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sábado, 28 de marzo de 2015

LA MAÑANA DE SALZILLO A TRAVÉS DE LOS OJALES DE UN CAPUZ / Francisco Poveda *


Siempre oí desde mi infancia que la mañana del Viernes Santo era el día más grande de Murcia. Y ya desde muy pequeño lo comencé a comprender al entrar en contacto directo cada año con el bullicioso ambiente tempranero en la Trapería, desde la famosa tienda de mis abuelos junto al Casino, cuando el gentío precedente y las grandes bocinas a ruedas o trompetas de burla más los redobles murcianos de tambores anunciaban la proximidad del cortejo sonando fuerte desde Belluga.

Esa fijación me hizo mucho tiempo después traer hasta Murcia, cada Semana Santa, a algún personaje relevante de nuestro país, culto por supuesto, al interesarse ante  mí  en Madrid por la vivacidad de la cara del ángel, el brazo tenso del apóstol, todo el San Juan en su conjunto o la angustia reflejada en el rostro de la Dolorosa, expuestas al público en la calle por la archicentenaria Cofradía de Jesús junto con el resto de tallas del genial imaginero medio italiano del siglo XVIII y todas de su propiedad. 

Para tratar de superar su expectativa y, como murciano orgulloso de este patrimonio no oficial pero real de la Humanidad, busqué siempre de fondo el retablo en piedra de la fachada principal de la Catedral para que 'la mañana de Salzillo' les resultase una expresión artística cinética total, dentro de una inolvidable para el visitante 'pequeña revolución murciana del Barroco'.

También me pregunté siempre como veían y vivían los penitentes, como contraposición al público, esa mañana única a través de los ojales subfrontales de sus capuces. Por eso cobra virtualidad para los cofrades asistir el día anterior al cabildillo de las últimas instrucciones para la procesión así como tener claro que los mayordomos están para asistir al penitente, ver preparar en la calle la renovada palmera de la Oración en el Huerto o servir los productos frescos de la 'santa cena' y colocar a puerta cerrada los adornos florales en los pasos, procedentes de huertos especializados.

La sociología popular varía a lo largo del recorrido.  A las 7 de la mañana, cuando el primer rayo de sol ilumina la cara de la Vírgen, vecinos del barrio  San Andrés e incondicionales son los primeros en contemplar la puesta en escena de la tradición. A las 8 comienzan a aparecer los piadosos más madrugadores cerca de San Pedro. A las 9 se pasa ante un público fijo a partir de La Glorieta y hasta la Trapería, en el tramo más clásico e institucional del cortejo. 

A las 10, los primeros huertanos asoman en Santo Domingo y hasta la plaza de las Flores, donde la 'procesión de los salzillos' conoce su apogeo. A las 11, tras enfilar San Nicolás, se comienza a reconocer a los que no quisieron madrugar tanto. Y a las 12, los primeros del millar de nazarenos ya entran en la iglesia de Jesús para dejar las cruces en sus inmediaciones cuando el fuerte sol obliga a la explosión de un público ya muy heterogéneo.

Como lo que toca ahora es el signo de este tiempo, el desarrollo del desfile muestra al nazareno observador toda una gama de las caras de la crisis. A lo largo de los cuatro kilómetros aproximados de recorrido se calcula bien una media de asistencia de tres cuartos de entrada, una clara antropología y diversas sociologías. 

Poco turista y menos extranjeros, algo más de españoles de provincias colindantes, notable presencia de inmigrantes y monjas sudamericanas, muchos niños, bastantes embarazadas y algún que otro deficiente con sus padres. Murcianos de la ciudad, ahora muchos menos que hace algunos años. Porque es la Huerta realmente quien esa mañana se vuelca sobre todo el itinerario.

Ese itinerario es cambiante en sus márgenes pero siempre bajo un denominador común. La multitud se observa mejor a partir de Santo Domingo aunque la gran pasarela ha sido antes Glorieta-Belluga-Trapería porque ahí comienza realmente el gran espectáculo de Salzillo en la calle. Si bien el gran apoyo se nota en Belluga el escrutinio se palpa en Santa Catalina-Plaza de las Flores, el apogeo es propio de la estrecha y cálida calle de San Nicolás y la recta final hasta San Andrés de nuevo.

A partir de ahí, los penitentes de 'promesas', en ésta época mayoritariamente mujeres que cargan recias cruces pensadas en su día más para la resistencia masculina, entran con la misma puntualidad y organización conque entregaron al alba la contraseña para recoger una penitencia que sí pesa lo suyo.

Todo termina con algo que no puede ver el público. Volver a colocar los pasos en sus habituales aposentos mediante raíles o cómo se cubren de plástico las figuras de los apóstoles para que ninguna vianda se derrame sobre ellas al retiralas de la mesa por sometidas durante horas al sol callejero y normalmente cierta temperatura.

En el interior de la iglesia, mientras en la calle se oye la música que acompaña a la Verónica, San Juan, la Dolorosa y el Nazareno antes del Himno Nacional, el ambiente es efusivo entre los estantes, con abrazos y despedidas hasta el año próximo tras repartirse el adorno floral del paso portado.

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(*) Periodista y editor de 'El Observador Vaticano'
(Revista 'Nazarenos' nº 19.- Pags. 96 y 97 - Edita: Cofradía de Jesús)

domingo, 29 de mayo de 2011

The Economist: que Rajoy no se haga ilusiones y que se aclare / Alfredo R. Mendizabal

El semanario británico The Economist emplaza este fin de semana a Zapatero y Rajoy a proseguir las reformas estructurales y desplegar 'más audacia' si quieren que 'los indignados' desalojen las plazas públicas y se pongan a trabajar. Es decir, que hay que ser 'radicales' en el programa económico para crear empleo. A diferencia de otros medios internacionales como Financial Times, que le ha pedido a Rajoy que apoye al Gobierno Zapatero para que el país no descarrile, The Economist da por sentado que el líder del PP tendrá que esperar a las generales. 

Pero mientras tanto, le pide que se aclare y exponga su programa, porque hasta ahora 'a menudo ha sido equívoco sobre las reformas'. Un programa encaminado sobre todo a mejorar las expectativas del 45% de jóvenes en paro. En caso contrario, 'Rajoy no debería hacerse ilusiones' cuando llegue al poder, porque los manifestantes y las protestas 'volverán'.
Esta es la síntesis del análisis de la revista tras las elecciones del domingo pasado y de las acampadas de los 'indignados'. 

En un artículo lleno de datos en el que incluso hace cábalas sobre por cuánto ganará el PP las generales, The Economist informa que 'la juventud española quiere trabajo, los mercados quieren reforma y los votantes quieren un nuevo Gobierno'. Es un terceto de intereses en difícil equilibrio pero con un denominado común: todo pasa por reducir el déficit y acometer las reformas para volver al crecimiento de la economía. La revista dedica también uno de sus editoriales al 'grito de dolor' de 'los jóvenes infelices'. No compara la situación del movimiento 15-M con la Primavera Árabe ni con Mayo del 68 en París, sino con la Argentina de 2001-2002, cuando la gente salió a la calle contra la clase política y dirigente para vociferar 'que se vaya todos'.

Para The Economist, 'España no es Argentina, al menos por ahora'. Pero lo sorprendente de estas protestas 'es que no hayan surgido antes' con lo que está teniendo que pasar toda una generación. Pese a ello, 'se han comportado 'impecablemente bien' porque lo que han transmitido 'es más un estado de ánimo que un mensaje'. De todas formas, los gobernantes deben sacar conclusiones y ponerse manos a la obra para corregir los defectos del quehacer político por un lado y crear un nuevo marco laboral por otro. Elogia a Zapatero porque 'acertadamente dijo que seguiría. Pero está camino de salir' del poder. En cuanto a Rajoy, el semanario económico dice: 'Es hora de que salga del burladero', porque entre otras cosas 'ha criticado la reforma de las pensiones de Zapatero sin ofrecer ninguna alternativa'.

Aquí es donde The Economist se refiere al equilibrio inestable de la situación, con la economía deprimida, las protestas por los planes de austeridad, los mercados inquietos y el diferencial de la deuda pública pendiente de la confianza que pueda generar Madrid. Una victoria del PP en las elecciones generales por la misma diferencia que la del domingo le podría dar 'por los pelos' una mayoría absoluta, suficiente para sacar adelante un programa que todavía no se conoce, lo que inquieta a los inversores y analistas. Pero si no vale la extrapolación y el triunfo es por mayoría simple, eso 'amenaza dejar a Rajoy sin un mandato para las reformas que España necesita perentoriamente'.

sábado, 2 de abril de 2011

Ambiciones truncadas / Víctor Romero

Hay quien opina que no existen las casualidades. Y más cuando éstas configuran una macedonia de relaciones políticas y empresariales. Que el Partido Popular de Alicante ha tenido en la CAM uno de sus principales aliados económicos no es un secreto. Tampoco que la caja ha sacado de apuros financieros a la Generalitat o que ha financiado muchos de los caprichos faraónicos de sus máximos responsables. La situación en la que hoy se encuentra la CAM es producto de una miscelánea de hipotecas políticas (de la Administración autonómica depende la elección del grueso del consejo) y una gestión excesivamente ambiciosa de su equipo directivo. El exdirector general, ahora en el frustrado Banco Base, Roberto López Abad, llevó la entidad al olimpo. Pero la CAM sufre ahora mal de altura. 2011 marcará un hito en la historia de la caja. Pero los excesos vienen de lejos.

