lunes, 17 de octubre de 2016

La tensión internacional reclama gobierno en España / Pablo Sebastián *

Son muchos y preocupantes los acontecimientos internacionales que reclaman la atención de la Unión Europea y en ella la presencia de un gobierno de España, que lleva casi un año desaparecida a la espera del que será el último intento de investidura de Mariano Rajoy el próximo día 29 si para entonces el PSOE, como parece, ya ha decidido que sus diputados, o una amplia mayoría de ellos, se abstengan para permitir que el líder del PP forme gobierno.

Y no solo para que se ponga un punto final a la crisis institucional de España y se reactive la economía y la lucha contra el paro sino también para acabar con la flagrante ausencia de nuestro país de los primeros escenarios internacionales donde están en juego muchos intereses de la UE en general y de España (fondos estructurales entre otras cosas) en particular. Y ahí incluidas las expectativas de nuevas e importantes inversiones extranjeras que podrían acudir a los mercados españoles a nada que se vislumbre la presencia de un Gobierno y un horizonte con estabilidad.

Mientras tanto la escalada de la tensión internacional no cesa como se aprecia en las tensiones entre rusos y americanos sobre la crisis militar y humanitaria de Alepo en Siria. Máxime cuando en Irak se anuncia un ataque decisivo a las posiciones del ISIS en Mosul que podría cambiar el curso de esta guerra contra el Califato terrorista si los iraquíes y sus aliados occidentales y de fuerzas afines en la zona logran la conquista del que aún es el principal reducto del Estado Islámico.

A su vez, las potencias europeas siguen con la máxima preocupación las oleadas de refugiados sirios y de inmigrantes centroafricanos que parten de las playas de Libia, país donde el descontrol político y militar ha dejado penetrar al islamismo radical hasta el punto de convertirse en el segundo foco de la amenaza terrorista islámica para la UE.

Y a no perder de vista el radicalismo creciente de la primera ministra británica Teresa May, que pretende llevar la crisis del Brexit a límites extremos de confrontación con la UE. Lo que está despertando máxima inquietud en medios financieros británicos mientras en Escocia renace la idea de un segundo referéndum de independencia para que ese país se pueda integrar en la UE.

Y a no perder de vista las elecciones presidenciales de Estados Unidos donde se mantiene la máxima expectación ante el riesgo del triunfo de Donald Trump incluso y a pesar de que los sondeos preelectorales le ofrecen a Hillary Clinton una importante ventaja de 15 puntos sobre el candidato republicano. Aunque falta por ver si Trump logra movilizar a los abstencionistas de la llamada ‘América profunda’ y rural para dar la sorpresa en la noche electoral del 8 de noviembre que está al llegar.

En todo ello y en la América hispana, donde nuestro país se prepara para participar -sin un gobierno con plenas funciones- en la cumbre Iberoamericana de Cartagena de los días 28 y 29 de este mes, debe de estar presente con voz, voto e influencia España. A ser posible con un pacto de acción exterior de Estado y mayoritaria en el Parlamento para la defensa de los intereses generales del país.

Pero para que esto ocurra hace falta un gobierno que ponga en marcha el país y que, en su composición y esa debe ser una tarea importante de Rajoy, no aparezcan personajes y aristas que anuncien tensiones y una permanente confrontación al menos diplomacia y en política Exterior.


(*) Periodista

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