domingo, 18 de febrero de 2007

El fiscal navarro Emilio Valerio sabe, y calla, sobre la Región de Murcia/El Minarete



Francisco Poveda

El todavía fiscal responsable de delitos urbanísticos y medioambientales de la Comunidad de Madrid, Emilio Valerio y Martínez de Muniaín, es uno de los actuales altos servidores del Estado que, paradójicamente, más sabe, y todavía calla públicamente, sobre la Región de Murcia, ya desde hace algunos años. Nacido en otra región uniprovincial, como es Navarra, y en una comarca agrícola, como es la de Estella, los paralelismos de todo tipo deben ser muchos. Tiene, pues, una buena escuela Valerio allí, y otra más en Asturias, donde suele pasar una buena parte del verano.

Aquí en Murcia/Alicante conserva algunos conocidos incondicionales en función de sus minuciosas pesquisas y también algún paisano afincado, por tiempo aún indeterminado, pero que juega con el equipo contrario en base a una buena ficha profesional. Magnífico contraste. Pero Valerio nunca ha querido venir, ni siquiera de incógnito, a pisar, con sus botas camperas de fiscal medioambiental, territorio comanche.

Tenía, y todavía debe tener, una muy clara estrategia personal, que le marca el rumbo y conjura las lógicas tentaciones morbosas en aras de la frialdad y distancia que exige la eficacia. Es hombre del norte que ha descubierto el sur ya de mayorcito. Lo sureño, claramente, no le va. Eso se ve a la legua. Pero pecha con todo por pura vocación.
Hay murcianos clave que se ha quedado sin conocer, pero tampoco creo que eso le importe mucho a este fiscal "estrella".

A raíz de sus minuciosas investigaciones sobre presuntos robos de agua en la Cuenca del Segura, la cantidad de información colateral que llegó a manos de Valerio lo hacen conocedor en profundidad de los entresijos e hilos ocultos que aquí se mueven desde determinados despachos predemocráticos. Han sido varios los murcianos críticos y/o afectados que se pusieron en contacto con él, o al contrario, para que pudiese entender mucho mejor nuestro contexto, y que han mantenido esa relación personal a la par que el volumen de la acusación pública iba engordando y matizándose.

Muy pronto se le notó que Murcia, como tal, le importaba un pimiento. Lo suyo era servir al Estado y demostrar su capacidad para defenderlo cómo y dónde se le requiriese. Lo del agua fue un "accidente" pero nunca motivo para una cruzada personal, que tampoco ha existido como tal. Sólo le sirvió de "percha" para justificar tanto interés investigador por una buena causa. Méritaje clásico.


Un foralista, convicto y confeso, como Valerio, sabe apreciar mejor el clamor de la sociedad civil murciana por alcanzar una autonomía política como región que, finalmente, no resulte un fiasco para la base. Pero como, casi siempre, y haciendo gala de una bien ganada fama entre abogados y juristas madrileños, no existe relación directa entre su siempre brillante preparación para acusar públicamente y el remate de la causa en la portería de la correspondiente Sala de Lo Penal.

El supuesto robo de aguas públicas en la Cuenca del Segura no podía, tampoco, ahogar sus lógicas ambiciones ni dejarlo a él fijado a un solo caso tan lejano, hasta el punto de desdibujar sus potencialidades en otros planos. Es don Emilio hombre de etapas y retos permanentes para darle sentido a su misión de hacer justicia independiente a toda costa pero con tintes progresistas.


Solamente el fiscal general del Estado, el pontevedrés Cándido Conde-Pumpido, puede tener ahora información mejor y más rigurosa que Valerio por las relaciones de suma confianza que mantiene de años en Murcia, tanto en la Facultad de Derecho de la UMU como en la Fiscalía del TSJ, y en la sociedad civil más avanzada.

