Es inconcebible que exista
suficiente riqueza en el mundo para cubrir las necesidades de toda la Humanidad, pero se destina a cubrir la codicia de unos pocos.
Es
inconcebible que mueran inocentes todos los días sin que nadie se
preocupe de evitarlo.
“Quizás
crean que soy un soñador”, como cantaba John Lenon, pero lo que
vemos ahora en el mundo no lo he encontrado ni en mis peores sueños.
Es
inconcebible que los cuatro jinetes del Apocalipsis estén cabalgando
a sus anchas por el mundo: la guerra, el hambre, la peste, la muerte,
sin que nadie pueda evitarlo.
Estos
cuatro jinetes son descripciones simbólicas de diferentes eventos
que tendrán lugar durante el periodo de la gran tribulación:
-
El primer Jinete banco representa el anticristo. Parece referirse al
anticristo, a quien le será dada autoridad y conquistará a todos
los que se opongan a él.
-
El segundo Jinete bermejo o rojo representa la guerra. Se refiere a
una terrible guerra que ocurrirá al final de los tiempos.
-
“El tercer Jinete negro” representa la crisis económica, muerte,
penuria, desnutrición y hambruna. Se refiere a una gran hambruna que
tendrá lugar, probablemente como resultado de las guerras producidas
por el segundo jinete.
-
El cuarto Jinete amarillo representa las enfermedades y muertes. Trae
más guerra y terribles hambrunas junto con terribles plagas y
enfermedades.
El
jinete sobre el caballo amarillo tiene un solo propósito; Muerte.
Los medios que utiliza para cumplir su propósito son: guerra,
hambre, pestilencias (virus, bacterias, epidemias, enfermedades
contagiosas, etc.).
GUERRA
MUNDIAL
Benedicto
XV declaró en 1.917: "Jamás hasta ahora se había visto en el
mundo la guerra como institución permanente de toda la Humanidad".
Y ya Castellani advierte que viendo dos guerras mundiales parece como
si el mundo se preparase para una tercera.
El
papa Francisco, plantea que quizás se pueda hablar en la actualidad
de una tercera guerra mundial combatida "por partes",
teniendo en cuenta el alcance y la propagación de la guerra en el
mundo.
Los
estatutos de la Organización de las Naciones Unidas establecen que,
para que un conflicto sea considerado guerra mundial, deberán de
participar países de los cinco continentes; al no ser DAESH
(al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham) un estado o un país, no puede
equipararse a la guerra contra el Estado Islámico como tal.
NUEVA
GUERRA FRÍA
La
nueva guerra fría es una expresión
acuñada por Joseph Stroupe para referirse a la actual guerra de
estrategias por el control de los recursos energéticos del planeta
que libran las grandes potencias mundiales.
Según
Stroupe, por un lado se encuentra occidente, principalmente Estados
Unidos y el Reino Unido, quienes buscan unilateralmente obtener
supremacía sobre la energía nuclear y los recursos energéticos de
Oriente Medio.
Por
otro lado está el oriente liderado principalmente por Rusia y China.
Rusia es el mayor proveedor de gas natural y, después de Venezuela,
posee las mayores reservas registradas de petróleo, y busca usar el
monopolio interno de estos para restaurar su influencia sobre los
asuntos mundiales.
China,
debido a su explosivo crecimiento económico, busca una estabilidad y
garantía de surtimiento de petróleo y gas que la hagan menos
vulnerable a la inestabilidad de los mercados del petróleo.
ANTECEDENTES
La
segunda guerra fría o la nueva se evidenció a raíz de la invasión
estadounidense a Irak en 2003, para la cual Estados Unidos desplegó
bases militares en los países de Asia Central, anteriormente bajo la
influencia rusa, los cuales son ricos en gas y petróleo. Occidente
desarrolló a su vez políticas para permitir la expansión de la
OTAN para incluir países ex soviéticos que compartían frontera con
Rusia.
Para
defenderse de los avances de occidente, Rusia hizo una serie de
maniobras con el objetivo de lograr una forma de equilibrio y evitar
ser rodeada. Al desarrollo de las maniobras rusas contribuyó el
hecho de que la guerra contra Irak generó un alza en los precios del
gas y del petróleo, fortaleciendo a Rusia puesto que era una de los
más grandes productores de ambos recursos.
Rusia
desarrolló lazos de cooperación con China y otros estados de Asia
Central dentro del marco de la Organización de Cooperación de
Shanghái, con el objeto de prevenir separatismo entre sus países y
además asegurar y proteger sus intereses energéticos.
