El balance político de los dos últimos años de Podemos y Ciudadanos
es muy bueno para ambas formaciones políticas que han conseguido romper
la férrea barrera del bipartidismo. Y lo han logrado a pesar de las
dificultades que plantea la ley electoral, el arrastre la financiación
pública del PSOE y del PP y el control mayoritario de los grandes medios
de comunicación en favor de los ‘viejos partidos’.
Sin embargo los efectos demoledores de la crisis económica y los
casos de corrupción de PP y PSOE han facilitado la ruptura de las
compuertas del bipartidismo y las redes sociales ha permitido a Podemos y
C’s acceder a los sectores más dinámicos de la sociedad y especialmente
a los jóvenes.
Sin embargo tanto Pablo Iglesias como Albert Rivera están reforzando
los controles internos de sus respectivos partidos blindando sus
posiciones personales y de sus equipos directivos y prohibiendo
corrientes políticas y públicas discrepancias, para evitar crisis
internas y fracturas como las que hace poco diezmaron a UPyD, CiU y más
recientemente al PSOE y al PSC.
Pensarán Iglesias y Rivera que, con estos corsés contra el pluralismo
interno y la plena libertad de expresión o las discrepancias internas,
se evitan crisis interiores en este tiempo de permanente inestabilidad
política. Pero de esta manera uno y otro acabarán cayendo en el
‘centralismo democrático’ de los partidos comunistas en el caso de
Podemos, y en ‘centralismo autocrático’ de los partidos conservadores en
el caso de C’s.
Lo que al final ahoga los debates y deja votaciones como las
‘primarias’ a merced del núcleo duro directivo que lleva todas las de
ganar porque es el que controla el aparato, la organización, la
financiación y la propaganda.
O sea que poco queda de aquellos círculos asamblearios de Podemos y
de los debates abiertos de C’s, partido que ha abandonado la
socialdemocracia para convertirse en ‘liberal progresista’ -ni siquiera
en social-liberal- lo que los aleja del centro izquierda y los acerca al
bando conservador.
Y no digamos si además se repite en C’s el acoso a periodistas como
ocurrió ayer por parte de Juan Carlos Girauta (y no es la primera vez)
contra una periodista de La Sexta TV. Un ataque a los periodistas y
medios que suele ser una de las constantes de los líderes de Podemos
empezando por Pablo Iglesias, quien ya pidió el control de los medios de
comunicación.
Es decir, cierre de filas o ‘la piña’ como decía Felipe González en
vísperas de los congresos de Podemos y C’s, lo que nos lleva a pensar
que la ausencia de democracia interna en el PP no anda muy lejos de
todos los demás, y ahí incluido el PSOE visto como actúa la Gestora y
como se le prepara a Susana Díaz el congreso del PSOE.
En todo caso los dirigentes políticos que cuentan con el apoyo
mayoritario de sus bases son muy libres de organizarse y redactar sus
estatutos como ellos quieran. Pero lo que no pueden pretender es
silenciar a los medios y poner barreras a la libertad de expresión. Eso
sí que no, ni siquiera dentro de sus respectivas organizaciones aunque
se castigue a los discrepantes con la expulsión.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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