Ese conocimiento, en detalle y mucho más reciente, también está marcando su estrategia político-jurídica respecto de nuestra región, administrando los plazos legales y fijando posibles actuaciones de López Bernal en año electoral. Nada se deja, pues, al albur de la pura estrategia privada o intereses de terceros, y se actuará desde la Fiscalía del TSJ cómo, cuando y dónde se tenga que hacer para restablecer la legalidad supuestamente conculcada desde el poder regional. Aquí y ahora la última palabra está en la calle Fortuny, de Madrid, y no en la calle Princesa, de Murcia, para evitar malos antecedentes.


También el actual director del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), el conquense Alberto Saiz Cortés (en la fotografía inferior), sabe ahora bastante más de lo que sabía, de lo que por aquí acontece y puede poner más en riesgo la seguridad interior del Estado. Además, no en balde ha vivido durante varios años en Albacete, siempre en destinos relacionados con la preservación y mejora del medio ambiente, antes de acceder al despacho de la cuesta de Padre Huidobro, desde donde se maneja "la antena" aquí desplegada cerca de San Esteban, Caja Murcia y la CROEM.

Porque es misión del CNI, entre otras, velar por el fortalecimiento de nuestra democracia sin escatimar esfuerzos ni riesgos. Son sus referentes naturales, y les pasa información de coyuntura, sistemáticamente, la presidencia del Gobierno, el ministerio de Defensa, el ministerio del Interior, el ministerio de Asuntos Exteriores y, ojo a este dato relevante, el ministerio de Justicia, que ahora detenta Mariano Fernández Bermejo.


Precisamente el ascenso a ministro de Justicia del ex fiscal-jefe del TSJ de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, exjefe y gran protector del fiscal navarro de Estella, augura una probable entrada de Valerio en su equipo con misiones propias de la premura para estabilizar nuestra democracia y arrancarla, como en el caso claro de Murcia, de las garras de una trama de delincuencia organizada y de cuello blanco, que tiene casi como único fin primar con dinero fácil el extremar posiciones políticas en todo el PP, a partir de una financiación abundante proveniente del ladrillo, hasta poner todos los resortes de poder en manos de "neocons" fundamentalistas.

Ya no caben dudas de que, desde la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, llega a Génova 13 un dinero masivo, capaz de ir moldeando al otro moderado gallego de Pontevedra en un "halcón" alineado con Le Pen. ¿De qué, si no, va a sobrevivir Zaplana como portavoz parlamentario y con un peso específico paritario al de Rajoy, con "Terra Mítica" en la lontananza de los juzgados valencianos, o un Valcárcel, que nunca suele hablar los lunes en la Junta Directiva Nacional de su partido, y menos ahora, acechado por todos los indicios racionales que conducen a los negocios fáciles de su hermano Carlos y ya apuntan a otros más recientes de su cuñado Monge?


Esto que cuento, no sólo preocupa en Bruselas sino que ha encendido todas las alarmas en La Moncloa. Zapatero tiene un conocimiento más que preciso de quienes son aquí los padrinos de "mafia nostra", y cómo se mueven, para intentar hacerle morder electoralmente el polvo en la cita de mayo de 2007 y en, la aún no decidida, de 2008.

Hay pulso y tema de sobra para escribir todo un tratado de cómo una región periférica, atrasada y anodina en el balance económico nacional (entre un 2,5% y un 3% del PIB), que ya no destaca en nada relevante ni trascendente para la España del futuro, puede retar al Estado desde unos parámetros claramente criminales. Todos los Ministerios citados tienen su versión de lo que aquí pasa y las correspondientes propuestas de actuación sin mayores contemplaciones.


Precisamente en ese terreno se dispone a batir el Estado la actual situación con soluciones estratégicas y no meramente tácticas. Y ahí se adivina ya a Valerio, y a tantos otros luchadores locales por una segunda transición aquí, dispuestos en silencio y con la mayor discreción, a darle la vuelta a la tortilla conjurando situaciones y activando procesos de normalización democrática.

Nadie espere planos de televisión espectaculares ni socialmente significativos capos tapándose la cara con su chaqueta. Habrá que conformarse con pocas, pero contundentes, actuaciones, las más en la sombra, y por las bravas aquellas que no tengan más remedio. La confianza de los murcianos en el sistema es lo más importante que está en juego en esta etapa también histórica.