De Zaplana a "El Pocero"
Un crédito "ventajoso". El mismo expresidente de la Generalitat, ex ministro de Trabajo y hoy ejecutivo de Telefónica, Eduardo Zaplana, recurrió a la entidad para obtener la financiación necesaria para comprarse su vivienda de 532 metros cuadrados en el Paseo de la Castellana de Madrid cuando en 2002 dio el salto a la política capitalina.Las condiciones del crédito ya fueron consideradas como "ventajosas" por varios expertos en esa época. Hoy serían la envidia de cualquiera que quiere comprarse un piso y se patea las oficinas bancarias en busca de hipoteca. Un préstamo de 1,62 millones de euros, con tres años de carencia de principal y un interés de Euríbor más 0,40%.

Mucho riesgo en Seseña. En 2004, con Zaplana ya en el ministerio, el promotor y constructor Francisco Hernando "El Pocero" recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Detrás de El Pocero también estaba la CAM, uno de sus principales suministradores de crédito en la construcción de la polémica superurbanización en Seseña, ahora casi una ciudad fantasma con centenares de pisos sin vender.

Hay todo un baile de cifras sobre la exposición de la caja con Francisco Hernando. El Pocero llegó a tener líneas de créditos con la entidad alicantina de 276 millones de euros. Cuando estalló la burbuja, el constructor negoció intercambiar su deuda por pisos en Seseña. Hoy, la CAM trata de ponerlos en el mercado con rebajas del 30% con estrambóticos anuncios en los que invita al cliente a "colonizar" la ciudad fantasma de Francisco Hernando con el reclamo de que está a 30 minutos de Madrid.

De Terra Mítica a Enrique Ortiz
Ladrillo arriesgado. Hay otros casos similares. Se estima que Caja Mediterráneo tiene riesgos contraídos por 450 millones con el empresario alicantino Enrique Ortiz, todo un prócer local, implicado en el caso Gürtel (que salpica a Francisco Camps y su cúpula política) y el caso Brugal (en el está implicado José Joaquín Ripoll, líder del PP de las comarcas del sur). Ortiz ha sido impulsor del paralizado Plan Rabassa de Alicante y, casualidades de la vida, fue el comprador de los terrenos anexos para futuras expansiones que Terra Mítica subastó para poder superar el concurso de acreedores. En el parque temático de Benidorm, la CAM ha enterrado también muchas decenas de miles de euros. Junto a Bancaja ha tenido que provisionar más de 150 millones ante la imposibilidad del recinto de ocio impulsado por Zaplana de devolver los préstamos. La caja también da por perdida su inversión de capital en el parque temático, en el que todavía posee algo más del 20%. Los dueños del parque confían ahora en que Aqualandia termine por ejercer su opción de compra, por un precio muy inferior a los 360 millones que costó construir el complejo, para al menos dejar de asumir las pérdidas.

Inmersos en la burbuja
El agujero inmobiliario. La caja presidida por Modesto Crespo ha protagonizado otras aventuras. Es socia con el 24% de la inmobiliaria Hansa Urbana, propiedad de la familia Gadea y a la que la CAM ha financiado de forma generosa en su estrategia de internacionalización. Se estima que la exposición supera los 700 millones de euros. Hansa Urbana tiene paralizado su proyecto estrella de construcción de un complejo hotelero de lujo en el Estado mexicano de Baja California.

¿Financiera o promotora? La filial de la CAM Tenedora de Inversiones y Participaciones está enredada en más de un centenar de proyectos urbanísticos. En el primer semestre de 2010 los créditos ligados al sector inmobiliario alcanzaban los 10.000 millones de euros y los activos (viviendas y solares) adjudicados están valorados en 3.200 millones de euros. La caja, como muchas otras entidades, trata ahora de desprenderse de sus existencia, pero lo hace por goteo, para no propiciar un desplome en los precios y deteriorar sus balances. A este ritmo tardará varios años en deshacerse de su cartera inmobiliaria. Más problemático es el suelo acumulado, tanto urbano como rústico. Su precio ha caído en picado y ha obligado a la entidad a realizar fuertes provisiones.

Préstamos irrecuperables.
La CAM se ha visto afectada también por algunos de los grandes concursos de empresas ligadas ladrillo, como el de Martinsa, Llanera, Sacresa o Polaris World. Muchos de los préstamos jamás se recuperarán.


Demasiada ambición exterior
De Crédito Inmobiliario en México a Banque Marrocaine. Ha habido otras operaciones cuanto menos extrañas. Ya con la crisis azotando el sistema financiero, la CAM es embarcó en la compra en 2009 de la empresa mexicana Crédito Inmobiliario, especializada en hipotecas. Tras desembolsar 144 millones de euros en la adquisición previa autorización del Banco de España, ha tenido que inyectar otros 150 millones para enjugar sus pérdidas. También tuvo que destinar parte de sus reservas a sanear el Banque Marrocaine du Commerce Extérieur, que compró en 2007 previo desembolso de 132 millones.

Oxígeno al Consell de Camps
El riesgo público se multiplica. La CAM tampoco ha escapado a la influencia política de Camps. Tras una dura batalla con sus enemigos zaplanistas, que se partieron el brazo para no poder del control de la entidad financiero y llegaron a negociar con los socialistas el reparto del consejo de administración, el jefe del Consell logró imponer la presidencia de Modesto Crespo. Desde entonces, la Generalitat ha tenido en la caja alicantina el oxígeno necesario para relajar sus tensiones de tesorería cuando los mercados internacionales han dado la espalda a las emisiones de deuda autonómica.

La CAM compró 500 millones de euros a la Generalitat al 4,75% a 18 meses (la misma cifra que Bancaja) en otoño del año pasado. También medió en la colocación de los bonos "patrióticos" por valor de 1.500 millones, aunque en este caso a cambio de jugosas provisiones. El riesgo de la caja con la Administración autonómica se ha multiplicado por cinco el año pasado y aunque obtiene buenas rentabilidades presta dinero cuando otras entidades evitan hacerlo.

http://www.levante-emv.com/economia/2011/04/02/ambiciones-truncadas/795327.html

Basura en las agencias de "rating": "maquillan" las cifras para retener los "contratos" de sus clientes / Xavier Vidal-Folch

Las agencias de calificación (rating) ¿son un peligro? Juzguémoslas con sus propias normas. Dice el código ético de Moody's que podrá emitir notas no solicitadas si "cuenta con suficiente información para respaldar el análisis adecuado" (art. 3.13), texto clavado al de S&P (art. 3.9).

Y sin embargo, Moody's divulgó el 24 de marzo la rebaja de la nota a 30 bancos y cajas españolas, justo al inicio de la cumbre europea, sin esperar a que el Banco de España diese los detalles, tras multiplicar sus exigencias a los bancos: y claro, aunque la agencia tuviera datos directos ¿eran tan completos como los del regulador? ¿Era eso suficiente información? ¿Cumplió la agencia su propio código ético?

¿Son gente de fiar? Se ha insistido en que Lehman Brothers y cantidad de productos derivados lograron la máxima nota, la triple A, de las tres agencias a las que subvencionaban. Pero no se ha subrayado que también la obtuvo de S&P un delincuente como Bernard Madoff.

El presidente de Moody's, Raymond Mc Daniel, reconocía al Senado de EE UU el 2 de junio pasado que "nuestro desempeño" en "calificar paquetes de títulos respaldados en hipotecas residenciales ha sido deplorable". Parecía, el hombre, compungido. Lo que no le impidió, a los diez días, deshacerse de 100.000 acciones de la compañía justo antes de airearse una investigación por malas prácticas. ¿Era él uno de esos jefes de agencia "sabihondos imbéciles que han estudiado muchas matemáticas pero no tienen ni idea de aplicarlas"? Así les vituperaba Bill Gross, jefe de PIMCO, la primera gestora mundial de renta fija.

Se sabe que el principal accionista de Moody's es uno de los ricos más sensatos, Warren Buffet, bueno, su compañía, Berkshire (12,3%), empatada con Capìtal World Investors. Se sabe menos que la primera gestora mundial de fondos de inversión, Blackrock (que administra 3,56 billones, con B, de dólares), ostenta un 6,6%. ¿No hay ahí abundantes focos de eventuales conflictos de interés? ¿Por qué Moody's emite calificaciones sobre Blackrock? ¿Ellos se lo guisan, ellos se lo comen?

Peor. "Esta crisis no habría sucedido sin las agencias de calificación", concluyen las 633 páginas del informe del Senado de EE UU "The financial crisis inquiry report". "Sin su participación activa", el mercado de las hipotecas-basura "no habría sido lo que llegó a ser", remacha. Las agencias "usan y abusan del poder que tienen"; "tienen un impacto significativo en los costos de endeudamiento", subraya el FMI.

¿Es exagerado concluir que son agencias-basura? Ajustan criterios "ante la continua amenaza de perder contratos", y se dedican a "maquillar las cifras", rezan algunos correos electrónicos intervenidos a sus empleados.

Quizá el Congreso español podría imitar a su homólogo norteamericano, en vez de estar todo el día de bronca irrelevante. De momento, la Audiencia Nacional ha admitido a trámite una querella contra las agencias, igual que en EE UU se han abierto varios procesos judiciales.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Deuda europea y dudas chinas / Jesús María Alonso

Las tribulaciones de los países periféricos de Europa con su deuda, en especial Irlanda, y la incertidumbre sobre China han cerrado una semana económica en la que la Cumbre del G-20 ha endurecido la vigilancia sobre los bancos, pero no ha resuelto la tensión de las divisas ni los desequilibrios globales.

Tal y como ocurrió hace meses antes del rescate europeo de Grecia, las bolsas fueron escenario de ataques contra los títulos de Irlanda, Portugal, Grecia, España e Italia, aunque esta vez también acusaron las tensiones derivadas de que China tenga que subir el precio del dinero por su alta inflación (4,4% en octubre).

