MURCIA.- Tres investigadores de la Universidad de Murcia han llegado a la conclusión de que el Mar Menor puede convertirse en un embalse muerto a final de siglo debido al aumento de la temperatura de sus aguas por el cambio climático, y a la contaminación por vertidos agrícolas y urbanos, según informó Onda Regional de Murcia.
Este trabajo científico lleva la firma de los biólogos Javier Lloret, Arnaldo Marín y Lázaro Marín-Guirao y se ha publicado por primera vez en el Primer Congreso Nacional de Cambio Global, que se celebra hasta hoy en la Universidad Carlos III de Madrid.
Según recogía la emisora murciana de este singular estudio, el 92% del fondo del Mar Menor está cubierto por un alga, la caulerpa prolifera, que actúa de pulmón de la laguna y permite la vida de especies animales y vegetales. Este pulmón tiene dos enemigos: el aumento de temperatura de las aguas y la contaminación por nitratos agrícolas y fosfatos de vertidos urbanos.
Con el cambio climático, según los biólogos de la UMU, el alga soportará temperaturas superiores a 35 grados, lo que supone su muerte automática. Una muerte que le puede llegar antes debido a su incapacidad para limpiar esa contaminación.
Cuatro figuras de protección
Las organizaciones ecologistas de la Región como Anse y Ecologistas en Acción llevan años criticando que el Mar Menor cuenta con cuatro figuras internacionales de protección y sin embargo dispone de diez puertos deportivos y aún no se ha aprobado ningún plan de protección.
Por esta razón, Anse y Ecologistas en Acción han reclamado que se convoque una reunión del Consejo Asesor de Medio Ambiente para aprobar de forma definitiva el PORN del Mar Menor, llevando ante el Consejo Asesor todos los informes jurídicos y técnicos preceptivos.
Este trabajo científico lleva la firma de los biólogos Javier Lloret, Arnaldo Marín y Lázaro Marín-Guirao y se ha publicado por primera vez en el Primer Congreso Nacional de Cambio Global, que se celebra hasta hoy en la Universidad Carlos III de Madrid.
Según recogía la emisora murciana de este singular estudio, el 92% del fondo del Mar Menor está cubierto por un alga, la caulerpa prolifera, que actúa de pulmón de la laguna y permite la vida de especies animales y vegetales. Este pulmón tiene dos enemigos: el aumento de temperatura de las aguas y la contaminación por nitratos agrícolas y fosfatos de vertidos urbanos.
Con el cambio climático, según los biólogos de la UMU, el alga soportará temperaturas superiores a 35 grados, lo que supone su muerte automática. Una muerte que le puede llegar antes debido a su incapacidad para limpiar esa contaminación.
Cuatro figuras de protección
Las organizaciones ecologistas de la Región como Anse y Ecologistas en Acción llevan años criticando que el Mar Menor cuenta con cuatro figuras internacionales de protección y sin embargo dispone de diez puertos deportivos y aún no se ha aprobado ningún plan de protección.
Por esta razón, Anse y Ecologistas en Acción han reclamado que se convoque una reunión del Consejo Asesor de Medio Ambiente para aprobar de forma definitiva el PORN del Mar Menor, llevando ante el Consejo Asesor todos los informes jurídicos y técnicos preceptivos.
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La propuesta de cerrar el círculo del Mar Menor encuentra aún más detractores que defensores. El consejero de Medio Ambiente, Benito Mercader, fue ayer el primero en temer por la laguna ante la propuesta de abrir un túnel para conectar la zona norte de La Manga con San Pedro del Pinatar, y enlazar así la única separación que impide recorrer el entorno completo del Mar Menor. «Creo que el Mar Menor no soportaría un drenaje de los fondos ni una obra elevada de ese calado», aseguró Mercader.
A falta de conocer los términos del plan para unir las dos orillas y las soluciones que plantea, el consejero cree que la salida del túnel no podría situarse en otro lugar que en Lo Pagán, que es la localidad unida al Parque Natural de las Salinas. Mercader destaca además que un previsible aumento del tráfico «tendría un impacto negativo en el parque». Los expertos han llamado ya la atención en este entorno protegido de las consecuencias del ruido de los coches y los aviones en la vida de aves como los flamencos, que no han logrado criar nunca en el parque pinatarense por la falta de las condiciones.
Por su parte, el alcalde de San Pedro del Pinatar, Pedro José Pérez Ruiz, volvió a manifestarse frontalmente en contra de «cualquier proyecto que afecte al parque natural. Bajo ningún concepto apoyaré una obra que pueda influir en la conservación del entorno de las salinas. Ya dijimos que no y lo mantengo», indicó el regidor pinatarense. «Al principio dije que sí a una posible apertura del acceso norte, pero luego dije que no porque entendí que afectaría negativamente al parque, y no voy a volver a decir que sí», respondió Pérez Ruiz.
En la posición contraria se encuentra el alcalde de San Javier, José Hernández, dada la conocida defensa que ha realizado en los últimos años del acceso norte. Hernández respondió ayer que desconocía el proyecto, por lo que prefería no opinar sobre un túnel. «Lo que apoyo es que se estudien soluciones a los problemas de tráfico en La Manga». El aumento de la construcción en La Manga ha acentuado en los últimos años los colapsos de tráfico en la Gran Vía, donde en pleno verano se pueden tardar horas en atravesar los 21 kilómetros que separan un extremo de otro de este arrecife arenoso convertido en escaparate de apartamentos turísticos.
Por su parte, la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Teresa Rosique, señaló que «la palabra de Valcárcel ya no vale nada después de doce años de gobierno». Recordó que el presidente Valcárcel dijo que mientras él gobernara no se haría el acceso norte de La Manga «y hoy nos enteramos que desde el Gobierno regional se ha encargado un estudio sobre la construcción de ese acceso, que ahora pretenden hacerlo subterráneo», precisó.
Para la portavoz socialista, ésta es una de las cuestiones «que forman parte del programa oculto de Ramón Luis Valcárcel para después de las elecciones. Una vez más se traga sus propias palabras. Lo que está detrás de esta idea es la intención del presidente de posibilitar que los socios y amigos del PP puedan vender hasta el último palmo de tierra que quede en La Manga». Considera que el presidente Valcárcel es el principal enemigo del Mar Menor.
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