Y ahí tenemos, forzosamente que ver a fiscales, como Valerio y López Bernal, apremiados por Bermejo y Conde-Pumpido por toda la información que les vaya llegando desde Murcia en las próximas cuatro semanas. El abogado y líder de UDeRM, Diego de Ramón, parece haber sido el primero desde aquí en solicitarle una audiencia a don Mariano "El Bueno", que promete mucho más de lo que todos imaginemos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

EMILIO VALERIO MARTINEZ DE MUNIAÍN FISCAL DE MEDIO AMBIENTE DEL TSJ DE MADRID

«Se vendió el agua como un recurso ilimitado y eso hizo mucho daño a Murcia»

«Con 1 hm3 en Castilla-La Mancha se puede hacer poquito, pero en Murcia se soluciona una urbanización» «En la instrucción fiscal del robo del agua no ha influido ningún factor ajeno, ni siquiera político»

M. BUITRAGO/MADRID
JOSE MARI ESTEBAN/MADRID

Polémico y controvertido. Es un referente en la persecución de los delitos medioambientales. Los ecologistas lo ven como una garantía de que sus denuncias serán investigadas a fondo, como ha ocurrido y ocurre en procesos tan sonados como los robos de agua en la cuenca del Segura o el caso de El Chopillo de Moratalla. Emilio Valerio, fiscal de medio ambiente del TSJ de Madrid, cuenta en esta entrevista sus impresiones sobre la supuesta trama negra del agua que él instruyó durante más de un año, y que fue aprovechada desde algunos sectores e intereses para socavar la imagen de la Región. Sostiene que la causa sigue viva porque serán los juzgados naturales los que investiguen ahora por separado las extracciones ilegales.

Emilio Valerio, nacido hace 48 años en Dicastillo (Navarra), lleva 25 años en la carrera fiscal; 12 de ellos en Madrid y en estrecha relación con el actual ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. Ha sido profesor invitado en Harvard y Stanford, y saltó al plano periodístico cuando instruyó la causa por el asesinato del dirigente de HB Santiago Brouard. En los últimos años se le ha percibido desde Murcia como un enfant terrible que no ha dejado títere con cabeza en su investigación sobre los robos de agua.

-El fiscal jefe de Murcia ha pedido archivar el caso de los robos de agua. El juez lo ha aceptado. ¿Cómo valora esta decisión?

-Entiendo que existe un terreno de coincidencia, en el ámbito fiscal y judicial. Todos hemos aprendido en este proceso la necesidad de llevar a cabo una persecución puntual de los supuestos de robo de agua. Por lo que fuera, no se hacía. A mi juicio, cuando se habla de archivo, queda una línea abierta para que las denuncias se investiguen en los juzgados naturales. Esta es la primera valoración, y única, que entiendo que debo hacer en este momento.

-¿Pero esperaba el archivo?

-Insisto en que la palabra archivo tiene un doble sentido, ya que, según su propio periódico, se reabren a su vez los supuestos individuales del robo del agua. Lo cual es absolutamente lógico. Precisamente por ello se debe destacar que la Región de Murcia necesita la aplicación estricta del Código Penal, lo cual no es fácil. En este punto es necesario un esfuerzo de todos: de la Administración, de la justicia y de la prensa.

-Aunque fiscal de medio ambiente de Madrid, usted es conocido en Murcia, donde lleva cuatro años siendo noticia. ¿Cómo cree que se ha percibido su trabajo?

-No tiene demasiada trascendencia la percepción que pueda tener de mí la Región. Tiene más trascendencia la evolución de los robos y del desorden del agua. Y si se quiere apurar, la evolución o percepción que las organizaciones sociales, políticas o ecologistas tienen sobre este tema.

-Pero que no se haya apreciado prevaricación y delito contra el medio ambiente, que eran el núcleo de las denuncias...