A pesar de que Irlanda niega haber pedido ayuda a la Unión Europea (UE), los principales países europeos en la Cumbre del G-20 en Seúl (Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia y España) tuvieron que apagar el fuego en los mercados al asegurar que un eventual rescate financiero no afectaría a los inversores privados.

Esto significa que los actuales inversores en deuda pública europea no tengan que asumir pérdidas por sus inversiones con el mecanismo de rescate aprobado la pasada primavera por la UE y vigente hasta 2013.

Pero en ese año la fórmula alemana que sucedería a la actual se aplicaría a deuda nueva y supondría que los inversores privados asumieran parte de las pérdidas en caso de un rescate, con lo que no recuperarían el 100% de su inversión.

La Cumbre de Seúl no resolvió las cuestiones pendientes de la economía mundial (guerra de divisas, desequilibrios globales) y se limitó a aplazar hasta 2011 el debate, a pesar de que sus líderes identificaron y reconocieron los problemas más acuciantes.

Sin embargo, si endureció los requisitos de supervisión y capital del sector financiero, y vigilará especialmente a los grandes bancos, que tendrán que someterse a un mayor control para evitar nuevas crisis como la desatada en 2007.

El G-20 reconoce que el principal problema es el desequilibrio en la balanza por cuenta corriente, con países como China, que gracias a su moneda devaluada produce y exporta mucho mas de lo que consume e invierte, frente a otros como EEUU, que consume mucho y exporta poco.

En cuanto a la llamada "guerra de divisas", el grupo de industrializados y emergentes hace un llamamiento para que los países "se abstengan" de devaluar sus monedas para ganar competitividad, pero sin citar a los que frenan la revalorización de su divisa (China).

En Europa se conoció el PIB del tercer trimestre, que registró un crecimiento del 0,4% (se esperaba un 0,5%) en la zona euro y en el conjunto de los 27. El dato es muy inferior al 1% del segundo trimestre y confirma una ralentización de la recuperación tras la crisis.

La Comisión Europea presentó su estrategia en materia de energía de cara a 2020, que contempla invertir un billón de euros en infraestructuras energéticas en los próximos diez años.

En cuanto a Latinoamérica, el Banco Mundial aseguró que el flujo de remesas se mantendría estable este año pese a la crisis global en unos 58.000 millones de dólares, de los cuales 22.600 irían a parar a México.

Wall Street bajó un 2,2% en la peor semana de los últimos tres meses. Los mercados europeos, asiáticos y latinoamericanos mantuvieron vivieron de la incertidumbre y acabaron con pérdidas, en especial el parqué chino de Shanghái (-5,16% el viernes).

El precio de la onza de oro rompió una vez más récords en Londres y Nueva York, al cotizar en 1.421 y 1.410 dólares, respectivamente, afianzándose como valor refugio.

El euro mantuvo su línea ascendente frente al dólar, coqueteando con el nivel 1,40, pero cayó el viernes notablemente en Fráncfort, donde cerró a 1,3712, por las sombras que le dejó la cumbre del G-20.

El crudo fue sensible a la posibilidad de que China eleve los tipos de interés y moderó su tendencia alcista a finales de semana, dejando el Texas a 84,88 dólares/barril y el Brent a 86,34.

jueves, 21 de octubre de 2010

La conspiración de Ponferrada / Javier Casqueiro

¿Cómo se hace una crisis de gobierno tan potente y con tanta gente implicada como la de ayer sin que se filtre antes y se estropee? ¿Con quién se consulta? ¿Tiene colaboradores de confianza alrededor el presidente del Gobierno como para preparar algo tan delicado? Una crisis similar, muy similar, estuvo a punto de ejecutarse antes del verano y se estropeó. Los dos nombres principales de entonces, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco, han sido ahora también básicos. Pero con resultados diferentes.
Entonces se especuló con que el nuevo vicepresidente primero podría ser el ahora ministro de Fomento, que desbrozaría en su cargo el camino del titular de Interior para un futurible relevo de José Luis Rodríguez Zapatero como próximo candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno en 2012. Aquella operación no salió. Entonces se achacó aquel fracaso a la excesiva ambición pública de algunos de los protagonistas. Pero de aquel amago no salió bien parada, tampoco, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín , que le servía al presidente de contrapeso. Aún le sirve en ese cometido. Y en otros.
Hay muchos dirigentes del Gobierno y del PSOE que cuestionan en privado la labor de la hasta ahora secretaria de Organización. Pero Pajín se ha mantenido en su cargo y ahora será ministra porque ha querido Zapatero. El presidente gusta de fomentar varios círculos de opinión e influencia a su alrededor. El primer núcleo, el central, en cualquier caso, lo forman sobre todo dos personas: José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba . Era así antes y ahora lo será seguramente más. Pero el líder socialista busca también otras voces.
Para cerrar esta crisis abierta desde antes del verano, el presidente ha consensuado ideas obviamente con Blanco, con Rubalcaba, pero también con Leire Pajín. Porque, además, la remodelación ha traído consecuencias también para la estructura interna del PSOE. Y muy relevantes de cara a un futuro congreso del partido que pudiera decidir sobre el futuro sucesor de Zapatero. Si es que Zapatero no se presenta otra vez.
Cuando el presidente picoteó algún tentempié el domingo, sobre las dos de la tarde, con un grupo muy selecto de periodistas en el pabellón de deportes El Toralín de Ponferrada aún tenía muchas dudas sobre lo que venía tramando desde hacía meses. Los periodistas, enviados desde los medios nacionales, le preguntaron hasta tres veces por la crisis. El presidente negó tres veces y aseguró que solo relevaría a Celestino Corbacho en el Ministerio de Trabajo. Aunque el propio Corbacho algo se olía. En los últimos días justificaba el retraso en su cese porque "a lo mejor hay algo más".
Las dudas del presidente del domingo se despejaron algo cuando comprobó que tenía apoyos parlamentarios suficientes para agotar la legislatura con el PNV y Coalición Canaria. El lunes iba a recibir a Paulino Rivero (CC) con ese objetivo.
Zapatero dejó las conspiraciones de Ponferrada en marcha y volvió a Madrid, se encerró en La Moncloa y habló esa tarde del domingo en privado con María Teresa Fernández de la Vega . Presumía que prescindir de la vicepresidenta en la que se ha apoyado tanto estos seis años iba a ser difícil. Pero resultó más fácil de lo previsto. Estuvo muy comprensiva.
Entonces Zapatero se animó a ejecutar una crisis amplia, con mucha experiencia y pesos pesados, la que le venían reclamando barones y secretarios generales de varias federaciones. La que demandaban desde Cataluña, que tiene dentro de un mes unas elecciones lastradas por la abstención de los socialistas, y la que iba a ser tan bien acogida este sábado en el Comité Federal. Se convenció. Era el momento. Antes de que en enero empiece a notarse la recuperación económica. Y Zapatero empezó a tirar de móvil. Tenía el lunes y el martes para cerrar todo el paquete de cambios. Y debía ser discreto para que no se vinieran otra vez abajo.
Charló con Blanco, Rubalcaba y Pajín. Cuadró el círculo de esos intereses tan variados. Y empezó a planificar citas. El martes había pleno en el Congreso de los Diputados sobre los Presupuestos Generales del Estado. Otro buen lugar para las conspiraciones. La zona de Gobierno preparada en la Cámara baja puede llegar a estar muy concurrida, pero también puede ser muy reservada. Propicia para confidencias. El martes por la tarde, entre las siete y las diez de la noche, se ejecutó todo.
Inició entonces Zapatero un periplo de entrevistas y llamadas. A la primera que telefoneó fue a Trinidad Jiménez . El último fue Ramón Jáuregui , al que llamó y pilló mientras estaba cenando en Estrasburgo. Con algunos de los ministros salientes tuvo deferencias. Aprovechó que Miguel Ángel Moratinos estaba el martes en el pleno y se lo llevó a su despacho. Charlaron 20 minutos. El ministro lo encajó como pudo. Tenía inminentes viajes de trabajo en marcha.
Ya de noche avanzada, cuando la crisis revoloteaba por las redacciones, el presidente volvió a llamar a Blanco, Rubalcaba y Pajín. Y a otros. Y les contó que el plan había salido bien. Y que estaba "de vuelta".

Luces y sombras de una crisis para salir de otra crisis / Antonio Casado

El primer fruto visible de los pactos de supervivencia con nacionalistas vascos (PNV) y canarios (CC) apareció el domingo pasado en Ponferrada, donde Zapatero se permitió ofrecer a sus compañeros de partido una receta para remontar: aplicación de las reformas económicas y movilización de los socialistas ante un eventual retorno de la derecha al poder. El segundo, la aprobación de los Presupuestos para el año 2011 en base a los mencionados pactos. Y el tercero, la significativa renovación del Gobierno que acabamos de conocer.

Mientras las coplas cantan su pérdida de credibilidad, su desplome en los índices de valoración y la caída libre del PSOE en las expectativas de voto, Zapatero saca la cabeza un minuto después de asegurarse un año y medio más de cuerda. En la rueda de prensa celebrada en Moncloa para explicar los cambios en el Gobierno, el presidente escenificó el intento de remontada política y económica que se propone. Desde la estabilidad presupuestaria e institucional. Gracias a sus nuevos costaleros parlamentarios. “Este era el momento de hacerlo”, dijo.

Otra cosa es que lo vaya a conseguir. Empezaremos a saberlo en cada una de las dos paradas controladas que se avecinan: las catalanas de noviembre y las territoriales de mayo. Hasta entonces, Zapatero toma impulso político y trata de nadar contra corriente con la ayuda de sus dos remeros preferidos: Rubalcaba y Blanco, los dos únicos ministros que salen reforzados de esta crisis. Sobre todo Rubalcaba, que consolida en el organigrama el papel de cerebro político que ya ejercía en la trastienda. Ahora también como banda sonora del Gobierno.

Blanco favorito del PP

Piloto y pregonero de un Ejecutivo en fase terminal, si nos atenemos a las encuestas, los climas de opinión consolidados y unos potentes difusores mediáticos de la derecha sin complejos. Atención, pregunta: ¿Cuánto tiempo creen ustedes que va a pasar hasta que Rubalcaba -ahora el listo de la clase que desborda a Zapatero en los ranking de valoración ciudadana y sintoniza con los votantes conservadores- vuelva a ser el ministro del Gal, enredador del 11-M, enterrador del último Gobierno de González y encubridor del caso Faisán?

Ese es uno de los dos puntos débiles de la remodelación ministerial (entran cuatro, salen seis, cambia una y se refuerzan dos). Me refiero a la mayor exposición de Rubalcaba, que siempre fue uno de los blancos favoritos del PP. El otro es la crisis económica, como un yacimiento de malas noticias que parece inagotable. Y podría quemar a los nuevos ministros en dos meses como quemó a los anteriores, ¿o alguien cree que las malas noticias sobre paro, índices de confianza, crecimiento, deuda, etc., se han terminado ya y que, a partir de ahora, la recuperación de la economía será rápida e imparable?

De modo que estamos ante una renovación del Gobierno con acelerador y freno. El acelerador es la recuperación de la iniciativa política gracias a la estabilidad parlamentaria que aportan los pactos de supervivencia y que, al menos de momento, ha descolocado al PP. El freno es la situación económica, de cuya mejora solo tenemos noticia a través del voluntarismo de Zapatero y su confianza en que las reformas decididas (laboral, financiera, servicios) y por decidir (pensiones, energía, educación) serán la palanca de la recuperación.

http://www.elconfidencial.com/al-grano/luces-sombras-crisis-20101020-6534.html

Rubalcaba, el gran vencedor / Manuel Marín de Vicente-Tutor

El presidente del Gobierno ha confirmado en rueda de prensa que su hasta ahora ministro del Interior acumulará además la vicepresidencia primera y el título de portavoz del Ejecutivo, función ésta que compartirá con el nuevo ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui . Un viejo tándem que vuelve a la primera línea tras sus andanzas juntos en el Congreso en la primera legislatura de Zapatero, el primero como portavoz parlamentario del PSOE y el segundo como secretario general del Grupo. Si en lugar de químico metido a político, Alfredo Pérez Rubalcaba hubiese sido –es una suposición– empleado de un supermercado, lo habría sido todo en el negocio: el gestor impenitente, el reponedor de confianza, el inquietante manipulador de mercancías y el vendedor incansable. El empleado del mes, en definitiva.
Desde que Rodríguez Zapatero ganase por nueve votos el 35 Congreso Federal del PSOE en el año 2000 –en un congreso, por cierto, presidido por el nuevo secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias– supo que siempre querría tener a su lado a Alfredo Pérez Rubalcaba, aquel ex portavoz del Gobierno más decadente de Felipe González que negaba las evidencias de los engaños sobre la mesa de los Consejos de Ministros con tal capacidad de convicción que llegó a haber, incluso, quien creyó que los GAL, el lodazal de los fondos reservados y los chanchullos de Luis Roldán nada tenían que ver con el PSOE. Con recurrir al socorrido “al Gobierno no le consta…”, Pérez Rubalcaba resolvía airoso una papeleta tras otra. Hasta que los jueces pusieron pie en pared… pero para entonces Pérez Rubalcaba ya había rentabilizado públicamente la imagen de un portavoz fiable para el PSOE, experto en lenguaje corporal, e implacable con la oposición.
Considerado como el hombre de los mil manejos incapaz de dejar uno solo de ellos al albur de la improvisación, Pérez Rubalcaba urdió en la primera legislatura de Rodríguez Zapatero, desde una portavocía parlamentaria más influyente que muchos Ministerios –lo que le granjeó no pocos celos de ministros y ministras– todo el entramado destinado a aislar con un “cordón sanitario” al PP. De su mano, pronto se subieron al carro del “diálogo”, la “cintura” y el “optimismo antropológico” ERC, CiU, el PNV, IU-ICV como “socios preferentes”. De su mano salió la burda declaración del Congreso que dejaba la Ley de Partidos Políticos provisionalmente en papel mojado para “autorizar” a Rodríguez Zapatero a negociar un “proceso de paz” con Arnaldo Otegi y sus “hombres de paz”. Y de su mano, se aprobaron aquellos primeros Presupuestos Generales del Estado que los nacionalistas, sin excepción, festejaron con una orgía de gasto público. Ya como titular de Interior, y también de su mano, Zapatero ha sabido gestionar con éxito –de crítica y público– el duro despertar a la realidad que supuso el atentado de la T-4, poniendo a ETA contra las cuerdas y, por fin, sacándola de la hornacina en la que la había colocado junto a un altar.
Las tres tareas de Rubalcaba
Pérez Rubalcaba es el gran vencedor de esta remodelación del Gobierno. Calculador y metódico hasta niveles enfermizos, equilibra con acierto la doble imagen que ha cultivado durante su trayectoria política: por un lado, la del ministro opaco e intrigante, sectario y vengativo, la imagen de un poderoso encantador de serpientes, de un escrutador de la debilidad del enemigo incapaz de utilizar en sus maniobras otra herramienta diferente al engaño; por otro, mantiene –sobre todo entre los socialistas– ese rostro de gestor eficaz, de político seguro y de militante volcado al servicio al partido en los momentos más tensos y de menor credibilidad. Sin duda, Zapatero le ha elegido como “hombre fuerte” para resolverle –intentar resolverle, sería más correcto– el conflicto de identidad que ha anidado en el PSOE. Su nuevo objetivo es conjurar el peligro evidente de sufrir la “catástrofe electoral” de la que advirtió días atrás José María Barreda, y recuperar la pérdida de peso sufrida por el PSOE y la perfilada imagen de insolvencia con que Zapatero ha desdibujado a todos y cada uno de sus gabinetes, especialmente al que ahora ha desencuadernado.
A día de hoy, Pérez Rubalcaba cree haber amortizado ya los odios que meritoriamente se granjeó entre la mitad de los españoles en las fatídicas jornadas previas al las elecciones generales del 14 de marzo de 2004. Pero si no fuera así, tampoco le importa lo más mínimo. Como no le importa seguir siendo la eterna “sombra” del felipismo más espeso y menos creíble. Sabe a quién sirve –al PSOE– y para qué lo sirve –para ganar elecciones–. Ahora le toca remar de nuevo desde la posición más visible del Gobierno, y tiene tres encargos: la gestión del final de ETA, desde la perspectiva de quien se ha ganado una percepción social de ministro duro contra ETA que ha sabido reconducir el fiasco del “proceso de paz”; la gestión de los favores al PNV durante lo que resta de legislatura; y, especialmente, la gestión de la traición con la que Rodríguez Zapatero ha “agradecido” a Patxi López, y a todo el Partido Socialista de Euskadi, sus desvelos por cambiar a fondo la realidad política de un País Vasco socialmente maltratado durante años por los vicios del nacionalismo. Desde esta perspectiva, no es arriesgado decir que la llegada de Ramón Jáuregui a Moncloa es una petición expresa de un Pérez Rubalcaba que ha fabricado personalmente buena parte de esta crisis del Gobierno.
Más suspicacias que certezas
Sin embargo, su nombramiento presenta más dudas y suspicacias que certezas: primero, porque resulta harto dudoso que en este momento de crisis profunda goce aún del imán y la credibilidad de antaño para remontar la imagen de indolencia, decadencia e impotencia que transmite el Gobierno. Segundo: hay quien se apresura a apuntar a Rubalcaba como el gestor del “postzapaterismo” e, incluso, como el “mirlo blanco” que pueda sustituir a Zapatero como candidato, ya que habría tomado la hipotética decisión de no repetir. Elucubraciones aparte, Zapatero aún no ha aclarado si se presentará o no a las elecciones. La incógnita no es si Zapatero quiere ser candidato de nuevo o no, sino si tendrá o no opciones de ganar. Zapatero sólo quiere ganar y sólo se presentará si sabe que va a ganar. Tercero: Rubalcaba asume en su nuevo cargo un complicado reto, el de conseguir una remontada aún incierta y más que difícil para Zapatero. De no conseguirlo, su desgaste habrá sido en vano… y definitivo para su carrera política. Y cuarto: 2011 será el año previo a unas elecciones generales, un año de liderazgos políticos en juego y un año viciado con las connotaciones propias de las expectativas de un cambio en el poder. Serán por tanto unos meses propicios para el tradicional afloramiento del “juego sucio”. Y, a día de hoy, de sus trucos, del manejo de los resortes más oscuros del poder, nadie puede dar una sola lección a Pérez Rubalcaba.
 
http://www.abc.es/20101020/espana/rubalcaba-vencedor-cambio-gobierno-201010201231.html

jueves, 7 de octubre de 2010

Lo peor de “lo” de Murcia es que lo quieren repetir / Vidal Coy

Nueva vorágine legal en Murcia con ocho imputados, detenidos, registros, posibles delitos de cohecho, negociaciones prohibidas, tráfico de influencias, etc. Todo con el leit motiv habitual desde hace unos años en España de estos casos: la especulación inmobiliaria y la urbanización salvaje de lo que haga falta.

