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domingo, 26 de junio de 2022

Maurice Gourdault-Montagne, diplomático francés: “Los intereses de EEUU no son los mismos que los de Europa”


PARÍS.- Maurice Gourdault-Montagne es diplomático de carrera y ha sido embajador de Francia en Japón, Reino Unido, Alemania y China. Es un “diplomático absoluto”, según Le Figaro, y habla inglés, alemán, español, italiano, japonés, ruso y urdu. En 2017, el Gobierno de Emmanuel Macron lo nombró secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores, cargo que ocupó hasta 2019. Gourdault-Montagne fue antes consejero diplomático y sherpa en el G7/G8 del presidente Jacques Chirac y uno de los principales arquitectos del veto de Francia y de la mayoría del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a la invasión de Irak por parte de la Administración de George W. Bush. 

Lo entrevista www.eldiario.es

Antes de entrar en materia, en sus intervenciones públicas suele recordar que ninguna guerra es una fatalidad inevitable. 

Después de una guerra se reexaminan sus orígenes y motivos. Son el resultado de decisiones humanas que cambiaron el curso de la historia pero en ningún lugar estaba escrito que la guerra iba a ocurrir. Considero que siempre es posible detener una guerra. Dicho esto, empezar una guerra es fácil, saber pararla muy difícil porque, a menudo, está fuera de control. La historia nos lo ha enseñado. Tenemos historiadores y expertos, analicemos lo que han escrito. Estudiemos el pasado para entender mejor el presente y no adentrarnos en una aventura incontrolable.

¿Cuáles son las causas de la invasión de Rusia a Ucrania? 

Las causas de una guerra son múltiples: es la suma de un conjunto de factores que evolucionan con el tiempo. La agresión de Rusia a Ucrania tiene raíces históricas, por lo que apoderarse de Ucrania no es una decisión súbita de Putin. Para empezar, hay en Rusia un sentimiento muy fuerte de que Ucrania forma parte de ellos mismos. Los rusos niegan que haya existido una realidad ucraniana aunque fuese reivindicada por grandes escritores como, por ejemplo, Solzhenitsin. La realidad ucraniana no se manifestó a nivel político hasta que el derrumbe de la Unión Soviética provocó que Ucrania se independizara en 1991 tras un referéndum con resultados muy dispares según las regiones.

La desintegración de la URSS también es un elemento clave para comprender los orígenes de la guerra.   

Durante la Guerra Fría había dos fuerzas en contacto en el corazón de Europa: el Pacto de Varsovia, integrado por la URSS y los países conocidos como Europa del Este, y, por otro lado, los que formaban la Alianza Atlántica, la OTAN. La desintegración de la URSS en 1990 provoca que el sistema de seguridad colectiva establecido en aquella época por las dos potencias nucleares, EEUU y la URSS, “el equilibrio del terror” — así se llamaba — se cuestione cuando una de las partes se derrumba y se crea un vacío en el centro de Europa. Había una serie de acuerdos armamentísticos (mísiles de largo alcance, intermedios, fuerzas convencionales, etc.) y el diálogo de paz establecido en la Conferencia de Helsinki. Nada se hace para llenar este vacío y la naturaleza aborrece el vacío.  

Se aprovecha la disolución de la URSS para expandir la OTAN  

Existen una serie de documentos y testimonios que demuestran que en 1989 no existía la idea de ampliar la OTAN más allá del río Elba. Sin embargo, entre 1997 y 2004 más de diez países, que se acuerdan de la ocupación soviética o de haber sido repúblicas soviéticas, se unen a la OTAN. Esta ampliación despierta en Rusia su complejo de cerco y el fantasma de que puede ser invadida. 

Los rusos siempre han vivido en un imperio, con fronteras bastante imprecisas por sus vastas llanuras o montañas difíciles de controlar como el Cáucaso, que se fue creando mediante sucesivas adiciones de protección para garantizar su seguridad territorial y su complejo de cerco. Rusia está obsesionada con la idea, el fantasma de la invasión — mongola, napoleónica y hitleriana — y su posterior reconstrucción. Muy pronto, en 1995, Yeltsin advirtió que no había ninguna urgencia para ampliar la OTAN. 

¿Cómo se reacciona a esta advertencia?

No nos movimos. Jugamos con la confianza mutua, y con algunas ideas para consolidar la seguridad de todos los que han estado bajo el yugo soviético. En 1997 se crea el Consejo OTAN-Rusia. La Conferencia de Helsinki se transforma en la OSCE, un foro de dialogo, que no es una organización internacional capaz de tomar decisiones vinculantes, y esto es muy importante. En 2004 se producen las últimas adhesiones a la OTAN. En 2007, Putin, que vio que entre todos los países que se adhirieron sólo faltaba Ucrania, dijo que la adhesión de ésta sería una provocación. En resumen: una progresión continua de la OTAN, el complejo de cerco y demandas legítimas de seguridad por parte de los rusos, según su propia percepción de su seguridad, ninguna escucha por parte de Occidente, ningún organismo de seguridad colectiva que sustituyese a lo que ya no existía y, como resultado, una situación muy inflamable que no hizo más que crecer.

Jacques Chirac, presidente de Francia, consciente de esta situación hizo una propuesta diplomática en 2006 a Rusia y EEUU. Usted fue un actor principal, en su calidad de su consejero diplomático, ¿qué nos puede contar?  

Jacques Chirac estaba preocupado por la necesidad de integrar a Rusia progresivamente en la comunidad internacional y, en particular, por la ausencia de un sistema de seguridad colectiva. Percibió una gran desconfianza por parte de Putin, y sabía lo que esto representaba en un hombre del viejo sistema soviético formado por los servicios secretos. ¿Cómo dar argumentos a Putin y los suyos de que las cosas estaban cambiando y que Rusia se estaba integrando en la comunidad internacional? La guerra de Irak fue un argumento importante. 

¿Por qué?

Jacques Chirac demostró su valía oponiéndose a los pretextos de EEUU para participar en la Guerra de Irak. Para los rusos esto era importante, estaban tratando con un socio occidental, miembro de la OTAN, y que, sin embargo, era capaz de hacer frente a EEUU. Existía otra vía, y además Francia y Alemania estábamos de acuerdo, por lo que se sentaron las bases para poder trabajar con Putin. Chirac veía que Ucrania era objeto de mucha atención por parte de los rusos y decide enviarme en 2006 a Moscú con un esbozo de propuesta.

¿Cuál fue la propuesta de Jacques Chirac?

Me reuní en Moscú con el consejero diplomático de Putin, Sergei Prikhodko, y le transmití la siguiente propuesta: ¿por qué no imaginar una protección conjunta, de la OTAN y Rusia, de las fronteras de una Ucrania independiente y soberana? El Consejo OTAN-Rusia sería el garante de la protección con una serie de medidas de seguimiento. Prikhodko acogió la propuesta con mucho interés porque solucionaba la gran preocupación rusa del puerto de Sebastopol (en Crimea, Ucrania).

¿Por qué los rusos estaban tan preocupados en 2006 con Sebastopol? 