-Me preocupa esta pregunta porque se han abierto causas por cada delito contra el medio ambiente. En pura técnica jurídica, el delito contra el medio ambiente, tal y como está recogido en nuestro Código Penal, subyace en cada robo de agua con una cuantía determinada. Probablemente lo que motivó la investigación fue la no persecución, vía administrativa, de estos supuestos.

-Parece que el planteamiento general era que en la Región de Murcia existía una trama organizada que se estaba repartiendo el agua. ¿Había tantos casos como para pensar que estaban conectados; o era acaso una mera suma para llamarlo trama? ¿No cree que debía haberse analizado pormenorizadamente, caso por caso, como el juez ha decidido ahora, en lugar de originarse ese daño a la imagen de Murcia? Se nos ve desde fuera como que todo el mundo estaba compinchado.

-Como todo planteamiento simplista, eso responde en parte a la realidad y en parte no. Lo que se advertía en aquellas fechas es que en Murcia, a diferencia de otras regiones, el agua es un bien muy escaso. Dentro de esta escasez, la utilización desmesurada o abusiva del agua supone un factor comparativamente importante en términos de ordenación del territorio y de poder económico. En una palabra, en otros territorios quizás no, pero en Murcia el agua, legal o ilegal, se convierte en economía en muy poco lapso de tiempo. Estos dos factores son esenciales y muy graves. Aquí influía también otra cuestión ceñida al contexto del Plan Hidrológico. No sólo en Murcia, sino en otras regiones, se vivió durante cierto tiempo con la idea de que el agua podía ser un recurso ilimitado.

-¿Sigue pensando que existía una trama?

-La palabra trama refleja de un modo no muy apropiado la realidad. Ya que cada supuesto de robo de agua se consuma en la propia utilización del agua. Eso genera evidentemente, no voy a decir que un delito, pero sí una situación ilícita para Murcia y los demás.

-¿Había un clima favorable para que eso se produjera?

-Más que un clima favorable, creo que había unos elementos. Por un lado el agua como un bien absolutamente escaso. Luego las expectativas del Plan Hidrológico. Estaba además una Administración sin duda poco preparada para luchar contra estos hechos... Así como una petición de las organizaciones sociales, de una parte de la sociedad murciana, de aclaración.

-¿Cree que la imagen de Murcia ha salido perjudicada?

-Creo que la imagen de Murcia hay que valorarla en el contexto general . En relación con un Plan Hidrológico que a mi modo de ver no consiguió pasar el abanico de una legislatura diferente al no existir una política de consenso. Creo que a medio plazo Murcia haría bien en determinar una autoorganización de sus recursos hídricos.

-Pero ha habido un marchamo que se le ha colgado a los murcianos cuando salían fuera: que si ladrones, insaciables, etc...

-Desgraciadamente muchas de estas imágenes que quizás parezcan simplistas tienen una parte de realidad. Muchas veces he advertido del urbanismo depredador de Levante. El tema del agua en Murcia tiene una parte en este contexto también negativa.

-¿Cree que algunos grupos, como organizaciones ecologistas y el PSOE, además de intereses de otras regiones, se han aprovechado de su instrucción en una época muy sensible para atacar el Plan Hidrológico del PP y el Trasvase de Ebro?

-En todo tipo de instrucción judicial siempre hay un aprovechamiento en un contexto o en otro por parte de cualquier grupo. Estos días he leído en su periódico que había una gestión nefasta del agua. Eso no lo he dicho yo. Sin duda que algunos lo pueden aprovechar, precisamente porque existe una realidad determinada. Pienso que la prensa ha hecho mucho trabajo en este sentido para la concienciación social sobre este tema. Creo que estamos avanzando.

-¿Es usted partidario del Trasvase del Ebro o del PHN del PP? ¿Era una clave a tener en cuenta ?

-No, vamos a ver. El Plan Hidrológico, independientemente de los problemas técnicos, no era un plan de consenso. Hay determinadas cuestiones que exigen un consenso entre autonomías o grandes partidos. Y si no, no sale. Por otro lado, se vendió la idea de que el agua es un recurso algo ilimitado. Creo que esto hizo mucho daño en aquellos años a la Región. A corto plazo esto es difícil de sobrellevar. Pero a medio plazo, una región con la potencialidad de Murcia, debía de ir a una optimización de sus recursos hídricos.

