viernes, 29 de junio de 2007

Ajustes de última hora/ Juan Redondo

Había apostado por el área económica para su gobierno de transición hasta las generales, y también por un giro radical en la política de comunicación institucional. Ramón Luis Valcárcel había incidido mucho en la apuesta por el empleo estable y de calidad y por una política económica en la el I+D+I marcara la pauta. Dos asignaturas pendientes. Y ahí había buscado a dos tecnócratas. Al frente como macroconsejero José Ballesta. Pero ajustes de última hora, porque fué un miércoles y jueves especialmente movidos, empezando por el cese de María Teresa Herránz y la retirada de la política voluntaria de Fernándo de la Cierva. Inmaculada García, destinada en principio a Política Territorial y Obras Públicas, por ciertas incompatibilidades terminó al final en Economía. Y Ballesta se encargará de dar luz y transparencia en una consejería activa en carreteras, nueva aeropuerto y trenes. ¿Quién le iba a decir al catedrático de Medicina, experto en gestión y área económica que terminaría en Obras Públicas, cuando todos apuntabamos a Educación o Sanidad, y luego a Economía, Industria, I+D+I? Pero el presidente siempre hila fino. Lo mismo que en Sanidad, donde la sustitución de Herránz sigue dejando sorprendidos a los sectores médicos.

Dicen que ahora toca más hacer gestión, que sus compromisos con sindicatos y funcionarios ha disparado el gasto público, que hacía falta una economista para desarrollar la siguiente fase de la política de la consejería en el desarrollo del “ladrillo sanitario”, término acuñado por el presidente. En Trabajo y Formación, un experto, Sotoca pertenece a ese grupo de altos cargos, que se dan en todos los partidos y gobiernos, de perfil político bajo. Le preocupa más los objetivos que la propaganda. Y en Comunicación un cambio radical Juan Antonio de Heras, se parece a Ruiz Vivo como un huevo a una castaña. El nuevo portavoz no se distingue precisamente por su talante agresivo, es una persona más bien tranquila, muy institucional y protocolaria como demostró el Día de la Región en su discurso en el Romea en representación de los galardonados. Ahí Valcárcel se ha cargado de un plumazo la línea marcada estos últimos cuatro años por el duo De la Cierva-Ruiz Vivo, pero De las Heras tampoco es Gómez-Fayren, el primer portavoz.

El senador, otro dilema para Saura

El próximo miércoles el pleno de la Asamblea elige los dos senadores autonómicos. Los populares ya tienen claro quién sustituirá a José Ramón Bustillo. En las filas socialistas el tema es más complicado. María Antonia Martínez dicen que ha anunciado su voluntad personal de no seguir en la Cámara Alta, donde ha sido secretaria del grupo parlamentario socialista. Pedro Saura, secretario general del PSRM, en teoría tendría una oportunidad de mover pieza, premiar o mandar lejos, en este caso a Madrid, a posibles amigos o rivales internos, como suele hacerse habitualmente en los partidos políticos. El dilema sin embargo no es facil para Saura, a pesar que el trabajo en el Senado no es duro y el jornal tampoco es escaso. Los nombres que circulan en los mentideros siempre se refieren a históricos barones del socialismo murciano. Un sector apunta a Ramón Ortiz, dos veces aspirante a la presidencia de la Comunidad, como candidato seguro. La decisión de Saura será siempre cuestionada e interpretada.

De "El Faro"

