Una de dos: o
bien Obama de verdad se ha hartado de España por Cataluña, por los
partidos radicales y/o por otro montón de preocupaciones; o por el
contrario, el presidente de EEUU se ha rendido tras la visita de los
Reyes Felipe VI y Letizia el mes pasado y se reserva una sorpresa. Sería
todo un detalle que el hombre más poderoso del mundo, con permiso de
Putin, de Xi Jinping y quizás de algún otro, enviara una felicitación
personal desde la Casa Blanca con motivo de la Fiesta Nacional de España
el lunes. Porque si no, sería un feo muy notable.
El
caso es que por primera vez desde 2010, cuando la Administración Obama
inició las declaraciones oficiales de felicitación
diplomática por el 12 de Octubre, el nombre del presidente se ha
caído en la de este 2015. En 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014, el texto del
Departamento de Estado comenzaba con esta fórmula: ‘En nombre del
presidente Obama y del pueblo de los Estados Unido, felicito al
pueblo español en la celebración de la Fiesta Nacional de España el
12 de Octubre’. La firmaron Hillary Clinton los tres primeros años y
John Kerry desde entonces.
Bueno, en realidad la frase ha
tenido variantes. En 2009 no hubo ni frase ni felicitación ni
nada: era el primero de la presidencia de Obama y la secretaria de
Estado estaba muy ocupada con sus viajes de aquí para allá. Y en 2010,
la inexperiencia del becario de turno o algo parecido hizo que la
felicitación se extendiera por ‘el Día de la Hispanidad’,
denominación que sigue viva en el lenguaje popular pero que se
omitió legalmente en 1987.
Desde 2011 se ha mantenido la
fórmula citada más arriba, con mínimas variantes. En todas las
felicitaciones ha habido un meteórico repaso a los lazos
históricos, humanos, económicos, culturales, de amistad, de
valores e intereses comunes y como aliados en la OTAN. En 2010,
Hillary rememoró ‘la era de la exploración y el descubrimiento’ y
dio un salto de varios siglos hasta evocar ‘nuestra vital misión en
Afganistán’. En 2011, Clinton incorporó un recuerdo a la
contribución de España con hombres, armas y financiación a la
Independencia de EEUU. Y un año más tarde anticipó la celebración
que se preparaba para el 500 aniversario de la llegada de Ponce de
León a Florida.
John Kerry tomó el relevo en 2013 con una
cercanía contagiosa: ‘Tengo vívidos recuerdos personales de
viajar a España cuando era joven y del toro que me perseguía en
Pamplona’. También mencionó Afganistán y añadió la operación naval
contra los piratas en el Índico.
Luego resbaló un poco con una
expresión un tanto paternalista y en cierto modo
contradictoria: ‘España es uno de los inversores que más
rápidamente están creciendo en EEUU y las empresas
norteamericanas dan empleo a miles de españoles’. Ahí introdujo
una alusión al Tratado Trasatlántico de Libre Comercio que se está
negociando a trompicones entre Washington y Bruselas.
Siempre
cercano, Kerry volvió a invocar el año pasado su viaje a Pamplona y
el encierro que corrió en los Sanfermines, y mencionó las
conversaciones con García-Margallo sobre los preparativos para el
quinto centenario de Ponce de León.
Hasta ahora. La
declaración difundida por el Departamento de Estado este fin de
semana es mucho más fría y escueta. ‘En nombre de los ciudadanos de
EEUU, felicito al pueblo español en la celebración de la Fiesta
Nacional de España el 12 de Octubre’. No está Obama y no se sabe si se
le espera.
Como en años anteriores, el mensaje reitera los
consabidos masajes por la historia, la amistad y ‘los intereses
compartidos’. Y también elogia la ‘vibrante asociación en el mundo
interconectado de hoy’, con colaboración EEUU-España ‘para
promover la cooperación internacional, la paz, la seguridad y
la prosperidad’. Pero incorpora una novedad: ‘Desde fomentar el
mutuo crecimiento económico para combatir el Ébola hasta
confrontar al Estado Islámico, España es un vital aliado y amigo de
EEUU’.
Es más que chocante que se haya caído de la declaración
el nombre de Obama. Como es de rigor, los redactores han tenido
ante sí todos los textos anteriores. Por tanto, o el presidente
norteamericano está hasta las narices o quiere enviar por sí mismo
una felicitación personal. No estaría de más, después de la
visita del Rey Felipe VI a la Casa Blanca, cuando Obama hizo una
inequívoca alusión a Cataluña mostró el compromiso de su país con
‘una España fuerte y unida’.
Tampoco sería raro por otra razón.
Aparte de la calidez Obama-FelipeVI, está la coincidencia de
intereses de Michelle y la reina Letizia, No en el vestir, que en eso
hay un abismo, pero sí en la promoción de la nutrición ecológica y
saludable. Se pudo ver en la visita, algo accidentada porque los
tacones se hundían en la hierba, al Jardín de la Cocina de la Casa
Blanca. Allí la Primera Dama de EEUU cultiva sus verduras
favoritas: la rúcula, el brécol y el ‘kohlrabi’, más conocido aquí
como colirrábano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario