CARTAGENA. La responsable de Sanidad del Grupo
Parlamentario Socialista, Teresa Rosique, exige a la consejera María
Ángeles Palacios que no aplique a los enfermos de la Región el copago en
farmacia hospitalaria y recurra esta decisión, según han informado
fuentes socialistas en un comunicado.
La Resolución del Ministerio de Sanidad, dictada en septiembre de
este año, impone un nuevo copago, esta vez a medicamentos que se
dispensan en farmacia hospitalaria, concretamente a 42 fármacos,
generalmente caros, destinados a tratar pacientes crónicos o con
enfermedades graves (cáncer, hepatitis, esclerosis múltiple,
tratamientos de fertilidad, artritis, hepatitis) que habían quedado al
margen del copago.
Y es que, a partir del 1 de enero, estos productos dejarán de
estar exentos de aportación y estarán sujetos a un copago máximo del 10%
del precio, con un tope de 4,2 euros por envase. La diputada explicó
que con esta medida, el Gobierno del Partido Popular "infringe un nuevo
castigo sobre los enfermos mientras libera de sus deudas a los bancos".
La inclusión en el copago farmacéutico de los medicamentos que se
retiraban, hasta ahora sin coste, en los servicios de farmacia de
hospitales para este tipo de enfermedades graves, "supone una tremenda
injusticia y un peligro para la salud de los pacientes porque se corre
el riesgo de que muchos renuncien a su tratamiento al no poder hacer
frente al nuevo copago", añade.
En opinión de la diputada, los argumentos que el Ministerio de
Sanidad ha esgrimido hasta ahora para justificar el copago farmacéutico
son su carácter disuasorio y recaudatorio, no dándose ninguna de estas
dos cuestiones en relación con el copago de medicamentos que se retiran
de farmacia hospitalaria.
"Los enfermos no pueden dejar de tomar esa medicación y el ahorro
de la Administración es mínimo, sin embargo, el coste para los enfermos
es muy elevado", denuncia públicamente la socialista.
De este modo, señala que la Consejería de Sanidad ha reconocido
que el ahorro en comparación con el gasto es mínimo, ya que de los 20
millones de euros que el Servicio Murciano de Salud gasta anualmente en
estos tratamientos, apenas se ahorraría 100.000 euros. "La pregunta, por
tanto, es cuál es la razón de esta inhumana medida".
Rosique apuntó que es vergonzoso que, mientras comunidades
autónomas como Andalucía y Castilla León o incluso organizaciones como
el CERMI han anunciado recurrir esta medida y Médicos del Mundo ha
denunciado la misma, "el Gobierno de Valcárcel esté dispuesto a
aplicarla sin pestañear en nuestra Comunidad Autónoma, cuando no existe
ninguna razón que la justifique más allá del ensañamiento con los
sectores más vulnerables".
El Partido Socialista expresa su rotundo rechazo a este nuevo
copago, al igual que a los anteriores, "ya que supone un cambio
cualitativo de enorme magnitud en el modelo de acceso tanto a los
medicamentos como a determinados servicios sanitarios, generando una
desigualad inaceptable".
Por ello, exige que no se aplique a los
enfermos de nuestra Región y que el Gobierno regional lo recurra.
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