornada se ha saldado con pérdidas (la cotización cerró su primer día con una pérdida del 2,83%), una hipótesis que hasta unas horas antes nadie era capaz de vislumbrar ya que la compañía había fijado en la zona más baja de la banda de posibles precios su cotización de salida, en los 5,3 euros por acción, renunciando a cualquiera de los precios superiores que podía haber establecido, hasta los 7 euros de máximo. Al final, ni con la rebaja ha gozado Iberdrola Renovables de la aceptación suficiente entre los inversores. Ha sido la presentación en sociedad más desastrosa de los últimos años.

A ello han contribuido diversos factores. Por un lado, la Bolsa no ha tenido su mejor día este jueves, en el que se trataba sobre todo de medir los ánimos de los inversores tras la presentación en sociedad del pacto de los grandes bancos centrales para darle a los mercados un poco de ánimos y la liquidez que fuera precisa. La puesta en escena de este pacto no ha convencido a los inversores, que le han otorgado a la iniciativa una acogida más bien fría. Los inversores no están tan preocupados por la liquidez, que lo están, sino por la profundidad de los quebrantos que puedan afectar a los principales bancos internacionales. Estos días se especula con la dimensión real que puedan tener los activos dudosos en el balance del Bank of América, que puede ser el próximo banco en ofrecer algún disgusto a la parroquia de inversores.

Otro de los motivos de la mala trayectoria inicial de la cotización puede haber sido la forma en la que se colocaron las acciones entre los inversores minoristas. Como se ha producido un prorrateo menor del que se esperaba, al solicitar muchos inversores bastante más acciones de las que en realidad pretendían comprar, ha debido salir bastante papel al mercado de gente que no podía sostener su posición compradora. En los prorrateos de este tipo de operaciones (esta, con 4.500 millones de euros, ha sido la mayor colocación bursátil de la Bolsa española), los inversores creen que juegan sobre seguro y se desmelenan pidiendo bastante más de lo que realmente pueden comprar. Cuando el porcentaje de prorrateo no es tan alto como suponían, algunos pueden llegar a tener problemas para afrontar el desembolso. Esta situación parece haberse dado en esta colocación más que en otros casos anteriores, lo que terminará por convencer a algunos de que las peticiones de acciones en estas salidas a Bolsa deben hacerse con mayor cautela.

Pero al margen de las circunstancias del entorno, el precio que se estableció en su momento para la colocación, entre 5,3 y 7 euros por acción, le ha parecido elevado a muchos inversores. Iberdrola Renovables es una empresa nueva, en fase de puesta en marcha y con un producto que depende en gran medida de las subvenciones, ya que las energías alternativas no todas están lo suficientemente maduras como para ganarse la vida sin el apoyo del dinero público. Y ya se sabe que si algo hay volátil en la economía son las decisiones relacionadas con el gasto público, dependientes de veleidades políticas, cambios de Gobierno y modas más o menos consistentes.

A 5,3 euros por acción hay inversores que encuentran alto el valor. De hecho, la demanda de los inversores institucionales ha sido modesta precisamente en el tramo exterior, en el que hay más inversores con buen conocimiento de las limitaciones reales que en la actualidad soportan las energías alternativas, en especial alguna de ellas, como la eólica. Es difícil medir a esta compañía por medio de los multiplicadores tradicionales (como el PER), ya que su capacidad de generación de beneficios es muy baja en relación con el que puede ser su potencial futuro.

Es, además, un negocio que se ha presentado (no podía ser de otra forma) como muy intensivo en inversiones durante los próximos años, lo que significa que las posibilidades de que el inversor vea dinero vía dividendo competitivo serán escasas. Es uno de los negocios menos maduros de cuantos han aparecido por la Bolsa en los últimos años, lo que condicionará su andadura bursátil durante algún tiempo. Lo que más preocupará a sus accionistas principales (es decir, Iberdrola) es en qué medida esta decepción pueda llegar a condicionar la propia fortaleza financiera de Iberdrola, la casa matriz, y la financiación de su agresiva política de compras. Es, en este sentido, un toque de atención.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me meo de risa con todo esto.

Aunque deseo y espero que nadie pierda su dinero porque seguramente esta idiotez subirá hasta constituir una burbuja semejante a la tecnológica en un breve espacio de tiempo, porque para mas no da.

También espero que pronto pase de moda todo esto y que empresas tan poco cretinas como Iberdrola, aunque siempre bien dispuestas a malgastar el dinero que en cantidades ingentes no le cuesta nada ganar en su negocio-chollo oscurantista y "misterioso", que es la bufa de gamba, reemprenda el camino de regreso a lo básico, a su origen, a la verdad, básica como todas las verdades, que es algo tan sencillo como que no hay energía mas renovable, económica y no contaminante que la hidraúlica. Que nuevos embalses y los ya existentes podrían llenarse reduciendo al mínimo o cortando el curso de los rios una temporadita por una vez o por cada vez que se hiciese necesario acumular recursos hídricos, y de paso aprovechar para limpiar sus cauces de contaminación. Tenemos un problema cuya solución supone a a la vez una enorme posibilidad de cración de riqueza, que nadie asume ni quiere resolver.

Henry Kissinguer, premio Nobel de la Paz, me martillea la cabeza con una frase que ultimamente me asalta con frecuencia la memoria y que me repito hasta la saciedad probando a convencerme de lo contrario: "España es un país de cafres".

Mientras tanto juenguensé los cuartos al negocio de moda. Ya saben: tonto el último.

Anónimo dijo...

Alguno ya busca salida, para seguir abusando, después de vaciar las arcas en otro sitio y antes de que la Guardia Civil se lo lleve desde su despacho a la Comandancia...pero no no por mucho madrugar, amanece más temprano,reza el sabio refranero español.