Adicionalmente,
Rusia ha ido gradualmente restringiendo el acceso de multinacionales
extranjeras a los contratos de explotación de gas y de petróleo en
su territorio. Este ha sido el caso en los proyectos petrolíferos
Sakhalin-1 y Sakhalin-2, de los cuales la compañía petrolera
estadounidense ExxonMobile y la Royal Dutch Shell de Holanda han sido
excluidas sobre la base de violación de las leyes de protección del
medio ambiente, y sus permisos fueron revocados.
SIRIA
En
2.011 daba comienzo la Guerra Civil siria, en donde las Fuerzas
Armadas de Siria del gobierno del presidente sirio, Bashar Al-Asad
respaldado por Rusia se enfrentaban contra los grupos armados
rebeldes de diversa índole, conocidos en Occidente como la
«oposición siria» o «Ejército Libre de Siria» apoyados
principalmente por Estados Unidos y Arabia Saudita. El conflicto
sigue presente hasta el día de hoy.
En
2.015 un nuevo actor se hizo presente: el Estado Islámico, una
organización considerada terrorista, que invadió Siria y se
enfrentó tanto a las fuerzas gubernamentales de Siria como al
Ejército Libre de Siria, logrando tomar en mayo de 2015 el control
de la frontera entre Siria e Irak. Ante tal hecho, Rusia se declaró
en contra de Estado Islámico.
Actualmente
tanto Rusia como Estados Unidos y sus aliados han realizados
bombardeos en los territorios controlados por Estado Islámico.
INESTABILIDAD
La
creciente internacionalización de la guerra contra el terrorismo y
la guerra civil en Siria ha desatado una fuerte inestabilidad en
Oriente Medio, estando el conflicto bélico sirio traspasando las
fronteras.
Las
potencias mundiales han expresado su apoyo a uno de los tres bandos;
mientras occidente, liderado por Estados Unidos apoya a los rebeldes,
el eje conformado por Rusia, Irán y China apoya al gobierno de
Bashar Al-Asad; el tercer bando, la organización Estado Islámico,
no cuenta con respaldo internacional.
Tras
un ataque químico de Guta, Estados Unidos anunció su intención de
atacar Siria como castigo, pero los aliados del país árabe se
manifestaron en contra de ello. El gobierno de Siria dijo, en tanto,
que un ataque desataría una guerra regional en el Oriente Medio.
Esto es tomando en cuenta las alianzas en la región; naciones como
Turquía, Israel o Jordania, apoyan a Estados Unidos en su actuar,
por lo que pueden ser blancos de ataques por parte de Siria o de su
aliado Irán, sobre todo Israel, que ya ha tenido problemas con estos
dos países.
Una
eventual sucesión de ataques en Oriente Medio podría desembocar en
una guerra de carácter mundial, en donde los protagonistas ya no
serían los países árabes, si no sus aliados: Estados Unidos y
Europa (países miembros de OTAN) por un lado, y Rusia (países
miembros de Comunidad de Estados Independientes) y China por otro.
Por
otra parte, algunos políticos, como el ministro iraquí de
relaciones exteriores o como el ministro de Relaciones Exteriores
jordano Nasser Judeh, y el rey jordano Abdalá II, han considerado a
la guerra contra el Estado Islámico (surgida en el contexto del
conflicto bélico previo) como la «tercera guerra mundial». Tras
los ataques del Estado Islámico en París en 2015, también el Papa
Francisco afirmó que los ataques formaban parte de la III Guerra
mundial.
GUERRA
CONTRA DÁESH
La
guerra contra Estado Islámico es el conflicto armado desatado el 5
de junio de 2014, cuando el grupo autodenominado «Estado Islámico»,
junto con militantes suníes leales a la antigua dictadura baazista
secular de Sadam Husein y tribus antigubernamentales, lanzó una
ofensiva contra los ejércitos de Irak y Siria.
Las
fuerzas de Estado Islámico empezaron atacando Samarra (Irak) ese
mismo día y se apoderaron de Mosul la noche del 9 de junio, y de
Tikrit el día 11. A fines de ese mes, Irak había perdido el control
de toda la frontera occidental con Jordania y Siria.
El
29 de junio de 2.014, Estado Islámico declaró un «califato» que
incluía a Siria e Irak. Abu Bakr al-Baghdadi, líder del grupo, fue
declarado por este «califa y líder de todos los musulmanes».
En
agosto de ese año, una coalición internacional lanzó su propia
ofensiva en la región, con el fin de sumarse al esfuerzo de los
ejércitos sirio e iraquí para hacer frente a la insurgencia de
Estado Islámico.
