¿Por qué se autodestruyó la Humanidad? le preguntaron a un viajero del tiempo procedente del
futuro. “Por el dogma” respondió. Y no se equivocaba, porque
actualmente se sigue asesinando a personas en nombre de un dogma
político, económico o religioso.
En su origen etimológico, el término se deriva del griego y
significa "parecer, opinión o creencia", que a su vez
deriva de ‘dokeo’, que significa "pensar, suponer,
imaginar", pero el dogma pasó a significar leyes u ordenanzas
decretas e impuestas a otros en el siglo primero.
Tanto es así que el término puede referirse a opiniones aceptadas
por filósofos o escuelas filosóficas, decretos públicos, religión
o decisiones promulgadas por autoridades políticas.
Es decir, que el origen de la palabra no tenía nada de imposición
dogmática obligada por la autoridad, sino más bien de pensamiento o
imaginación compartido libremente por un conjunto de seres humanos.
Este origen coincide asombrosamente con el pensamiento moderno que
dice que la ‘realidad’ no existe como tal sino que es un
postulado resultante de un acuerdo social.
Esto no evita que las barreras o el tiempo sean reales, ni tampoco
significa que la materia, la energía, el espacio y el tiempo sean
ilusiones. Todo ello es muy real en este universo porque así lo
hemos querido desde el principio de los tiempos.
DOGMATISMO
Lamentablemente el dogma se ha convertido ahora en un conjunto de
creencias de carácter indiscutible y obligado para los seguidores de
cualquier sistema de creencias, o el fundamento o puntos capitales de
todo sistema, ciencia, doctrina o religión".
Así define Orpheus la palabra Religión.- “Conciencia de
creencias, otros determinismos y abrumamiento severo, agrupando
juntos el miedo y el escapismo en el intento final del individuo para
mantener la estabilidad después de impactos o pérdidas no
duplicables.” (Excalibur-132)
También el dogma se ha convertido en un principio o conjunto de
ellos establecidos por una autoridad como una verdad incuestionable
que sirve como parte de las bases fundamentales de una ideología o
sistema de creencias y que no puede alterarse o descartarse sin
afectar a todo el paradigma del sistema o la ideología en sí.
El dogmatismo es un conjunto de creencias y doctrinas que son
establecidos como verdades indiscutibles. Se las considera verdades
relacionadas fuertemente a la naturaleza de la fe. Por lo tanto el
término ‘dogmático’ puede usarse para referirse a cualquier
creencia que es mantenida obstinadamente, incluyendo creencias
políticas y científicas.
DOGMA ECONÓMICO
Esto es lo que hay, pero ha ido a peor. En la Edad media se mataba a
la gente en nombre de la religión pero ahora se asesina además en
nombre de dogmas políticos o económicos, y se hace con una crueldad
absoluta.
Pero el peor dogma de todos es el económico.- Para autores como
Walter Benjamin (en su artículo “Capitalismo como religión”),
Max Weber (en su obra “La ética protestante y el espíritu del
capitalismo”), Giorgio Agamben y Vicenç Navarro, entre otros, el
capitalismo y su expresión más contemporánea, el neoliberalismo,
tienen en su esencia un carácter religioso: necesidad de culto y fe
y aparición de una dogmática propia que sostenga el culto.
Cuando una persona considera que su sistema particular de creencias
es la única verdad absoluta que existe en el universo y está
dispuesto a matar por ello, tenemos al descerebrado perfecto.
Lo que no sabe este necio es que ignoramos muchísimo más de lo que
sabemos, y que ningún sistema de creencias es definitivo ya que la
verdad está en evolución constante porque continuamente se están
haciendo nuevos descubrimientos que cuestionan los viejos paradigmas
y que nos obligan a replantear nuestras creencias constantemente.
La sabiduría va unida siempre a la humildad y al dictado del corazón
para seguir un comportamiento y no hacer las burradas que vemos todos
los días en las noticias.
El 8 de noviembre de 1.793, Madame Roland, pronunció antes de ser
guillotinada: “Oh, Liberté!: combien de crimes sont commises dans
ton nom!” (“¡Oh, Libertad!, ¡cuántos crímenes se cometen en
tu nombre!”). El dogma, mata.
(*) Periodista
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