-¿Murcia es el paradigma del mal uso el agua, del robo del agua, cuando la ministra Cristina Narbona dice que en Castilla-La Mancha hay miles de pozos ilegales? Las Tablas de Daimiel no las ha secado Murcia. Ni ha secado el acuífero 23. Parece que se ha focalizado más en Murcia, cuando hay otras situaciones en el contexto general de España.

-Las características sociales, políticas, geográficas y coyunturales son diferentes de unas regiones a otras. Insisto en que la potencialidad económica del agua en Murcia es muy diferente y tiene más trascendencia. Con 1 hectómetro cúbico en Castilla-La Mancha se puede hacer muy poquita cosa. Con 1 hectómetro cúbico en Murcia puedes determinar una solución en términos urbanísticos.

-¿Pero 1 hm3 robado en Murcia, será igual de perseguible que 1 hm3 robado en Castilla-La Mancha?

-No se puede generalizar. Lo cierto es que nos encontramos, tanto la Fiscalía de Murcia como de Madrid, con una demanda planteada por un conjunto de organizaciones sociales y ecologistas, que obviamente son murcianas y velan también por la Región.

-¿Pero sería el mismo delito?

-En principio, las situaciones ilegales son efectivamente delito en cualquier sitio. Hay circunstancias que las podrían determinar, como es el daño a los ecosistemas. En el supuesto de Murcia todos los informes indican, al menos en las cabeceras, una reducción continua e histórica de los aportes hídricos.

-¿Cree que se debería investigar también en otras cuencas hidrográficas, aparte de la del Segura?

-Me imagino que en todos aquellos supuestos en los que de verdad se detecte un serio problema. Conocemos históricamente los problemas de determinados acuíferos vinculados al mantenimiento de Las Tablas de Daimiel. Pero probablemente no tiene el mismo contexto social que en Murcia.

-¿Se imagina usted en Murcia? Tendría mucho trabajo.

-Lo cierto es que le he cogido mucho cariño a la Región de Murcia. A las personas de Moratalla, de Architana, a los agricultores del campo de Cartagena, a la asociación Pro Río...

-A los anteriores dirigentes de la Confederación menos cariño, ¿no?

-Respeto profundamente el contexto en el que trabajaban. Parecía todo menos sencillo...

-¿Esa deficiente gestión del agua estaba limitada a la administración anterior, o venía de más atrás?

-Que yo recuerde, en el informe se menciona que era una situación histórica; y las organizaciones sociales parecen indicar que persiste en cierto sentido. Creo que efectivamente hay un comportamiento horizontal.

-¿Qué medios necesita la administración de justicia; y por qué no dispone de esos medios para combatir estas situaciones?

-En Madrid, uno de los temas más importantes y sensibles es el de las edificaciones ilegales en espacios protegidos. En la Fiscalía llevamos 10 años luchando contra este problema y advertimos que a veces no conseguimos grandes resultados. No basta con las denuncias en el juzgado. Ni siquiera con las sentencias condenatorias. Muchas veces nos encontramos, y es una constatación triste, con que el daño está hecho. Que las viviendas están hechas. Son de madera y se construyen en un semana. Y no conseguimos actuar eficazmente para demolerlas. En el supuesto de los robos del agua, probablemente ocurre lo mismo. Los mecanismos formales de la justicia sirven de poco; y lo cierto es que las administraciones no está preparadas para paralizar estas cosas.

-¿Y dónde está la solución?

-Desde la experiencia de Madrid, la solución pasa por un acuerdo político con la autonomía. Un fiscal debe sentirse respaldado por la autoridad autonómica. Hay que reconocer además que el contexto legal está escasamente preparado para las medidas cautelares. En cuanto a las extracciones de agua, necesitamos que se impida, con métodos informáticos de detección, que se abran pozos ilegales. Urgen medidas cautelares eficaces.