Esta vez no es en la costa, sino en la mismísima capital de la Región, y entre los protagonistas están el concejal de Urbanismo, Fernando Berberena, y el dueño del Real Murcia y de Santa Mónica Sports, la empresa que controla los derechos de publicidad de la Real Federación Española de Fútbol, Jesús Samper.

Por en medio aparecen también algún empresario y algún técnico de éxito, algún alto funcionario municipal ya imputado en otro caso similar y alguna “esposa de” que también es funcionaria.

El presidente de la Comunidad, una de las que más especulación urbanística ha registrado en los últimos quince años y una de las que mayor tasa de paro tiene ahora, Ramón Luis Valcárcel,  se ha apresurado a decir que la cosa no tiene nada que ver con el Partido Popular gobernante. Quizá se refiera a que el PSOE opositor votó con el PP hace diez años a favor de los desarrollos urbanísticos origen de este escándalo judicial. 

El alcalde de la ciudad, Miguel Ángel Cámara, preboste muñidor de los acuerdos con Samperpara esos desarrollos urbanísticos alrededor del nuevo estadio de fútbol, dice que quiere que se aclare todo cuanto antes.

Lo grande del caso es que los mismos que podrían ser considerados responsables políticos de este turbio asunto están en vías de repetirlo con la supuesta instalación en la Comunidad de un macroparque temático bajo etiqueta Paramount Pictures, idea lanzada por el consejero del Cultura, Pedro Alberto Cruz, sobrino político de Valcárcel, fomentada por éste y que tiene como principal pivote empresarial a Santa Mónica Financial Services de la que es dueño….. Adivinen. Sí, han acertado: Jesús Samper.

Resulta que el consejero-sobrino consiguió, previo pago de unos cuantos miles de euros, a través de un grupo de capital con sede en el Golfo Pérsico la franquicia para que la Paramount Pictures ceda su marca para un gran parque temático. Pero, de momento nadie pone un duro.

Samper, cuyas gestiones urbanísticas con el Ayuntamiento de Murcia y el histórico club han dado tan buen resultado como que no se ha desarrollado nada y el equipo está en Segunda B, es el encargado de captar inversores para sumar a los 80.000 euros que pone su empresa y los 10.000 que ponen respectivamente la Consejería de Cultura y la de Universidad y Empresa para completar el capital inicial de 100.000.

Se trata de que empresarios interesados inviertan en la nueva sociedad del parque temático Paramount, a través de la sociedad de Samper, para que haya capital con el que construirlo y desarrollarlo y atraer a decenas de miles de turistas. No importa que Port Aventura (Tarragona) vaya como vaya y que Terra Mítica (Benidorm) esté en la cuerda floja desde que se inauguró. Ni que la Disneyland parisina siga suscitando dudas. En Murcia lo van a hacer mucho mejor y lo van a conseguir.

De momento, el primer problema lo ponen los bancos (CAM, Bancaja y Banco de Valencia, fundamentalmente) que se quedaron con los terrenos y propiedades de Polaris World, el gran y fracasado emblema de la política urbanístico-inmobiliaria del presidente Valcárcel. 

Quieren esos banqueros poner los terrenos que embargaron a Polaris para que se instale la Paramount y ser compensados así por evitar que el gran grupo de Pedro García Meroño –quien, por cierto, vive ahora felizmente en Miami–, principal exponente y protegido de la política urbanística de Valcárcel, fuera a la quiebra, lo que hubiera supuesto una muy mala prensa para la Región.

Ahora parece que la Murcia oficial confía en Samper para revitalizar la misma línea de actuación. Si es que los registros, detenciones e imputaciones de ayer en el Ayuntamiento de Murcia no tienen consecuencias.

domingo, 25 de julio de 2010

CAM, sexta y penúltima oportunidad / Javier Cuartas *

Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) afronta mañana una cita trascendental con su propio futuro y con la estabilidad del sistema financiero español. El consejo de administración de la entidad alicantina, la cuarta caja española en tamaño hasta el reciente proceso de fusiones, volverá a debatir el lunes la aprobación o no del contrato de integración en el grupo de cajas que lidera Cajastur, y del que también forman parte Caja Extremadura y Caja Cantabria, tras haber rechazado el texto el pasado día 15.

Sometida a una fuerte presión y vigilancia por el Banco de España, que le emplaza a decir sí al proyecto con Cajastur, la entidad alicantina negocia «in extremis» una reformulación del artículo que establece el liderazgo ejecutivo y gestor en la caja asturiana para vencer las fortísimas reticencias que el texto suscita entre sus consejeros.

CAM llega a la reunión del lunes sometida a dos tensiones antagónicas muy fuertes. Una, interna, que le impulsa a rechazar la hegemonía asturiana y a no sucumbir al liderazgo rector de una entidad norteña que apenas representa la mitad de su tamaño, y otra, externa, que le emplaza a aceptarla para sortear la crisis económica y reforzar su solvencia en plena etapa de turbulencias.

Las resistencias internas fueron aplastantes en el consejo del día 15, cuando todos sus integrantes (incluido el presidente de CAM, Modesto Crespo, que se sumó al no, en contra de su criterio, para no quedar solo en el máximo órgano gestor de la entidad) rechazaron el texto propuesto.

Pero la presión del Banco de España, que en modo alguno ve factible que CAM continúe en solitario, y el temor a una eventual intervención futura por el supervisor financiero han motivado un cambio gradual de posición en algunos consejeros, sin que exista plena garantía de que el sí vaya a ganar el lunes. Las admoniciones del Banco de España, que en apenas una semana ha llamado al menos dos veces a consultas a la cúpula de CAM, han estrechado el ya escaso margen de maniobra de la caja mediterránea.

Para que el proyecto salga adelante se precisa al menos el respaldo de 11 de los 20 consejeros. Pero el no del día 15 al liderazgo ejecutivo de Manuel Menéndez, presidente de Cajastur, fue tan rotundo que los sectores minoritarios de CAM más proclives a virar tratan ahora de apurar las horas que restan hasta la sesión del lunes para ganar adeptos al sí, sin saber con certeza cuál será la correlación definitiva de fuerzas. Al tiempo, se trata de consensuar una nueva redacción del artículo que regula los poderes del consejero delegado que permita disipar las suspicacias y temores que se fueron agigantando en las últimas semanas contra lo que se ha llegado a ver como una anexión pura y dura y la entrega de la segunda mayor caja de la Comunidad Valenciana y la tercera más relevante de todo el litoral mediterráneo a Cajastur.

El resultado de la prueba de esfuerzo y resistencia ante un hipotético escenario de empeoramiento de la crisis que difundió el viernes el Comité de Supervisores Financieros Europeos (CEBS) puede actuar como un argumento adicional a favor del sí.

El test evidencia que la fusión virtual de Cajastur, CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria, sometida a un escenario de empeoramiento muy adverso de la economía, aún mantendrá una ratio de solvencia del 7,8%, 1,8 puntos por encima del 6% que se adoptó como nivel mínimo. Pero el grupo llega al 7,8% porque la aportación del FROB (1.493 millones) contribuye, según el CEBS, con 1,8 puntos. En caso contrario, la «fusión virtual» hubiese obtenido un aprobado raspado (6%), y ello merced al exceso de solvencia de Cajastur, que con un 12,7% de capital básico duplica los requerimientos, con un superávit de recursos propios de 860 millones. Sin estas dos aportaciones (la del FROB y la de Cajastur), el SIP se hubiera quedado por debajo de la cota mínima.

Todo ello son indicadores que apuntan a que el proyecto de fusión con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria puede ser una buena opción para la entidad alicantina, cuyo mayor problema no es tanto de solvencia como de liquidez. El propio consejo de CAM del día 15 expresó su inequívoca intención de seguir adelante con la integración, pero la resistencia a aceptar el liderazgo ejecutivo de Cajastur y los poderes del consejero delegado, Manuel Menéndez, colocaron el proyecto al borde del precipicio.

Para Cajastur no hay fusión posible si se intenta diluir, socavar o ningunear los poderes ejecutivos que le son inherentes a un consejero delegado. Cajastur se siente fuerte, además, en su exigencia en la medida en que a estas alturas ya es un secreto a voces que el Banco de España exige que Cajastur, y en especial Manuel Menéndez, lidere el que está llamado a ser el quinto grupo financiero del país y el tercero de mayor tamaño entre las cajas de ahorro. Una fuente que conoce las interioridades del Banco de España y el clima que se respira en el señorial edificio de la calle Alcalá, frente a Cibeles, aseguró: «Esta casa tiene plena confianza en Manuel Menéndez y en su gestión en Cajastur y debe ser quien dirija el proceso».

En contra de CAM juega también su tortuoso proceso de noviazgos abandonados. CAM ha estado intentando eludir, una tras otra, todas las alianzas que se le plantearon, mientras el Banco de España, inquieto por esa deriva, ha ido acrecentando sus indicaciones, cada vez más insistentes, para que tome una decisión de integración.

La alicantina CAM nunca vio con buenos ojos la fusión con la valenciana Bancaja, como se llegó a sopesar, porque existen muchas redundancias de red entre ambas y porque las dos entidades reproducen en sus órganos de gestión hegemonías muy distintas de dos sectores enfrentados del PP de la comunidad: los partidarios de Zaplana y los de Camps.

También CAM huyó de Caja Madrid, otra pareja que se le había propuesto y a cuya oferta sí se acabó rindiendo la valenciana Bancaja. La entidad alicantina vio en ello el abrazo del oso y se retrajo. Con Cajamurcia intentó dos veces una unión, pero en las dos fracasó por lo mismo que luego también rompió las conversaciones con BBK y por la misma causa que ahora dio un paso atrás con Cajastur.

