Este libro refleja los deseos, motivaciones, críticas…, es decir, la
visión que tienen las mujeres en prostitución y los puteros acerca de
una realidad tan compleja como es la prostitución.
Por ejemplo, los
hombres reconocen que buscan placer, diversión, relax, afecto, tetas
grandes, amistad, sexo rápido y sin compromiso —“McSexo” se
denomina— y de calidad.
Pero la sociología va más allá de estas
declaraciones: como “ciencia de la sospecha”, cuestiona que lo dicho sea
cierto y por eso este libro parte del cuestionamiento de las razones
manifestadas por los clientes para llegar a conocerlos y diferenciarlos
bien.
Y esto no resulta nada fácil, ya que entre los clientes de
prostitución están representados todos los grupos de edad, ocupaciones y
niveles de formación. Eso no es lo que los diferencia. Las autoras han
logrado establecer una tipología de clientes que permite entender
quiénes son, a quién buscan, qué demandan y, sobre todo, cómo piensan
los clientes de prostitución en España.
No podía faltar el análisis de
la industria del sexo en nuestro país, con sus latifundios y
minifundios, que mueve millones de euros y constituye un lobby
empresarial potentísimo.
Acudir a un club de alterne para
mantener relaciones sexuales con una mujer previo pago es para los
hombres un gesto mucho más frecuente de lo que pudiera parecer, pero no
todos los que lo hacen son iguales o, al menos, tienen las mismas
motivaciones. Así se asegura en el libro, en el que tres investigadoras
analizan cómo es el mercado del sexo a nivel nacional.
Después de tres años indagando en prostíbulos de todo
el país -gracias a la financiación del Instituto de la Mujer- y
manteniendo entrevistas con clientes, las autoras han llegado a la
conclusión de que España es uno de los países de su entorno en el que
más sexo de pago se consume y han encontrado cuatro perfiles de
«prostituidores».
«Los dividimos en misóginos, amigos, mercantilistas y
críticos», explica una de las autoras. «A nosotras el que más nos llamó la
atención fue el del mercantilista, porque se trata de jóvenes con
estudios universitarios, guapos, que no tendrían ningún problema para
ligar y, sin embargo, van a un club de alterne buscando prácticas
sexuales nuevas o mujeres exóticas. Son personas educadas en la igualdad
que, sin embargo, no identifican que se trata de una explotación»,
explica.
Menos sorprendente les resultó el perfil de misógino,
«que declara animadversión por la mujer», o el del amigo, aquel que
«desarrolla sus actividades sociales en los clubes de alterne», explica
también la autora, que constata que, en general, entre los clientes hay «gente
mayor, jóvenes, médicos, profesores o fontaneros y todos son gente
normal».
En cuanto a los críticos, «son aquellos que lo probaron alguna
vez, pero fueron capaces de empatizar y de darse cuenta de que era un
abuso», cuenta .
En definitiva, este libro nos permite conocer
de cerca cómo la prostitución ha adquirido una relevancia insospechada e
impredecible en el contexto de liberalización sexual de la mujer; y
cómo la explotación y precarización se ven cada vez más normales.
El putero español.
Quiénes son y qué buscan los clientes de prostitución
PVP: 16.5 euros (IVA incluido)192 páginas
Formato: 13,5x21 cm
ISBN: 978-84-9097-003-4
Ref: 1CM524
marzo 2015
La investigación de Águeda Gómez, Silvia Pérez y Rosa M. Verdugo se
compone de un centenar de entrevistas a mujeres que ejercen la
prostitución (43), clientes (29), empleados y dueños de clubes de
alterne y trabajadores y trabajadoras sociales, además de varios grupos
de discusión.
Un informe elaborado por la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y
de la Igualdad de Oportunidades del Congreso de los Diputados calculó
en 2007 que alrededor de 300.000 mujeres ejercen la prostitución en el
conjunto del Estado, siendo la gran mayoría pobres, inmigrantes y en
situación irregular, y que el 99,7% de los clientes son hombres. Ese
mismo informe calculaba que los españoles gastaban 50 millones de euros
diarios en prostitución.
Otro estudio, publicado en 2006, señalaba que
el 11% de los hombres españoles habían demandado servicios sexuales en
el último año, una proporción que duplicaba las cifras de Portugal o
Alemania y que multiplicaba por diez las de Francia o Reino Unido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario