MURCIA.- Las agencias de viaje han detectado una gran
reducción de vuelos directos desde los aeropuertos de San Javier y de
Alicante, así como un encarecimiento de los que todavía se mantienen,
por lo que auguran una "profunda transformación del turismo y un cambio
de panorama" a corto plazo como consecuencia de la desaparición de los
vuelos de bajo coste.
Así lo ha hecho saber hoy el miembro de la Asociación
de Agencias de Viaje de la Región, Alberto Ríos, quien ha destacado que
"no todo el mundo se ha dado cuenta de este cambio" que afectará "al
perfil del turista y del vuelo".
Y es que al vuelo de bajo coste "sólo le queda el nombre" y ya se
pueden encontrar vuelos a Bruselas, a lo mejor, por 400 euros ida y
vuelta para el próximo mes de abril, buscados con una anticipación de
seis meses. Sin embargo, estos vuelos son operados por compañías que
"tienen la etiqueta de bajo coste".
Ríos señala que la subida de los precios "no es una cuestión de
anticipación", sino que se trata de compañías de bajo coste que han
dejado de percibir las subvenciones que las comunidades autónomas daban a
determinados vuelos, y ahora se ven obligadas a "cobrar el precio real
del billete".
Ríos está notando este cambio, sobre todo, a lo largo de todo este
2013, y presagia la desaparición de las habituales ofertas que se
podían encontrar, por ejemplo, entre Alicante y Londres por 50 euros ida
y vuelta. Esto, a su juicio, va a cambiar los hábitos viajeros de los
murcianos, que pueden buscar otros destinos con el mismo presupuesto.
Además, Ríos ha detectado que los vuelos a los destinos turísticos
preferidos por los españoles, con capitales europeas como Berlín, "se
están reduciendo", aunque se mantienen como destino otras ciudades
extranjeras industriales y poco atractivas. Atribuye este hecho a que
los habitantes de esas zonas "siguen viniendo a Alicante o Benidorm",
por lo que los vuelos siguen siendo rentables.
Esta tendencia obliga a los viajeros a hacer escalas en sus
vuelos, lo que amplía el número de horas del desplazamiento. Si antes
los viajeros podían realizar un vuelo directo de una hora y media o tres
horas, ahora se ven obligados a viajar durante seis o siete horas hasta
llegar al destino, y eso "desanima mucho".
Por ejemplo, han suprimido el vuelo directo de Alicante a Santiago
de Compostela o el vuelo desde Valencia a Venecia, que era un destino
atractivo "obviamente" para los españoles; además, va a desaparecer el
vuelo de Alicante a Berlín. Cree que estos trayectos pueden quedar de
forma estacional, pero no durante todo el año con una frecuencia de uno o
dos vuelos por semana.
En este contexto, Ríos ha indicado que "no ha habido una especial
demanda para este puente de Todos los Santos", sino que las agencias de
viaje continúan con una demanda "de perfil bajo". Además, explica que al
ser festivo el viernes, la gente busca "pequeñas escapadas" de una
noche o dos, pero no grandes viajes.
Aunque han tramitado algún viaje, los clientes de las agencias
hacen peticiones "más residuales", tales como noches aisladas de hotel,
ya que con dos o tres días de margen "no te puedes ir muy lejos". Las
agencias buscan destinos atractivos en un radio de cien kilómetros.
De todas formas, Ríos explica que esto no ha sido siempre así, y
antes de 2008 "hubiera sido muy normal que los clientes se cogieran un
día libre y adelantaran su salida, de manera que pudieran coger un vuelo
directo". Ahora, al no disponer de estos vuelos directos, los turistas
prefieren coger su coche, buscar un hotel y visitar una ciudad española.
El año 2013, en general, ha sido "bastante complicado", aunque "un
poco mejor de 2012, que fue el peor año de toda la serie desde que
comenzó la crisis en 2008.
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