CAM, consciente de su tamaño, de su presencia nacional e internacional, de su participación en el capital de tres bancos (dos españoles y uno marroquí), del poderío de sus 999 oficinas -repartidas por todas las comunidades autónomas-, de sus 7.000 empleados, de sus activos por valor de 75.532 millones y de ser la única caja que cotiza en Bolsa (lo hacen sus cuotas participativas), no asume que sus socios potenciales, todos ellos de menor tamaño, le exijan, como precio a la fusión, la renuncia a dirigir el grupo resultante.

Cajamurcia, BBK y Cajastur, mucho más solventes que CAM, aunque más pequeñas, exigieron en todos los casos la dirección del proyecto como condición ineludible para poner su solvencia al servicio de las necesidades coyunturales de la caja alicantina, cuyo raudo crecimiento en la época de bonanza se nutrió en una alta dosis de una elevada exposición al negocio inmobiliario que ahora es su principal debilidad.

Fuentes conocedoras del sentir del Banco de España aseguran que CAM ya ha desistido de demasiadas operaciones de fusión y que el tiempo se agota. Los miembros del consejo de la caja alicantina más temerosos de indisponer al supervisor temen que, de volver a rehusar CAM ahora la integración con Cajastur, Extremadura y Cantabria, se vea abocada a una fusión a muy corto plazo pero impuesta por el supervisor financiero y bajo la amenaza de intervención de la entidad en caso de resistencia. En el sector aún se recuerda la reconvención del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuando alertó de forma genérica que actuaría contra aquellas entidades que, precisando fusionarse, no lo hiciese en el plazo convenido.

Frente a la exigencia de la caja asturiana -que cuenta para ello con la anuencia de los dos otros dos socios y con el apoyo del Banco de España- de dirigir el futuro grupo, CAM y amplios sectores alicantinos han invocado la defensa de los valores e intereses provinciales desde una premisa humanamente comprensible: la dificultad de aceptar que una circunstancia crítica sobrevenida por el pinchazo de la «burbuja inmobiliaria» la vaya a obligar a renunciar a la soberanía plena sobre su propio proyecto financiero y la obligue a acatar la dirección de una entidad de mucho menor volumen, que hasta hace unas semanas ocupaba el vigésimo puesto en el «ranking» de cajas de ahorros españolas.

Pero en el sí o no de CAM a Cajastur España se juega más que la autoestima de una comunidad. Tras superar con éxito las pruebas de esfuerzo del comité europeo de supervisores, el sistema financiero español podría volver a quedar bajo sospecha y a expensas de la reacción de los mercados si CAM opta por romper no una fusión menor, sino la que iba a dar lugar al quinto grupo financiero nacional y al tercero de las cajas de ahorros españolas por tamaño. Y con la incertidumbre añadida en ese caso sobre el futuro inmediato de una entidad como CAM, con más de 75.000 millones de activos.

Éste el dilema en el que ahora se debaten los consejeros de CAM en su trascendental decisión del lunes: optar entre lo preferible y lo factible.

(*) Periodista económico asturiano y autor de 'Biografía de El Cortes Inglés'

martes, 25 de mayo de 2010

La CAM halla novio en el norte /Jordi Cuenca

Tras varias semanas de vértigo y a punto de sonar la campana del Banco de España, Caja Mediterráneo (CAM) ha conseguido una alianza que, en apariencia, aleja los principales peligros que acechaban a la entidad. Como pedía la sociedad alicantina, no se fusionará con Bancaja.

También da la espalda a la operación mejor vista por el supervisor, la unión con Caja Madrid, que habría supuesto, más pronto o más tarde, su absorción. Además, consigue, en el plazo límite marcado por la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que concluía hoy, formar parte de una sociedad que le permitirá mejorar en capitalización -los activos totales superan los 135.000 millones- y en solvencia, la que aportará, principalmente, Cajastur.

Por contra, pese a duplicar en tamaño a la entidad asturiana, la CAM va a tener el mismo peso (un 40%) que esta última en el consejo que surgirá del SIP y, también muy relevante, el consejero delegado de la entidad será el presidente de Cajastur, Manuel Meléndez, quien, así, se convertirá en el principal gestor del nuevo grupo.

Pese a que los resultados de la CAM y sus ratios eran mejores que los de otras muchas entidades, la caja alicantina, una de las más activas en el sector inmobiliario -origen en buena medida de esta crisis- y la única que había emitido cuotas participativas, estaba en el punto de mira del Banco de España desde hace meses.

El supervisor apostaba por una radical reordenación del sistema financiero y había diseñado una fusión entre Caja Madrid, la CAM y Caixa Galicia, que contaba con el apoyo del PP nacional y del Gobierno. La entidad gallega, por voluntad del presidente de esa autonomía, Alberto Núñez Feijóo, se descolgó para al final unirse a Caixanova.

En noviembre del año pasado, parecía inminente un SIP (Sistema Institucional de Protección, también denominado fusión virtual porque se suman los balances pero se mantienen la marca, los órganos de gobierno y la naturaleza jurídica de los socios) entre las cajas alicantina y madrileña.

Fue entonces cuando el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, llamó a capítulo a los máximos responsables de la CAM, Modesto Crespo, y Bancaja, José Luis Olivas, para decirles que no permitiría la pérdida de una sede financiera y para pedirles que encargaran un informe a una consultora independiente que evaluara la viabilidad de una fusión entre las dos grandes entidades valencianas.

Fue el último intento. El documento confirmó que los costes de la operación serían tan elevados que ni vendiendo Bancaja sus participadas, como el 38% del Banco de Valencia o el 6% de Iberdrola, sería viable. Con esos números y el rechazo alicantino, sólo una decisión política podía relanzar el proyecto, pero la debilidad del Consell por el caso Gürtel era una losa descomunal, como se ha visto.

Aún así se hizo un último y de nuevo fallido intento hace dos semanas, cuando una desesperada CAM fracasó en sus negociaciones con Cajamurcia. Es conocido que todas las cajas -tal vez con la excepción de La Caixa- llevan meses hablando con todas las demás y en especial aquéllas que fueron señaladas por el Banco de España. Como la CAM. De ahí que Bancaja, con vía libre para seguir sola, apueste por esperar a la segunda oleada de fusiones, que prevé para dentro de dos años.

Negociaciones

La entidad alicantina ha cometido el grave error de estar, como quien dice, negociando en la plaza pública, lo que la ha puesto en una situación de extrema debilidad ante posibles socios. Todos aquellos a los que se ha acercado porque tenían unos mejores números, han sido muy exigentes, pese a tener un tamaño en ocasiones tres veces inferior.

Como apuntan fuentes financieras, parece lógico que piensen que si son ellos los que han de solucionarle los problemas también han de ser quienes tengan la sartén por el mango. Sucedió con Cajamurcia, que logró grandes ventajas y con la que rompió cuando su presidente, Carlos Egea, exigió ser el ejecutivo principal durante cinco años. Inaceptable.

Con la vizcaína BBK, que ayer dio por rotas las negociaciones, ha sucedido algo parecido en los últimos días. Exigió la mayoría en el banco que crearían con su SIP. También inaceptable.

Con Cajastur, que está en proceso de digestión de la intervenida Caja Castilla-La Mancha, sí ha habido acuerdo, pero también ventajoso para la entidad del norte. El ultimátum del Banco de España a la CAM concluía hoy, aunque también es cierto que en este caso han entrado otras dos cajas (Cantabria y Extemadura), lo que permitirá alianzas en la toma de decisiones.

CAM provoca el enfado de Rodrigo Rato tras despreciar la opción de Caja Madrid

CAM no ha esperado a ninguno de sus candidatos oficiales. La entidad valenciana anunció ayer lunes por la tarde su integración virtual en un SIP (Sistema Institucional de Protección) con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria. Tres entidades entre las que no figura Caja Madrid, para disgusto de su presidente Rodrigo Rato, que recibió con sorpresa y enfado la noticia después de haberse postulado como referente para liderar un proceso de fusión diagonal del que ya se había caído la gallega Caixa Galicia, según 'El Confidencial'.

La entidad madrileña no tuvo margen de maniobra después de que CAM fracasara en su último intento de fusión. La caja de Alicante y Murcia, también bajo la órbita política del PP, negoció hasta el último instante un acuerdo bilateral con la vizcaína BBK. Esta opción, sin embargo, no recibió el último visto bueno por parte del presidente de la Comunidad de Valencia, Francisco Camps, al conocer que se trataba de una operación desigual, que sacaba el domicilio social a una región que no era neutra para sus intereses.

Descartada la solución BBK, una de las cajas fuertes en el proceso de reordenación del sistema que pujó por CCM, la caja de ahorros valenciana se entregó a la opción abanderada por Cajastur, rival de la vasca en la subasta de la primera caja intervenida. En este caso, la alternativa liderada por la asturiana aglutina un proyecto de SIP con otras entidades más pequeñas, caso de Caja Cantabria y Caja Extremadura, todas bajo la órbita socialista, que ya tenían apalabrado su protocolo de fusión virtual.

La salida elegida por CAM, que compartirá un 40% de peso en el SIP con Cajastur, por un 11% de Caja Extremadura y un 9% de Caja Cantabria, permite a la entidad valenciana salvar su dilución en BBK, que exigía mayoría en los órganos de poder, o en Caja Madrid, donde Rato esperaba integrar a las cajas populares de Valencia y Galicia. Esta diagonal, aceptada por el Banco de España, ha topado con la oposición de los barones regionales del PP, que han ignorado el plan con el que Mariano Rajoy ilusionó al presidente de la madrileña.

“Hemos tenido que tomar una solución de urgencia”, explican desde el consejo de administración de CAM. “Aunque la situación de la caja no es mala, existía una corriente de opinión que había que neutralizar. Esto sirve para que nos tranquilicemos todos”, subrayan con desahogo, después de que la caja formara parte de quinielas con entidades urgidas por el Banco de España para culminar un proceso de fusión que les permitiera acceder a las ayudas del FROB. Y en este contexto, el caso de Cajasur aceleró los tiempos.

Además de Rato, el enfado con Camps es compartido por buena parte del poder económico de Valencia. “Ni se lo ha creído, ni le ha interesado”, comenta un financiero valenciano. “Por desgracia, el presidente de nuestra comunidad está dedicado a otras tareas que tienen que ver más con sus intereses personales”. El barón popular no se implicó en ninguna de las alternativas locales que los valencianistas esperaban cerrar: la fusión con la también valenciana Bancaja o con la vecina Caja Murcia, también perteneciente a la esfera del PP.

Manuel Menéndez, el hombre fuerte

Mientras tanto, el acuerdo de SIP sienta las bases para la tercera caja de ahorros del sistema, con unos activos bajo gestión de 135.000 millones de euros, una red de 2.300 oficinas, 14.000 empleados y un volumen de negocio de 177.000 millones. Como en otras fusiones, “cada caja mantiene su personalidad jurídica, su implantación regional de negocio minorista, así como sus órganos de gobierno y obra social independientes, poniendo en común política de riesgos, tesorería, calificación crediticia, control interno y requerimientos regulatorios”.

Según los datos facilitados, la entidad resultante arroja unos fundamentales más acordes con las exigencias del mercado: ratio de solvencia del 12%, TIER 1 del 9,4% y core capital de 7,6%, sin contar la futura entrada de capital vía FROB, aunque de momento las cuatro cajas no han definido el importe que solicitarán para consolidar su proceso de integración. Además, no hay que olvidar que Cajastur tiene aún pendiente la absorción del CCM, para la que también recibió ayudas el fondo controlado por el Banco de España.

Respecto al reparto de poder, la nueva estructura será encabezada por Modesto Crespo, actual presidente de CAM, mientras que el primer ejecutivo será Manuel Menéndez, director general de Cajastur. Por su parte, el presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo (ex alto cargo de Economía de la Junta de Extremadura), será vicepresidente primero, mientras que su homólogo de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio (catedrático de Organización de Empresas y ex dirigente del PSOE), vicepresidente tercero.

domingo, 23 de mayo de 2010

Presidente José Blanco / Por Jesús Cacho

Esta semana, el ex secretario de Política Económica argentino Federico Sturzenegger, doctor en Economía por el MIT y profesor visitante en Harvard, además de presidente del público Banco Ciudad de Buenos Aires, a quien en 2001 correspondió la tarea de negociar con el FMI la reestructuración de la deuda externa argentina, llamaba muy animado a un amigo economista español para, tras darle el pésame (“¡Argentina tuvo su default y me temo que ustedes están en puertas!”), preguntarle su opinión sobre la oportunidad de dar el salto a Madrid para explicar cómo se aborda un proceso semejante aprovechando la experiencia por él acumulada. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha venido a España para, de la mano de Garzón, darnos lecciones sobre cómo debe ser nuestra Justicia, y los economistas argentinos -muy buenos, por cierto-, quieren enseñarnos a reestructurar nuestra deuda tras la que consideran inevitable bancarrota de nuestro Tesoro público. Bello panorama. El economista madrileño respondió asustado a Sturzenegger que ni hablar de ese viaje: no está el horno español para esos bollos.

La caldera ibérica está tan caliente, tan entreverada de rumores, tan cabreada, que desde hace semanas por las oficinas bancarias desfila un río de gente preguntando qué pueden hacer con su dinero para sacarlo fuera. “Todos se excusan y aclaran”, aseguraba este viernes a un grupo de periodistas de El Confi un banquero madrileño, “que lo quieren hacer dentro de la legalidad y pagando sus impuestos, pero demandan cómo les puedes ayudar, en qué podrían invertir, dónde lo harían. Calculo que de los que preguntan solo una cuarta parte se decide a moverlo, pero, en definitiva, lo que está ocurriendo pone de manifiesto la tremenda inquietud de la gente”. Sensación de que el mal ya está hecho y solo cabe apechugar con las consecuencias. Toca pagar la cuenta de la descabellada política de gasto público puesta en marcha por Rodríguez Zapatero para taponar las vías de agua de una crisis que había negado con vehemencia durante casi dos años. Resulta que el cuantioso déficit engendrado en arreglar aceras y comprar votos no ha servido para reactivar la economía y mucho menos para frenar la caída del empleo.

La deriva es conocida, pero no por eso deja de ser necesario insistir en ella. En apenas dos años España pasó de un superávit presupuestario del 2,2% a un déficit equivalente a 11,4 puntos del PIB, en una alocada carrera hacia el precipicio de la quiebra. Es la velocidad a la que ha crecido esa deuda, más que su porcentaje sobre el PIB, lo que ha resultado espectacular: nada menos 313.000 millones de euros en un par de años, 2008 y 2009, bienio al final del cual el paro rebasa ya el 20% de la población activa, y la crisis se ha llevado por delante a más de 141.000 empresas inscritas en la Seguridad Social. Gasto improductivo. Como asegura mi admirado Carlos Sánchez en este diario, “el déficit público no se debe a que el Gobierno se haya gastado el dinero en suavizar el ajuste, sino al efecto combinado de una política de gasto público equivocada y a una brutal caída de los ingresos derivada del ladrillo. No estará de más recordar, por si acaso, que el gasto en desempleo representa tres puntos del PIB (la cuarta parte del desequilibrio), y que las dos terceras partes de ese dinero se financia con cuotas de empresas y trabajadores. La cobertura de desempleo, por tanto, no es responsable de tamaño déficit. Ni siquiera la crisis financiera (España es uno de los países que menos dinero ha destinado a la banca). La pasta se ha ido en planes que no han servido para enderezar la situación”.

Damnificados del zapaterismo por millones

No han enderezado la situación, sino que la han agravado. Tras negarse en redondo a pactar planes de ajuste con la oposición cuando aún era posible hacerlo sin necesidad de operar a corazón abierto, y ello porque se lo prohibía “la ideología”, los amos de Europa le han impuesto a uña de caballo un duro plan de recorte del gasto público justo en el momento en que a España ya se le habían cerrado las puertas del crédito. El plan de ajuste aprobado el jueves en Consejo de Ministros reduce a pura hojarasca la “política social” del zapaterismo. A los casi cinco millones de ciudadanos en paro encantados con José Luis Rodríguez hay que añadirle ahora los millones de funcionarios recortados, los millones de pensionistas congelados, y lo que está por llegar, esa gran masa de clases medias a cuya renta el genio de León va a meterle un buen bocado también por culpa de “la ideología”. Desde los tiempos de Pablo Iglesias, al PSOE siempre le ha dado buenos resultados darle caña a ricos y a curas. Solo que ahora la riqueza no está en manos de la nobleza terrateniente de antaño, de la que afortunadamente apenas queda rastro, sino que responde al trabajo de millones de ciudadanos que con su esfuerzo han acumulado un pequeño patrimonio como garantía de su vejez y aval para su descendencia.

Ni que decir tiene que los ricos de verdad, las grandes fortunas españolas que tienen su dinero a buen recaudo se disponen a obsequiar al malandrín que nos preside con un monumental corte de mangas. De momento se dedican a asesorarle, caso de Emilio Botín, porque eso es gratis. Lo peor, con todo, es la sensación de desconcierto en que navega el Gobierno. Su falta de expertise es tan grande, la improvisación tan notoria, que sus errores se acumulan en cadena acuciado por la necesidad de tapar una chapuza con la siguiente. Zapatero vuela ya con plomo en las alas, y hay quien dice que está políticamente muerto. Así se lo habría manifestado a un empresario que lo llamó para felicitarle por el coraje demostrado con las medidas de ajuste: “esto tiene un coste electoral y personal también; por eso no quiero ser candidato para las próximas generales”. La figura emergente, el reemplazo, se llama José Blanco López, Palas de Rey, Lugo, 48, hijo de peón caminero y de modista, actual ministro de Fomento, cuya carrera hacia el Poder parece haber despegado en la última semana con la fuerza de un cohete.

Desde el arranque de la legislatura, en medios del PSOE se daba por descontado el protagonismo de Blanco como eventual sucesor de Zapatero para el caso de que éste decidiera no volver a ser cabeza de lista. Lo ocurrido en las dos últimas semanas, sin embargo, ha dado un giro copernicano a esa percepción. Ruptura en dos fases. Cuando el pasado 12 de mayo el propio Zapatero presentó una moción de censura contra ZP, José Blanco no tuvo más remedio que arremangarse para tratar de suplir en primera persona las limitaciones de Leire Pajín. El ministro se pega entonces como una lapa al discurso del presidente, y así aparece en La Noria vendiendo demagogia a espuertas, con un lenguaje muy agresivo contra el PP. El mismo tono mantiene en la sesión de control al Gobierno del pasado miércoles, donde, en ausencia de ZP y de las vicepresidentas, se convierte en el rey del mambo. Entre ambas fechas, el omnipresente vicesecretario general del PSOE tiene respuesta para todo y para todos en defensa de los recortes sociales del Ejecutivo visitando media docena de platós de televisión y otros tantos estudios de radio, además de aparecer en entrevistas varias en prensa.