A
medida que las fuerzas de seguridad iraquíes se retiraban hacia el
sur, las fuerzas del Gobierno Regional del Kurdistán llenaron el
vacío y ocuparon parte de los territorios disputados entre Irak y
Kurdistán, incluyendo el centro petrolero de Kirkuk. Los
observadores internacionales interpretaron la movilización kurda
como la última señal de la «creciente anarquía» en Irak.
El
primer ministro de Irak, Nuri al-Maliki, pidió un estado de
emergencia nacional el 10 de junio, tras el ataque en Mosul, pero fue
denegado por el Consejo de Representantes de Irak, donde muchos
parlamentarios suníes y kurdos boicotearon la sesión oponiéndose a
un incremento de los poderes del primer ministro.
Siria
decidió intervenir en la guerra con apoyo aéreo, y varios medios
afirmaron que la Guardia Revolucionaria Iraní, al mando del general
Qasem Soleimani, participaba en el conflicto desde hace tiempo, cosa
que el gobierno iraní había desmentido.
El
8 de agosto de 2.014, a petición urgente de Irak y con el argumento
de Barack Obama de que «Estados Unidos no podía quedar indiferente
al conflicto», el país estadounidense decidió intervenir en la
guerra que Irak estaba llevando a cabo contra Estado Islámico, con
el objetivo declarado de defender las minorías cristianas y yazidíes
que estaban siendo masacradas por los yihadistas, además de
resguardar a las instalaciones y militares estadounidenses situadas
en dicho país. Por ello, Estados Unidos decidió bombardear
posiciones de los terroristas, limitándose a realizar solo ataques
aéreos.
Más
tarde, Obama expresó su deseo de crear una coalición internacional
con el objeto de acabar con los yihadistas, apoyada y conformada por
treinta países y respaldada por las Naciones Unidas. Estados Unidos
denominó a su operación militar en la guerra contra Estado Islámico
como Operación Determinación Inherente u Operación Resolución
Inherente (en inglés, Operation Inherent Resolve).
Tanto
Nahla Al-Hababi (representante de la provincia de Nínive en el
Parlamento iraquí) como Qasim Al Araji (legislador iraquí) y Hadi
Al Ameri (secretario general de Badr), afirmaron que Estados Unidos
había entregado intencionalmente armas al grupo Estado Islámico.
Varios analistas políticos creen que Estados Unidos creó a Estado
Islámico para acabar con el Gobierno del presidente sirio Bashar Al
Assad.
Por
otra parte, Yousaf al Salafi (un comandante de Estado Islámico
capturado por los servicios de inteligencia pakistaníes) afirmó
también que el grupo terrorista recibe financiación de Estados
Unidos para comprar armas, operar y reclutar jóvenes que combatan en
Siria, Irak y Pakistán.
A
pesar de que la ofensiva de la coalición contra Estado Islámico se
basa en los ataques aéreos, sus tropas se han visto atacadas
mientras entrenaban a fuerzas iraquíes en sus respectivas bases.
Estas solo respondieron de manera defensiva, respetando el protocolo
de guerra planeado, aunque se llevaron a cabo algunas misiones
ofensivas exclusivas para rescatar rehenes.
En
enero de 2.015, Estado Islámico penetró y se instaló en Afganistán
(estando este ya en guerra) para rivalizar con los talibanes, pero la
OTAN detuvo su avance. Estado Islámico estaba ya interviniendo en
esta fecha en el conflicto libio iniciado en 2014. Posteriormente, la
guerra contra Estado Islámico se ha expandido Egipto, Nigeria y
Rusia además de Israel, Turquía, Yemen y Líbano entre otros.
Por
ahora, la coalición ha confirmado la baja de numerosas unidades de
Estado Islámico, entre combatientes, vehículos y demás unidades
tácticas.
Una
gran ola de manifestantes han revelado su oposición tanto a la
guerra como a la islamofobia y el yihadismo; asimismo, el propio
grupo Estado Islámico se adjudicó la autoría de múltiples
atentados en cuatro continentes.
Por
otro lado, tanto el ministro de Relaciones Exteriores iraquí como el
ministro de Relaciones Exteriores jordano Nasser Judeh y el rey
jordano Abdalá II afirmaron que la guerra contra Estado Islámico es
de hecho la tercera guerra mundial. También el papa Francisco
expresó que tras los atentados de París de noviembre de 2015 la
guerra contra Estado Islámico era la tercera guerra mundial en
trozos.
(*) Periodista