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El relevo de Teresa Herranz en la consejería de Sanidad tiene su origen en los elevados costes económicos que ha generado la gestión de su departamento, según una versión ofrecida a esta Redacción. La futura consejera, María Ángeles Palacios, tiene el encargo del presidente Valcárcel de controlar el gasto y de evitar que Sanidad se convierta en un saco sin fondo. En el nuevo equipo de Gobierno habrá seis caras nuevas, mientras que permanecen otros seis consejeros del equipo saliente.
El próximo cese de la consejera Teresa Herranz sigue causando asombro, incluso entre sus propios compañeros del Consejo de Gobierno, que daban por segura su continuidad. Su marcha se atribuye a la decisión de Valcárcel de buscar a una experta en economía que racionalice las cuentas.
En la reunión que tuvieron Valcárcel y Herranz en la tarde del martes, el presidente le agradeció su labor, pero le indicó que ya se había cubierto una etapa y que ahora buscaba una gestora con un perfil más económico. No hay que olvidar que el gasto farmacéutico en la Región es un 'potro desbocado' al que no se le ha metido en cintura, según expresión de los funcionarios.
El cambio en la Sanidad murciana también ha alterado el calendario de la propia consejera que, al encontrarse apesadumbrada por su situación, no acudirá hoy, a pesar de estar invitada, a la toma de posesión de Guillermo Fernández Vara (ex consejero de Sanidad), como presidente de la Junta de Extremadura. Herranz hizo amistad con él en las reuniones del Consejo Interterritorial, aunque Fernández es del PSOE.
Herranz, que volverá de médico al Morales Meseguer, se dejará ver hoy, a la 13.30, en el salón de actos de la Consejería, donde se despedirá de sus funcionarios. Se prevé una masiva afluencia de profesionales para arroparla.
María Ángeles Palacios reconocía ayer su sorpresa ante la decisión de Valcárcel de incluirla en su Gobierno y admitía que "tengo que empezar por asimilarlo".
Por su parte, el virtual consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, dijo que afronta su nombramiento "contento, esperanzado" y dispuesto a trabajar para "dinamizar la cultura. Considera "un acierto unir Juventud y Deportes a este departamento de nueva creación. Tengo mucho que decir en los tres ámbitos", apuntó.
De "La Opinión"

Anónimo dijo...

El nuevo Gobierno regional tendrá por primera vez a una mujer como número dos. Será María Pedro Reverte, la nueva consejera de Hacienda y Administración Pública, quién además será la secretaria del Consejo de Gobierno, labor hasta ahora desarrollaba el titular de la Consejería de Presidencia, y quien sustituirá a Ramón Luis Valcárcel como presidente en funciones en caso de que el jefe del Ejecutivo deba suspender temporalmente su labor.

Esta es sólo una de las novedades del Gobierno regional que tomará posesión el próximo martes en el palacio de San Esteban. Otra es la profunda reestructuración competencial que Valcárcel ha realizado.

También es novedoso el incremento en tres consejerías del número de departamentos que componen el Ejecutivo y el que la mitad de los doce consejeros son nuevos, entre ellos los dos primeros en el orden de prelación (Reverte y De Heras; el resto de estrenos son María Ángeles Palacios, José Ballesta, Pedro Alberto Cruz y Constantino Sotoca).

Sólo dos intocables

Diez consejerías modifican su estructura y sólo Sanidad y Agricultura y Agua se mantienen intactas. Las competencias en sociedad de la información, hasta ahora ligadas a Industria, pasarán a la Consejería de Presidencia de Juan Antonio de Heras, que compensa mínimamente de esta forma la pérdida de materias como mujer, juventud y deportes.

Dentro de Presidencia se integrará Javier Iniesta, viceportavoz del PP en la Asamblea durante la pasada legislatura, y que se encargará de las relaciones institucionales, la coordinación con los ayuntamientos y de las comunidades de murcianos en el exterior.

Inmaculada García reunirá bajo su control una superconsejería con Economía, Empresa e Innovación, a la que sumará además industria y comercio, competencias que arrebata a Medio Ambiente y Turismo.

En el reparto, Valcárcel también favorecido a Pedro Alberto Cruz, director del Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo (Cendeac) y sobrino de su esposa, que además de Cultura será el responsable de Juventud y Deportes.

José Pablo Ruiz Abellán, consejero de Turismo, perderá comercio, pero a cambio recibe las competencias en puertos deportivos y costas.

Las consejerías que modifican su estructura mediante la poda de algunas de sus materias son Obras Públicas, de la que se desprenden los puertos deportivos, y Educación y Ciencia, que transfiere a Economía la investigación aplicada. Benito Mercader cede a Inmaculada García la política industrial, salvo las energías renovables, y será el nuevo consejero de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio.

Por último, la escisión de la actual Trabajo y Política Social da lugar por un lado a Política Social, Mujer e Inmigración, con Joaquín Bascuñana a la cabeza, y Empleo y Formación, con Constantino Sotoca.
De "La Verdad"

Anónimo dijo...

La formación de un de gobierno guarda cierta similitud con un partido del Real Madrid: cuando el entrenador selecciona a los jugadores nunca contenta a toda la afición porque cada cual se ha forjado a su equipo ideal. La elección de sus más estrechos colaboradores es sin duda la decisión más importante que toma un presidente de comunidad autónoma, en este caso Ramón Luis Valcárcel, y los motivos son tan íntimos e inescrutables que a veces produce asombro el resultado. A Valcárcel, asomado a su cuarta legislatura, se le supone el suficiente olfato como para no errar con determinados nombramientos.

Digámoslo claramente: la elección de Juan Antonio de Heras para Presidencia es una apuesta muy arriesgada que no encaja en el perfil acostumbrado para esta cartera, que exige un nervio político muy definido y que debe actuar como el escudo del Gobierno. A menos que Valcárcel haya descafeinado esta consejería tras la marcha de Fernando de la Cierva. Una salida, igual de sorprendente, que probablemente ha trastocado los planes iniciales del presidente hasta recalar en un sustituto de emergencia que, nunca se sabe, puede dar la campanada. El nuevo gobierno podrá tener un perfil político bajo, pero sin duda ha dado un vuelco, aunque sea forzado, al statu quo anterior.

Los motivos familiares y personales aducidos por De la Cierva para justificar su salida son muy respetables, pero no encajan en el animal político en el que se había convertido como eficaz brazo derecho del presidente. Por eso, a nadie puede extrañar, ni al propio afectado, que se deslicen razonamientos que tengan que ven con la relación de poder y la estructura del nuevo gobierno. La familia -con todo el respeto- y las ofertas privadas de trabajo, o el ejercio de la propia profesión de manera autónoma, siempre están a mano cuando personajes de relevancia se ven obligados de urgencia a tomar decisiones cruciales.

La tercera conmoción ha sido el despido de María Teresa Herranz como consejera de Sanidad. Las verdaderas razones las conocerá el presidente y ella misma, y deben ser contundentes si se tiene en cuenta que Herranz cotizaba puertas afuera como un valor seguro. Las interpretaciones en el seno del PP son muy variadas y van desde los motivos personales, hasta la facilidad para tirar del presupuesto, pasando por las desavenencias con ámbitos sanitarios afines al partido.

Cualquier consejería expuesta al trato con los agentes sociales, organismos, asociaciones y colectivos de toda clase genera, por su propia dinámica, unos lazos muy estrechos de trabajo y dependencia que se personifican en su titular. Cuando éste cambia, y la relación ha sido positiva, hay que volver a tender los puentes. Sirva el caso Herranz para ilustrarlo.

Guste más o menos, a Valcárcel le corresponde en exclusiva formar su equipo. Cuanto menos hay que concederle el acostumbrado periodo de gracia, aunque en algunos círculos se hayan llevado las manos a la cabeza por algunas novedades. De otro lado, el mantenimiento de José Pablo Ruiz Abellán y de Joaquín Bascuñana habrá que atribuirlo a cierta debilidad de Valcárcel por los servicios prestados. El hecho de que Bascuñana haya sido despojado de las competencias de Obras Públicas -una consejería golosa e influyente- puede interpretarse como que las polémicas y escándalos urbanísticos le han pasado factura finalmente.

Al margen de nombres, merece la pena analizar la estructura del nuevo gobierno para apreciar que Valcárcel ha configurado el reparto de competencias y funciones de una forma más lógica y coherente. Menos enrevesada que en ocasiones anteriores. Quizás esto es lo que más deba importar al ciudadano, así como las nuevas metas que se ha marcado el presidente. Aparecen en el organigrama la innovación, la formación, la investigación y el desarrollo sostenible. Permiten atisbar un nuevo rumbo muy necesario que no tiene que estar divorciado, sino complementarse, con el modelo económico -y de ladrillo- desarrollado hasta ahora. Industria se reubica en la cartera económica; mientras que ordenación del territorio toma peso necesariamente a la vista de la sensibilidad social que existe. No tiene por qué ser el mejor equipo; sólo se le pide (y exige) que meta goles. Ya llegarán los reajustes.
De "La Verdad"

Anónimo dijo...

Con la configuración dada al nuevo Gobierno regional, Ramón Luis Valcárcel ha lanzado un claro mensaje a su partido: aquí no hay más hombre fuerte que yo. Por primera vez desde que el PP llegó a la Comunidad Autónoma, en el Ejecutivo autónomo no se aprecian más galones que los del presidente. Hasta ahora, el número dos del Gabinete justificaba su puesto por capacidad, experiencia, veteranía o proximidad al jefe supremo. A partir del martes, en cambio, la número dos, María Pedro Reverte, es una recién llegada al Consejo de Gobierno, aunque con amplia experimencia en la Administración, y el número tres, Juan Antonio de Heras, reduce su bagaje público a los seis años que estuvo como jefe de gabinete del ex consejero Patricio Valverde.

Un dirigente popular calificaba ayer de «genial» la maniobra de Valcárcel, al crear un equipo de bajo perfil político y homogéneo en el reparto de competencias, en el que nadie pueda sentirse por encima de otros ni anhele cotas mayores de poder. La salida de Fernando de la Cierva, quien se perfilaba como peso pesado del nuevo Gabinete, y la degradación de Joaquín Bascuñana a una consejería con menos peso presupuestario y político, son dos elementos que avalan esta interpretación. Esta técnica para bajar los aires ya la empleó Valcárcel con otros consejeros que descollaron en sus funciones, como Antonio Gómez Fayrén y Francisco Marqués, y acabaron relegados a menesteres menos relevantes antes de abandonar el Gobierno.

Está claro que Valcárcel no ha querido señalar a ningún posible sucesor en el Gobierno con el que empezará su última legislatura como presidente.

Aunque habrá quien tenga una feliz visión del nuevo Gabinete, el sentimiento más extendido en el PP ayer era de desconcierto, a causa de ciertas decisiones a las que resultaba difícil darle explicaciones plausibles. Como, por ejemplo, el relevo de María Teresa Herranz en Sanidad; la entrada de Juan Antonio de Heras en la Consejería de Presidencia, un departamento que, a pesar de haber quedado descafeinado, siempre se ha visto como trampolín de presuntos delfines; o el mantenimiento al frente de Turismo de José Pablo Ruiz Abellán, un consejero cuya salida los quinielistas vienen dando por segura desde hace más de cuatro años.

Estos aparentes desajustes quizás se expliquen por los impulsos con los que se gestó el Gobierno y también porque nace con la fecha de caducidad puesta: cuando se elaboren en enero, si no se adelantan, las candidaturas para las próximas elecciones generales de marzo es seguro que alguno de los actuales consejeros aparecerán en ellas, por lo que Valcárcel llevará a cabo la segunda parte de la remodelación y quizás entonces encajen mejor las piezas.

Entrada y salida

Las dosis de improvisación y vehemencia con que se ha confeccionado el Ejecutivo también han dejado su huella en él. Juan Antonio de Heras, por ejemplo, llegó al palacio de San Esteban el miércoles pasado sobre las 13.00 para ser responsable de Comunicación, y lo abandonó resoplando, alrededor de dos horas después, como consejero de Presidencia. Durante su estancia en palacio lo que pasó fue una reunión entre Valcárcel y De la Cierva.

