BARCELONA.- La designación de
Murcia como Capital de la Gastronomía de 2020
- que toma el relevo a Almería- situará la ciudad durante los próximos meses en el punto de mira de
foodies
y turistas de buen paladar. Aunque la región es un importante
destino turístico, con localidades tan conocidas como Cartagena, Lorca,
Mazarrón, Moratalla, Bullas o Águilas, lo cierto es que la capital es
todavía una desconocida para muchos viajeros españoles, a juicio de La Vanguardia.
A partir del 1 de enero, La huerta de los 1.001 sabores -el lema
con el que Murcia se ha hecho con el galardón- sorprenderá a propios y
extraños. Y es que a las actividades relacionadas con la restauración
coparán la oferta turística y de ocio, con rutas gastronómicas, museos,
talleres de cocina saludable, concursos, museos y festivales en las que
las frutas, verduras, vinos, arroces, carnes y pescados asumirán el
protagonismo.
Si te gusta comer, en 2020 tienes otra excusa perfecta para acercarte
hasta Murcia, pero, si no quieres esperar, toma nota: te proponemos
algunas rutas en las que disfrutarás comiendo mientras descubres, casi sin darte cuenta, los rincones más populares de la ciudad.
No olvides, sin embargo que cuentas con un auténtico templo de la gastronomía:
Cabaña Buenavista
, en El Palmar, el restaurante del chef Pablo González-Conejero,
reconocido con dos estrellas Michelin. Aunque deberás conducir
alrededor de media hora hasta Cartagena, no nos resistimos de mencionar
Magoga
, el local de María Gómez, una cocinera revelación que acaba de hacerse con la primera estrella.
La catedral
Visitar la catedral de santa María es un imperativo
para cualquier turista que aterrice en Murcia. El templo, que tardó
cuatro siglos en construirse -las obras empezaron a finales del siglo
XIV y acabaron cuando el siglo XVIII llegaba a su fin- merece una
visita. En la plaza Cardenal Belluga y sus alrededores encontramos numerosas terrazas y restaurantes cuyas tapas no te dejarán indiferente.
En los locales más tradicionales podrás saborear las empanadillas y pasteles de carne, acompañados de una buena cerveza. En invierno se imponen los michirones -un
guiso de habas secas guisadas con hueso de jamón, chorizo y laurel- o
el caldo con pelotas. En las terrazas, encontrarás un amplio surtido de tigres, marineras, pulpo al horno o montaditos.
En la zona, acércate hasta el Ayuntamiento, el palacio Episcopal, o date un paseo por las calles Trapería y Platería, dos de las vías murcianas más populares.
Avenida Alfonso X y plaza Santo Domingo y
La avenida de Alfonso X El Sabio, un bulevar arbolado
que discurre entre dos plazas -la de Santo Domingo y la Circular-, es
una de las más importantes de la ciudad. Esta vía y sus alrededores conforman otra ruta para descubrir la gastronomía local. Conocida por los locales como
el tontódromo
, ya que en ella paseaban en el pasado las parejas durante el cortejo, rebosa de bullicio y de tiendas.
La oferta gastronómica es amplia. Aquí encontrarás sobre todo restaurantes tradicionales, y en la altura de Pérez Casas, una calle peatonal muy concurrida, con locales en los que tomar un café o una copa.
En la plaza Santo Domingo, en la parte baja de la avenida, se extiende
un combinado de establecimientos de comida rápida, pizzerías,
chocolaterías y cafeterías. A poca distancia, otra plaza, la de Julián Romea, alberga pequeños restaurantes de buena calidad y excelente ambiente, perfecto para comer con niños.
Santa Eulalia y plaza de toros
No nos movemos del casco antiguo. Cerca de la catedral hallaremos un espacio encantador, con la muralla árabe -la antigua estructura defensiva de la ciudad construida en el siglo XII- la iglesia parroquial de Santa Eulalia -un templo de estilo barroco-rococó del siglo XVIII-, y la plaza de toros. Deambulando por esta zona, descubriremos diversos restaurantes de cocina tradicional murciana.
Si todavía no la has probado, no puedes pasar por alto estos
establecimientos que tienen en los productos de la huerta su materia
prima.
Plaza de las Flores
La plaza de las Flores, también en el casco antiguo, es en cambio el punto de encuentro y el lugar preferido por los locales para tomar un aperitivo.
Conocida hasta finales del siglo XIX como plaza de los Carniceros -aquí
trabajaban los profesionales del gremio cárnico- cuenta con edificios
de diversas épocas, en especial de los siglos XIX y XX.
Repleta de terrazas, los murcianos degustan aquí las mejores y más variadas tapas típicas. En las callejuelas peatonales que desembocan en esta plaza, se suceden pequeños bares y locales, también de tapas, frecuentados por un público especialmente juvenil. Si te atraen los mercados tradicionales, desde aquí puedes acercarte hasta el mercado de Verónicas, una lonja en la que adquirir productos típicos de la zona.
Las tascas
Nuestra última ruta está especialmente pensada para los más jóvenes. Si te gusta ir de tascas y tabernas déjate caer por el Campus de la Merced, donde se encuentran las dos facultades más antiguas de Murcia, las de Derecho y Letras.
En esta zona, como no podría ser de otra forma, el ambiente es estudiantil y los precios muy económicos, por lo que es una buena opción para las salidas nocturnas. Los locales se suceden uno tras otro en dirección al Segura, hasta alcanzar la plaza San Juan, con restaurantes tradicionales reconocidos y una oferta de locales de lo más variopinta, que van desde modernos establecimientos de precios aceptables a tabernas y restaurantes de especialidades foráneas.