MURCIA.- La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente ha
localizado una población reproductora de gallipato ('Pleurodeles waltl')
en el Parque Regional de Sierra Espuña. El libro rojo de los
vertebrados de Murcia (2006) lo cataloga como especie vulnerable.
De
este modo, el gallipato es un anfibio urodelo (con cola en estado
adulto) de hasta 30 centímetros de longitud que se puede encontrar en la Península Ibérica y Marruecos, según han informado fuentes del Gobierno
regional en un comunicado.
Es raro en todo el sureste ibérico,
con escasas poblaciones presentes en las Sierras del Segura y las Villas
(Jaén, Albacete) y la zona de Villena (Alicante). Está ausente en toda
la mitad oriental de Granada y en la provincia de Almería.
En
Murcia su presencia reciente se limita a la rambla de Tobarrillas
(Yecla), donde la Asociación Herpetológica Murciana (Ahemur) localizó
dos ejemplares adultos en 2010. Se desconoce la situación actual de la
especie en esa zona.
Agentes medioambientales han confirmado la
reproducción de esta especie en Sierra Espuña, tras la localización de
cinco ejemplares en avanzado estado de desarrollo, en una fuente que
cuenta con una alberca tradicional accesoria.
Y es que, según
Ahemur, la presencia del gallipato en Espuña refuerza el valor de este
espacio natural como refugio de una importante biodiversidad y una de
las zonas con mayor diversidad de anfibios del sureste ibérico. Los
anfibios son un elemento imprescindible en los sistemas naturales, donde
actúan como controladores de las poblaciones de invertebrados, y son un
excelente bioindicador de la salud de los ecosistemas.
Junto al
gallipato, se reproducen otras seis especies en su entorno,
concretamente el sapo común ('Bufo spinosus'), sapo corredor ('Bufo
calamita'), sapillo moteado ('Pelodytes punctatus'), sapo de espuelas
('Pelobates cultripes'), rana común ('Pelophylax perezi'), y el sapo
partero bético ('Alytes dickhilleni'), especie endémica del sureste
ibérico. A estas especies se podría sumar la salamandra ('Salamandra
salamandra'), que también fue citada hasta los años 90, y tal vez siga
presente en la zona.
La dirección del Parque
Regional de Sierra Espuña va a poner en marcha una serie de medidas,
propuestas por Ahemur, para mejorar la accesibilidad de diversas
albercas y balsas, lo que contribuirá a mejorar las condiciones de vida
de los anfibios. También se pondrán en marcha medidas para el adecuado
seguimiento de la especie.
Los principales problemas de
conservación que afectan al gallipato, como al conjunto de los anfibios,
tienen que ver con la alteración y la destrucción de las zonas
acuáticas que utilizan para reproducirse.
Si a esto sumamos los
efectos del cambio climático, la introducción de especies invasoras
(galápagos, peces y cangrejos), y la mala prensa que tienen a escala
popular, llegamos a la situación actual, en la que los anfibios están
considerados como el grupo de vertebrados más amenazado a nivel mundial.
Las
últimas citas del gallipato en Sierra Espuña datan de los años 80 y 90
del pasado siglo. En distintos muestreos recientes de anfibios
realizados, tanto por personal del Parque, como por la Universidad de
Murcia, y asociaciones como Ahemur y Meles, no había vuelto a detectarse
su presencia.
Con anterioridad, en la primavera de 2014, el
biólogo y naturalista local Eugenio Martínez Noguera, observó dos
ejemplares adultos en este mismo sitio, y previamente, durante las
labores de restauración y refuerzo de otra alberca tradicional, los
agentes medioambientales encontraron una hembra adulta. Tras estos
avistamientos, se ha realizado un seguimiento que ha permitido confirmar
la existencia de una población reproductora de la especie.
El
gallipato cuenta con una biología peculiar. En estado adulto alterna
periodos de actividad terrestre y acuática, donde lleva a cabo su ciclo
reproductor. Posee un mecanismo defensivo único en el mundo animal, pues
es capaz de atravesar su propia piel con los extremos puntiagudos de
sus costillas, para defenderse en caso de ataque.
Para ello cuenta
con unos orificios situados a ambos costados del cuerpo. También tiene
una sorprendente capacidad de regenerar algunas partes de su cuerpo en
caso de accidente o amputación, aspecto que no ha pasado desapercibido
para la ciencia, por lo que han sido usados en laboratorios de todo el
mundo en proyectos de investigación relacionados con la embriología, la
fisiología e incluso la biología espacial.
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