Los rusos no podían imaginar ni un solo segundo que Crimea, que pertenecía a Ucrania, pudiese estar un día en la OTAN, porque esto significaría que Sebastopol estaría rodeada, privándoles de acceso a los mares calientes (el mar de Azov y el mar Negro). Esto se ha confirmado más tarde en los hechos con la anexión de Crimea y en la actual conquista del litoral por Rusia. 

Entonces, los rusos se muestran muy interesados en la propuesta de coprotección de las fronteras de Ucrania por parte del Consejo OTAN-Rusia. ¿Qué ocurre después?

Para Chirac, desde la oposición de Francia a la Guerra de Irak, era importante una comunidad internacional coherente y no deseaba divisiones insalvables, por lo que era natural consultar a Estados Unidos sobre una cuestión estratégica. Fui a EEUU y me reuní con Steve Hadley, consejero de seguridad nacional, y Condolezza Rice, secretaria de Estado. Presentada la propuesta, Condolezza Rice me dijo: “¡Los franceses, ya basta! Ya intentasteis bloquear la primera oleada de adhesión de los países del Pacto de Varsovia a la OTAN y ahora no vais a bloquear la segunda”. A partir de ese momento comprendimos que el objetivo estratégico de EEUU era seguir avanzando la OTAN, incluyendo a Ucrania. 

¿Cómo reacciona Jacques Chirac a la negativa de EEUU a su propuesta?

La olvidamos, faltaban pocos meses para terminar el mandato y era demasiado tarde. No teníamos la fuerza suficiente para enfrentarnos solos a la hiperpotencia estadounidense, hubiese sido necesario una coalición de países. La sociedad internacional estaba bastante alterada por la guerra de Irak, aunque la visión francesa, alemana y rusa fuese la acertada.

En los años 90 había un gran consenso de tres de los pilares de la política exterior estadounidense durante la Guerra Fría, Georges Keenan, Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski, y de grandes estrategas y altos funcionarios de política exterior, de no ampliar la OTAN a Ucrania por el gran riesgo que suponía. ¿Por qué este cambio de estrategia? 

Constato la concomitancia de este giro con el auge del neoconservadurismo, de un cierto evangelismo estadounidense y de la teoría del eje del mal. ¿No era acaso Rusia la patrocinadora de una serie de malas acciones en el mundo? Sin embargo, después del ataque a las Torres Gemelas tendieron la mano en la lucha contra el terrorismo uniéndose a la comunidad internacional. Pese a ello, el apoyo de Rusia al tándem franco-alemán durante la guerra de Irak confirmó a los estadounidenses que los rusos eran irrecuperables. La generación posterior a Keenan y Brzezinski —que sí conocieron la Guerra Fría— es completamente distinta, está imbuida de una hubris tardía sobre la victoria de las democracias sobre el autoritarismo, y ponen en práctica una política donde Rusia está en el centro del mal. Finalmente, creo que la mentalidad estadounidense sigue profundamente marcada por la Guerra Fría, y este es un elemento de política interna bipartidista. 

Se han cumplido cuatro meses desde la invasión de Rusia a Ucrania, ¿cuál es su análisis de la situación actual? 

Rusia ha agredido a Ucrania, un país que, como ha reconocido EEUU, se ha preparado desde 2014 para resistir. Se han aprobado sanciones económicas a Rusia y la entrega de armas a Ucrania, por lo que estamos en una escalada que se va a profundizar en el campo de batalla con la entrega colosal de armamento pesado, por ejemplo de una docena de cañones César franceses y 40.000 millones de dólares, en parte de ayuda militar, recientemente aprobados por el Senado de Estados Unidos. 

También constato las palabras de Biden en la frontera de Ucrania diciendo que Putin no puede continuar en el poder, con lo que todo el mundo pudo deducir, aunque después diera marcha atrás, que estamos en una operación de cambio de régimen. Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, el general Austin, ha dicho que el objetivo es debilitar a Rusia para que no vuelva a hacerlo. En las palabras de los responsables de EEUU en ningún momento aparece la palabra paz o búsqueda de negociaciones. Son interesantes las palabras del expresidente brasileño Lula da Silva en el diario Le Monde de que en una crisis de tal gravedad Biden debería coger el avión e ir a Moscú para hablar, y decir qué va a pasar.

Dos semanas después de la invasión de Rusia a Ucrania Leon Panetta, director de la CIA y luego secretario de Defensa bajo Obama, dijo en una entrevista «estamos en una guerra indirecta [proxy war] con Rusia, lo digamos o no». A una parte del establishment de Estados Unidos le inquieta esta estrategia, por ejemplo en un reciente editorial del New York Times, o en Richard Haas, presidente del influyente Council of Foreign Relations. 

Tanto Haas como el New York Times se preguntan ¿cuáles son los objetivos de este compromiso y escalada? ¿Adónde vamos? ¿Qué quiere EEUU? ¿Qué quiere Ucrania? Los ucranianos quieren expulsar a las fuerzas rusas del país, pero luego ¿qué sucede? Esto necesita muchos recursos militares. EEUU y el G7 sostienen la política de Ucrania de volver a sus fronteras originales, incluyendo a Crimea. Estamos en una operación que yo calificaría de idealmente justa pero que entraña asumir riesgos de guerra bastante considerables. Razón por la cual estamos esperando que EEUU fije, de una cierta manera, las reglas y los límites de este ejercicio. 

¿Los intereses de EEUU y Europa, en esta guerra en suelo europeo, son convergentes? Georges Clemenceau, primer ministro de Francia, recordaba a su homologo Woodrow Wilson que “EEUU está lejos, protegido por un océano. Nosotros, no”. 

Tenemos intereses comunes que son la fuerza de nuestros valores: la democracia y la libertad. Estamos inmersos en un gran combate entre la libertad y el autoritarismo. Dicho esto, está la realidad: de la geografía, del comercio, de la estabilidad del continente y la prosperidad de los pueblos. La guerra en Ucrania afecta a los europeos porque somos nosotros los que nos enfrentamos al debate de seguir importando energía y tierras raras de Rusia. EEUU tiene sus propios recursos. Somos nosotros, los europeos, quienes estamos debatiendo sobre paralizar o no nuestras economías, y no es una cuestión teórica porque está en juego la estabilidad de las sociedades.

¿Por qué? 

Como ha señalado Robert Habeck, vicecanciller de Alemania, está en juego “la coherencia social”. ¿Esto qué quiere decir? La crisis económica lleva a una crisis social que a su vez lleva a una crisis política, y esto significa que, en las próximas elecciones, en Alemania o en otros países, los votantes, por el desempleo y el golpe económico a las clases medias, van a votar a los extremos. Los riesgos son muy considerables. EEUU está lejos, vendiendo su energía y, reforzando la OTAN, que es su agencia de venta de armamento. Los intereses de EEUU no son exactamente los mismos que los europeos, aunque estemos en el mismo campo en términos de valores y lo seguiremos estando.   

Jürgen Habermas, una gran figura de la filosofía europea, ha advertido a los alemanes de que no deben dejar que la ira contra Rusia y la admiración por Ucrania sustituyan la voluntad de diálogo y paz que tanto les ha costado conseguir. Usted es un gran conocedor de Alemania, ¿cómo interpreta sus palabras?