Un ejemplo más, José Ballesta iba a Economía, Industria e Innovación e Inmaculada García a Obras Públicas el martes por la noche. Incluso el ex rector había comenzado ya a armar su equipo. Pero el miércoles por la mañana se cambiaron las tornas y los dos consejeros intercambiaron sus competencias, tras una conversación de García con el presidente, según explicaron fuentes del Ejecutivo.
De "La Verdad"

Anónimo dijo...

Derek Walcott, en La Abundancia, escribe: «No hay nada excepto el sol al final de la calle y un caliente mar entre las casas que se desmoronan». Pedro Alberto Cruz Sánchez (Murcia, 1972), podría vivir en esas casas siempre y cuando no le prohibieran escribir, pensar, ambicionar y adorarse a sí mismo. «La pereza mental debería estar prohibida, ser declarada inconstitucional», dice con firmeza este joven profesor universitario y ensayista, de expedientes brillantes y verbo barroco, que jamás ha ocultado ser un forofo a ultranza del presidente Valcárcel, por quien estaría dispuesto a todo. Cruz no se corta ni un pelo de tonto: «Siento por Valcárcel auténtica veneración. Y me siento muy orgulloso de que así sea porque valoro su sensibilidad, su capacidad de trabajo, su capacidad para generar fidelidades a su alrededor y el amor por su Región».

Vaya, Cruz no nada y guarda la ropa, ni se anda con medias tintas; por el momento, apuesta a caballo ganador. Extraño, meticuloso, engreído, cultivado, peleón, disciplinado, ambicioso y con ideas, presume de su valentía: «Yo no me escondo, no soy ningún cobarde». Más que un hombre del PP, proclama orgulloso ser «un hombre de Valcárcel». Y añade: «Y lo seré siempre».

Cruz lleva años al lado del Presidente, últimamente desde su puesto de director del Cendeac (Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo) -que realmente se creó por él y para él-, animándole a dar un creciente protagonismo a la cultura, en la que cree como arma importante para la lucha de una región que aspire a no se seguir siendo un cero a la izquierda (ahora lo es a la derecha). En el I Foro Regional de la Cultura, que Cruz organizó con empuje en 2004, no se cortó a la hora de denunciar ante los agentes culturales que «se ha caído en la apatía, el fatalismo y la comodidad».

Contrario a que se realicen «críticas irresponsables, porque no se trata de destruir sino de proponer alternativas», el autor de ensayos como La vigilia del cuerpo. Arte y experiencia corporal en la contemporaneidad, está ya cansado de que se diga «que no se entiende lo que yo escribo, ¿quién lo dice?, ¿por qué lo dicen? Se están popularizando tanto los contenidos que se está llegando al ridículo y a la simpleza total». Él defiende que «al menos son necesarias unas élites culturales, ya que parece imposible conseguir un elitismo de masas». Cruz no es populista, ni falta que le hace. A sí mismo se define como «sensato, tremendamente inmaduro con respecto a lo que quiero ser, equilibrado por días y en absoluto ingenuo».

Hijo del crítico de Arte de La Verdad, Pedro Alberto Cruz Fernández, en los últimos tiempos ha soportado durísimas críticas por los supuestos beneficios obtenidos por ser familia del Presidente Valcárcel -por ejemplo: su madre, Mari Ángeles Sánchez, es la responsable de programación de la Sala de San Esteban-. Y tampoco se ha callado: «Los que machacan a mi familia son miserables, cobardes y envidiosos». Aunque critica a «toda esa gente penosa que está contra todo porque sí, que sólo le encuentra el gusto a criticar y a destruir, pero que raramente ellos hacen algo interesante», asegura creer «en el trabajo entre todos, en sumar esfuerzos, en dialogar para llegar a acuerdos, y en unir fuerzas para que la cultura en Murcia tenga cada vez más peso e influencia». No tendrá un camino de rosas, pero a él le ponen las espinas.
De "La Verdad"

Anónimo dijo...

L@s politic@s murcianos deberán enterarse, como el resto de los ciudadanos, que los cuernos tienen precio, y más si se enteran l@s rspectiv@s conyugues. ¿Que no sabrán l@s compañer@s de cama?.