-¿Sus diligencias pudieron influir en decisiones políticas que luego tomó el PSOE? Cristina Narbona, nada más ser nombrada ministra, hizo unas declaraciones en las que valoraba su trabajo respecto de la Confederación Hidrográfica.

-Lo que sí le puedo decir es que tanto en la denuncia original como en todo el conjunto de la instrucción, aquí y en Murcia, no ha habido incidencia ni ningún otro factor ajeno a la Región. Ni tampoco de organizaciones políticas.

-Me refiero a la utilización política que se hizo.

-La utilización política de una y otra cosa es un elemento absolutamente imposible de determinar.

-¿Cree que cuando en una cuenca sobra agua no hay robos? ¿Aunque se esté robando?

-Todos sabemos que en cualquier cuenca hay personas que pinchan o hacen sus pozos. En una región que sobra agua, ni existe un problema social ni ambiental. Pero en una región como Murcia existe un problema de agotamiento de los recursos, de tal forma que quien detrae ilegalmente ese agua está perjudicando gravemente el interés colectivo. Si no conseguimos que en Murcia se valore el agua en lo que vale, no va a haber ordenación del territorio que se resista a la petición de nuevas viviendas de segunda residencia de extranjeros. No es lo mismo hacer un plan para 5.000 viviendas que para 50.

-Usted instruyó también el caso de la finca El Chopillo de Moratalla, sobre el cual el fiscal jefe de Murcia concluye que no hay delito de desviación de caudales. En cuanto a la otra denuncia por el uso indebido de ayudas europeas para la reforestación, los pronunciamientos de la justicia hasta ahora exoneran a los denunciados.

-Ahí había una cuestión competencial. Pero también es un tema en el que se ha avanzado mucho. A nivel personal me llevé una gran alegría el día que declaró el director general de regadíos, don Julio Bernal. Manifestó que se había excluido completamente cualquier caso de ayuda a todo terreno que no había sido objeto de labranza. Es decir a los terrenos de monte bajo y matorral, que tienen una trascendencia ecológica muy importante. En ese contexto también se ha avanzado desde la Administración autonómica.

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«No tengo elementos para pensar en algo extraño en el accidente de la funcionaria de la Confederación»

-¿Es cierto que la anterior jefa del área jurídico-administrativa de la Confederación del Segura, María Vicenta Oliveros, viajó a Madrid para reunirse con usted y denunciar los hechos?

-Sobre eso no le puedo contestar por respeto a lo que ocurrió entonces y porque es un dato de la instrucción.

-El flamante ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que fue superior suyo en la Fiscalía del TSJ de Madrid, aludió en uno de sus oficios a un extraño accidente sobre el cual se había abierto una investigación, refiriéndose al accidente de tráfico en el que falleció Oliveros, su acompañante y un hijo de éste, cuando se dirigían a Madrid. Mencionó la palabra extraño. ¿En qué terminó esa investigación?

-Esa investigación no la llevó este fiscal. No tengo ningún elemento para pensar que ocurrieran ahí circunstancias extrañas. Pero lo cierto es que en el contexto de un tema como éste se producen situaciones que pueden sugerir que ha ocurrido más de lo debido. Ustedes conocen lo de la casa de esa familia de Moratalla; de ciertas agresiones que se denunciaron; de historias que cuentan de agricultores del campo de Cartagena que son relativamente graves...

-¿Entonces no piensa en una sucesión causal e inocente de desgraciados acontecimientos?

-No. Lo que quiero decir es que no tengo ningún elemento para pensar que hubiera en aquel accidente absolutamente nada ajeno a lo que son las circunstancias desgraciadas. Digo también que lo real es que existe una serie de cosas que hacen pensar que esta situación se está viviendo con demasiada intensidad por mucha gente. Del accidente no tengo ningún elemento, ni jamás lo voy a tener. Ni pienso que exista. Pero lo real...

-En una de sus diligencias apuntó que los anteriores responsables de la Confederación empezaron a actuar con más interés sobre los expedientes de robo de agua cuando la investigación de Fiscalía se les venía encima.

