MADRID.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido sobre la "dificultad" que supondría para el Estado español privatizar Bankia y BMN, con un valor actual que cifra en unos 11.000 millones de euros, antes de la fecha límite (finales de 2017 e inicios de 2018), a pesar de que estas entidades empiezan a consolidar sus beneficios.
"Vender
las participaciones en Bankia y BMN antes del límite fijado a
finales de 2017 e inicios de 2018 podría ser más difícil", señala
el organismo liderado por Christine Lagarde en su artículo IV sobre
España que elabora cada año.
El FMI ha explicado que el valor actual de estas entidades se mantiene por debajo del objetivo de venta, debido en parte al 'peso' en el capital de los Activos Fiscales diferidos (DTA's, por su siglas en inglés).
La participación que ostenta el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en Bankia alcanza el 63,6%, mientras que el porcentaje que controla de BMN asciende al 65%.
Las autoridades españolas esperan vender Bankia antes de que finalice 2017, si bien no se descarta que la desinversión total se materialice más allá de este plazo orientativo. Mientras, el FROB está analizando la posibilidad de dar mayor liquidez a los inversores privados institucionales de BMN a través de una salida a Bolsa.
El FMI alerta además de que un cambio en el tratamiento de los DTAs, investigados por la Comisión Europea para dilucidar si suponen ayudas públicas ilegales, podría requerir fondos adicionales de capital para "algunos bancos", aunque no cita a ninguno de estos.
Ante el embate de un entorno de bajos tipos de interés prolongado, el organismo considera que la banca española deberá seguir reduciendo los costes operativos para ganar en rentabilidad. Además, certifica que el crédito volverá a crecer a finales de este año y que el sector financiero español sigue fortaleciéndose, gracias a las mejoras en liquidez, eficiencia y rentabilidad.
En cuanto a la Ley de Segunda Oportunidad, el FMI asegura que si se aplica de forma efectiva y se aclaran "algunos elementos clave", puede facilitar el desapalancamiento del sector privado, a la vez que se preserva la "sólida" cultura de pagos de España.
En este sentido, insta a lograr "la mayor claridad posible" en relación con el plan de pagos tras la liquidación y las condiciones en la nueva oportunidad, con el fin de reducir la incertidumbre para los deudores y limitar eventuales abusos.
El FMI también aconseja incluir a los acreedores públicos en los procesos de reestructuración de deuda para dotar de mayor eficacia a la norma.
El FMI ha explicado que el valor actual de estas entidades se mantiene por debajo del objetivo de venta, debido en parte al 'peso' en el capital de los Activos Fiscales diferidos (DTA's, por su siglas en inglés).
La participación que ostenta el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en Bankia alcanza el 63,6%, mientras que el porcentaje que controla de BMN asciende al 65%.
Las autoridades españolas esperan vender Bankia antes de que finalice 2017, si bien no se descarta que la desinversión total se materialice más allá de este plazo orientativo. Mientras, el FROB está analizando la posibilidad de dar mayor liquidez a los inversores privados institucionales de BMN a través de una salida a Bolsa.
El FMI alerta además de que un cambio en el tratamiento de los DTAs, investigados por la Comisión Europea para dilucidar si suponen ayudas públicas ilegales, podría requerir fondos adicionales de capital para "algunos bancos", aunque no cita a ninguno de estos.
Ante el embate de un entorno de bajos tipos de interés prolongado, el organismo considera que la banca española deberá seguir reduciendo los costes operativos para ganar en rentabilidad. Además, certifica que el crédito volverá a crecer a finales de este año y que el sector financiero español sigue fortaleciéndose, gracias a las mejoras en liquidez, eficiencia y rentabilidad.
En cuanto a la Ley de Segunda Oportunidad, el FMI asegura que si se aplica de forma efectiva y se aclaran "algunos elementos clave", puede facilitar el desapalancamiento del sector privado, a la vez que se preserva la "sólida" cultura de pagos de España.
En este sentido, insta a lograr "la mayor claridad posible" en relación con el plan de pagos tras la liquidación y las condiciones en la nueva oportunidad, con el fin de reducir la incertidumbre para los deudores y limitar eventuales abusos.
El FMI también aconseja incluir a los acreedores públicos en los procesos de reestructuración de deuda para dotar de mayor eficacia a la norma.