lunes, 7 de mayo de 2012

En febrero de 2011, la CAM acumulaba un stock de 23.358 inmuebles embargados

ALICANTE.- Durante los meses previos a la intervención por el Banco de España, las informaciones que llegaban al consejo de administración de Caja Mediterráneo (CAM) mostraban el pesado lastre que para la entidad financiera suponía el creciente número de impagados provocados por la crisis del «ladrillo».

En febrero de 2011, la CAM acumulaba un stock de 23.358 inmuebles embargados —tanto viviendas como suelo edificables— por un valor contable de 3.080 millones de euros. Según uno de los informes analizados por el consejo de administración, al que ha tenido acceso Abc, cerca del 65% de estos inmuebles procedía de daciones en pago de familias que no podían pagar la hipoteca, mientras que el resto procedía del embargo de bienes de promotores que habían acudido a concurso de acreedores.
Esta situación no hizo sino agravarse en los meses previos a la intervención del Banco de España. Tan solo durante el primer semestre de 2011, la CAM recibió otros 915 inmuebles procedentes de particulares, por deudas impagadas cifradas en 142,8 millones de euros. A efectos contables, estos 915 inmuebles fueron valorados en 128,7 millones de euros, por lo que dichos embargos acarrearon a la caja unas pérdidas de 9,4 millones de euros.
Y mientras, dada la crisis del ladrillo, la CAM tenía las mismas dificultades que otras entidades financieras para dar salida al stock de pisos embargados. Durante 2010, la caja logró vender —a través de su división inmobiliaria— 2.494 inmuebles por un valor total de 203 millones de euros, lo que solo supone una pequeña parte de un stock de más de 23.000 inmuebles valorados en un total de 3.000 millones de euros.
El creciente número de impagos obligó a CAM a aprobar en el primer semestre de 2011 quitas en operaciones de crédito que sumaban 30,5 millones, lo que le generó unas pérdidas adicionales de 5,7 millones de euros.

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