-No recuerdo esa circunstancia. Es cierto que la presión social, y si se quiere política y judicial, a veces puede ser un factor influyente. Sospecho que en esa situación la gestión de la Confederación se ha tenido que optimizar.

-El ex presidente de la Confederación, Juan Cánovas, dijo que había sufrido una inquisición cuando declaró ante usted. ¿Estaba ante un inquisidor?

-Pienso sinceramente que la Confederación no pensaba ni esperaba que un fiscal fuera a reclamar expedientes que estaban, digamos, en una habitación. Tampoco antes se había producido algo así. Creo además que las confederaciones no tienen a veces el perfil de un órgano capacitado o con facilidades para parar determinadas cuestiones.

-¿Pudo investigar con libertad durante el Gobierno del PP, estando Jesús Cardenal de fiscal general del Estado?

-Con franqueza que sí. Estuve respaldado o comprendido. O si se quiere ambas cosas.

-¿Y qué papel tuvo Mariano Fernández Bermejo, su superior ante y ahora ministro de Justicia, en el caso del robo de agua?

-En su condición de fiscal jefe de Madrid, cogió el tema como cualquier otro fiscal. Normalmente las investigaciones dependen del fiscal instructor. Existen cuestiones técnicas o formales que dependen más de la jefatura. En ese contexto, jamás he tenido una indicación. No recuerdo.

-¿Qué hacía un fiscal de medio ambiente de Madrid investigando el río Segura? El Segura no pasa por Madrid.

-Pues es cierto que el Segura no pasa por Madrid. La instrucción se inició porque el conflicto [los expedientes de sanción por los robos de agua] podía estar localizado en la Administración de Madrid o de Murcia. En ese momento conocíamos muy poco. Durante cierto tiempo la Confederación del Segura se mostró muy remisa a remitir los expedientes. A pesar de que somos un país en el que el agua, en algunas zonas, es un recurso escaso, había muy pocos casos reales de robo. El caso del Segura tenía una importancia social evidente. Un problema real que ningún fiscal podía ignorar.
De "La Verdad"

Anónimo dijo...

elplural.com

“El PP practica un permanente golpe de Estado, culminado hoy en el TC”

Piqué recibe lecciones de democracia de un antiguo profesor

JESÚS NIETO JURADO

El pasado 15 de febrero, Josep Piqué, presidente del Partido Popular en Cataluña, escribió un artículo en la edición catalana de El País para contestar a otro de J.A. González Casanova, profesor de Teoría del Estado de la Universidad de Barcelona, que, titulado ETA y PP, la pareja suicida, había profundizado en la siniestra relación que en momentos se puede llegar a producir entre ETA y el partido de Génova 13, llegando a asegurar que “si liberales y carlistas impidieron la democracia española durante el siglo XIX y, unidos al golpista Franco, la erradicaron en el XX por las armas, ahora sus respectivos herederos mentales siguen apoyándose mutuamente en su feroz combate contra el Gobierno legítimo y electo de la ciudadanía”.
El artículo organizó un gran revuelo mediático y el PP lo instó a llegar a los tribunales, como así afirmó Piqué en un artículo que, por lo demás, no osaba a responder al que fue su profesor universitario.

Destructores del Estado
En ETA y PP, la pareja suicida, el profesor Casanova exponía los motivos bajo los que, según su parecer, los objetivos de ETA y del PP, paradójicamente, coincidían en el objeto de la destrucción del Estado constitucional. González Casanova tachó a Rajoy de cumplidor “a la perfección el papel que de él espera la banda terrorista” y concluía afirmando que “ETA perderá su mejor aliado cuando el PP pierda las elecciones”.

Piqué, un buen chico
Anteayer, en la edición catalana de El País, J.A González Casanova realizó una profunda semblanza de Josep Piqué bajo el título de Josep Piqué y los fachas malistas, en el que el docente catalán describe a su antiguo alumno como “aquel inteligente y brillante militante del PSUC” que, en cierto momento, se enroló en “ese capitalismo financiero que globaliza como Eje del Mal la destrucción del Planeta y de toda moral democrática”.