Alemania sigue asumiendo el peso de lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial y ha realizado un trabajo absolutamente considerable para liberarse de este peso. El canciller de Alemania, Olaf Scholz, no dice algo distinto que Habermas cuando dijo en un reciente discurso que Alemania, que devastó a Europa, tiene el principio fundamental de “nunca más la guerra”, que como canciller hizo el juramento de proteger al pueblo alemán, y que la guerra no vendrá de Alemania. La guerra son recuerdos muy dolorosos para Alemania, lo que se refleja en la intensidad del debate. Creo que Alemania, más que ningún otro país, busca soluciones de paz, no tanto para salvar su economía sino porque, por una cuestión de principios, Alemania no puede ser quien añada guerra a la guerra. Francia está cercana a la posición de Alemania.   

Volodímir Zelesnki ha dicho que solo la diplomacia pondrá fin a la guerra. ¿Qué puede hacer la diplomacia para conseguir la paz? 

Se está intensificando la guerra y el riesgo de que se vaya de las manos. La guerra son muertos, refugiados, y es Ucrania la que está sufriendo su impacto. ¿No hay una manera de decir como europeos, no como miembros de la OTAN, que es hora de pensar en un alto el fuego y la paz? Alemania, Francia e Italia ya han empezado a decirlo. No nos corresponde a nosotros decidirlo, es Ucrania quien tiene que fijar los límites, pero no lo podrán hacer si no se sienten arropados en un proceso de paz que haya sido previamente elaborado: neutralidad de Ucrania y garantías de su seguridad, un tratamiento específico del problema del Donbás con un estatuto particular, como por ejemplo, es el caso de Gales y Escocia. Crimea es un caso particular, ¿podría haber un nuevo referéndum? Francia devolvió a Alemania el Sarre, después de un referéndum, y también perdió el Valle de Aosta, dónde se hablaba francés, en favor de Italia. Existen soluciones en derecho internacional, pero Europa no puede hacer este trabajo sola. 

¿Por qué? 

EEUU debe intervenir, es el único país al que los rusos respetan porque en su concepción del mundo siguen en la Guerra Fría. ¿EEUU está dispuesto a decir que estos son los principios fundamentales y las líneas rojas? Como señalaba antes, corresponde a Ucrania presentarlo pero con el apoyo de la comunidad internacional, porque sin este apoyo no puede sobrevivir internacionalmente.  

¿Cómo ve el desenlace de la guerra?

Queda mucho camino por recorrer. Se tienen que sentar en la mesa, fijar las líneas, es decir, los principios básicos — soberanía, integridad territorial y fronteriza — y decidir lo que están dispuestos a discutir. Mi temor es que una vez la guerra terminada, se tendrán que hacer una serie de concesiones más importantes que las que se hubiesen hecho si hubiésemos discutido sin hacer la guerra. 

El conflicto va a durar, pero están empezando los debates internos tanto en Europa como en EEUU. En Europa algunos empiezan a pensar en el posconflicto y en sus consecuencias. La crisis alimentaria va a mover las cosas. Y en EEUU, donde se preparan las elecciones de mitad de mandato, algunos congresistas se preguntan si la inflación no se ha convertido en una prioridad mayor que el suministro de armas a Ucrania.

Esto va para largo.

Si, el conflicto va a durar pero están empezando los debates internos tanto en Europa como en EE.UU. En Europa algunos empiezan a pensar en el posconflicto y en sus consecuencias. La crisis alimentaria va a mover las cosas. Y en EE.UU, donde se preparan las elecciones de mitad de mandato, algunos congresistas se preguntan si la inflación no se ha convertido en una prioridad mayor que el suministro de armas a Ucrania .

Kishore Mahbubani, una eminencia de las relaciones internacionales, señalaba en una entrevista a la CNN lo siguiente: «El 88% de la población mundial vive fuera de Occidente y su percepción ha cambiado en los últimos meses. Constatan que lo que está haciendo Rusia está mal pero también, al mismo tiempo, que se trata de un juego geopolítico donde Occidente intenta debilitar a Rusia y no busca realmente la paz en Ucrania. Entonces, el resto del mundo dice “si ese va a ser vuestro juego en Ucrania debilitar a Rusia y a Putin —  esa es vuestra agenda no la nuestra, que es crear mejores reglas y un mundo mejor con más previsibilidad». ¿Así nos ven fuera de Occidente? 

Creo que las palabras de Mahbubani, fino observador del mundo occidental, merecen ser escuchadas. Los diferentes votos en las Naciones Unidas reflejan, en buena medida, que el mundo entero quiere guardar las distancias, y no es unánime en la condena de este conflicto Entonces, es muy interesante ver este distanciamiento de una serie de países que en teoría están en el campo occidental como por ejemplo Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos. Por su parte India también se niega a condenar a Rusia porque quiere seguir recibiendo armas debido a su situación entre dos países hostiles. Constato que grandes potencias emergentes y países pequeños, pero con peso en la comunidad internacional, ven un conflicto de objetivos que perturba las relaciones internacionales.  

¿Por qué?

Para empezar, es un conflicto que ocurre justo después del Covid-19 y ha puesto en jaque las cadenas de aprovisionamiento energético y alimenticio, como ha señalado el presidente de Argentina, Alberto Fernández. Existen temores de que se produzcan revueltas por el hambre en varios países de África del Norte o Egipto. Dirán que es la culpa de los rusos, pero es la culpa del conflicto. También se da un sentimiento de doble rasero por parte de Occidente, que se ha mostrado impaciente para denunciar los crímenes de guerra de los rusos pero no tanto para otros conflictos como, por ejemplo, en Yemen e Irak, dónde también hay crímenes de guerra. Finalmente, Occidente debiera estar vigilante a las cadenas de aprovisionamiento y financiación que se están forjando fuera de nuestras fronteras.

Esta semana tiene lugar la cumbre de la OTAN en Madrid. Según Liz Truss, ministra de Exteriores del Reino-Unido, la OTAN tiene que ser global y estar preparada para responder a las amenazas del Indo-Pacífico. ¿Es en el interés de Europa sostener una OTAN global?

El Tratado del Atlántico Norte fue concebido para luchar contra el Pacto de Varsovia y luego se transformó. La OTAN funciona por consenso, así que cada uno puede expresar su opinión y puede decir que no. Según la concepción francesa, la OTAN no es el instrumento de una policía mundial y tampoco una organización mundial. Obviamente hay uno que es más fuerte que los demás, y suele imponer su visión estratégica a los países que se encuentran en un estado de seguridad precaria como es el caso de los países de Europa Central. 

¿Cómo ve la relación entre Europa y China?

La Comisión Europea definió en 2009 el marco de la UE para tratar con China: un rival sistémico porque está desafiando la organización del mundo tal y como se concibió en 1945. China es un competidor económico y lo vemos en sus políticas de precios, de dumping, por lo que tenemos que ver cómo podemos trabajar con ellos. Finalmente, China sigue siendo un socio, porque los chinos nos necesitan y nosotros los necesitamos para nuestro propio desarrollo e investigación. 

¿Y entre Estados Unidos y China?

Estados Unidos tiene sus combates propios, como con China sobre el Pacífico. Como señalaba antes nuestros intereses no siempre coinciden con los de Estados Unidos, pero no se trata de ir contra ellos. Sí que compartimos los mismos objetivos en cuanto a la lucha contra las transferencias forzadas de tecnología, contra la apropiación de tecnología, por tener un mejor acceso a los mercados en China. En cuanto a los desequilibrios comerciales y financieros entre Estados Unidos y China, no es asunto nuestro. Tenemos un comercio con China que es considerable y necesario para nuestras empresas y la actividad económica, como lo es también para China. Sigamos trabajando sobre bases objetivas  


https://www.eldiario.es/internacional/maurice-gourdault-montagne-diplomatico-frances-intereses-eeuu-no-son-europa_128_9112248.amp.html


sábado, 9 de abril de 2022

Michel Eltchaninoff: "Putin invierte la Historia, los aliados de la II Guerra Mundial son ahora los nazis"


PARÍS.- Michel Eltchaninoff (París, 1969) es uno de los grandes especialistas europeos en filosofía rusa. Redactor jefe de la revista de culto Philosophie Magazine, Eltchaninoff publicó en 2015 el profético 'En la cabeza de Vladimir Putin' (que Librooks reed), que se reedita ahora. Ya advertía de la "restauración no oficial de la URSS" y de que Ucrania sería "la pieza clave". Ahora, "Putin invierte la Historia, los aliados de la II Guerra Mundial son ahora los nazis".

Desde la invasión rusa de Ucrania, Michel Eltchaninoff corre de plató de televisión a estudio de radio, multiplicando las entrevistas. No es de extrañar: todo el mundo pregunta por el autor del profético En la mente de Vladimir Putin, publicado inicialmente en 2015 y ahora en versión ampliada. Este filósofo, especialista en Dostoievski, al que dedicó una tesis, y redactor jefe de la revista Philosophie, vivió en Rusia a principios de los años 90. Vio surgir un discurso destinado a restaurar el orgullo ruso.

Usted escribe que Vladimir Putin considera que tiene una misión civilizadora. ¿Cuál es la base ideológica de esto?


Para Putin, la Unión Soviética fracasó porque estaba demasiado sometida a una ideología marxista-leninista en la que ya nadie creía. Está probando suerte con una ideología más amplia y sencilla, tratando de imponer la idea de una continuidad entre la Rusia Blanca y la Rusia Roja. Y el único vínculo entre ambos es el del imperio, el del aumento del territorio. El mito del imperio ruso, cuyas fronteras respiran y están destinadas a expandirse.

Para ello, se apoya especialmente en la corriente de los filósofos eslavófilos rusos del siglo XIX...
Proponen la idea de una civilización rusa separada y específica, diferente de la occidental. Vladimir Putin cita a Nikolai Danilevsky (1822-1885), que se ha convertido en uno de los principales inspiradores de su política. En Rusia y Europa, Danilevsky describe una competencia civilizatoria e incluso un conflicto inevitable con Occidente. 

Putin añade a este sustrato una capa de sovietismo, la idea de un gran Estado al que hay que dedicar la vida. Pero también el eurasismo (nacido en los años 20, y que postula que el destino de Rusia es desarrollarse hacia el Este). Y el conservadurismo, haciéndose pasar, desde 2013, por el guardián de la identidad cristiana de Europa para atraer a quienes lamentan los excesos liberales y societarios de Occidente. Juntos, forman una especie de nueva "vía rusa".

Vladimir Putin también cita a Ivan Ilyin, un teórico político de principios del siglo XX (1883-1954), del que toma elementos programáticos. ¿Quién era?


Ivan Ilyin era un emigrante ruso blanco, muy conservador, exiliado por Lenin en 1922. Su colección de artículos, Nuestras Misiones, se ha convertido en uno de los libros de cabecera de Vladimir Putin. Décadas antes de la caída de la Unión Soviética, Ilyin imagina lo que podría ser Rusia tras la caída del comunismo. Para él, el peligro es ser dividido, debilitado, desmembrado por Occidente en Ucrania y el Cáucaso, en particular. 

Para evitar el caos, Ivan Ilyin reclama la construcción de una nueva "idea rusa" y el advenimiento de un líder que no obedezca las mismas reglas que las de las democracias occidentales. El líder que reclama no estaría sujeto a la alternancia, al respeto de la ley, a la organización de un debate democrático. Describe la guía de una democracia de aclamación, a largo plazo y elevando el entusiasmo de su pueblo.

Sin duda, este libro tuvo un efecto impactante en Putin. Sin duda, se reconocía en la figura del líder implacable cuando tenía que serlo, querido por el pueblo y capaz de mantenerse firme frente a Occidente. Vladimir Putin también se las ha arreglado para tener un largo recorrido [recientemente hizo cambiar la constitución rusa para poder permanecer en el poder hasta 2036].

Otro de los pensadores favoritos de Putin es Lev Goumilev...

 
Lev Goumilev (1912-1992) es citado regularmente y aporta dos cosas a Putin: el eurasismo, que ya he mencionado, y el concepto de "pasionaridad", una idea pseudocientífica según la cual el pueblo ruso es depositario de una fuerza vital que no debe ni puede ser impedida. Occidente, decadente y envejecido, trataría de obstaculizar el despliegue de Rusia. Putin suscribe plenamente esta idea, a la que se refiere regularmente. Cabe destacar que no se trata de una teoría racista. Se cuida mucho de no caer en el nacionalismo étnico ruso, ya que es el jefe de un Estado multinacional y multirreligioso.

Los acontecimientos históricos se entrelazan con esta construcción ideológica contra Occidente...
Algunos acontecimientos se interpretan como un ataque directo a Rusia, cuando no lo son necesariamente. Por ejemplo, en 1999, justo antes de que Putin llegara a la presidencia, el bombardeo de Belgrado por parte de la OTAN [para presionar a la Yugoslavia eslava y ortodoxa tras la invasión de Kosovo] fue un profundo trauma para Vladimir Putin. El 24 de febrero, al declarar la guerra a Ucrania, el presidente ruso recordó que la OTAN había bombardeado Belgrado sin mandato de la ONU. Señaló que su indignación seguía intacta.

Al leer su libro, escrito en 2014, se nota una gran coherencia en el discurso de Putin. Además, terminó con una preocupación por el destino de Ucrania. Todo parecía estar trazado y, sin embargo, no estaba previsto...

 
Putin está en una postura viril de alguien que hace lo que dice y dice lo que hace. Dado que su discurso sobre Occidente y sobre Ucrania está establecido desde hace años, la posibilidad de que emprendiera una acción militar era una hipótesis muy probable. Por otra parte, era difícil adivinar el alcance de la acción. Sobre todo porque en Francia, muchos ciudadanos y políticos están fascinados por Putin. Nos gusta como personaje de una película, que molesta a la gente limpia y alimentada por la corrección política, un chico malo. Pero eso es ficción. Cuando se vive en Rusia, la brutalidad del poder es evidente.

