miércoles, 4 de abril de 2007

Cemento y ladrillo llegan por la nueva autopista de peaje a la última costa virgen de Murcia y Almería


MAZARRÓN.- En el litoral entre Murcia y Almería aún hay calas desiertas, zonas de costa en las que sólo se ve monte o invernaderos. La falta de carreteras (entre Mazarrón y Águilas, los dos únicos pueblos en Murcia, no hay conexión por la costa) y de agua (hasta hace cinco años el agua en Mojácar no era potable) había espantado a los constructores.

Ya no son obstáculos. La construcción de una autopista de peaje entre Cartagena y Vera, ha llevado a 13 ayuntamientos de la costa a proyectar 500.000 viviendas y 25 campos de golf. El ayuntamiento de Mazarrón también participará de esta "ganga" para el ladrillo, junto a Aguilas y Lorca.

La explosión urbanística está en marcha. En los planes generales de ordenación urbana de los municipios del levante de Almería hay proyectadas 400.000 viviendas, lo que supondría multiplicar casi por cuatro los 580.000 habitantes de toda la provincia.

La mayoría de los planes han sido ya entregados para su autorización a la Junta de Andalucía; otros se encuentran en fase de exposición pública. La situación se repite en el litoral de Murcia, contiguo a Almería. Los plenos municipales de Lorca y Águilas, del PSOE y del PP, han aprobado la construcción de 150.000 viviendas en los próximos años.

En la zona costera que se pretende urbanizar viven actualmente menos de 200.000 personas, y el crecimiento proyectado supondría multiplicar por ocho la población. La construcción de la autopista de peaje entre Cartagena y Vera para suplir los actuales caminos de tierra y carreteras de tercera ha acelerado los planes urbanísticos. La expectativa de las desaladoras ha hecho el resto. La zona se había mantenido relativamente virgen por la distancia con Madrid, Murcia y Almería -que tenían playas más próximas-, y por la falta de agua. Ahora es un vergel.

Uno de los ejemplos más claros de la explosión urbanística es Cuevas de Almanzora (Almería). Con 11.000 habitantes y gobierno del PP, el municipio ha propuesto a la Junta de Andalucía la construcción de 148.000 viviendas, suficientes para 500.000 personas, mientras que el plan vigente preveía sólo 13.000 pisos. La Confederación Hidrográfica del Segura advirtió de que el municipio no tendría suficiente agua para tanta casa, pero unos 40 promotores ya han obtenido ratificación de los convenios urbanísticos para urbanizar unas 1.400 hectáreas.

Palomares, pedanía de Cuevas y lugar en el que impactaron las bombas atómicas en los años 60, era hasta hace poco un pueblecito minúsculo a unos 500 metros del mar. Hoy es un mar de grúas. Tanto, que el Consejo de Seguridad Nuclear recomendó al Gobierno que expropiase los terrenos en los que cayeron las bombas por miedo a que tanto movimiento de tierra sacase a flote la radioactividad.

El municipio de Vera prevé 118.000 viviendas, lo que supondría urbanizar el 75% de su territorio. Su alcalde, Félix López (Partido Andalucista), justifica el planeamiento como el "único" resquicio de futuro: "Miro a mi alrededor y veo que todos los pueblos tienen una actividad que les garantiza la subsistencia. Nosotros no tenemos desarrollo agrícola ni industrial. Creemos que el futuro está en el desarrollo turístico. No nos da miedo ocupar el 75% del territorio".

En Murcia, el panorama es idéntico. Mazarrón, Lorca y Águilas se han lanzado, apoyados por el Gobierno regional, a una carrera para construir a toda costa. El ayuntamiento de Águilas, del PP, ha aprobado en pleno la construcción de 30.0000 viviendas en la costa, dejando tan sólo protegido un paraje.

El de Lorca celebró el pasado 30 de octubre el denominado "pleno de los ladrillos", en el que la mayoría socialista sacó adelante 16 convenios urbanísticos para construir 60.000 viviendas. El ex alcalde, el socialista Miguel Navarro, reconoce que en los próximos años se autorizarán otras 60.000 viviendas. Navarro defiende la urbanización: "Es injusto que cuando todas las comunidades han iniciado su desarrollo urbanístico quieran ahora paralizar el nuestro". La costa de Lorca era hasta ahora un lugar casi virgen.

El Gobierno de Murcia defiende el modelo de desarrollo murciano, que califica de sostenible y que mantiene el mínimo de edificabilidad, según explican desde el Ejecutivo regional. El presidente de la comunidad, el popular Ramón Luis Valcárcel, en el cargo desde 1995, defiende la urbanización y la proliferación de campos de golf.

La Junta de Andalucía, al contrario que el Gobierno de Murcia, afirma que frenará el fervor recalificador de sus ayuntamientos.

El delegado de la consejería de Obras Públicas en Almería, Luis Caparrós, señala: "El crecimiento ha de ser sostenible y de acuerdo a la estructura urbana de los municipios. En este sentido, vamos a ser inflexibles. La intención de muchos municipios que en la actualidad tienen entre 3.000 y 5.000 habitantes de pasar a 200.000 en 15 años no será tolerada desde la Administración andaluza".

Los ecologistas reclaman a la Junta una moratoria

Los ecologistas han sido los primeros en alzar la voz contra las urbanizaciones. La Red Andaluza en Defensa del Territorio (Radete), integrada por una docena de asociaciones de ciudadanos y ecologistas de Almería, ha solicitado a la Junta de Andalucía una moratoria en el plazo de entrega de los PGOU de los Ayuntamientos. La red considera que dichos planes responden a intereses urbanísticos y no fijan una ordenación del territorio "de forma lógica". Para el portavoz de Ecologistas en Acción de Almería, Francisco Toledano, el desarrollo sólo responde a la especulación urbanística.

El presidente de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), Pedro García, afirma que la dirección de Medio Natural del Gobierno de Murcia realizó un informe en el que se denunciaba el importante impacto que tendría la autopista en la flora y en la fauna autóctona, muy castigada por la sequía y la consecuente desertización de la zona.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esperemos y confiemos que después de las próximas elecciones, si el Ayuntamiento de Aguilas cambia de signo y gana el Psoe pare el desastre que se avecina. Los granujas que se han manifestado diciendo que aunque el tribunal constitucional se pronuncie en encontra de las directrices del litoral promulgadas por la banda de Alí Valcarcel y los 40 ladrones, van a llevar a cabo el crimen medio-ambiental con la Marina de Cope merecen la carcel y el desprecio del todo aquel ciudadano de bien que pueda moodificar con su voto semejante canalleria.

Anónimo dijo...

La amargura y la tristeza serán los firmes compañeros del futuro más cercano para una sociedad enloquecida por la opulencia más hortera. Se enriquecerán cuatro nuevos ricos que corromperán aun más a alcaldes y concejales y el resto de la población sufrirá el espanto más soez por los siglos de los siglos. Y todo ello en un maremagnum de guerra sin cuartel por conseguir una gota de agua que haga posible la supervivencia. El golf tendría que estar poscrito de la faz de la tierra.