“El
papel de los ríos y humedales en nuestro ecosistema trasciende su
interés estético para ser también una fuente de actividad económica,
para la agricultura, la industria o incluso el turismo. Nuestros ríos y
humedales forman parte de un ecosistema único, cuyo equilibrio y
conservación debe constituirse en una prioridad para las autoridades
públicas competentes”, ha señalado Garaulet.
En la Región, los
principales humedales están situados precisamente en el entorno del Mar
Menor, por lo que se hace especialmente urgente la elaboración del plan
que propone Ciudadanos, y que redundaría tanto en los ubicados en los
parques regionales de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila
y Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, como en los del Cañón de
los Almadenes, Ajauque y Rambla Salada, Cañaverosa y los espacios
colindantes a nuestra laguna salada y sus islas.
“Consideramos que, pese
a los esfuerzos realizados desde 2008 al entrar en vigor la Estrategia
Nacional de Restauración de Ríos, es necesaria la aprobación de un nuevo
Plan Nacional de Restauración de Ríos y Humedales, que consolide el
trabajo llevado a cabo hasta ahora y evalúe y modernice algunas de las
infraestructuras obsoletas que dañan el panorama de los ríos y
humedales”, apunta Garaulet.
Este Plan Nacional de Restauración de
Ríos y Humedales debe articular, en colaboración en su caso con las
comunidades autónomas, una batería de medidas dirigidas a promover la
restauración ecológica de estas zonas. Entre estas medidas estarían
garantizar el equilibrio ecológico y preservar su biodiversidad, así
como controlar y minimizar las posibles fuentes de drenado que puedan
alterar sus caudales. La Proposición No de Ley de Ciudadanos también
incluye el control e inspección de las aguas fluviales para actuar
frente a posibles fuentes de contaminación, abordando la depuración de
las mismas para la restauración del equilibrio ecológico.
También
se incluiría en el articulado la eliminación de pequeñas presas,
embalses y demás instalaciones de contención del caudal de los ríos que
se encontrasen en desuso o cuya disposición actual fuera
contraproducente para la correcta gestión de los caudales.
“Solo
quedarían exentas aquéllas infraestructuras que poseyesen por su
antigüedad o sus características técnicas un valor intrínseco como
patrimonio industrial, en cuyo caso se procedería a su adaptación para
la correcta gestión del caudal hídrico y su puesta en valor desde el
punto de vista cultural y turístico”, ha asegurado el diputado naranja.
En esta línea también de fomento de la actividad también se incluiría la
rehabilitación de las riberas y los entornos de los humedales, “así
como su puesta en valor para el turismo activo y sostenible mediante la
habilitación de rutas y sendas y mediante una adecuada promoción de los
valores medioambientales asociados a las mismas, algo que repercutiría
en la creación de empleo y riqueza”.
El dragado de embalses, para
maximizar su capacidad instalada y la limpieza del lecho y el cauce de
los ríos, con pleno respeto a los principios de sostenibilidad
ecológica, ayudarían también a mejorar la gestión de los recursos
hídricos y a prevenir crecidas o riadas.
La PNL también aboga finalmente
por el fomento del voluntariado, “con el objetivo de implicar
activamente a la ciudadanía en las labores de restauración y
mantenimiento de ríos y humedales, así como en la realización de
actividades de promoción, concienciación y sensibilización respecto a su
importancia desde el punto de vista medioambiental y a la necesidad de
preservar su equilibrio ecológico y su biodiversidad”.