Además, el presidente ruso sabe ofrecer sueños, fantasías y herramientas de conquista tanto a los ciudadanos de a pie como a los políticos. Desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda de nuestro espectro político, se ha repetido que no debe ser humillado. Según las agrupaciones políticas, esto se debe a la fascinación del líder, al antiamericanismo, al conservadurismo anti-Woke, a una forma de nostalgia del gaullismo en la derecha republicana.

Por último, tal vez la falta de previsión pueda explicarse también por una razón filosófica: los jefes de Estado y de empresa son utilitarios. Piensan en las consecuencias de sus acciones sobre el bienestar general y la prosperidad económica. En este esquema, era impensable que Vladimir Putin sumiera al mundo en una crisis de la que su pueblo saldría perjudicado. Nos equivocamos.

¿Tiene Putin una ambición mesiánica?

 
Es posible. Una parte de la cultura rusa cree que las ideas destinadas a revolucionar el mundo nacen en Rusia. Con su "vía rusa", Vladimir Putin se prepara para un mundo postoccidental, y se apoya en la fantasía de una superioridad sacrificada del hombre ruso. Actualiza una vieja tradición de mesianismo, según la cual Rusia debe ofrecer al mundo una idea unificadora y absoluta. Por ejemplo, en Lenin pisó la Luna (Solin/Actes Sud), acabo de estudiar una tendencia poco conocida en Occidente, pero que va desde el siglo XIX hasta nuestros días: el "cosmismo ruso", que consiste en querer hacer al hombre inmortal y enviarlo al espacio. Esto es un mito total.

Y hoy vemos la versión más atroz de ello en la invasión de Ucrania, presentada como una liberación del pueblo ucraniano. Esta inmersión desenfrenada del pensamiento de Putin en la ficción es aterradora. Cuando Jean-Luc Godard llegó a Rusia a principios de los años 90, dijo lo siguiente: "Rusia es el último país de la ficción", el país en el que la gente empieza a creerse las historias que cuenta. Y hay algo de cierto en esto, tanto que la palabra, en la cultura rusa, envuelve, a veces embriaga, hasta el punto de sustituir la realidad. Es peligroso cuando se convierte en ideología, sin dejar espacio para la realidad.

¿Qué opina de la imagen de un Vladimir Putin aislado, incluso enloquecido?

 
Uno nunca gobierna solo. Y Rusia tiene un Estado que funciona. Pero desde hace algunos meses, y más aún desde la declaración de reconocimiento de las repúblicas separatistas de Donbass, hemos notado que Vladimir Putin repite obsesivamente los mismos temas, una forma de encierro ideológico. Cuando describe la guerra en Ucrania como una nueva Segunda Guerra Mundial, percibimos una sustitución del mito por la realidad. ¿Está solo o no? ¿Es una psicosis colectiva o individual? Es imposible saberlo. 

Cuando dice: "Estamos luchando contra los neonazis ucranianos que se defienden con escudos humanos", sentimos que hemos entrado en una ficción que ya no admite la intrusión de la realidad. ¿Se lo cree o no? En cualquier caso, es muy preocupante.

Santiago Niño-Becerra, doctor en Economía: «La que va a perder, claramente, será Europa»


BARCELONA.- Lo que viene «va a llegar después de una pandemia incrustada en una crisis que comenzó hace 15 años», contextualiza el doctor en Economía Santiago Niño-Becerra, catedrático emérito de la Universidad Ramon Llull, profesor de Estructura Económica en la IQS School of Management, y autor de El crash del 2010

Tras la pandemia del covid, la invasión de Ucrania. Ante el solapamiento de desastres, cabe hacerse la pregunta que arroja el economista en Futuro, ¿qué futuro? «Esto es un desastre continuo que hacia el 2024 o 2025 se acabará», comienza.

—Pero con la invasión de Putin, en principio, no contábamos...

—Cuando se produjo la invasión de Ucrania, mi libro estaba saliendo de máquinas, pero sí digo en él que se está gestando un cambio en el orden internacional que se diseña en 1991, que adelanta Fukuyama en su artículo ¿El fin de la historia? Un nuevo orden se implanta en el 91 con la disolución de la Unión Soviética y el triunfo del modelo liberal, democrático. Ahí nadie supuso que China iba a convertirse en lo que se ha convertido.

—¿Ignoramos demasiado a Rusia?

—Creo que a Rusia se le trató mal y además se le dio por muerta. En el acuerdo de Malta, se dijo que la OTAN no iba a acercarse a Rusia. Eso se incumplió y, en el 2010, Rusia empezó a reforzarse con Putin. Hay dos aspectos que definen la personalidad de este señor: Putin fue Jefe del Comité de Relaciones Exteriores de la alcaldía de San Petersburgo. ¿Sabe qué retrato tenía colgado en su despacho? No el de Yeltsin, entonces presidente, sino el del zar Pedro I. 

El segundo hecho que define a Putin es que la mayor desgracia que le ha pasado a Rusia fue para él la disolución de la Unión Soviética. Cuando Rusia empieza a elevar la voz, el nuevo orden del 91 había cambiado. Hablamos de los años 2012, 13 y 14: China empieza a ser una potencia. Si miramos el mapa, Letonia, Estonia y Lituania son miembros de la OTAN; por abajo, en Moldavia ya está el Transdniéster, la zona rusohablante; en Georgia ha intervenido Rusia; en la zona de Osetia hay movimientos prorrusos... 

Y Rusia dice: «Si Ucrania entra en la OTAN, tengo a la OTAN dentro de casa». La OTAN/Europa/ EE.UU., al margen de lo agresivo que haya sido el señor Putin, intervenir en Ucrania se lo han puesto en bandeja.

—¿Presionará Putin el botón nuclear? Ha cumplido ya sus otras amenazas.

—En el 2018, Rusia ya ha renovado todo su arsenal nuclear. Tiene los misiles hipersónicos y tiene drones submarinos. En resumen, ha renovado su armamento y ha entrado en Ucrania en defensa de la zona rusohablante, lo que recuerda a lo que hizo Alemania en los Sudetes. A Putin le interesa el Donbás, conservar Crimea y un pasillo que incluya Odesa hasta el Transdniéster. La guerra en sí, en dos o tres semanas, habrá acabado.

—¿No será una guerra de desgaste?

—Fíjese las fotos de los tanques que está usando Rusia, es chatarra. Está usando armamento muy antiguo. Está haciendo lo mismo que hicieron los Estados Unidos en Vietnam en el primer año. Ese primer año en Vietnam, Estados Unidos solo utilizó chatarra, para sacarse de encima el excedente que tenía. Rusia está usando soldados de reemplazo. ¿Dónde está el Ejército profesional ruso? No está utilizando armamento realmente moderno, que lo tiene. Está usando el Sukhoi 35, un avión muy antiguo. ¿Por qué? ¿Para no dar la imagen de que quiere provocar? 

—¿Saldrá ganando alguna potencia de esta situación?

—La ganadora clara va a ser China. Si alguna relación había entre Rusia y Europa, queda rota. Rusia, claramente, se va a convertir en un aliado de China, con lo cual toda la tecnología a nivel militar la va a compartir con China. Estados Unidos atraerá completamente a Europa y la que va a perder, claramente, será Europa.

—¿Pero a China le conviene esta guerra, un cambio en el orden internacional?

—Sin duda. China sale reforzadísima. La imagen que yo tengo ahora es la de China sentada en un sillón fumando un puro, viendo el cambio que está sucediendo en el tablero internacional, y ella intocada, viendo que va a ganar. ¿Se ha enterado de la tecnología interceptadora de drones que usa Rusia? Está haciendo caer todos los drones de Ucrania con tecnología china, y la empresa que ha creado esta tecnología dice que le han hackeado los rusos. ¿Usted se cree esto? 

Lo que yo no tengo claro es que Rusia gane. A Rusia le iba muy bien la situación de proveedora de gas a Europa, era una situación cómoda, había mucho intercambio comercial. Es mucho más fácil tratar con un alemán, con un francés o con un sueco que con un chino. Al margen de los efectos que esta invasión está teniendo, que está generando inflación, no sucede, como dice el Gobierno, que la inflación sea culpa de la guerra. En absoluto.

(...) El concepto de Estado, de país, de nación está claramente en declive y vamos al concepto de área, de zona, de clúster, donde las corporaciones tendrán presencia y habrá zonas completamente vacías. Sobrevivir más allá de la pandemia en este nuevo orden internacional que se está gestando, precisa una serie de cosas: enorme flexibilidad, tener capital, una alta productividad... y esto ciertas zonas lo tienen y otras no lo tienen.

—¿Lo tienen cada vez menos zonas, menos corporaciones, menos manos?

—Exacto. Entonces, a nivel social y personal, la población va a tener que (y esto no sé cómo decirlo) conformarse con menos. No todo el mundo va a poder tener un Ferrari... El concepto de propiedad que teníamos nosotros ha cambiado. La generación Z va a ser la gran perdedora. La T, los que vienen después, será ya la generación del nuevo modelo; no habrá conocido otra cosa, no arrastrará nada del pasado y estará totalmente integrada. La T vivirá carencias, pero no habrá conocido la abundancia. No tendrán propiedades, habrá mucha precariedad laboral... 

Pero la generación Z lo tiene muy negro. Quienes sean muy inteligentes y tengan contactos sobrevivirán. En esa supervivencia, habrá que ser superflexibles y resilientes. La gente tendrá que montarse su película.

—¿Quizá será un poco como lo pinta «Black Mirror»? Igual los jóvenes no tendrán un buen empleo ni buena comida, pero sí «smartphones»...

—Sí, eso sí, porque el smartphone además es un instrumento de ocio. En lo de no poder comer, entra la renta básica. Habrá renta básica porque habrá que comprar la paz social. Yo hablo del trinomio social: renta básica, marihuana legal y ocio gratis. Y ahí entra el metaverso...

—¿Qué cabe esperar del metaverso?

—Al margen de que se utilice para trabajar, el metaverso básicamente estará orientado al ocio. Y ahí tendremos a buena parte de la población...

—¿Anestesiada? 

—Exactamente. El Gran Reset, mire en la página del Foro Económico Mundial (WEF), dice cosas como: «Será más feliz el que menos cosas tenga» ¿Pero por qué? Porque no se va tener lo que se quiere. En los años del «España va bien», usted recordará que uno iba al banco, pedía un crédito e iba de vacaciones a las Maldivas. Eso se acabó. Irá a las Maldivas el que tenga avión privado. Los millennials creo que lo han integrado bien, pero la generación Z ha pillado la parte más negra: el inicio de la crisis en el 2008, la de la deuda del 2021 y la pandemia. ¡Estos lo han cogido todo!, y sus consecuencias... Sería interesante saber la distribución por edades de las consultas de psicólogos y psiquiatras.

—¿Será distinto en otros países?

—Un danés o un noruego lo tiene menos complicado que un español... Una alumna mía me consultó sobre si irse a Noruega porque a su pareja le había salido un empleo y ella tenía la opción de trabajar allí como economista. Se fue y está de fábula. Hace una semana le concedieron la nacionalidad noruega. ¿Quiénes se van? Los más capaces, inteligentes, con una mayor cultura del esfuerzo. 

Esto es lo malo: se van fuera los mejores. España se está descapitalizando de capital humano. Unos se van y otros están subempleados. La palabra sobrecualificación es una trampa. El problema no es de los chicos o las chicas que han estudiado. El problema es que aquí no hay demanda de trabajo para su cualificación. El mundo pospandemia va a ser un mundo duro...

—Un mundo de filosofías, sino de habilidades, señala, «independientemente de como las hayamos obtenido».

—Exactamente. Tesla hizo una contratación de programadores hace unos meses y no pidió ningún título. Les puso una prueba y el que la pasó entró; es un cambio radical respecto a lo que hemos estado viendo. ¿Sabes la implicaciones que tiene eso? Por eso recalco en el libro que «lo necesario es lo importante». ¿Esto es necesario? Es importante. Si noes necesario, si lo puedes pagar o lo quieres hacer por tus medios... adelante, si no no. Esta es otra película, otro mundo. Hay países, zonas y empresas muchísimo más preparadas que otras. 

—¿España no está entre los mejor preparados?

—Hay zonas que sí. El gran problema que tiene España es la dependencia. En España hay 17 plantas de ensamblaje de automóviles. Todas dependientes de empresas cuyas sedes no son españolas. Imagínese que mañana PSA Citroën decide cerrar la fábrica de Vigo. O Volkswagen decide cerrar la planta de Barcelona... Una catástrofe. ¿Qué puede hacer España para evitar eso? Nada. ¿Qué ha pasado con Alcoa en San Cibrao? 

Esa dependencia de España, a nivel industrial, tecnológico, etcétera, es tremenda. El 75 % de la energía que consume España, la importa. El turismo... España es potente en turismo. Sí, pero el turista ha de venir, no se le trae agarrado de una oreja. Si la familia alemana que ha venido aquí durante cinco años seguidos a Tossa de Mar decide este año irse a Croacia, no vendrá aquí.

lunes, 7 de marzo de 2022

Francisco Gan, teniente general del Ejército español: "No existe posibilidad de ganar este conflicto con las armas que se están enviando a Ucrania"


MADRID.- Francisco José Gan Pampols es teniente general del Ejército de Tierra -actualmente en la reserva- y ha sido jefe del Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN (NRDC-ESP). Entre las muchas operaciones en las que ha participado en el extranjero, fue jefe de operaciones de SPABRI I en Bosnia-Herzegovina como miembro de la Alianza Atlántica. Gan Pampols atiende a 20minutos para responder a las incógnitas que planean en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, desde la estrategia militar rusa hasta las intenciones del presidente Vladimir Putin

Creíamos que la invasión de un país a otro era algo de otros tiempos ¿Es realmente tan raro lo que estamos viviendo en Ucrania?

No lo es en absoluto. Tenemos una percepción un poco deformada de cómo es el mundo. Tendemos a reducirlo a lo que nos rodea, a lo que conocemos y vemos en medios de comunicación y redes sociales, pero el mundo es más extenso y más complejo. Nosotros no vemos África, por ejemplo, pero allí no ha dejado de haber conflictos durante todo el siglo XX, y algunos de ellos perviven en el XXI. 

