El perfil del gran capataz de "Mafia nostra" en la capital regional parece ser el de un hombre de 59 años, bien parecido, alto, ingeniero no formado en el extranjero, bastante conocido socialmente pero algo alérgico a las candilejas más rigurosas, oriundo de una comarca deprimida de la Región de Murcia, dependiente de un grupo de selectos "capos" residentes en Madrid, y muy discreto en sus movimientos fuera de Murcia, a la que suele ofrecer como un verdadero botín de guerra al primer depredador de altura que se le cruza en su camino. Y encima, parece que va de mecenas, tal que el último Carleone que vimos en la tercera parte de "El Padrino".
Miedoso más que prudente, dicen, suele comprar voluntades y conciencias por poco dinero aunque puede que sea el que más volumen maneje de entre los murcianos. De un tiempo a esta parte, parece se ha confiado por el control que dice ejercer entre la Judicatura próxima pero no pensaba en el contratiempo de la llegada de Zapatero a La Moncloa. Cuando en la Región mandaba el PSOE de Collado, cuentan tenía en un puño y "cogidos" a sus dirigentes mediante la información confidencial que le suministraba un socialista traidor. Ahora puede tratar de congraciarse con el poder socialista pero su última y controvertida trayectoria se lo ha puesto muy dificil, según los policías y fiscales que vigilan de cerca todas sus actividades "legales". (ZPI)