Blanco actúa como Presidente alterno

Pero de repente algo ocurre o alguien le aconseja un cambio de guión: la vía elegida de pegarse a ZP solo puede llevarle a hundirse con ZP. Si no quiere acabar con su carrera política antes de tiempo, necesita marcar distancias y articular un discurso propio. No puede convertirse en un calco de Zapatero, en una copia en sepia del de León si bien con más entusiasmo. El caso es que en los últimos días el lenguaje del lucense parece haber cambiado de rumbo de forma un tanto drástica. Ha empezado por algo tan elemental, y revolucionario al tiempo tratándose de este Gobierno, como contar la verdad o al menos intentarlo: España no puede mantener un nivel de inversión propio de países mucho más ricos. “Ya nada será como antes”. De ahí a anunciar que los españoles disfrutan de un Estado del Bienestar que no pueden permitirse solo hay un paso. “No hicimos mucho por atajar la burbuja inmobiliaria” (El País este viernes). Las consecuencias serán graves. “Este escenario presupuestario durará muchos años”. Sobrado de talento, como ya demostró llegando a acuerdos con Esperanza Aguirre, Blanco parece haberse dado cuenta de que el político que diga la verdad, o simplemente algo que se acerque a ella, tendrá la mitad del camino andado, porque eso es precisamente lo que está pidiendo a gritos una ciudadanía harta de sofismas, cuando no mentiras a palo seco.

Senda ésta vedada para un Zapatero cuya falta de credibilidad ya es lugar común. Está por ver si el cambio de estrategia del de Fomento se confirma, y si está más o menos pactado con su amigo y mentor. “Pepe Blanco no se va a enfrentar nunca con Zapatero, pero si hará lo posible para que la gente le visualice como una alternativa a Zapatero”, asegura un barón del PSOE. El resultado es que en los últimos días Don José Blanco está actuando como Presidente alternativo del Gobierno, mucho más que como candidato a la sucesión. Su ambición es conocida: “A Pepe Blanco solo le interesa el Poder, no el contenido de la política que hay que hacer para llegar al Poder”. El ministro cuenta en su Grupo Parlamentario con un grupo de fieles con quienes se reúne a almorzar de forma periódica en Sepúlveda, gente joven que reniega de las ensoñaciones de ZP y desde hace meses viene reclamando no solo la necesidad de ajustar los PGE, sino de adoptar reformas estructurales básicas. El propio líder del grupo se encargó hace tiempo de advertirles que “el día que veáis a Pepe Blanco criticar a Zapatero, significará que la sucesión en el PSOE ha comenzado”. Eso parece.

El hombre fuerte del Gobierno ZP / Por Fermín Bocos

Como ministro, hasta hace un par de meses, le llamaban Don José; ahora, ante la que está cayendo, él mismo ha vuelto al papel de Pepe Blanco, vicesecretario general y escudo del PSOE.

Las circunstancias adversas ponen a prueba el temple de los políticos. Pepe Blanco, está demostrando un temple del que otros en el Gobierno carecen.

Empezando por el propio Zapatero, que parece demediado desde que anunció la congelación de las pensiones y el recorte del sueldo de los funcionarios y se quedó sin discurso ante los suyos.

Por no hablar de la vicepresidenta Salgado, responsable, sobre el papel, de la conducción de los asuntos económicos pero que está desaparecida.

Blanco, por el contrario, da la cara. Entre "ralentines" y síncopas traídas de su Galicia natal, pero da la cara.

Trata de explicar lo inexplicable del "zapatazo" a los pensionistas mientras el Gobierno se olvida de las "sicav" y otras ingenierías ideadas para tributar a la baja, pero resiste las preguntas incómodas de los periodistas o las interpelaciones envenenadas de los parlamentarios de la oposición.

Es un político a la vieja usanza. Dicho sea como encomio de quien acepta el debate sin rechazar el cuerpo a cuerpo.

El Gobierno tiene no sé cuantos ministros, pero parece que en este momento sólo Blanco y Rubalcaba brillan con luz propia -que Chacón permanezca en un discreto segundo plano tiene sentido dada la naturaleza de su encomienda-.

El resto -descontando a Gabilondo que no tiene carné-, están, pero nadie les espera pese a que nunca el Gobierno estuvo tan contra las cuerdas evidenciando la insoportable levedad política de un equipo ministerial hecho a la medida de las corazonadas de quien lo preside.

Ya digo, en estos momentos si salvan la cara es por Pepe Blanco. Propios y extraños admiten que es el hombre fuerte del Gobierno. Dada la personalidad de su jefe, yo, en su lugar, empezaría a preocuparme.

sábado, 20 de marzo de 2010

Reciben sepultura en Valencia los restos mortales del intelectual español afincado en Francia, José Vidal-Beneyto


CARCAGENTE.- La primavera recién llegada dejaba caer sus primeras gotas de lluvia, justo cuando dentro del féretro francés sellado con lacre, el cuerpo inerte del periodista e intelectual europeo José Vidal-Beneyto, era introducido esta tarde de cielo cerrado, poco después de las 18.15, en un nicho de la fila 37 de la ampliación sur del camposanto de Carcagente (Valencia), su pueblo natal. Allí estaban su esposa, todos sus hijos vivos y nietos/as, y aquellos amigos que deseaban estar, y estaban físicamente, presentes en su despedida después de 60 años de una vida comprometida con los demás, que aquí llegaba a término.

El duelo lo integraban su mujer, Cécile Rougier; sus hijos, María José Vidal-Ragout y Michel André, Javier Vidal-Ragout y Cristina Abos, Jordi Vidal-Ragout y Mathilde Hugrel, Vera Vidal-Rougier; su nuera, Yolanda Varela; sus nietos, Mara Donato di Paola-Vidal; María, Irene y Javier Vidal-Varela; Gabriela y Darío Vidal-Hugrel, junto a Yannis Gaultier; Margarita Bergareche Abos, Michle...

En las primeras filas de ese nutrido grupo de amigos estaban el ex ministro y diplomático, Marcelino Oreja; el catedrático, político y ex embajador en Lisboa y Caracas, Raúl Morodo; el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa; el conseller portavoz del Grupo Popular en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco; el periodista y político alicantino, José María Perea, el periodista y profesor murciano Francisco Poveda o el cantautor Paco Ibañez. (En la misa estuvo el vicepresidente de la Generalitat Valenciana, Juan Cotino).

En otras filas, más atrás, observaban atentamente en silencio, los eurodiputados del PPE, García Margallo e Iñigo Méndez de Vigo, y los del Grupo de los Socialistas Europeos, Enrique Guerrero (vecino del lugar) y Carlos Brú (amigo del alma de Pepín). Y otros amigos de París, Madrid, Valencia, Barcelona, Murcia y Alicante, circunscripción por la que intentó por primera, y única vez, entrar en política como independiente, desde las listas del PSP de Tierno Galván...

Aunque muchos eran hoy de fuera los esperados, al final, pocos eran los allegados, en el cementerio municipal de Carcagente aunque sí estuviesen todos quienes le querían como ser humano excepcional.

Paco Ibañez, el prohibido del franquismo, cantó primero a la guitarra 'Coplas por la muerte de su padre', de Jorge Manrique; la hija mayor, María José, eurofuncionaria en Bruselas, recitó 'Amigo en el recuerdo'; Jordi, el menor de los varones, nos brindó de Miguel Hernández, 'Elejía a Ramón Sijé", y Vera, la hija menor, estudiante en París, leyó un poema de Pablo Neruda. Jordi quiso tener al final, también un recuerdo para su hermano Miguel, el primogénito, desaparecido hace unos meses repentinamente y causa del hundimiento que hizo enfermar definitivamente a su padre.

La despedida al amigo para siempre se cerró con una canción compuesta por José Agustín Goytisolo e interpretada por un Paco Ibañez, que recordó el carácter librepensador e idealista de Vidal-Beneyto, a quien calificó de inconformista y la expresión genuina de la defensa del lema republicano "Liberté, Egalité, Fraternité", acogida con un fuerte aplauso por el centenar largo de personas que asistieron al funeral civil.

Poco antes, la iglesia parroquial de La Asunción se había llenado de vecinos, amigos y autoridades locales, convocados por el toque a difuntos de sus campanas, para asistir al religioso (el finado era católico, convicto y confeso) con la misa de 'corpore in sepulto' a su hijo más notable.

La ceremonia duró justo treinta minutos y el oficiante aprovechó para dar las gracias, a todos los allí reunidos, en nombre de la familia (situada en los primeros bancos) y leer el Evangelio, según San Juan, referido a la resurrección de Lázaro.

Mientras el féretro, con un centro de flores, era flanqueado por maceros municipales y un coro interpretaba piezas para la ocasión, el celebrante calificó en su homilía a Vidal-Beneyto de 'ciudadano del mundo' aunque elogió que mantuviese sus raíces y quisiese descansar en su tierra para siempre. Lo definió como trabajador incansable, líder y gran militante de la Cultura. "Su influencia perdurará entre quienes le admiran, quedará vivo en esa admiración y el aprecio, por su servicio a los demás".

Con los tres ritos (agua bendita, incienso y acompañamiento hasta la puerta de la iglesia) concluyó las ceremonia y fue cuando se pudieron ver mejor las coronas envíadas por familiares, amigos, el PCE, su "familia de Estambul", Rafael Blasco y Consuelo Císcar, Fundación 'Amela' y 'Le Monde Diplomatique" en castellano.

Vidal-Beneyto era asiduo en los ciclos culturales de la CAM y Cajamurcia durante los últimos años.