Lo que estamos viendo es una catástrofe, pero lo que nos impacta es que lo vemos en directo, minuto a minuto, y que está relativamente cerca. La percepción de proximidad no nos la da la distancia geográfica, sino la disponibilidad de información, de imágenes, de compatriotas que están allí, de familiares… Ahora mismo la guerra de Ucrania la tenemos en el salón.

En los últimos meses, muchos analistas y expertos aseguraban que la guerra era imposible ¿Qué ha fallado en las predicciones?

Me gustaría hacer una precisión sobre el termino analistas y expertos. Desgraciadamente, se está empleando mal. Los verdaderos analistas y expertos en Rusia, en la OTAN y en armamento sabían y decían que estábamos al borde de un conflicto de estas características. Porque, además, el que lo ha provocado lo lleva diciendo desde 2008. Al margen de que luego Putin mienta descaradamente cuando trata de enmascarar la acciones, su intencionalidad y su discurso siempre han sido el mismo: recuperar el sentido de seguridad y despliegue que le proporcionaba la antigua Unión Soviética y el pacto de Varsovia.

 Esto no ha cambiado, el proceso de rearme y modernización de Rusia, la creación de nuevos sistemas de armas, los misiles hipersónicos. Occidente podía pensar que era autobombo, pero la realidad es que un país con el PIB que tiene Rusia invierta tanto en armamento, en una proporción extraordinaria en comparación con otros países, nos significa nada más que de una u otra forma iba a acabar teniendo voluntad para emplearlo.

¿Estados Unidos acertó entonces?

Estados Unidos, actuando como nunca antes lo había hecho, compartió información de inteligencia que era solo para sus ojos. La ha difundido 'sanitizada', no lo ha dicho todo, pero sí que Putin iba a invadir, y en Europa se les acusó de catastrofistas, interesados, de inducir a la guerra. ¿Pero alguien pensaba que se reúnen 150.000 efectivos terrestres, marítimos, aéreos, que se alteran cursos de satélite y que se emplea la guerra del ciberespacio para nada? No va así. El esfuerzo que supone el planeamiento logístico y el plan de operaciones determina clarísimamente que había una voluntad de actuar desde hace bastante tiempo.

¿Por qué cree que Putin ha tomado esta decisión?

Existen lo que se llaman objetivos políticos de una acción. Decía Carl Von Clausewitz que la guerra es la continuación de la política por otros medios, y en esta guerra hay un doble objetivo político. Por una parte, para impedir que Ucrania entre en la OTAN y por otra alejarle todo lo posible de la Unión Europea, porque la parte de interés económico-social debería gravitar sobre Rusia, ese sería el objetivo político. En estrategia militar, eso se consigue con unos objetivos estratégicos, operacionales y luego se desarrolla con los objetivos tácticos sobre el terreno. 

El estratégico es que, si quieren que Rusia controle a Ucrania, van a debilitarla económicamente de tal forma que no sea posible su inclusión en la UE, esto se hace quitándole sus fuentes principales de financiación: las minas, Donetsk y Lugansk, una parte de su infraestructura nuclear, que es la que proporciona energía al conjunto del país y privarle de sacar sus recursos naturales por el mar, que es el flete más barato que existe.

¿La entrada de Ucrania en la OTAN se hace imposible?

La Alianza Atlántica no puede en ningún caso admitir en su seno un país que tenga diferendos territoriales internos con otro, porque inmediatamente significaría que si lo admite entran en guerra. Ahora mismo no solo Crimea, sino también Járkov, la parte al sur, la de Odesa, todo eso está ocupado y en disputa. Por eso no va a ser posible el ingreso, por más que el pueblo ucraniano nos suscite la mayor simpatía del mundo y la solidaridad.

¿Esto aleja la inseguridad y la amenaza de misiles apuntando a Rusia que esgrime Putin?

Es un problema atávico de Rusia desde tiempos de Catalina la Grande. Rusia se considera un país continente y todo lo que está próximo o tiene que ser neutral o amigo, pero en ningún caso adversario. Seamos sensatos: el hecho de que Ucrania perteneciera a la OTAN no significaría en ningún caso que hubiera un misil apuntando a Moscú, porque los misiles que apuntan a Moscú ya existen, de la misma manera que existen los que apuntan a Nueva York, a Washington, a Madrid, a Londres, a París y a dónde sea. Con la cantidad de cabezas nucleares que hay en el mundo, ¿de verdad alguien cree que necesitamos desplegarlas en Ucrania? No tiene ningún sentido.

¿Y cómo pretende Putin conseguir sus objetivos militares?

Presionando al Gobierno, a través del cerco a las ciudades, amenazando a la población civil, incrementando las dificultades para el desarrollo ordinario de la vida de modo que Zelenski tenga que acabar sentándose a negociar y pacte un alto el fuego, y luego se establezca una situación de facto que con el tiempo se convertirá de iure y se hará permanente. Y los objetivos tácticos son lo que vemos todos los días: cañonazos, bombazos, sacudir la torre de comunicaciones, quedarse con un puerto, destruir un aeropuerto, etc.

En cuanto a la estrategia militar, un kilométrico convoy ruso se dirige a Kiev desde hace varios días ¿Por qué Ucrania no lo ataca antes de que llegue?

Porque no tienen con qué. Lo están atacando con lo que tienen, que es poco. Unos drones armados que compraron a Turquía. Pero es un ataque mínimo, porque si Ucrania dispusiera de poder aéreo, esa columna sería ya pura chatarra. Actualmente, su avance es mínimo. Una columna no puede estar cuatro días a 20 kilómetros de Kiev. Imagino que ya se dan cuenta de que, aunque mida 60 kilómetros, tienen múltiples problemas, desde carburantes, repuestos y averías, hasta municionamiento y alimentación.

¿Y esos problemas logísticos se deben a una mala estrategia militar?

Probablemente no se planeaba ni se esperaba así. Es imposible, o ya tendrían al estratega en el Gulag (ironiza). Esto no puede ser fruto de la planificación de un logista militar, más bien de lo que en términos bélicos se llama 'niebla de la guerra'. Por diversos motivos, hay un montón de columnas que acaban coincidiendo sobre un itinerario que logísticamente no las puede soportar y literalmente se empantanan. Cuando empieza el deshielo, el terreno a los lados de las vías de comunicación se vuelve blando, con lo cual los vehículos pesados, literalmente, se clavan.

Una vez lleguen los refuerzos rusos a Kiev, ¿cuál será el siguiente paso?

Hay dos posibilidades. Una, que se cree un cerco progresivo y poco a poco se vayan utilizando medios acorazados e infantería para ir casa por casa cerrando el círculo hasta aislar la ciudad y el poder del resto del país. Otra opción, como al presidente Putin se le agota el tiempo, sería empezar a tomar medidas drásticas como arrasar una ciudad como un castigo ejemplar, y señalar que vas a seguir haciendo eso con otras ciudades. Es de una crueldad extrema, pero no lo descartemos porque ya lo han hecho, en Siria por ejemplo, en la ciudad de Alepo, y también en Chechenia, en Grozni.

