lunes, 22 de mayo de 2006

El Triunvirato

En un lugar muy lejano, al menos para nuestras autoridades regionales, apenas 30 kilómetros de la capital del Reino, discurren las vidas políticas y gozosas, inspiradas en musas pintorescas, de dos alcaldes, de modales dictatoriales, que, firme el ademán, imponen una ley propia de las repúblicas bananeras, las mismas políticas populistas que despertaban la pasión de los votantes, ignorantes de que estaban siendo estafados, en el sentido más literal de la palabra. Dos alcaldes que unen sus reinos a través de un gran espacio común, reducto árabe, patrimonio histórico y natural de la Región, cambiando el paisaje fertil y verde que había por el tono gris, desangelado y frio de multitud de viviendas, que con la excusa de que traerán trabajo a sus reinos, se reproducen por miles, llenado lo que antes era limonero y azahar por ladrillos y hormigón.

La realidad es que no hay más riqueza que para ellos. Uno, con varios negocios además del trono, ya se ha embolsado 214 millones de las antiguas pesetas a cuenta de convenios. Su patrimonio se estima en mil millones. El otro, con imagen más propia de un santoral, ya ha donado generosamente las radiaciones eléctricas a sus vecinos, en un homenaje a la torre Eiffel, aunque esta torre, menos opulenta, pueda matar, duda esta sin relevancia para el reyezuelo, que vive alejado de tamaña y preocupante "escultura" que una gran empresa ha donado con generosidad. En medio, una autoridad de las fuerzas de orden público, al servicio de ambos. El Delegado del Gobierno no se entera de que este mando policial está al servicio de los reyezuelos, que le indican donde, como y cuando debe actuar. Será por eso que al representante de las fuerzas de orden público se le haya permitido construir, en uno de los reinos limítrofes, una casa ilegal, con piscina incluida. Será por eso que la dama del agente de la ley está colocada a la diestra de uno de estos dictadores, retrato pobre de Fidel Castro. Y será por eso que las fuerzas de orden público miran hacia el cielo, cuando uno de estos caciques, viene de sus juergas nocturnas, en un estado mental que le desautoriza para gobernar a sus vasallos. Así, día a día.

Será por ello que proliferan las amenazas de muerte a representantes ecologistas, políticos, e incluso a vecinos. Todos comprados con la misma moneda, la del miedo, la intimidación, el chantaje, y si es preciso, el soborno.

Hay una figura que se ha hecho popular en estos reinos, la del testaferro. Algunos ya se ganan la vida así, ante el ingente trabajo que hay de compra y venta, promovido por los reyezuelos, coronados por el pueblo, pero que ante sus actuaciones, no merecen portar ni la corona ni el cetro. Agricultores estafados, que vendieron parte de sus tierras creyendo que seguirían siendo zona de regadíos, y que fueron recalificadas ipso facto, en beneficio de los nuevos compradores, a las órdenes del imperio. Ancianos maltratados verbalmente, por reclamar el derecho que les asiste a protestar por el mal estado de sus viviendas. En definitiva, una historia real, que hace que la trilogía histórico mafiosa de El Padrino se quede corta con lo que ocurre en ese sitio que comentamos, a tan solo 30 kilómetros de Murcia, tan cerca, pero tan lejos....Una inmunidad, la de estos tiranos, que raya la ciencia ficción. Pasen y vean, si queda algo, cuando vayan...

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