Anónimo dijo...

El César desconcierta a sus legiones

Por Juan Redondo

Más de un millar de personas despidieron a la consejera de Sanidad María Teresa Herranz. Se fue entre lágrimas en contra de su voluntad. Entre lágrimas también se marcho de San Esteban Fernándo de la Cierva, un día después de haber cerrado personalmente su equipo de colaboradores para la consejería. José Ballesta tuvo que cambiar deprisa y corriendo su equipo y planillo de trabajo, porque Inmaculada García no podía aceptar ese departamento. En Presidencia se nombró consejero también a uña de caballo. En Sanidad, la alcaldesa de Cartagena tuvo que descuanjaringar su recien constituido equipo de gobierno ante una llamada, porque Ballesta no quería ir a Sanidad.

Así dicen que se ha configurado el primer gobierrno de Valcárcel para su cuarto mandato. Hasta los populares están desconcertados. ¿Improvisación o decisiones personales de un César con poder casi absoluto en la Región?. Las explicaciones para justificar los cambios suenan a maquillajes de última hora. De la Cierva se va por motivos familiares y pactados, dicen. ¿Por qué cierra su equipo de colaboradores el día anterior? Herranz, por el aumento del gasto sanitario y tiene que haber una economista al frente, una concejala de Hacienda que ha tomado posesión unos días antes. Ballesta a Obras Públicas para dar un aire fresco a una consejería “ópaca y problématica”. ¿Tan mal lo hacía Bascuñana que ha ido a Política Social?. A Benito Mercader le toca lidiar con el marrón del gobierno, el que nadie quería, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Representante ante los tribunales de denuncias pendientes, aplicación de la reforma de la Ley del Suelo, enfrentamiento con Ayuntamientos, promotores inmobiliarios y organizaciones ecologistas. López Rejas, el presidente de los promotores ya ha hecho el primer aviso a navegantes. En el partido andan desconcertados y círculan leyendas “leyendas urbanas”, que resultan morbosamente inhumanas y miserables. Con el respaldo del casi sesenta por ciento de los murcianos parece como si Valcárcel se hubiera encerrado en su gran poder para tomar practicamente sólo las decisiones. “El gobierno es mío, el partido es mío y para los bueno y lo malo, yo responderé ante la história y los murcianos”. Esta vez ha dejado descolocado a muchos de su guardia pretoriana, que se limitan a comentar que las decisiones del jefe son inescrutables. También es cierto, según comentan fuentes populares, que cada vez está más hermético, mas aislado, que las decisiones la toma el sólo sin apenas consultar con los barones del partido, que “esto es así y no se hable más”. Pero un millar de personas arroparon a Hérranz. Y son muchos “legionarios” los que no entienen al César. No estoy recomendando los “Idus de marzo” como libro de verano.

Y Pedro Alberto Cruz no puede esperar al martes

Los nuevos gobernantes regionales, que ya han recibido el “plácet” de Ramón Luis Valcárcel y tomarán posesión el martes, están cerrando ssus equipos discretamente y preparando el relevo. No hay problemas por que sustitutos y sustituidos pertenecen al mismo color político. Sin embargos algunos entrantes parecen que tiene más prisa que otros por formar parte del Consejo de Gobierno y empezar a trabajar por la Región. Es el caso del oficiosamente nuevo titular de Cultura, Juventud y Deportes, Pedro Alberto Cruz, porque con los ajustes de Valcárcel nunca se puede poner la mano en el ffuego. El buen hombre, sin jurar o prometer, ya ha realizado una visita a las presumibles nuevas propiedades que tendrá que gestionar. Ya se ha dado una vuelta por el Auditorio y Centro de Congresos y por las oficinas de “Murcial Cultural SA” acompañado de algún colaborador, para ver despachos, papeles y programas. Al personal de confianza le ha dejado en un sinvivir, no saben si comprarse un traje o hacer las maletas. Dicen que “locuras de juventud”.
De "El Faro"