MURCIA.- Tres cuartas partes de población de la Región de Murcia respira aire contaminado. El ozono troposférico sigue siendo el contaminante más significativo y que se produce de manera crónica en la Región de Murcia, un elemento que ya 'sufre' las tres cuartas partes de la población. Este ozono está asociado a las emisiones del tráfico rodado y a las de la industria.
Se trata de una de las conclusiones del informe anual sobre la calidad de aire que ha presentado esta mañana Ecologistas en Acción.
Pedro Belmonte, responsable del área de calidad del aire en esta
organización, ha apuntado que por primera vez, desde 2012, se superaron
lo valores que marca la legislación en Lorca, el 11 de Julio, al
alcanzar los 186 microgramos/ m3, frente a los 180.
Ecologistas en Acción denuncia también el estado obsoleto de la red
de medición de la calidad del aire regional, "cuyos analizadores ya han
cumplido su vida útil de siete años en su gran mayoría", y reclaman un plan "escalonado" para su modernización.
Los ecologistas consideran necesario una 'pacificacion' del
tráfico rodado en las ciudades que reduzca su uso privado, potenciando
paralelamente el transporte público.
En su informe, Ecologistas en Acción destaca que el
problema más crónico en la Región es el del ozono troposférico.
Alumbres y Mompeán en Cartagena, por
ejemplo, sobrepasaron los 90 días al año (tres meses) de superación del
límite saludable.
Para elaborar este
informe, aclaran desde la organización, se han utilizado los datos
oficiales, de acceso público, que recogen las estaciones medidoras que
conforman la red regional de vigilancia atmosférica.
Desde Ecologistas en Acción proponen un Plan de modernización
de la red de vigilancia, con un programa escalonado de sustitución de
analizadores, un aumento territorial del número de estaciones fijas y
mayores recursos materiales y humanos.
Por otro lado,
consideran que el Plan de Mejora de la Calidad del Aire 2016-2018 ha
sido un instrumento "escasamente útil" para resolver los problemas de
contaminación atmosférica. De hecho, la propia administración regional
"reconoce" el "incumplimiento" de parte de sus objetivos en sus
conclusiones.
En cuanto a las partículas PM10 (partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera)
los datos de 2019 reflejan un comportamiento muy moderado en todas las
estaciones, que no han rebasado los 35 días de superaciones al año que
establece la normativa.
Por otro lado las partículas PM2,5 , partículas más finas
y por tanto las más perjudiciales, solamente se miden en la estación de
Mompeán en Cartagena. Hasta ahora, recuerdan desde Ecologistas en
Acción, la Dirección General de Medio Ambiente no ofrece datos del valor
medio anual de este contaminante para el año 2019.
Por
su parte, el dióxido de azufre (SO2), según el informe, sí registró dos
superaciones del valor límite horario (350 microgramos/m3), el 28 de
abril en la estación del Valle de Escombreras. Los datos obtenidos muestran que la
contaminación por dióxido de azufre está circunscrita a esta zona, y que
se debe fundamentalmente a las emisiones de las actividades
industriales-energéticas.
Los contaminantes Arsénico,
Cadmio, Níquel y Benzo(a)pireno se miden en la estación de Mompeán
(Cartagena). Aunque según unas mediciones de partículas realizadas entre
noviembre y diciembre de 2018 por la Universidad Politécnica de
Cartagena (UPTC) en la Sierra Minera arrojaban unos resultados mayores
que el valor límite que establece la normativa para el Níquel (20
ng/m3).
En general, la principal fuente de
contaminación atmosférica en el entorno urbano es el tráfico de
vehículos a motor pero también existen diversos focos de contaminación
provocada por las actividades industriales en nuestra Región, que se
localizan fundamentalmente en Cartagena, concretamente en el Puerto, El
Hondón, La Aljorra, Valle de Escombreras-Alumbres y el Llano del Beal, o
el polígono industrial de Alcantarilla-Murcia, recoge el informe.
El
documento hace especial referencia a la contaminación provocada por las
quemas agrícolas, que ha crecido durante 2019, así como las denuncias
ciudadanas por esta actividad. La quema de residuos agrícolas es una
práctica prohibida, pese a lo cual se sigue tolerando
institucionalmente, critica Belmonte.
Durante 2019 se
han repetido tres contantes respecto al año anterior: La permisividad de
las autoridades (Comunidad autónoma y ayuntamientos), la resistencia
del sector agrícola, que sigue manifestándose muy reticente a cambiar
estas prácticas, y el deficiente estado de la red de vigilancia de la
calidad del aire, apuntan desde Ecologistas en Acción.
Ecologistas
en Acción, en su informe, apunta también algunas soluciones para
mejorar los niveles de contaminación como la reducción del tráfico
rodado en los núcleos urbanos y las áreas metropolitanas, potenciando en
las ciudades el transporte público (en especial el eléctrico) y los
medios no motorizados como la bicicleta o el tránsito peatonal; la
reconversión ecológica del transporte interurbano desde la carretera a
un ferrocarril convencional mejorado; el ahorro y la eficiencia
energética; la recuperación de los estímulos para la generación
eléctrica renovable, en sustitución de las centrales termoeléctricas a
partir de combustibles fósiles o la adopción generalizada de las mejores
técnicas industriales disponibles para la reducción de la
contaminación.
También, el aumento de la calidad del
aire pasa por la disminución de las emisiones del transporte marítimo
mediante la creación de un Área de Control de Emisiones (ECA) para el mar Mediterráneo que se ha acordado desarrollar en la 21ª Conferencia de
las Partes del Convenio de Barcelona, y una fiscalidad ambiental a los
vehículos diésel, que causan el 80% de las emisiones contaminantes del
tráfico urbano e interurbano, considera la organización.