¿Qué haces con los neocon?
González Casanova se cuestiona, además, cómo un hombre con el pasado de Piqué es capaz de dejarse llevar por la extrema derecha y soportar el enfrentamiento con la “cúpula neocon madrileña” del PP.

Actos antidemocráticos
El profesor González Casanova afirma que Piqué todavía sigue “siendo como el Piqué más joven” y que mal debió explicarle al presidente del PP en Cataluña lo que era la democracia, pues según asegura en el artículo “no es sólo el voto el que hace democrático a un partido, como demostró el partido de Hitler, sino sus actos”.

Golpe de Estado
Además, asegura González Casanova, “los actuales dirigentes del PP arrastran una actitud que no es de alternativa democrática, sino alterna y externa a la democracia” mediante un “permanente golpe de Estado, culminado hoy en el Tribunal Constitucional, pilar jurídico que, si se hunde, derriba todo el Estado de derecho”.

Malas compañías
En el artículo, González Casanova realiza un elogio del colaborador y analista de elplural.com Joaquín Calomarde, y lo describe como un político valiente capaz de practicar la autocrítica, para concluir, cuestionándose el autor, que si Piqué muestra tal compromiso con las libertades al enfrentarse a ETA, por qué no hace lo propio liberándose de los “intolerantes y violentos verbales del PP”: para González Casanova, la trayectoria antifranquista de Piqué así lo merece.

Anónimo dijo...

"Nadie espere planos de televisión espectaculares ni socialmente significativos capos tapándose la cara con su chaqueta"

¿Quiere esto decir que ni Sta. Lucia, ni S. Valentin, ni ningun otro Santo al que poder rezar...?

Anónimo dijo...

José Mari, el dire, y Manolico, el empecinao, hacen ahora entrevistas al alimón. Hace unos días fue al presidente Barreda, publicando cosas en la edición murciana de La verdad que no publicaban en la albaceteña, y viceversa. Las preguntas de José Mari y Manolico al fiscal Valerio son toda una. A lo mejor hacen incluso las entrevistas gratis y deberían darle a los dos algún premio en la putrefacta asociación de la prensa murciana, que se lo merecen, por defensores de latrocinios varios y aprendices de inquisidores. Asco dan.

Anónimo dijo...

La verdad y todos sus mercenarios se ha convertido en un verdadero centro de conspiración contra la democracia murciana.
Aquí mismo, en su sede, se reúnen con frecuencia, politicos del gobierno regional, ejecutivos de la empresa y supuestos periodistas para elaborar la estrategia de engaño a seguir de cara a las proximas elecciones.
Utilizan para ello a otros medios sojuzgados por la amenaza del boicot publicitario, y consiste en ocultar y hasta negar, la descomposición del PP murciano, la desinformación sobre el PSRM y sus militantes mas destacados, en ridiculizar constantemente a su lider, Pedro Saura, tratar a IU como una anécdota trasnochada, e ignorar al nuevo partido de centro, la UDERM, por si acaso se convierte De Ramón en un competidor directo de Valcárcel por los votos de indecisos.
La gente debe saber que La verdad no es neutral respecto de la democracia regional murciana, que apoya y hasta forma parte de la corrupción del sistema valcarceliano y que la mejor respuesta de los demócratas es dejar de comprarla, como ya hacen tantos miles y miles de ciudadanos alertados de su anestesia interesada revestida de incienso, para que no se lleve de esta tierra,limpios cada año 18 millones de euros después de su estafa continuada a la opinión pública.

Anónimo dijo...

Pero cómo puede decir ahora Valerio todo lo que leo aquí. Yo mismo le he oído decir otras en las reuniones que mantenía con determinados murcianos y alicantinos en el parador nacional de Albacete.
En Murcia hay robo de agua del Tajo-Segura y eso se demostrará ahora desde el satélite. Como también se va a demostrar el fiasco de Cajamurcia con lo de Polaris. Vamos a ser la vergüenza de toda España, y Valcárcel un payaso puesto ahí por los hidrocleptómanos y el usurero ese de la caja.