Pese a la desventaja del Ejército ucraniano frente al ruso, la invasión no ha sido tan rápida como esperaba Putin ¿Por qué?

Hay cuatro razones que lo explican. La primera es que probablemente el mando ruso sobrevaloró su capacidad en potencia de combate sobre el terreno, y luego no ha sido capaz de hacer todo lo que quería. 

Por otra parte, cuando se analizó la capacidad de resistencia del Ejército ucraniano, se dijo que era escasa o nula, que caerían con una pequeña embestida, y lo que hay es un resistencia organizada, programada y muy intensa. La tercera es que no consideró el factor población o lo hizo mínimamente, pensando que mayoritariamente las zonas rusófonas tendrían una acogida entusiasta de las fuerzas rusas, y tampoco ha sido así. 

La población ucraniana ha cerrado filas, ha decidido combatir al lado de su ejército, están ingresando voluntariamente en las filas y, generando batallones civiles y están decididos a resistir hasta la última gota de sangre. La última es que la comunidad internacional ha reaccionado rápido y bien, y aunque las medidas económicas van a tardar en notarse, lo cierto es que la presión a la que está sometiendo al presidente Putin es muy elevada.

No habrá sin embargo envió de tropas ¿Únicamente con sanciones económicas y envió de armamento existe la posibilidad de que Ucrania pueda ganar la guerra?

No existe la posibilidad de ganar este conflicto con las armas que se están enviando. Y tampoco es realista pensar que una potencia vaya a enfrentarse directamente a Rusia sobre el terreno ucraniano.

¿Entonces se enviarán armas hasta que ya no puedan más?

Hasta el último ucraniano, efectivamente.

Hay varios finales posibles a este conflicto ¿Cree que existe un escenario en el que se usen las armas nucleares?

Sé que el que tiene un arma nuclear está en condiciones de usarla, pero no creo en ningún caso que lleguemos a esa escalada, porque no habría una decisión posterior. Una vez se emplea el arma nuclear ya no hay vuelta atrás y no creo que nadie espere que la destrucción mutua asegurada de la humanidad sea una hipótesis plausible.

miércoles, 2 de marzo de 2022

José Luis Mazón, un héroe con toga, contra el vacunazismo: "La Humanidad tiene sus protectores no visibles pero muy eficaces"


ELCHE.- Es un enamorado de El Quijote, y de La Imitación de Cristo, de Tomas Kempis, adora la buena cultura clásica en la que busca sosiego e inspiración. José Luis Mazón es un héroe con toga, fruto de su tesón y de su espíritu guerrero. Es un magnífico estratega. admirador del mariscal Jhukov, el héroe de Stalingrado, del que es un más que digno discípulo. Es un honor combatir a sus órdenes al globalismo. No le gustan las lisonjas porque decía Quevedo, que no hay lisonja sin puñalada, y por su natural estoico y su esforzada humildad. Lo ha entrevistado Rambla Libre.

En un momento dado, el periodismo funciona como cohortes cerradas destilando odio contra los no vacunados como un pensamiento único vacunazi…¿Hay una responsabilidad colectiva, de empresa, de profesión?

El periodismo actual sirve al globalismo de una manera super vergonzosa. Que pena es un “antiperiodismo” no quedan defensores de la verdad. Solo feladores y feladoras del Estado profundo.

Recuerdo una canción en los sesenta, que decía que “Mejor estar muerto que preso pa to la vida en el penal del Puerto”.

Ahora ha bajado la presión en todos los medios, ¿significa que el enemigo se repliega?

El enemigo es multidimensional y en la más profunda se puede decir que vive del “pánico continuo” y lo seguirá fabricando. Ahora ha entrado en una nueva plandemia,  es la Tercera Guerra Mundial con Ucrania por telón de fondo.

El enemigo real y verdadero está por encima del poder de los globalistas que solo secundan lo que les dictan por encima.

Y es un enemigo que tiene “armas mentales”, que puede manipular la opinión pública y no solo por los medios de comunicación o sus cohortes como Google, Facebook, etc...

Todo lo que ocurre en el mundo sucede porque ellos previamente lo han controlado. Aunque no son todopoderosos y también tienen errores.

Tal vez la dictadura de las vacunas y el covid pase a un segundo plano con Ucrania y su pánico mundial. A Putin le calientan para amenazar con disparar el botón nuclear y ya dice que está ordenando que apunten con las armas, esto va en la linea del Estado profundo.

Yo creo que los globalistas han metido a Putin en una trampa mortal porque Putin se siente el nuevo zar de las Rusias, resistente al globalismo, creo que Putin terminará con un golpe de Estado desde el propio ejército ruso. O eliminado de alguna forma extraña como tal vez pasó con Chávez.

Creo que una solución (impracticable) para pararles es “incomunicarse” no recibir noticias de sus acciones, que no sepamos nada de sus hazañas de creación de terror, después de todo el globalismo es una creación para fabricar terror en la Humanidad, es la organización terrorista más fuerte creada en las sociedades humanas que hemos conocido.

¿Ganaremos los antivacunas esta guerra?

Ya la hemos ganado, no les ha salido tan bien el experimento como esperaban. Resistir es la frase mágica que puede con todo.

¿Salvarán los no vacunados a la Humanidad como dijo el premio Nóbel Luc Montagnier antes de morir?

La no vacunación preserva que la semilla del espíritu humano no resulte dañada porque las vacunas buscan robar al humano su esencia ante todo, la vacuna hace que se aminore la resistencia y favorece a los depredadores del espíritu humano. La Humanidad tiene sus protectores no visibles pero muy eficaces,  que son fuerzas muy superiores al lado oscuro, capaces de hacerle retroceder y que nos dejen en paz.

Don Quijote los llamaba “sabios encantadores amigos” que él también tenía y que hicieron eterna su historia, que fue una historia real que Cervantes se encargó de resumir sobre la base de unos manuscritos que eran fuentes auténticas.

¿ Habrá un juicio de Nüremberg contra los criminales de la plandemia?

Sin duda y uno verdadero porque en Núremberg se sentaron a 22 o 23 jerarcas del partido nazi. Eso fue una vergüenza de insignificancia. Los nazis escaparon impunes en su gran mayoría.

Stalin y Roosevelt discutieron sobre esto, el georgiano pidió fusilar a 50.000 nazis, el americano se conformaba con 40.000, Churchill se opuso a este plan. Era un feligrés convencido del Estado de Derecho. Yo empiezo a creer más en la “justicia natural” que incluye la pena de muerte para estos graves crímenes. Bill Gates debería de ser condenado por un tribunal y  fusilado por estricta justicia natural. 

Los que han ordenado o consentido la sedación y el encierro inhumano de ancianos que han muerto merecen pena capital, y ahí está Pablo Iglesias, vicepresidente responsable del Covid en residencias,  los consejeros de Sanidad, Sánchez. Y siguiéndoles el juego con este sacrificio ya podríamos bajar la tasa humana quitando la peor escoria.

Entrevista completa en:

http://ramblalibre.com/2022/02/28/entrevista-a-jose-luis-mazon-un-heroe-con-toga-contra-el-vacunazi-risto-mejide-en-los-medios-solo-hay-feladores-del-estado-profundo/